El Vigilante de la Privada 15
Matt comienza su venganza contra los pervertidos de Ramon y Rafa, así que Janeth se volverá el trofeo de quien gane….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
15
La pequeña Janet estaba perdida en esas sensaciones placenteras, encerrada en la casa de esos 2 pervertidos, quienes la tenían completamente sometida, iniciaron desde el baño con aquel juego erótico, desvistiéndola para acariciarla, no se detenían en ninguna parte, enloquecían por aquel pequeño cuerpo delicioso, llegando hasta una pequeña estancia donde tenía una cama lista para el evento principal, en todo momento la chiquilla se hallaba convertida en una pequeña puta, desnuda y estimulada, haciéndola gemir como una golfilla, era necesario, pues la iban violar, sus vergas estaban listas para romperle el coño entrando a su lindo coñito inmaculado, aunque necesitaban que cooperara un poco, pues se quejaba cuando le metían los dedos en cualquiera de sus hoyitos, solo para prepararla, mientras que afuera estaban los vecinos disfrutaban de una buena fiesta, pero dentro de esa casa su vulvita era convertida en una bomba de deseo, no dejaban de estimularla con aceites o vibradores, caricias indebidas, se estaba retorciendo de placer, con cada roce, lamida o toque, pues aquello locos no dejaban de estimular su pequeño cuerpo, mientras lo filmaban todo, que dentro de poco sería evidencia de que la iban a perpetrar, por desgracia Matt no era del todo consciente, estaba con Akiko, la mujer se encontraba perdida en la bebida, le dio Tequila como le sugirieron, y esta se puso en un humor extraño, casi actuando como presa para ser violada, sin embargo entre juegos ella le diría:
Mira idiota, a mi no me engañas, se que te debes estar cogiendo a ambas tipas, si bien que tienes cara de puto macho dominante que a mí me gusta mucho, te apuesto lo que quieras que siempre amanecen los 3 juntos en la cama, y no te culpo, las 2 están bien ricas, que daría por tener la mitad que la Sayo, ah, pero eso está de más, te voy a pedir un favorcito, entendido…
Realmente el tequila le hacía mal a la mujer, parecía dispuesta a meterse en su cama, era una especie de borracha que mezclaba la lujuria, la irritabilidad con la sinceridad, no sabía que ocurría, aunque le daba la impresión que le gustaría, así Matt viendo a su jefa le diría:
En que le puedo ayudar jefa, usted nomas dígame – decía algo incomodo, pues seguían en medio de la fiesta, no quería que nadie la oyera, por suerte no había gente cerca, miraba alrededor, muchos chicos estaban haciendo de las suyas, buscando acercarse a las vecinitas más sexys, incluso ya se estaban manoseando un poco los mas suertudos, las niñas más chicas eran regresadas a casa por sus celosos padres, mientras que algunos vecinos caían de borrachos, ya era tarde para ellas, la noche les alcanzó.
No, si por eso no me ofrezco, me dices jefa, ah, bueno si tanto quieres complacerme quiero verte romperle el coño a mi Kimmy, esa niña es igual que yo, y me carga la sangre verla, seguro que va a gemir bien rico cuando se la metas, prefiero verla clavada con un verdadero macho a que se haga la putita de un maricon que se sienta grande – dijo con desespero la mujer entre copas.
Tranquila mujer, que todo está de más, ha bebido suficiente – decía tratando de mantener las apariencias, aunque luego escucharía.
A mí no me vengas con esos juegos, o eres tan maricon como el par que faltó, no me hagas reír, eres un puto macho que nomas está viendo a quien se coge, ahora te estoy ofreciendo a mi niña, y me sales con estas jaladas, a mi me han violado un par de veces, es de lo mejor, se siente tan rico, pero no lo puede hacer cualquiera, serás tú, la vas a hacer tu perrita, pero me dejarás verlo, entendido – decía la mujer cuando alguien se acercaría para oírlo claramente.
Qué suerte para ambos, que se trataba de Carmela, quien al oír eso se ponía caliente, se le notaba en la cara, casi se le podía oler su vulva humedeciéndose, quería acción, miraba a su hombre con deseo de ser empelada en ese momento, en serio las palabras de la mujer la ponían cachonda, aunque no era lo mejor, si ella pudo oírle, seguro otros lo harían, por suerte Kimmy se había ido a dormir hace como una hora, por lo que estaban bien, sin embargo no era prudente seguir. Su amorcito se ofreció llevarse a la jefa, quien quería seguir con la charla, aunque Carmela le diría que lo discutirían con café para quedar los detalles, aunque antes de irse le diría a Matt: cariño, creo que Janet está en la casa de los vecinos; eso no le gustó nada, pero ya tenía algo planeado, por suerte no era tan tarde en el caso de los adultos, habían empezado temprano la fiesta, así que mientras se llevaban a Akiko, el vigilante iba con Sayo, quien era rodeada por un par de críos de algunos 16 años quienes iban casi ansiosos por buscar suerte con ella, como si se les pudiera dar, aunque al darse cuenta que la mujer ya tenía 20, se sintieron tontos, pues como era bajita, de rostro infantil pensaron que era de su edad. Una vez todos lejos Matt le explicó la situación, a lo que la sexy oriental no dudo en apoyarlo, a fin de cuentas era su hombre, su dueño, quien le hacía toda clase de cosas deliciosas para que ella gozara, prácticamente se sentía su propiedad, y eso le excitaba tanto, adoraba las veces que la estaba empalando con su verga, así que no podía resistirse, por lo que no perdió tiempo tomando una botella que le dejó este, la cual no era de las recordadas en la fiesta, para irse a la casa de los vecinos.
Rafa y Ramiro estaban preparando todo, la pequeña ya estaba siendo sodomizada por un enorme consolador por el culito, el cual estaba abierto hasta el límite, enrojecido, a punto de desgarrarse, logrando que pujara un poco, con sus manitas intentaba quedarse fija en la camita, aunque apenas resistía, diciendo:
Esta muy grande, me dan ganitas – se quejaba Janet mientras era convertida en una putita.
Pero que dices, chamaca, aun te falta por enfrente, hoy no te vas sin que te rompamos el coñito – dijo Rafa mientras le iba sacando el consolador con algo de excremento.
No era lo mejor, pero necesitarían darle un enema, lo cual aumentaría el precio del video, casi se atragantan con su baba, pues pondrían a la nena de a 4 para meterle una sustancia, logrando que defecara en una bacinica, solo que aquello era asqueroso, el olor molesto a la chiquilla, la niña a pesar de estar confundida viéndose así, empezó a llorar por ello, lo cual enojó a ambos tipos que comenzaron a nalguearla, perdían el control con tan preciosa criatura, era tanta su lujuria que no se contenían, ya querían romperla, iban a acomodarse para ensartarla, luego pensarían en como calmar al estúpido padre, quizás lo drogarían hasta podrirle el cerebro, no importaba, por lo cual iban a meterle la verga, cuando sonó el timbre. Ante ese ruido casi maldijeron, pensaron que uno de los vecinos llegaba para invitarlos a la fiesta, cosa que no iban a hacer, e iban a ignorarlo, pero bien podría ser Akiko, quien ahora como dueña de la privada no querían buscarle problemas, o peor aún podría ser el guardia quien llegara borracho para golpearles por envenenar al perro, aunque de ser eso ultimo podrían apuñalarlo y después hacer que lo corrieran, con eso en mente salieron, solo que no vieron nada de lo imaginado sino:
Buenas vecinos, la señora Akiko me mando para darles un trago, no se vale que hayan faltado, pero no quería que se quedaran fuera, espero la acepten – decía Sayo con un par de vasos con licor de una botella que ella misma abrió.
Perdón, pero es que estamos cuidando a una niña – decía Ramiro inquieto.
Ah, pero no debería estar dormida, con todo lo que paso, vamos no me desprecien la copita, solo vine a eso, luego me voy, vamos una es ninguna – decía suplicante Sayo, lo cual era difícil de resistir, porque realmente era algo digno de ver, de hecho lo hacía con una voz tan coqueta que invitaba a que le agarraran las tetas.
Como quieras preciosa – dijo Rafa perdiendo la compostura, olvidando que debían jugar como si fuera homosexual, pero las curvas de aquella mujer eran deliciosas.
Par de ingenuos, se dejaron llevar por la imagen de Sayo, quien lucía tan inocente con un cuerpo de pecado demasiado tentador, era fácil imaginarla recibiendo verga, soñando con someterla con todas sus fuerzas, hasta hacerla vomitar semen, y viéndola sola, no perdieron la oportunidad de intentarlo, acercarse a ella, igual que otros pensaron que era más joven, querían sentir aquellas masas de carne con sus manos, y ella fingiendo ebriedad, se dejó tocar un poco, aunque se veía que intentaba defenderse, aunque era más como un juego que los incitaba a seguir, lo cual ayudó a que estos tipos bajaran la guardia, más cuando empezaba a fingir que estaba gimiendo, pues Rafa la tomaría de la cadera, casi alcanzando su vulva para meterle los dedos en su interior, por suerte seguía vestida con sus jeans, una falda hubiera sido problemática, pero Ramon le jalaría la blusa para verle las tetas, que eran demasiado sensuales, apretándolas un poco, haciendo que Sayo cerrara un poco su boquita, mordiéndose el labio de manera sugestiva, mientras ambos patanes iban liberando revisando esas enormes tetas, las cuales chuparon un poco, igual que le fueron abriendo el pantalón para alcanzar su vulva, que se hallaba finamente afeitada, dándole un aspecto más infantil, que los hacía emocionarse ante el hallazgo, tentados a comerle ese coño, sin embargo, algo les estaba fallando, ella llevaba su copa llena de cerveza normal, mientras que ambos en las suyas tragaron un vino adulterado que fácil con más de un litro podrían quedar ciegos, aunque no tomaron tal cantidad, solo lo suficiente para caer de manera patética, después de eso llegó Matt, quien esperaba desde fuera.
El vigilante tenía un plan bastante malévolo, se iba a deshacer lentamente de aquel par de mataperros, sabía cómo se las gastaban, así que una vez tirado se metió y revisó su refrigerador para sacar cervezas, pero no hizo falta, Sayo encontraría una alacena llena de botellas caras, con las que se iba a desquitar por lo de Buster, los haría tragar tanto como pudiera, incluso los bañaría en su bebida, desperdiciando al menos $10,000 en licor del bueno, todo de diferentes botellas finas, luego tomó unas fotos, pero antes encontró a Janet, quien seguía llorando, no le gustó que la grabaran haciendo caca, menos después de haberle metido algo que le ardió en el culito, el cual estaba enrojecido, por lo que la tomó envuelta en una sabana y se la entregó a Sayo para que dijera a los demás: los vecinos que cuidaban a Janet estaban borrachos hasta el tope, si bien que no quisieron compartir nada, pero no salieron maricones, sino mañosos, porque trataron de propasarse conmigo, se cayeron de borrachos, por eso me llevé a la nena; con eso bastaría para que muchos se acercaran a revisar, y quizás no fueran vistos como abusadores de menores, pero si como negligentes, aunque con eso bastaba para que los rumores fueran estallando, aparte que Matt tomaría la cinta que hicieron, encontró la cámara puesta, y no se resistió a tener esa evidencia, además que quería hacer una llamada que consideró necesario, pues iba pensando que con eso tendría listo su venganza, con lo de su perro ya le tenían harto ese par de imbéciles.
Sayo llegaría a la casa #30A con la pequeña Janet, quien apenas vestía una sabana, pero como la nena no conocía mucho a la chica, no se dejaría hacer nada, aparte estaba satisfecha, resulto ser una buena actriz, apareciendo llorosa con la niña en brazos para decirles a todos los vecinos lo que pasaba, creando una alarma contra ambos, eso hasta que Carmela llegara, quien parecía complacida, algo le sucedió con Akiko, pero eso quedaba de lado al ir de regreso vería lo que pasaba con los demás inquilinos, casi sonriendo, pues sabía que las cosas serían muy excitantes a partir de ese momento. Matt por su parte aparecería para calmar los ánimos, los inquilinos del lugar estaban acercándose a revisar la casa de aquellos pervertidos, para verlos ahogados en licor, tirados en el suelo, la peste era tan que hasta emborrachaba con solo oler adentro, indignando a varios quienes los creían gente decente y “moderna”, haciendo que todos se retiraran enojados, diciéndose cosas, con esto lograba que la reputación de ambos se volviera pedazos, el guardia había fingido no estar cerca para evitar que se dieran cuenta que estaba involucrado, saliéndose por detrás de la casa, por el patio, así que llegaba con los demás vecinos para cerrar la puerta, y con gusto iba a escuchar:
Con que son mañosos no maricones, malditos mentirosos – mejor no hay que juntarnos con ellos – y yo que los tenía en buena fe porque trabajan con niños – pues nos mintieron diciendo todas esas cosas – si, ya ven muy “enamorados” pero bien que se propasaron con la Sayo – eso ni quien los culpe, esta preciosa, aunque se pasaron – no, para mí que estos tienen algo entre manos, si los he visto siempre muy amistosos con nuestros hijos – pues si son tan borrachos mejor no hay que darles confianza – luego hay que avisarle a Frank para que deje de confiar en estos borrachos, pobre de Janet, estaba llorando – cierto ahí la traía Sayo, espero que no le hayan hecho nada…
Después de cerrar la puerta, los vecinos darían por terminada la fiesta, todo había acabado mejor de lo esperado, se irían diciendo pestes cada vez más severas en contra de ambos, con esto lo había conseguido, pronto podría quitárselos de encima, ahora Matt tenía las de ganar, aunque recordaba algo que le dijo el viejo Razo (su abuelo materno), por lo que vería como hablar con él después, pero ahora con la imagen de ambos tipos borrachos nadie les creería nada, más tras haber intentado propasarse con Sayo, las cosas estaban mejor, porque se dio cuenta que le comenzaban a odiar por tenerla a su lado. No perdería tiempo, vería como muchos de los que ahí estaban se retiraban, terminaba sus platicas, se tardarían poco, algunos tomando cosas, la verdad era que se quedarían algunas mesas o sillas, pero como estaban cubiertos, y no parecía que fuera a llover, el problema era mínimo, así que se lo tomó tranquilo Matt, mientras volvía a casa, para ver qué pasaba con Janeth, miraba entre las casas, con suerte algunos padres harían el amor, o algunos de los chicos se jalarían la verga pensando en las chicas o sus mujeres, eso pensaba cuando pudo ver al papá de Carlita saludándole, se veía inquieto, lo cual le gustaba, pues cuando la gente estaba así, era fácilmente manejable, y eso quería para poder al menos poseer una vez a su niña, porque lo sabía perfectamente, esa nena era la mujer de su padre.
Buenas joven Matt, creo que le debo una disculpa, porque bien que dicen en los negocios, la mejor defensa es un ataque e ir directo al grano – decía nervioso el hombre, algo ebrio.
Eso es cierto, pero ¿Por qué dice eso? Acaso hizo algo que deba recibir castigo – bromeo un poco Matt, aunque tanteaba por donde iría el señor.
Ah, pues no sé, y dígame ¿Cómo le va con Carmelita? En verdad esta preciosa esa chica, no hay problemas por la llegada de Sayo, también está muy hermosa, usted siempre bien acompañado, yo la creí más niña y es mayor a su novia – dijo el señor cada vez más inquieto.
Pero que dice, Carmela es el amor de mi vida, con ella me quedo, si, está bien bonita la Sayo, pero tengo algo especial con mi novia, o ¿Por qué pregunta? Acaso hizo algo con ella, mi Carmela – decía bromeando, aunque bien sabía que todos en la zona residencial se comían con la mirada a su mujer, lo cual podría aprovecharse.
El hombre palideció al oír eso, se puso nervioso, no quería admitirlo, pero lo había hecho, estando bebido aprovechando que estaban solos (su casa era la más cercana al parquecito donde se dio la fiesta), no supo controlarse, así que se propasó con Carmela, Matt por segundos imaginó que este le había hecho algo, quizás manosearle ese redondo culo, o sobarle las tetas, quizás robarle un beso, se notaba el olor a cerveza en el hombre, y este solo cogía con su preciosa niña, que aunque muy linda, no dejaba de ser una criatura “ilegal” así que no podía ir libremente con ella o hacer todo lo que es posible con una mujer adulta, pero volviendo a su novia ¿Qué le hizo? Pero no podía ser tan grave si lo pensaba, pues Carme no fue con él, era la duda, que por suerte se resolvió pronto, cuando este dijo:
Lo siento, es que me propasé con ella, es tan guapa, mm, no me dejo pensar bien el licor, digo, es que quise – decía el hombre asustado, pero eso poco le importó a Matt, quien lo tomaría del cuello de la ropa alzándolo un poco.
¿Qué le hiciste a mi Carmela? Cuida tus palabras, que por ella si hago locuras – dijo, aunque solo era para intimidar, y con su 1.9m de musculo aparte del aspecto de malviviente, no le era difícil hacerlo, por lo que el hombre diría.
Fue un error, lo lamento, pero no llegué a nada, te lo juro, es que como estaba ayudando a mi niña con un accidente, se río tanto que se manchó, le quise dar las gracias, ella es tan linda, bueno, tu mujer y mi hija, que algo me pasó, quise recompensarla por el gran favor, la salvó de quedar mal, la trajo a la casa, no sé que me ocurrió, le invité una copa, de lo mejor que tengo, no me contuve le agarré por detrás las tetas, se las saqué de la ropa, es que son tan grandes y preciosas, mm, no pude contenerme, se las chupé, le iba a hacer el amor, le baje los jeans, ella huele delicioso, no pude soportarlo, todos la vemos trabajar, pero nos dan ganas de hacerla nuestra, caminando coqueta moviendo su cuerpazo de un lado a otro, presumiendo, o cuando hace ejercicio contigo, nos dan ganas de meterle la verga hasta el fondo rompiéndole sus pantalones de ejercicio, siempre tenemos la idea de cómo se sentirá hacerlo con ella, por eso ahí estaba me propasé con su cuerpo, incluso le mordí una teta, mientras le enterraba los dedos en el coño, me la iba a coger, incluso me la saqué de los pantalones, mm, casi me corro cuando sentí la piel de sus nalgas, por momento creí que gemía, que me aceptaba, pero antes, cuando forcejeaba por metérsela…
Ho, déjame adivinar, alguien te descubrió, quizás tu hija, que por cierto, me ha quedado una duda, ¿Por qué miras a la niña como yo lo hago con mi Carmela? O estoy imaginando cosas, no es que me importe realmente – dijo Matt algo astuto soltándolo.
Son tus imaginaciones, solo es cariño de padre, pero quiero quedar en paz, Carmela me quiso dar una cachetada, sólo la agarré por sorpresa – decía el hombre tratando de no lucir asustado, mirando al guardia con visible ansiedad.
Estaba en eso cuando alguien más le llamaría, algo que no le gustó al señor Carlos, pero no podía quedar mal, o retenerlo, pues otros se podían dar cuenta, su vecino del #17B era un viejo chismoso, que siempre estaba de fisgón con todos o mañoso con la enfermera que le contrataban, una tipa no muy guapa de cara, pero cuerpo aceptable, quien por un bono extra se dejaba hacer, pero siempre se la pasaba vigilando como buitre, aunque eso no importaba. Justamente llegaba su oportunidad dorada al guardia, Edna lo llamaba, parecía ser que se les fundió un fusible, y necesitaban cambiarlo, o algo así, por lo cual se despidió diciendo “luego hablamos” para ir al rescate de la niña, quien lucía increíble con una minifaldita y calcetas hasta arriba de la rodilla, un chaleco que ocultaba una blusita de tirantes, pero que no escondía sus nacientes tetas, dándole un aire demasiado tentador. Al verla Matt se sonrió un poco, la estuvo viendo todo el día, con ganas de meterle la verga, la muy cínica hasta se dejó verle debajo de sus ropas, traía un calzoncito negro, que delineaba perfectamente sus culito redondo, paso algo parecido con Laura, quien usaba un vestido a la moda, aunque ella era delgadita, pero su culito era bastante carnoso, propio de la gimnasia que practicaban, dejó atrás al hombre, quien se metió a su casa nervioso, casi tropezándose, cuando notó que la niña le tomaba la mano para guiarlo, como si eso hiciera falta, pero ya dentro las cosas no serían del todo lo que esperaba, pues no había nadie de su familia esperando, hasta los oyó roncando, cosa que por segundos le dio una idea, quizás era su oportunidad, aunque no quería hacerlo así con una nena tan hermosa, más antes de hacer nada ella intervendría.
Aquí esta, la caja de fusibles, papá compró unos baratos y no duraron mucho – dijo la niña entregándole uno nuevo, para que Matt lo instalara.
Bien, yo me encargo, pero dime eso es todo lo que necesitas preciosa – respondía Matt viéndola con la poca luz, de hecho estaba trabajando casi a ciegas, solo el destello del celular de ella le ayudaba a no electrocutarse.
Si, por esa parte, pero quería hacerle una pregunta importante, en unos días mis papás irán a un retiro para arreglar su matrimonio, y me gustaría saber si usted puede cuidarme, de hecho se llevaran a la mejor amiga de mamá, la señora del #12, y sabe lo que significa eso – decía con una malicia que indicaba otra cosa.
Oh, con qué es eso, puedo arreglar este problema, pero ni digas que te voy a cuidar yo, no suena bien, una nena hermosa como tú, con una bestia como la que tienes enfrente, jaja, si bien qué quieres un poco de cariño preciosa, y claro que te lo doy – le decía Matt antes de terminar el arreglo devolviendo la luz a la casa, por lo que se vieron directamente.
Excelente, le diré a Laura, solo debo decir que nos cuida la Carmela ¿verdad? Eso será genial, y díganos joven, no se cortara porque somos chiquitas, yo quiero novio grande que sepa tratarme bien, usted parece bravo, por eso me gusta, pero no se arrepentirá – agregaba maliciosa Edna.
No chiquita, si para lo que me pides estoy listo, y cogerme a una lindura como tu es de lo que pido mi limosna, ya verás cómo después no vas a querer otra verga dentro, soy macho fuerte, rudo, me encanta tener bellezas como tú, lo que piensas que te voy a hacer, uf, se queda corto, te enseñare cosas que nunca soñaste – le aseguró Matt mientras la jalaba de la cintura, para darle un beso.
La niña se sonrojo, y pudo sentir como las manos del guardia le sobaban el culito, como si buscaran su agujerito, eso le sobresaltó, pero al mismo tiempo le encantó, sentirse atrapada en esos brazos era lo que más ansiaba en ese momento, y sutilmente le alcanzó a sobar la vulvita por el tamaño de sus manos, o eso cuando sintió unos pasos, habían dejado la puerta abierta, por lo que se separaron, pero al salir a revisar era Laurita, quien decía que su madre se puso extraña, en su forma de actuar, y le dijo que se saliera, al parecer era “mala copa”, así que le pedía a su mejor amiga que le dejara dormir con ella. Edna no vio problema, y le contó lo del guardia, mostrándole directamente la complicidad que tenían (aunque ya la conocía Matt) este las vio, querría llevárselas para cogérselas juntas sería el perfecto cierre de la fiesta, sin embargo no podía afuera seguía habiendo un poco de gente, vecinos ebrios que molestaban, por lo que se decidió ir, sólo que antes Laurita le diría:
Entonces la Carmela si nos podrá cuidar, porque no sabemos donde más quedarnos – decía Laurita con una inocencia que daban ganas de romper con la verga encajada en su vulva.
Claro que si chiquita, ella ha trabajado en guarderías, puede cuidarlas perfectamente, eso díganle a sus padres, yo también me encargo de ello, solo espero que ustedes no se vayan a echar para atrás, porque luego me enojo por que me dejen con hambre – dijo Matt, y ante eso las niñas sonreirían, pero a segundos cerrar la puerta harían algo inesperado, se darían un beso entre ellas, pequeño y fugas luego le mirarían coquetas, asegurándole que iban en serio.
Con eso Matt, se emocionó bastante, ambas nenas eran más pervertidas de lo esperado, y podría gozarlas en unos días, en eso pensaba cuando decidió irse, pues otros vecinos seguían afuera, no tardaron en preguntarle qué sucedía con Ramon y Rafa, por lo que les dijo que se propasaron con Sayo, aparte que estaban borrachos cuidando a Janeth, quien debía estar ahora con Carmela, eso indignaría a muchos, y pese a que deseaba volver a su nueva casa, no podía dejar a los habladores así, necesitaba parecer tranquilo, por lo que le tomaría una hora regresar a casa. Una vez que lo logró en la salita lo esperaba Sayo, quien se hallara usando solo un conjunto de lencería bastante atractivo, apenas cubría lo esencial, lo que emocionó mucho a Matt, quien querría cogérsela ahí mismo, su cuerpo era siempre demasiado atractivo, tan tentador, todo el rato se la paso pensando en lo que haría al llegar, pero su amante le haría algo inesperado, metiéndole los dedos en la boca, solo para saborear en estos mieles del deseo, los cuales eran demasiado dulces, le sabían a gloria, y la joven le diría que le siguiera. Llegarían a su cuarto, aunque antes de hacerlo pudo oler el aroma de la pasión, aparte no pudo resistirse, tocaría a su hembra desde atrás, dándole un poco de placer con sus dedos, que dejaron de lado su conjunto de negro con morado, logrando que esta se corriera en solo unos momentos, de hecho se daba cuenta que tan húmeda estaba, dándose un beso apasionada antes de entrar, donde estaba Carmela con la nena, esta seguía activa, por la porquería que le habían dado, y cuando este llegó dijo:
Mira preciosa, ¿Quién llegó? No es papi, pero bien que te va a mimar, porque eres una buena niña, obediente y linda – decía Carmela quien estaba desnuda, sobando su pequeño cuerpo con una delicadeza que erizaba sus bellitos por toda su piel.
Mm, quien se ha portado bien – dijo contento viendo a la nena con una sonrisilla difícil de resistir.
Soy una buena niña, me porto muy bien – aseguro Janeth mientras era acaricida por todo el cuerpo, y recibía un beso de su cuidadora actual.
Ahora preciosa, deja que te mime un poco Sayo, es amiga, no tienes que preocuparte, la pasaras bien con ella, sólo déjate querer – le pedía Carmela y ella asintió.
Sería una escena deliciosa ver como la chica oriental se acomodaba para dejar que la nena se quedara en sus brazos chupándole una teta como si fuera bebe, mientras le agarraba la otra con cuidado, y aprovechando la joven tomaría con delicadeza su vulva para empezar a darle un masaje que le haría gemir un poco mientras Carmela y Matt disfrutaban de aquel espectáculo inesperado.
Y bien que ocurre – decía el vigilante a su mujer.
Ay cariño, a esta princesa ya la estaban entrenando, parece que es como lo hacen con la pequeña Jessy, ni te imaginas, hoy me pasaron muchas cosas – decía algo inquieta, cuando vería a su pareja desvestirse para mostrar una enorme erección apuntando al cielo.
Pues cuéntame, preciosa, pero lo harás mientras te la meto, aunque no creas, se que Carlos te manoseo bien rico, y por eso casi le rompo la cara, nadie te la mete a menos que yo quiera, mm – decía mientras le sacaba la lencería.
Ah, viejo baboso, si hizo un poco más que eso, que me la talló en la entrada, me dejó el culo lleno de su leche, no reclamé porque sabía que esto nos iba a dar forma de llegar a Carlita, aunque sea solo una vez, solo traté de darle una cachetada – decía mientras se dejaba tallar la verga pero esta vez siendo la de su novio.
Y ¿Qué tienes que decir? Mm ¿Cuál esta mejor? Cariño – le decía casi encajándosela en la vulva jugosa, mientras fingía penetrarla, lamiéndole el cuello para darle una sensación de placer, mientras ella suspiraba contenta.
Mm, la tuya es mejor, no está mal su verga, pero eres un poco más dotado, supongo que es perfecta para coger niñas, mm – me dijo Carmela mientras seguía restregándose en mi
Con que es así, y dime, como le aremos con Janet, porque pienso disfrutarla por completo – respondía sin dejar de sobarla, estaba caliente, mirando como la chiquilla parecía una bebe chupando teta, aunque Sayo la acariciaba hasta escurrir, aparte olía delicioso, ni rastro de la mierda, la habían bañado de nuevo.
Tendrás que esperar, mm, la estaban entrenando, sabe guardar secretos, le gusta que jueguen con su cosita, mm, gime bien rico, pero esta casi lista, mm, ahh, si la hubieran violado hoy se habría traumado, seguro la hubieran convertido en una putita rota solo buscando verga como loca, ah – dijo Carmela un poco seria, pues recordaba un poco la isla del placer.
Entonces la vas a cuidar para que se pueda disfrutar perfectamente, verdad cariño – le decía Matt mientras amasaba sus enormes tetas, mordiéndole un poco el lóbulo de la oreja.
No sé, yo no tengo esas mañas, ah, quizás haga falta algo de ayuda, mm, pero ahorita la niña necesita ser mimada, se sintió horrible, ah, aparte esta lo de Jessy, mm, estoy seguro que un maestro la está entrenando también, mm, ahorita la vi orinar, tenía su coñito rojo, mm, necesito cuidarla para averiguarlo todo, mm, me contó unas cositas ahorita, ahh – agregó con ánimo ardiente Carmela mientras no se contuvo más, estaba que se quemaba por dentro.
Tampoco Matt estaba contento, ya era momento, así que le volteo para mirarla de frente, y sin pensarlo mucho la fue a ensartar, metiéndole la verga, mientras se sentaban en su sillón a coger a gusto, estaban demasiado calientes ambos, eran tal para cual, empezarían a coger como locos, la virilidad entraba en un vaivén sensual propio de un ritmo delirante, cargado de deseo, pues la joven estaba que escurría de lujuria, apenas pudo metérsela, esta fue dejando escapar toda una oleada de fluidos que bañaron aquel miembro, dejando el lugar con su aroma de sexual, logrando que la muchacha y la niña perdieran la concentración de su juego para ver como la pareja cogía. Desde la cama eran testigos de cómo las nalgas de Carmela eran abiertas para dejar ver su culo, así mismo la panocha era penetrada con una fuerza inesperada, viéndose escurrir hasta empapar sus piernas, mientras que el joven se enfrascaba en darle placer, haciendo que ese cuerpo vibrara, haciendo un esfuerzo para no correrse, se besaban con pasión, mientras sus cuerpos se restregaban, había esa necesidad de sentirse entre ellos, mientras que eran observados.
Vez, te lo dije, ella está bien caliente, es su novia oficial – decía Sayo sin dejar de sobar la vulvita, no intentando tocar el culito redondo.
Ah, pero yo quiero ser su novia – se quejo un poco Janet.
Shh, tranquila, dime, estabas con los tíos ¿verdad? Jugando cosas – dijo la joven oriental mientras le seguía acariciando, dejando que sus tetas fueran su almohada.
Sí, pero son feos, me hicieron sacar popo en la camita, no me gusta – gimoteo un poco la nena.
Tranquila, la verdad es que eso es muy feo, yo no volvería, pero si se da cuenta tu papi se enojará con ellos y contigo, mejor dile que fueron muy groseros y bebieron cosas que sabían feo, con eso no te dejará con ninguno, mejor quédate con nosotras, te cuidaremos mejor, quieres preciosa – le decía cariñosa Sayo y le daría un pequeño beso en los labios.
Así se besan lo papis – dijo alarmada la nena, viéndose un poco confundida.
Tranquila amor, así se besan la gente, es una muestra de cariño, besas a tu papi verdad, es normal, míralos, se besan mucho, se quieren, pero no tienes que preocuparte, también puedes besarlo en la boca, mira esto – y en ese momento Sayo haría algo muy astuto, saldría de la cama, para acercarse a ambos, buscando un momento para unirse, siendo besada en los labios por Matt, quien era demasiado entusiasta, pero también Carmela le daría unos besos en los pechos.
La nena vería todo eso con asombro, como su cuidadora se les unía por momentos, el cansancio les ganaba, pero no dejaba de verla, sonrojándose, sintiendo un latido en su corazón y un segundo en su vulvita, mordiéndose el labio como si quisiera unirse a eso, pero no sabía cómo actuar, todo eso era nuevo, siempre fue manipulada por drogas, aparte las manos de Matt alcanzaban el culo para sobarlo un poco, siendo tan entusiasta que lograría sacarle un orgasmo. Luego de ello se alejaría, aunque en ese pequeño contacto Sayo se había calentado bastante, sus piernas temblaron, su flujo se notaba en sus muslos, su coñito se puso muy húmedo, casi parecía brillar, se sentó en la cama a su lado y al tenerla cerca le diría:
Vez, Matt y Carmela me quieren mucho, por eso me besaron, hacemos muchas cosas más, pero son secretos – le diría Sayo jugando con la nena.
La nena por inercia la besaría, quedando sobre ella, agarrando sus tetas mientras sus lenguas jugaban, era un delirio total, la joven aprovecharía para comenzarla a sobar, la chiquilla no dejaba de gemir, perdida en ese contacto carnal delirante, se restregaban de tal manera que necesitaban correrse, pero era como si el orgasmo se atorara en ambas, se miraban como si fueran amantes a punto de entregarse por completo, la nena recibía las caricias más atrevidas, pero no era suficiente, cuando.
Pequeña, si me juras que guardas un secreto de diré algo importante – le dijo Sayo a punto de enloquecer por la lujuria.
¿Qué pasa? “Sayo” – preguntaba la nena mientras hacia una seña en su boquita de secreto.
Yo también soy la novia de Matt, y puedes serlo igual que yo, pero si la gente se entera se enoja, por eso mantenemos el secreto, te gustaría – le dijo Sayo astuta.
Si quiero – respondia Janet emocionada, deseando unirse a ese juego.
Así empezaron a disfrutar un poco más de su encuentro, pues la “ahijada” de Razo sabia de cómo manejar a las crías para adentrarlas en el mundo del placer, por ello la iban a dejar con el primo Dany, pero eso era otra historia, ahora la joven no iba a desaprovechar esa oportunidad, sabía cuánto la deseaba Matt, y lo comprendía, su cuerpito era delicioso, no dejaba de acariciarlo.
Cariño, dame con todo, por favor – le decía Sayo a la nena sorprendiéndola, pero al mismo tiempo suplicaba por la atención masculina.
Como si fuera una señal el vigilante se levantó del sillón donde estaba, pero no dejó de penetrar a Carmela, era sorprendente ver cómo reaccionaba, acercándose a su hembra para reclamarla, pero no recibiría la atención de este, sino que muy a su sorpresa acostaría de a perrito la novia oficial, quien comenzaría a comerle el coño, igual a eso empezaría a escurrir aun mas, un orgasmo se daría en su interior, suspirando largamente, mientras fijaba a la niña a su lado. Era delirante al ver a Sayo siendo devorada por la lengua de Carmela, quien se la metía tanto como podía, logrando que esta se perdiera en una oleada de descargas eléctricas en su interior, mientras que la sexy mulata se estaba ahogando en las mieles de la oriental, mientras seguía siendo penetrada, con cierta fuerza la necesaria para que todos gozaran.
Mis novias son muy sexys, las más bellas del mundo – se burlaba Matt contento de tenerlas así.
Ahh, si y a mí me gusta, eres toda una bestia, ahh – decía Sayo sin dejar que Carmela pudiera hablar, pues una corrida le llenaría la boca de sus mieles, aunque parecía que la misma chica se aferraba a sus piernas para clavarle la lengua más profundamente, sacándole una sensación más intensa en el acto.
Era una autentica orgia, se notaba el deseo general, tan perdidos en el fervor del momento que nunca se esperaron algo, en eso la nena se levantaría la pequeña Janet estaba celosa, no entendía nada, pero no quería quedarse atrás, y se dejaría de besarse con Sayo o sobar sus tetas, incluso Carmela le había estado apretando su botoncito de placer, cuando súbitamente ella se pondría frente a Matt, sentada sobre la cama para decirle.
Oye Maty, puedo ser tu novia también – le decía la niña con una inocencia que enardecía de erotismos el momento, pues una nena desnuda dejando ver su conchita regordeta y lampiña se ofrecía para ser suya, algo inesperadamente sensual.
Claro que sí, preciosa, cuando estés en mi casa serás mi novia secreta, también te mimaré como tal, vas ver chiquita – y en eso Matt la besaría con gusto, cargándola para restregar su cuerpo contra el suyo.
Estaba aprovechándose el guardia, tomando a la niña, para sentir su cuerpo, era delicioso, tan suave, le hacía hervir la sangre, además llegaba a su coñito sobándole con la punta del dedo, consiguiendo que esta se sintiera mejor, pues con los movimientos de cadera, todo seguían un aire sexual que les enloquecía, hasta el punto de correrse, al menos los 3, aunque la niña llegaría a un especie de gusto por aquel roce, alcanzando su propio clímax en seco.
Que sabrosura de relato, esperando esas cogidas a las nenitas bien riiicoo, Lobo85 deberías hacer otra saga pero con los dos pervertidos que tenían a la pequeña Janet, al ya no poder hacer nada hay con las niñas se van en busca de otro condominio con muchas nenitas para lograr hacerlas suyas, está vez buscando una casa grande para hacer su estudio de fotos y salon de fiestas con juegos, así hacer una saga de esos dos