Encuentro con un gerente de tienda (2ª parte)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por xudit87.
Al día siguiente tal como habíamos quedado con Mr. Lambert nos encontramos en su tienda, pero la situación no se produjo como yo había esperado. Resulta que en cuanto llegue me dijo Alain que por la mañana en cuanto el llego una de las dependientas le pregunto que había comprado yo y al contestarle el que nada que volvería hoy ella (la dependienta) le comentó que me tratara bien porque yo era la esposa de …….. .

El entonces temía que pudiera pasar algo mas y que tuviera graves problemas con la empresa con lo cual me pidió perdón pero que me atendería otra persona de su tienda, mi enfado fue mayúsculo porque yo iba con deseos de tener sexo con él y entonces me marché de allí y dije que no había nada que me gustara.
Fui a otra tienda y compré un hermoso vestido, para la cena-fiesta que debíamos asistir. Al llegar al hotel estaba mi marido allí y le enseñe el traje, le encantó y dijo que me sentaba súper bien y que seguro que todos los ojos irían a parar a mí.

Bueno el día de la fiesta me arregle súper bien, peluquería, masaje, maquillaje y demás, nos vino a recoger un chofer y nos llevó a la fiesta, cuando entramos a la sala ya noté un montón de ojos encima de mi (naturalmente de los tíos) pero muchas mujeres también me miraban supongo de envidia. Yo llevaba un traje negro con un gran escote delante, sin espalda y por tanto no llevaba sujetador, muy ceñido, largo con una abertura a cada lado hasta casi casi la entrepierna, a poco que anduviera se ponía intuir el tanga que llevaba puesto, unas sandalias súper altas negras también.

La cena se desarrolló bien y después vino el baile enseguida salimos a bailar mi marido y yo pero rápidamente se acercó un amigo de mi marido y le dijo que si permitía que bailara con él y así fue bailé con ese tío que no estaba muy bien pero bueno arrimaba mucho y yo que soy muy ardiente enseguida me calentó, me empezó a decirme que estaba buena que ojala su mujer fuer como yo que si podía quedar con él a solas otro día a tomar algo, pero le dije que yo estaba casada y que no podía sin permiso de mi marido, lo sintió mucho y dijo que volvería a insistir. Después vinieron más bailes y más …………… más tarde algunos de los hombres se retiraron a otro salón para concretar los asuntos que nos habían llevado allí, pero quedaron algunos que eran los consortes de sus mujeres las que estaban en el negocio, uno de ellos se acercó a mí y me dijo que si quería tomar algo en la terraza, era guapo y tenía un cuerpo impresionante aunque era algo mayor pero más joven que mi marido, salimos y nos sentamos un poco pero como se oía la música desde allí, nos pusimos a bailar y el empezó a rozar sus manos paseaban por mi espalda desnuda y cada vez me iba calentando más, también yo note como se empalmaba y eso me puso a mil, tenía una mano en mi espalda y con la otra empezó a meterla por la abertura de mi pierna y claro esta enseguida retiro un poco mi tanga y me empezó a meter un dedo en mi coño yo estaba súper mojada y él estaba a reventar me decía al oído lo buena que estaba como me follaría que seguro que era una buena puta en la cama, que entendía como ………….. Siempre hablara de mí y de la suerte que había tenido al encontrarme, que el haría lo que yo quisiera son tal de poderme tener aunque solo fuera una noche. Como mientras me decía estas cosas no paraba de masturbarme con su dedo me calenté tanto que tuve un orgasmo y claro al sacar su mano la miro y lamio sus dedos.

Me pidió de vernos en algún otro lugar y entonces yo le dije que si quería podíamos irnos al hotel, que fuera a decirle a mi marido que no me encontraba muy bien y él se brindaba a llevarme al hotel y que esperaba que el hiciera lo mismo con su mujer cuando terminara la reunión, y así lo hicimos.

Cuando llegamos al hotel fuimos directamente a mi habitación y no pasaron dos segundos en que el me quitara el vestido me empezó a besar los pechos y magrearme todo el cuerpo, me arranco el tanga y me pidió que me pusiera delante de el para poder verme bien, lo primero que dijo es que cabrón es tu marido de poder tenerte en la cama a diario yo no dejaría que nadie te viera y te estaría follando todo el día, yo le dije que seguro que no follaba tan bien como decía y al momento se despojó de su ropa y se quedó como dios lo trajo al mundo tenía una polla fenomenal rosadita y con una cabezota gorda mucho más que la de mi marido, en cuanto al vi me lance a mamársela porque eso a mí me encanta y mientras lamia la punta de su polla sentí el principio de sus jugos, le pedí que me la metiera y el dije que aún era pronto que antes quería disfrutar de mi cuerpo, me cogió en volandas (yo estoy muy delgada) y me lanzo a la cama se puso encima de mí de rodillas y me lamio todo el cuerpo me paseo su polla por la entrada de mi coño sin entrar cosa que yo deseaba enormemente, yo le pedía insistentemente que me follara y él quiso que antes volviera a mamársela, eso hice y sentía como las venas de su polla temblaban en mi boca, creí que se correría entonces pero aguanto más y entonces me abrió las piernas todo lo que daban de si me puso mis piernas en sus hombros y me la clavo de un solo golpe, entro al momento por lo mojada que estaba y al sentir como entraba y salía y aquella cacho polla tan gorda grite diciendo me voy me voy y fue al unísono que nos corrimos los dos.

El cuándo termino me pregunto si tomaba precauciones y le dije que no, se asustó un poco pero dijo que no se arrepentía que ojala repitiéramos, yo quería más y volví a besarle y tocarle le cogí su polla y le decía mira que blandita esta pero la bese y en poco tiempo volvió a su estado magnifico, me pregunto si Alberto me había roto el culo y yo le dije que no solo él lo había hecho que me decían que tenía un culo precioso y me puso a perrito me beso el agujerillo y me lo lamio entonces se montó como un perrito y encaro su polla entro fácil y me volvió a llenar de leche.

Nos duchamos y él se fue a su habitación porque teníamos miedo que llegaran nuestras respectivas parejas, no nos pilló nadie y tuvimos varios encuentros durante La semana que duro la estancia allí.