Enamorado de la hija de mi pareja
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por dante78.
Este es mi primer relato, soy aficionado a la literatura erótica desde hace muchos años pero hasta hoy describiré mis propias vivencias hasta el día de hoy.
Agradeceré cada comentario y sugerencia para ir mejorando, definitivamente SST me parece al día de hoy la mejor pagina de relatos eróticos por lo que decidí ponerla aquí.
En el año 2004 por razones del destino y a dos años de haber concluido la universidad se me presento una buena oportunidad de trabajo, a los 26 años era una oportunidad para independizarse del hogar familiar y con unos cuantos pesos me dispuse a trasladarme a esta nueva aventura, a 600 km.
de casa, aprendería de la noche a la mañana como llevar una casa, preocuparme por cosas que ni idea tenía como hacer las compras, tener ropa limpia y mantener el pequeño departamento de alquiler en orden.
Sabía que el trabajo era excelente por lo que amueblar la casa y hacerme de mis primeros gustos fue relativamente rápido, en cuatro meses casi todo era perfecto, sin embargo la boda de mi ex novia me había devastado, tal vez tenía razón mi familia, busque como huir de la realidad al perder a ese amor de casi 8 años.
Mis relaciones personales eran pocas, algunos compañeros de trabajo a tomar unas cervezas al salir de la oficina, las compañeras casi todas casadas y escasas además de no tener ningún atributo que me hiciera más que verlas de reojo pero hasta ahí.
Debido a algunos ajustes de personal y para no perder mi lugar ganado fue que mi jefe después de 4 meses me adelantó 2 semanas de vacaciones, lo cual me daría oportunidad de conocer la pequeña ciudad donde vivía y hacer arreglos a mi nuevo hogar.
Precisamente una mañana cuando arreglaba el mosquitero de mi ventana las vi pasar, Rosalba una frondosa rubia vestida con una falda larga de mezclilla pegada debajo de las rodillas, blanca y un poco de vientre, lo que me hizo voltear la cabeza fue un enorme par de nalgas que no pasaban desapercibidas por nadie, unas piernas gruesas se podían adivinar, una blusa sin hombros y unos senos pequeños pero llamativos por la cara de jovencita que tenía su dueña, calculé no más de 22 años, sin embargo a pocos pasos detrás de ella una niña trigueña, de pelo lacio y castaño perfectamente peinada reclamándole que caminaba muy rápido, la nena también gordita tendría unos 7 años por lo que me pareció muy morboso que le dijera mamá, sería que esa gordibuena rubia habría parido a los 15 años, me quede con esa idea y seguí con la vista a madre e hija hasta su departamento casi justo frente al mío.
A ninguna de ellas pareció importarles mi presencia.
Eran casi las 2 de la tarde y el calor era insoportable ya que estamos hablando de la costa de la Republica Mexicana.
Como todavía no me daba mi economía para tener aire acondicionado en toda la casa en las tardes salía a leer y escuchar música en la parte de enfrente de mi departamento, casi a punto de irme a bañar para refrescarme un poco escuche una pequeña voz que me decía:
• X: ¿me prestas tus audífonos?
Era la misma pequeña que hacia 3 horas venia de la escuela con su mama.
Le acerqué mis audífonos y comenzó a escuchar un aria de Wagner.
• X: eso no me gusta es música vieja.
• D: Es Wagner
• X: ¿Cómo te llamas?
• D: Dante, ¿y tú niña?
• X: Ximena, no te habíamos visto aquí nunca, ¿eres nuevo?
• D: Si soy nuevo aquí.
• X: Mi mamá tampoco te conocía.
• D: Bueno, tengo 4 meses aquí pero estoy de vacaciones.
Así pase cerca de 20 minutos hablando con esa tierna y agradable gordita.
Supe que tenía 6 años, vivía solamente con su mama ya que se había separado de su papa hace casi un año, estudiaba en una escuela particular que pagaba su papa y su mamá trabajaba por las mañanas con su abuelo y que se llamaba Rosalba.
Una voz desde adentro del departamento la llamo por su nombre y al no responder salió a buscarla al patio, era Rosalba pero ahora vestida con una camiseta blanca y unos shorts deportivos que visiblemente oprimían las piernas blancas y con un poco de celulitis y varices por lo claro de su piel eran perceptibles pero no le quitaban ningún encanto.
• R: Deja ya de molestar al vecino y ayúdame.
• D: De ninguna manera molesta, no te preocupes.
• R: Esta niña como siempre metiendo las narices en todos lados, discúlpame.
Sonreímos y nos despedimos con un “hasta luego”.
Una vez que dio la vuelta no pude dejar de admirar ese trasero enorme de Rosalba y a la vez Ximena quien a pesar de su edad también tenía marcada en su ropa un par de nalguitas levantadas.
No hice más que saborear con los ojos las enormes nalgas de Rosalba e imaginar cómo sería meter la cara para oler y saborear ese culo.
Si lo sé, no lo mencione antes pero mi debilidad es el sexo femenino, sus olores y sabores, después de 4 meses a base de trabajo manual ya extrañaba la sensación de una vagina y morder un buen par de tetas.
Pasaron dos días y no veía pasar a Rosalba o a Ximena salir a jugar aunque había un grupito de niños y niñas jugando.
De pronto alguien tapo mis ojos y preguntó “¿quién soy?”.
Era Ximena que me había tomado desprevenido cuando se puso frente a mi pude ver el incipiente cuerpo de una mujercita, vestía unos shorts de escuela y una camisetita blanca de tirantes, era ropa interior pero en una niña de su edad algo normal, se veían una pequeñas protuberancias y su barriga prominente, piernitas gruesas y un poco más claritas que sus brazos y su cara.
• X: ya me aburrí.
• D: ¿y por qué no haces tú tarea?
• X: es viernes además es poquita
• D: ¿y tú mama no necesita que le ayudes?
• X: está trabajando, no le digas que me salí de mi casa.
Solamente negué con la cabeza y le pregunté a qué hora llegaba su mamá, a las 7 me contesto la angelical nena.
Faltaba poco y mientras platicábamos se pasó el tiempo.
Llego Rosalba sorprendiéndonos en plena plática, ahora no se veía desconfiada ni huraña, sonriente la mando a bañarse y nos quedamos platicando por diez minutos, nos presentamos, ella con cierta coquetería me puso al tanto de su situación con el papa de Ximena, me agradeció cuidar de ell en su ausencia y cualquier cosa que necesitara con gusto podría ayudarme.
Durante el resto de mis vacaciones las tardes las pasaba en descanso y platicando en cada oportunidad con Rosalba y por supuesto con Ximena, cada vez más me sorprendía la madurez de la niña, incluso me pareció que su mama la mandaba a investigar lo más posible sobre mí.
• X: ¿tienes novia Dante?
• X: ¿Y tienes hijos?
• X: ¿Dónde vivías antes?
Tanta pregunta me hizo ilusionarme un poco al saber que podría tener una oportunidad con esa rubia gordinalgona que cada vez que pasaba y me saludaba hacia brincar mi animal.
Podría Rosalba mandar a su hija a preguntar tanto de mi vida.
El siguiente viernes a las 2 de la tarde tocaron a mi puerta.
Era Rosalba.
Un poco apenada me pidió si podía cuidar a Ximena hasta las 9 de la noche, que podía pagarme porque la señora que normalmente la cuidaba había salido de la ciudad, le dije que sin problema la cuidaría y que no tuviera ningún pendiente, me dio su número telefónico y que la llamara sin problema alguno, le dijo a Ximena que podía estar en la casa o en el patio y cualquier cosa me dijera a mí.
Después de las recomendaciones Rosalba entró a su casa por unos papeles y se retiró.
Le pregunté a Ximena si había ya comido y me dijo que si pero tenía todavía hambre, pedí una pizza y entro a mi casa para compartir conmigo.
Le pregunté si no iría a cambiarse su uniforme, pensando en que iría a su casa a cambiarse ella solo abrió el cierre de su falda dejándola caer al piso, traía unas licras blancas y debajo sus calzoncitos con figuras de Disney, su blusa se la quitó por arriba quedándose con un pequeño top de figuras similares, se sentó en el piso y se quedó descalza guardando su ropa en la mochila y así fue como quedo a mi vista en menos de un minuto, tener a esa pequeña gordita cerca de mí me hizo pensar muchas cosas, si era una niña precoz a causa de algún abuso, si solo era su inocencia de la edad, si era una clase de trampa para después extorsionarme diciendo que intente algo.
En eso estaba cuando llegó la pizza.
Comimos uno frente a otro y platicábamos como si tuviéramos mucho tiempo de conocernos.
Si barriga y su ombligo sobresalían de su ajustada ropa, comencé a inquietarme ya que había algo sexy en su piel, el calor de mi departamento había hecho que sudara de su carita, ya no podía negarlo, esta nena me estaba excitando, claro no abusaría de ella ni de la confianza de su mamá, pero casi imaginaba que esa noche me correría una masturbada mundial recordando los pliegues de su barriga, los rollitos debajo de sus costillas y su ombligo, sus pequeños pezones que pude ver al momento que ella secaba el sudor de su cara con su top, dejando unos montecitos coronados con dos diminutos pezones apenas más obscuros que su piel.
Terminamos de comer y ella con mucho calor me dijo,
• X: Dante, porque no vamos a mi casa, pones el aire acondicionado y también dejas de sudar como yo.
Accedí a su petición y nos fuimos los dos a su casa.
Al entrar vi que después de todo no era una casa sencilla como el resto de las viviendas de la zona, estaba limpia y con muebles relativamente nuevos y escogidos con buen gusto, me senté en la sala y nos pusimos a ver televisión.
Ahí supe que su mama era corredora de bienes raíces y venia de una familia de clase media alta, su papa vivía en una zona exclusiva que era donde ella antes vivía, no dejaba de parecerme extraña la forma en como ahora vivían en un departamento pequeño, todo esto lo sabría después por Rosalba, quien comenzó una amistad conmigo.
Pero volviendo a esa tarde, platicando y viendo caricaturas dieron las 7 de la noche, Ximena en un momento de travesura brinco a mis piernas comenzando a hacerme cosquillas, cosa que evite abrazándola contra mí y haciéndole cosquillas en sus axilas calientitas, fue tanta la carcajada que en un momento me dijo:
• X: no Dante me voy a orinar, espera!.
No acabo la frase cuando siento algo en mi pierna, Ximenita sentada sobre mi rodilla se había hecho pis.
Esto a mí me disparo una erección y a ella la hizo ruborizar y bajar sus ojitos casi a punto de llorar.
Le dije que estábamos jugando y que no se preocupara.
• D: Ve al baño nena.
Ximena inmóvil no sabía qué hacer.
Un charquito amarillo y un hilo de orina recorría sus muslos y sus piernas.
Dio un paso y vio su huella dejando más grande el charco, esto la puso nerviosa y opte por cargarla en mis brazos.
Llegamos al baño y al momento de acomodarla para para bajarla solo otro chorrito más de pis el cual me salpico mi pierna y mi pie.
• D: Xime creo que tendrás que bañarte mientras yo limpio, te parece.
Ella sin pena alguna se bajó su licra junto con sus húmedas braguitas y se desprendió de su top.
Estaba completamente desnuda frente a mí.
Hasta el día de hoy no he vuelto a ver un cuerpo tan hermoso como el de Ximena, mi hermosa gordita cómplice para los próximos años de mi vida, quien cambiaría mí concepción sobre el sexo y el amor.
Sabía que no solo era el deseo de tocar esa piel suave, sin celulitis la piel de su barriga era tersa al tacto y a la vista, sus nalgas eran una vista miniatura de cualquier modelo de revista, su monte de Venus abultado y con una profunda hendidura que pareciera de una mujer adulta pero perfectamente depilada.
En ese momento me enamore de una niña de casi 7 años, era algo anormal y enfermo pero no pude contenerme y darle una pequeña palmada a su duro trasero enviándola a la regadera.
Sentí incomodidad y le dije que iría a limpiar la sala.
Salí del baño con una enorme erección y busque una servilleta desechable para limpiar.
La orina de Ximenita.
La puerta del baño estaba abierta y al no tener cortina seguí contemplando ese regordete cuerpecito y suspiraba pensando en cómo sería estar junto a ella desnudo frotándonos jabón bañándonos juntos.
Terminé de limpiar el desperfecto cuando ella me grito que si la podía arropar para ir por su ropa a la recámara.
Tome una toalla en el baño y ella extendió sus brazos para que la envolviera con la toalla, en el momento que la cargue y como era un poquito pesada solo atiné a poner mi mano en sus nalguitas desnudas y con nuestros pechos pegados la lleve a su dormitorio, mi corazón latía agitado, qué pensaría alguien que me viera con una niña prácticamente desnuda abrazada a mí, sería algo distinto si fuera Ximena mi hija, solo era su vecino e incluso me pareció demasiado confiado por parte de Rosalba dejar a su hija prácticamente con un desconocido.
Una vez en su cuarto Ximena de pie sobre su cama comenzó a secarse sin pena alguna, primero su cabello y su cara, mientras ella vigorosamente secaba su pelo yo no perdía de sus redondeces, su barriga me parecía hermosa, sus piernas eran gruesas sus nalgas teñían la piel estirada y firme.
Mi erección era completa.
• X: Dante me das mis chones blancos que están en ese montón de ropa.
Efectivamente, sobre el mueble había ropa recién lavada, de niña y de mujer, de Rosalba naturalmente, por el tamaño era ropa muy sexy digna de una jovencita alborotada.
Aún no sabía la edad de Rosalba por lo que de forma natural le pregunté a Ximena cuantos años tenía su mama.
Ahí supe que tenía 28 años, era mayor que yo, lo cual no me importó y sabía que algo tenía más que pasar, tendría que conquistar a la mama para ganar a la hija.
En eso pensaba cuando Ximena me dijo si podíamos seguir viendo televisión, ella únicamente vestida con una camiseta como el primer día que platicamos y sus calzones de princesas.
Eran aproximadamente las 8 y su mamá tardaría una hora más, ella con total confianza se recostó en mis piernas y al poco tiempo estaba dormida.
Palpe su cintura, sus piernas, sus brazos y finalmente al ver que no reaccionaba con la punta de mi dedo acaricie su pezoncito izquierdo, otra vez la lujuria se apoderó de mi, sin embargo no era un violador y no hice nada más que contemplar y acariciar ese rollizo cuerpo de niña.
La lleve cargando a su habitación y le coloque un short, sobra decir que mientras subía la prenda acaricie todas sus piernas, las caderas, sus nalgas y un poco de su bajo vientre, di un vistazo y me retire al exterior del departamento.
Había encendido un cigarro cuando escuche los tacones de una mujer caminar en el corredor.
Paso frente a mi Rosalba pidiéndome la esperara un momento ya que tenía que ir al sanitario.
Pasaron tal vez 10 minutos cuando más tranquila y con una falda suelta y larga salió a verme.
• R: No sabes cómo te agradezco haber cuidado a Ximena.
Esperó no te haya importunado mucho.
• D: Claro que no, tu hija es muy tierna e inteligente.
• R: Me siento apenada, no te pregunté si tendrías algún compromiso con alguien esta tarde y.
• No en lo absoluto Rosalba, para eso somos los vecinos, para apoyarnos.
• R: Te debo algo por lo que se hubiera comido la niña o haya hecho algún desperfecto.
• No claro que no Rosalba.
• R: Bueno si gustas te invito a cenar a mi casa, solo déjame preparar algo por qué no lo tenía contemplado.
• Acepto tu invitación y voy a ponerme algo más presentable.
• R: Si Dante, te espero y nuevamente gracias.
Puse a enfriar un vino tinto y me di un baño, mi amigo definitivamente estaba demasiado sensible, al menor contacto la sangre lo hacía tomar un poco de rigidez, en vez de descargar los millones de hijos míos de forma manual, decidí esperar y con suerte esa noche descargaría el proteínico contenido de mis testículos.
Llegué después las diez de la noche, Rosalba estaba espectacular pareciera que saldríamos a una cita en un restaurante, una falda negra arriba de sus rodillas, una blusa blanca y bien planchada, debajo se notaba un sostén blanco con encajes y unas zapatillas altas, con muy poco maquillaje ya que no lo necesitaba y un perfume fresco, además de su pelo húmedo apenas peinado pero con aspecto radiante.
Me invitó a pasar y no sentamos a cenar, bebimos el tinto y cada vez la conversación se fue haciendo más agradable, hablamos de muchos temas, nuestro trabajos, la situación con sus padres los cuales nunca estuvieron de acuerdo con que se hubiera embarazado tan joven y con el papa de Ximena que era un tipo inmaduro y egoísta, la ruptura que tuve con mi ex y su reciente boda.
En dos horas habíamos conversado amenamente, Rosalba un poco tomada me dijo que tenía ganas de una copa más, le comenté que en mi departamento tenía una pequeña cava y si quería podría ir por algo más, ella me dijo que prefería escoger la bebida, entonces nos dirigimos a mi departamento, ella descalza y yo caminando detrás de ella.
Una vez en el departamento y con un par de copas más surgió la plática de lo sexual, ella desde joven había sido muy temperamental, perdió su virginidad a los 13 años con un hombre mayor amigo de su padre.
Y desde entonces su fogosidad fue desarrollándose hasta pasado un tiempo después de nacida Ximena, su marido dejo de buscarla y esto fue apagando la relación, un día a llego a su casa encontró a una jovencita vecina de ellos dentro del baño completamente desnuda, su esposo salió de igual forma de la habitación, Ximena y ella vieron el lamentable suceso que llevo a la separación de la pareja y debido al control que los abuelos quisieron tener sobre ella y su hija fue que decidió alquilar el pequeño departamento.
A estas alturas Rosalba tenían desabrochado el botón superior de su blusa y que decir de sus piernas recogidas en el sillón, fue cuestión de minutos y ya estaba yo besando sus labios y acariciando sus muslos.
Ella acercándose más a mí me dijo que tenía más de un año sin relaciones, tímidamente coloqué mi mano en su vientre y ella enlazando sus dedos con los míos los llevo a su pecho.
Tome esto como una invitación a acariciar sus tetas de talla 34 B como supe después, ella misma subió su falda para poder quedar montada sobre mis piernas sintiendo ya la erección directamente sobre si diminuta prenda de encaje negro.
Rosalba gemía en cada movimiento al sentir el rozamiento, en un momento al mirar hacia abajo vi una mancha sobre mi pantalón, recordé como hacía unas horas su hija había orinado al sentir mis cosquillas, Ximena estaba presente en mis pensamientos, mientras acariciaba las nalgas de la madre mi mente pensaba en el cuerpo de la hija.
Rodamos sobre el sillón en varias ocasiones mientras íbamos quedando sin prenda alguna.
Cuando Rosalba quedó completamente desnuda se colocó de pie frente a mi modelándome sus piernas gordas y con un poquito de piel de naranja y algunas venitas azules por el todo tan blanco de su piel, si pubis se encontraba completamente depilado aprovechando para pasar rápidamente mi lengua en medio para arrancar un gemido, sin embargo el éxtasis fue total al hacerla girar sobre sus pies para admirar ese culo tan blanco y con un poco de piel de naranja, pegue mi cara al espacio entre esas dos enormes nalgas y sin resistirme separe con mis manos dejando a la vista un pequeño ano rosado que invitó a mi lengua a lamerlo por unos minutos enteros haciendo que sus gemidos fueran cada vez más fuertes.
• R: Papi ya no aguanto vamos a tu cama.
• D: Si mi amor te quiero coger.
• R: Estoy bien caliente Dante
• D: Te voy a culear mamacita.
• R: Si mi amor ya no aguanto.
Tomando su mano la lleve a mi cama repegandole mi miembro ya fuera de mi ropa interior en sus nalgas, su vientre con un poco de grasita acumulada y algunas estrías, seguramente por el embarazo también era de un color blanco casi como leche.
Y qué decir de sus tetas, pequeñas y un poquito flácidas, naturalmente por haber amamantado lo cual en ningún momento me pareció anti estético, era la mujer más perfecta casi tanto como Ximena quien en ese momento no podía sacar de mi cabeza.
Sus pezones rosados eran absorbidos alternadamente por mis labios, de alguna manera quede con su cuerpo sobre el mío en un delicioso 69, ella succionaba cada parte de mi cabezón amigo como si fuera su último hombre.
Yo no perdí oportunidad de abrir los labios de su vagina para pasar mi lengua y beber los blanquecinos jugos que salían de ella.
Su ano rosado abría y cerraba cada que era tocado por mis dedos o mi lengua.
Ella en un momento quedó inmóvil y comenzó a temblar de su vientre anunciando que se iba a venir, me separe a observar las contracciones de su vagina y como un líquido prácticamente fue orinado sobre mi cara, mi morbo estaba a mil y bebí todos sus jugos embarrando mi boca en su entrepierna.
Como no soy de plástico también anuncié mi venida, ella tomo mi glande en su boca y comenzó a succionar de una forma increíble recibiendo cuando menos 5 descargas de semen hasta el fondo de su garganta, rápidamente se colocó frente a mi abriendo su boca y degustando cada gota de semen que pasaba por su garganta, al final sonrió y alineándose con mi cuerpo me abrasó y nos besamos para reponernos de ese preámbulo amatorio ya que hasta ese momento no la había penetrado.
El calor del cuerpo de Rosalba y el tacto de sus nalgas hizo que en menos de 10 minutos nuevamente tuviera una erección, claro a los 26 años y después de varios meses sin estar con una mujer la rigidez era total.
Le pedí que me permitiera tomar unos preservativos que tenía a un lado en el mueble junto a la cama, ella me dijo que no había problema y que podía venirme en su vagina las veces que yo quisiera, prácticamente no tenía posibilidad de embarazarse, así que confiando en su palabra me coloque sobre ella y con mi erección rose todo su pubis, ella hábilmente con sus manos guio la punta de mi verga hacia la entrada y de un solo empujón mis testículos rosaban sus húmedas nalgas sintiendo la presión y la suavidad de su vagina a todo lo largo de mi erección, ella no paraba de gemir como si fuera una adolescente recién desvirgada, mi verga con cierta curvatura rozaba las paredes de su túnel haciéndola sentir todas las venas y la protuberancia del glande rozando y llegando casi hasta su cérvix.
• R: Hay amor que rica verga tienes, me vas a desgraciar.
• D: Te gusta mi vergota, como la sientes en tu panochita.
• R: Nunca me había comido una verga tan rica.
• D: Que rico te mueves, pareces toda una putita.
• R: Soy tu putita mi amor.
• D: Dilo otra vez, me calientas mucho
• R: Soy tu puta cabrón, cojete a tu puta.
• D: Parame las nalgotas que tienes pinche puta.
Rosalba rápidamente se colocó en cuatro, con las tetas pegadas a la cama y sus dos nalgas abiertas con sus manos pidiéndome que no la dejara así de caliente y que quería toda la leche adentro.
Admire por unos segundos ese gran culo y la penetre sin misericordia, ella ya no hacía más que gemir contra la almohada y evitar ser escuchados por los vecinos.
Con mi dedo humedecido por su secreción vaginal introduje un dedo dentro de su ano, lo cual aumento el volumen de sus gritos, de esta forma logre introducir 2 dedos dentro de su intestino, no tome el tiempo pero la reciente descarga y el cambio de posición hicieron que durante casi 20 minutos penetrara a esta deliciosa gorda haciendo que dejara una mancha de humedad sobre mis sabanas similar al charquito de pis que había dejado Ximena horas antes en el piso de la sala de su casa, mientras amasaba sus ricas nalgas hubo algo que acelero mi pulso cuando ella comenzó a llamarme PAPITO y suplicando que la preñara que quería un hijo mío, esto iba en serio, tal vez efectivamente buscaba ella tener un hermanito para Ximena pero la insistencia en llamarme PAPI, desbordo mi lujuria pensando en Ximena suplicándome preñarla una vez que alcanzara la madures sexual de sus tiernos órganos, la descarga no se hizo esperar y eyacule una importante cantidad de semen que seguramente estaría adherida a su cérvix hasta el momento de desprenderse al paso de horas y dejaría una mancha blanca en sus calzones, que también hacia unas horas había contemplado en el cuarto de Ximena.
Como pudimos nos separamos y nos recostamos a dormir un rato, ella con su mano en mis huevos y yo abrazado a ella con mi dedo aun dentro del canal de su gran trasero.
A las 4 de la mañana se despertó algo sobresaltada y me dijo que tenía que irse, antes de que Ximena fuera a despertar y al no encontrarla se pusiera nerviosa.
Comprendí y nos dimos un rápido beso de lengua.
Ella solo se puso su falda y su blusa, la ropa interior hecha bola en una mano, la lleve a su departamento después de verificar que no hubiera miradas indiscretas, yo únicamente con unos shorts y una camiseta la despedí en la puerta de su apartamento con un beso y diciéndole que habría que repetirlo.
Fin del primer capitulo
hola dante78 me encanto tu relato amigo tendras una segunda parte , porque estuve de inicio a fin estaba atento a todo , muchas gracias, mi mail es [email protected] te agradeceria si lo tuvieras amig@ , saludos sigue amigo estuvo muuuuy bien.