Emputeciendome
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La actividad sexual con mi marido era buenisima, eramos almas gemelas en la cama. Yo tengo buen cuerpo, mis senos tienen buen tamaño y unas nalgas apetecibles,pero como sucede nuestra relación se fue enfriando, y mi marido hace unos cinco años, me pagó una operación para subir mis senos y agrandarlos otro poco, asi también reafirmar mi trasero. Eso provocó otra vez buenas sesiones sexuales entre los dos, pero duró muy poco, ahora tenemos sexo una vez cada dos semanas en promedio y si el sale de viaje (trae vehículos del norte), puede ser un polvo cada mes. Ante sus viajes discutimos fuerte y le dije que conseguiría trabajo pues no aguantaba estar tanto tiempo sola en casa. El se burló y me dijo que no contratar mujeres tan viejas. Asi que fue un reto para mi, nunca pensé que eso me estrenaría como amante.
A través de algunas amigas, supe de un lugar donde contrataban a una secretaria ejecutiva, yo tenía unos 18 años de haber trabajado en eso, siendo soltera. Me animé y fui a la entrevista, resultó que mi entrevistador era un hombre de unos 45 años, pero bastante guapo, yo siempre utilizó algunas blusas con escote y él tipo que llamaré Lorenzo, no dejaba de verme los senos, en ocasiones se levantaba de su escritorio y se ponía detras de mi, creo que lo hacía para verme mejor las tetas, yo llevaba una falda pegada tipo sastre que hacia relucir mejor mi desarrollado trasero.
En todo momento don Lorenzo no dejaba de verme el escote, las piernas o el trasero. Me dijo que todo estaba magnifico, excepto por mi edad, que me salía del rango de edad para contratar una secretaria ejecutiva, que por él no había problema, pero que respondía a un jefe que tomaba la decisión, -y puedo hablar con él?- le dije sonriéndole. El se puso de pie y salió de la oficina, tardó unos 10 minutos, cuando de pronto entró otro hombre un poco más joven, de unos 40 años, alto, de buen porte, en traje con corbata, quien me saludó y se sentó a mi lado en la otra silla: Lo que pasaba en mi mente era tener ese trabajo, como revancha con mi marido, asi que fui directa y le dije que quería ese trabajo y que estaba dispuesta a lo que fuera, cuando dije esto el otro hombre que llamaré el ingeniero Jhonny me vio directamente a los senos y dijo, -estaría ud dispuesta a una evaluación privada?- dijo sonriendo con mucho morbo, sin dejar de ver mis tetas. No lo pensé y le dije -claro!, ud me dice cuando y donde?-. Asi que me citó en un lugar y el pasaría a buscarme, era en el parqueo de un centro comercial.
Me fui a la casa muy pensativa, a pesar de lo caliente que les he dicho que soy, nunca me había acostado con otro hombre, lo que habia hecho en estos años de casada, fue besar a un par de muchachos, uno en el parqueo de una fiesta, me metió en la parte trasera de su auto y nos besamos con mucho ardor, me mamó las tetas y una de sus manos acarició mi rajita, cuando me pidió que cogiéramos, le dije que no, asi que no pasó a mas. La segunda vez, fue con un amigo de mi marido, en una noche de copas, terminamos en el baño besándonos y también me mamó las tetas y me hizo sexo oral, pero no me penetró.
Yo sabía que tal evaluación privada no era legal y que el ingeniero Jhonny quería aprovecharse de mi, lejos de provocarme rechazo, me mojaba solo de pensar estar con un hombre en una cita, a espaldas de tu marido. Pero no quería que mi marido tuviera razón en cuanto a que yo no podría conseguir trabajo por mi edad. Todo eso me ponía muy nerviosa, sin embargo, esa tarde, me puse un vestido cortito, pegado, con un buen escote y me fui al lugar acordado. Me recogió puntualmente y me llevó a un bar al otro lado de la ciudad. El pidió un whisky y yo un vino. Me dijo que estaba lindisima, que era un mujer muy atractiva, luego comentó que contratarme a mi era un riesgo para él, pues la empresa tenía una política de rango de edad para las secretarias, pero que él se arriesgaría si yo me también lo hacia. Yo le pregunté que arriesgaría yo, entonces él acercó su silla a la mía y metiendo una mano debajo de la mesa me tocó uno de mis muslos, -ésto !!, me imagino que eres casada o tienes chamacos?-, me contestó Jhonny. Yo me quedé seria, como pensando, aunque en primera instancia yo no quería engañar a mi marido de ésta forma, le dije -esta bien, estoy dispuesta-.
Terminamos la bebida y salimos del bar, nos fuimos a una autopista y luego el ingeniero Jhonny ingreso a un motel, metió s auto a un espacio que tenía una habitación y subimos unas gradas. Al centro en la habitación había una enorme cama, enfrente una tv y muchos espejos alrededor de la cama. Le dije que iría al tocador a prepararme, el se sentó en la cama y se comenzó a desvestir. Yo me quité el vestido y me dejé la ropa interior, un sostén de media copa muy insinuante y un tanguita que me regaló mi esposo para nuestro aniversario hace unos 3 años, casi estaba nueva. Al salir del tocador, vi al ingeniero Jhonny desnudo sobre las sabanas de la cama, acostado y jalándose la verga, uff si tenía una buena verga, no estaba erecta totalmente y aún asi se miraba grande. Al verme se le abrieron los ojos, pues casi tenía medio seno afuero con ese sostén y tengo anchas caderas. Se jaló más generosamente la verga al verme, me dio -estas muy buena Sandrita!-
Me acosté a su lado boca arriba, el se acercó y se puso de lado y comenzó a acariciarme las piernas y el vientre, yo estaba nerviosa pero excitada. Jhonny me besó el cuello y sentí su lengua subir hasta el lóbulo de mi oreja y luego bajar, se notaba que Jhonny usaba la vieja escuela, una escuela que hoy día ya no usan la parejas, pero que es muy efectiva. Con su lengua en mi oreja y en mi cuello, los pezones se me fueron poniendo duros. Mientras me besaba asi, una de sus manos hurgaba mis senos y subiendo mi sostén una de mis tetas salió al descubierto, el la tomó con su mano y sus dedos y me tocaba el pezón, lo jugaba entre sus dedos, mi pezón se erecto al máximo. Luego me sacó el otro seno e hizo lo mismo con mi otro pezón. Con eso me tenía muy excitada. Con sus hábiles manos me zafó el sostén y mis dos tetas salieron al aire, dejó mi cuello y avorazadamente se dirigió hacia mis dos montañas de carne, tomó una con su mano más cercana y apretándomela me la mamó con sus labios, sentí como su boca apretó mi pezón y lo lamió por dentro de su boca, me hizo vibrar su boca en mis tetas, seguidamente el tipo me mamó las tetas como en muchos años no me las mamaban. Cerré los ojos pues el placer era mayor que mi vergüenza. El ingeniero Jhonny se comió literalmente mis senos, los mamaba como si él también no hubiera mamado senos femeninos en mucho tiempo. No pude contener el comenzar a gemir y evidenciar que me estaba gustando lo que hacía mi amante forzado.
Mientras me comía los senos, una de sus manos ingresó en mi tanguita y sus dedos acariciaron mi rajita, yo suelo depilar mi sexo en un salón spa, para que se sienta suave mi rajita al tacto, el ingeniero Jhonny debió sentir suavecita mi cuquita como la de una preadolescente, pues casi inmediatamente después de acariciarla y jugar unos segundos con mis labios vaginales que ya estaban mojaditos, se colocó entre mis piernas y comenzó a lamer mi rajita como si fuera una paleta de dulce. Me daba fuertes lamidas en mi rajita que llegaban hasta el botoncito de mi clitoris, me hacía gemir y vibrar en la cama con cada lenguetazo que él me daba, no pude evitar correrme y tomarlo con fuerza de sus pocos cabellos, lo jalé y le acerqué más la boca contra mi rajita, yo estaba dando convulsiones pues mi orgasmo era fuerte. El no dejó de lamer mi rajita y mi jugos mientras me corría. Fue un inicio delicioso.
Luego apenas me había repuesto, el ingeniero me volteó y me puso con las ponpas arriba, comenzó a darle pequeñas chupadas y mordidas a mis nalgas, luego las abrió con sus manos mis dos carnes y sentí su caliente lengua lamer mi ojete del culo, sus dedos jugaban con mi rajita mientras me comía el ano. Apenas me estaba reponiendo de mi anterior orgasmo y ya me empezaba a excitar, luego metió uno de sus dedos en mi vagina y lo movia, luego sentí que un segundo dedo entraba también en mi coño, ahora los movia adentro y afuera mientras chupaba mi culito, ya me estaba mojando de nuevo, no pude evitar empezar a gemir y jadear de placer, -te gusta esto verdad!- me dijo Jhonny que era de pocas palabras. Uno de sus dedos de su otra mano fue ingresando dentro de mi culito, me relajé para no poner resistencia y su dedo ensalivado se fue metiendo lentamente en mi recto. Al poco rato, senti sus nudillos contra mi ano, era señal que me tenía hundido su dedo en mi culo. Ahora me pajeaba dos dedos en la raja y uno en mi culo, primero lo hacía suavemente, pero yo lo oía pujar, él estaba muy excitado, lo cual ocasionaba que poco a poco me metiera los dedos con gran velocidad y fuerza, mis jugos vaginales se filtraban por sus dedos como aceite. Comencé a llegar a otra corrida, no pude evitarlo, cuando él presintió que yo estaba por llegar, metió un segundo dedo en mi culo y siguió pajeándome, grité y me desplomé sobre la cama, mientras el no dejaba de meter y sacar sus dedos dentro de mis agujeros. Qué corrida!!.
Sacó sus dedos, pero solo para montarse sobre mi y meterme su verga en mi rajita, yo estaba de espaldas y sentí su peso sobre mi follándome duro, no podía moverme estaba agotada y sumisa, me separó más las piernas y su verga entraba fácil con tanta lubricación que yo había eyaculado, me dió duro por varios minutos, eran bombeos profundos y secos; no tardó en sacar su verga impregnada de mis jugos y luego la colocó en mi culo y volvió a bombearla, me penetró un poco más lento, pero no menos duro, me la metió toda en mi ano y se puso a culearme. Al rato me pidió que me pusiera en cuatro, lo hice y me la metió de nuevo por el culo, el tipo me estaba dando la cogida de mi vida, pues comencé a gemir de placer otra vez, ahora el la metía en mi culo y un rato después la ponía en mi raja y me follaba. Lo oí gemir, al parecer por fin iba a correrse, pero quería que yo llegara primero, me empezó a nalguear con la palma de su mano y era una especie de dolor y placer, me fui excitando, me sentí como violada y llegué de nuevo a otro orgasmo, casi a los pocos segundos sentí como su verga se vaciaba dentro de mi culo, fue una buena cantidad de leche la que el ingeniero Jhonny me eyaculó.
Yo fui la última que se levantó de la cama, el ingeniero ya estaba casi cambiado y yo aún desnuda sobre la cama, estaba agotadisima, había pasado más de una hora y media desde que entramos a la habitación. Al dejarme en el mismo sitio donde me recogió en el auto me dijo que el trabajo era mio.
FIN PRIMERA PARTE.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!