Escuela de sumisas – El Castigo de Brigitte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Stephen.
INTRODUCCION
Una muchacha no esta plenamente educada hasta que no es capaz de practicar una mamada con absoluta perfeccion.
Esto significa que debe ofrecer su boca a su Señor respetuosamente siempre que el lo desee, debe lamer su capullo con maestria hasta conseguir el maximo grado de excitacion y luego mantener esta todo el tiempo que el hombre quiera. Toda sumisa debe saber intuir el momento exacto en que su amo desea honrar su garganta con el flujo de su polla, siendo imperdonable permitir una corrida antes de tiempo.
Por supuesto el sagrado nectar del varon deber ser ingerido con la glotoneria de una perra hambrienta, sin desperdicio alguno, lamiendo inmediatamente del suelo cada gota que caiga y aceptando sumisamente el castigo por haber permitido que ocurriera.
Ni que decir tiene que no esta permitido el mas minimo gesto de asco o rechazo ante la lechada de un hombre, sino al contrario, la puta debe dar muestras de apreciar el esperado licor. Por otra parte, la mamona debe mantener todo el tiempo la raja mojada como señal de respeto.
Personalmente pienso que solo con la polla en la boca de una chica se tiene conciencia cierta del grado de sumision de la misma, pues si bien en el ofrecimiento del culo y del coño esta puede limitarse a entregarse pasivamente, en la felacion la chica no puede dejar de ser el elemento activo.
Por otro lado el sentido del gusto y del olfato establecen una relacion de intimidad con el cipote del hombre que no se produce en los otros casos. Dicho lo anterior se explica que la practica de la mamada completa sea materia de tercer curso, cuando las putitas estan bastante instruidas en el uso de sus otros agujeros de placer.
No obstante, hay señores que solicitan a la Escuela que se mantenga a su puta virgen y que se la eduque solamente en el uso de su boca. Para un caballero resulta muy gratificante tener una sumisa que sepa chuparle la polla con el grado de perfeccion que el se merece mientras disfruta con otras chicas de manera distinta.
Este es el caso de Brigitte. Con 18 años, tiene una bella cabellera negra. Sus pechos son generosos y turgentes, coronados por un sonrosado y abultado pezon. Su raja se esconde entre dos macizos muslos y esta tapizado de un suavisimo vello no muy abundante que deja entrever unos labios apretados que dan paso a la caverna ardiente de su coño por estrenar.
Pero lo mejor es su boca, de labios, suaves, carnosos, de un rojo coralino natural que no mejora el mejor carmin, una lengua aterciopelada y una dentadura blanquisima. Por eso su amo desea utilizarla en exclusiva para su placer por ese conducto mientras usa coños y anos de otras sumisas.
El problema es que la niña es escrupulosa y se resiste a mamar con la debida aplicacion. Por eso, tras meses de azotes y amenazas se decide convocarla en el patio de la Escuela para un castigo ejemplar.
EL CASTIGO
Brigitte viste el uniforme reglamentario de las chicas de 1º: faldita tableada azul marino, blusa blanca de cuellos redondos, chaqueta y corbata a juego con la falda, zapatos bajos y calcetines blancos. Las bragas son blancas, caladas, con pequeñas florecillas bordadas y estan muy sucias por expreso deseo de su tutor que ha ordenado que no le hayan sido cambiadas en los quince dias previos.
Esta de pie en medio del patio, al anochecer de un dia frio. Delante la mesa de la Direccion, cubierta de mantel negro. A los lados las amas y los jodedores, vestidos de cuero negro, provistos de grilletes y fustas. Detras de ella forman todas las alumnas de la escuela divididas en tres cuadros segun el curso, portando sus uniformes y unos lazos en el pelo que indican, segun el color, los orificios que la colegiala tiene practicables.
Comienza el acto con las palabras del tutor que pregunta a la pupila por su falta. Esta, al ser interpelada, se levanta la falda mostrando sus bragas a la vez que hace una reverencia doblando levemente las rodillas. Como duda un momento es golpeada fuertemente en los muslos por una de las amas. El golpe la pilla por sorpresa y la hace gritar. Luego contesta:
– Soy culpable de no mamar bien la polla a mis Señores, Señor.
– A continuacion se acerca a la mesa y sus braguitas son inspeccionadas por los caballeros que le afean su falta de higiene con palabras soeces, a la vez que le magrean las tetas y la raja y la azotan los muslos con la mano. Brigitte pide perdon llorando.
– Cuando me llega el turno tiene las bragas bajadas hasta medio muslo y las nalgas rojas por los azotes. Toco su raja, cubierta de una humedad pastosa. Toda su braga es una amalgama de flujo, orin y restos de mierda.
Tomo sus pezones por encima de su blusa y se los aprieto fuerte mientras me acerco a su cara. Noto en ella una mezcla de miedo, dolor y vergüenza que me excita. Su boca es muy sugerente; promete ser calida y mullida. La ordeno que la abra y le escupo dentro, mientras la espeto un "cerda" con desprecio. Traga sin rechistar.
– A continuacion se le ordena que pase entre las filas de sus compañeras, con cuidado de no perder las asquerosas bragas que siguen a media asta. Asi lo hace, recibiendo un escupitajo en la boca de cada una de sus 60 compañeras, que ademas la insultan y mortifican, contentas de no estar en su lugar.
– Cuando vuelve al centro de la escena su boca esta llena de saliva ajena que ella se esfuerza por sorber, mientras le escapa por las comisuras. Como castigo por su falta de eficacia, dos jodedores la flagelan con fustas en los muslos.
– A continuacion es colocada en una mesa baja, boca arriba, de manera que un jodedor pueda introducirla su larga verga en la boca mientras la golpea entre los muslos y en la misma raja con un baston de goma. Para ello se le quitan las bragas y se le separan completamente los muslos, dejando su pubis accesible y su falda enrollada a la cintura.
– Los latigazos restallan en el ambiente. Los gritos de la chica son amortiguados por los enormes capullos de los jodedores, que hunden su polla hasta la raiz en su garganta mientras marcan su coño y su vientre de surcos rojos.
– Llegado a este punto, todos los señores presentes – profesores, tutores, director y algunos invitados – tenemos una mamona aferrada al cipote. Algunos recorren las filas de alumnas observando los lazos distintivos que hacen accesible su culo, su coño o su boca, segun el grado educativo en que se encuentren, y proceden con el uso que mas les satisface.
– Hasta cuatro machos vacian sus potentes testiculos en la garganta de la niña a la vez que castigan su sexo con su latigo. Cuando el castigo termina, Brigitte apenas puede soportar las nauseas y tiene el sexo y los muslos en carne viva.
– – Es puesta en pie y se le hace prometer solemnemente obediencia absoluta en el futuro. Cosa que hace entre sollozos. Como prueba de su fidelidad se la hace arrodillar y ofrecer su boca.
– El director, su tutor y tres profesores mas la rodean con sus gordas pollas en la mano. La excitacion impide al principio la meada. Luego los chorros de orin van cayendo sobre su cara, su pelo, su ropa y su misma boca abierta. Todos los hombres presentes se van turnando en la operacion.
Brigitte, calada de pis hasta los huesos, con sus rojos pezones transparentandose a traves de la camisa mojada, su larga cabellera pegada a la cabeza, tiritando de frio y de miedo, es condenada a pasar la noche de rodillas y al raso, para tratar de mejorar su conducta de niña marrana y desobediente.
-Antes de irnos, su tutor toma las sucias bragas de la putita y se las mete en la boca, amordazandola luego con cinta adhesiva. Luego toma dos pinzas metalicas y atrapa cada uno de sus erguidos pezones. La niña gime y deja escapar dos lagrimas de arrepentimiento.
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Quiero ir a esa escuela y que me cojan fuertemente x la concha