Explotaba de ganas por embarazarla

Está es mi historia real, dejé embarazada a mi esposa pero eso no me bastó, necesitaba aún mucho más y terminé siéndole infiel a mi mujer y embarazando a otra mujer..
Hola muy buen día a cada uno de ustedes mi nombre es Otto y en esta ocasión quiero hacer uso de este espacio para narrar y contar mi historia cien por ciento real y para mí llena de morbo y satisfacción, quiero recalcar que intentaré ser directo y preciso en los momentos de más auge de la historia.
Ya saben mi nombre es Otto tengo 48 años y soy de ciudad de Guatemala, estaba ansioso por venir a contar mi historia que me dejó lleno de morbo y que mejor que dejarla plasmada en esta página. Soy un hombre casado desde hace 22 años mi esposa se llama Maricela ella es más pequeña de edad que yo, tiene 41 años, ambos trabajamos ella como secretaria y yo como encargado de recursos humanos en una empresa. Nuestra vida sexual siempre ha sido un tanto chocante a lo largo de nuestro matrimonio no hemos logrado quedar bien en ciertos aspectos el uno con el otro, esto debido a que puedo contarles y en cierta manera presumir que la vida ha sido muy buena conmigo, soy poseedor de un buen miembro masculino alrededor de casi 20 centímetros de largo y de buen grueso, es fantástico para mí ser poseedor de un tremendo aparato reproductor, además a mis 48 años tengo un buen cuerpo atlético, me gusta hacer ejercicio, alimentarme bien, mido al rededor de 1.73 de alto, soy de piel morena clara y mi cabello ya muestra algunas canas por la edad pero creo que me hacen ver muy bien, pero lo que más destaco en mí es sin duda el tremendo pene que me cargo, me gusta, me fascina y me excita tener sexo pero esa parte de mi vida se ha obstruido un poco con mi esposa debido a que a pesar que es más pequeña que yo en edad ella posee un cuerpo muy lineal podremos llamarle, es fina y sus partes no son de resaltar, a lo largo de nuestros 22 años de casados hemos sobre llevado nuestra vida sexual de una manera muy tranquila a la hora de tener intimidad en la cama, mi mujer es muy reservada al momento de tener sexo, algo que me ha perjudicado con ella es el tamaño de mi miembro, en mayor parte de nuestro acto sexual debo tener cuidado de penetrarla despacio y parar cuando ella me lo pida ya que ella no es muy desatada al momento de tener sexo, de igual manera cuando hablamos de tener sexo oral ella no es capaz de lograr mamarme todo el pene, hace lo que puede y así siempre ha sido a lo largo de los años y es algo a lo que me he acostumbrado.
Todo comienza a dar un giro inesperado al pasar de los años, yo como dije me encanta tener sexo y sinceramente en estos últimos años me frustraba mucho ya que necesitaba quedar más satisfecho con mis necesidades sexuales las cuales mi esposa no estaba logrando, planeamos que quedara embarazada y para mí ese momento quería que fuera sublime y satisfactorio, la noche que decidimos par quedar embarazada tenía unas ganas inmensas de explotar mis ganas y pegarle una cogida que me dará satisfecho pero fue todo lo contrario, siempre fue lo mismo de tener sexo interrumpido y un tanto aburrido, me termino masturbando y al momento que iba a eyacular logré meterle un poco el pene para dejarle adentro mi semen que son cantidades grandes que me ando echando, así fue como ella logró quedar embarazada y yo en parte insatisfecho de la manera que sucedió.

ella logró quedar embarazada y desde ese instante se lo supimos se me cerraron las puertas de tener un poco de actividad sexual con ella, y digo un poco porque no me satisfacía, así pasó el primer y segundo mes de su embarazo y yo sin tener sexo y ni si quiera que ella me tocara o al menos me masturbara, yo comencé a ver porno y trataba de masturbarme pero nunca ha sido algo que me deje satisfecho, ahí fue cuando dentro de mí crecieron sin medida las ganas de sentir tener verdaderamente un encuentro sexual que me dejara quieto y satisfecho, en los siguientes días entro a trabajar una nueva trabajadora a la empresa, llego al área de limpieza, pffff la primera vez que la vi me quedé helado y a la vez dentro de mí se encendió una llama intensa de morbo y deseo, ella era una mujer que me dejó babeando y solo de verla con una erección debajo de mis pantalones, tenía un cuerpo muy lindo y sobre todo unos tremendos y grandes pechos que me hicieron agua la boca y no hablar de las buenas nalgas que también se estaba cargando, desde el primer día me hice su amigo, tenía una carita de pícara me presenté con ella y ella se presentó conmigo, se llama Jimena, tiene 39 años de edad pero no los aparenta para nada, al pasar de los días me hice muy amigo de ella pero yo la veía con intenciones de hacerla mi amante y me estaba resultando muy bien el jueguito, ella agarró muy buena confianza conmigo porque soy el encargado de mantenerla trabajando en la empresa ya que decido quien continúa o no en cada área, siempre almorzábamos juntos y se mantenía cerca de mí y eso me encantaba porque le podía ver los tremendos pechos cada vez que pudiera, ella me contó que si es casada pero se divorció de su marido hace un par de años y solamente tiene un hijo, es por ahora madre soltera, yo la saboreaba cada vez que la veía, mi mente volaba y mi deseo sexual crecía sin medida, empecé a practicar la retención seminal, y me mantenía bebiendo mucha agua ya que eso me hacía generar más semen y tener más ganas de coger duro y estar necesitado de satisfacer mis necesidades sexuales, agreguemos a eso que mi esposa ya llevaba 6 meses de embarazo, ese tiempo llevaba yo sin penetrar, yo ya no resistí más, a diario amanecía con él pene como si fuera pata de caballo en bajada, durísimo y erecto, al mismo tiempo que mi relación laboral con Jimena estaba muy bien y en mucha confianza, ella se veía que también me llevaba ganas, se insinuaba conmigo y me tiraba ciertas indirectas, ella sabía que yo era casado y estaba esperando un hijo con mi esposa pero a pesar de eso habían veces que intentaba ponerse en posiciones donde dejaba que yo viera sus tremendos atributos que tenía, esa mujer estaba poniéndome el pecado enfrente, una noche de camino a mi casa no pude resistirme más en recordar que nunca más pude satisfacerme sexualmente y ahí decidí expresarle a Jimena mi atracción por ella, fue ahí cuando tomé mi celular y por medio de una llamada le dije todo lo que a lo largo de mis años sucedía en mi matrimonio y que me urgía a una mujer como ella para que me ayudara a explotar mis ganas, creí que ella se enojaría o me colgaría el teléfono pero rápidamente me hizo saber que ella también necesitaba de un hombre en su vida sexual, ambos nos necesitábamos y ambos nos encontramos.
el día siguiente en el trabajo nos mostramos más cariñosos y a la hora de irnos nos logramos besar y entre nuestra notoria calentura acordar vernos el día sábado que se acercaba en un lugar donde pudiéramos estar a solas y poder derrochar nuestra pasión, era día jueves y yo no veía las horas que llegara el sábado, no resistía más, mi imaginación de lo que podía suceder ese día volaba, mantenía mi pene en constante erección, me saboreada sus pechos, esos tremendos pechos que podían ser míos, la primera vez que podía cumplir mi necesidad y que mejor que con un par de tremendos pechos que son mi debilidad, soy un amante total de los pechos grandes y esa mujer lo tenía todo para mí.
llego ese día, sin pensarlo le dije a mi esposa que iría a reparar el auto al taller y que tardaría un poco más, ya habíamos acordado con Jimena que la pasaría a traer a las 2 de la tarde. Así fue ella empunto de las 2 me dijo que estaba lista, tome el auto y pase por ella a la dirección acordada, ufff sin aliento me quedé cuando subió al auto, esa mujer llevaba puesto un vestido negro un tanto corto, arriba de la rodilla donde se le miraban las nalgas preciosas, la cintura muy bien marcada y sobre todo lo que me hizo rendirme a sus pies y dejarme babeando fueron como se veían sus tremendos pechos en un escote muy pronunciado, yo sentía que en cualquier momento ese par de tetas se le iban a salir de lo grandes y apretadas que se veían dentro de ese vestido que no soportaba más.
Era clara nuestra intención, ir a un hotel a derrochar nuestra pasión y urgencia sexual, de camino solo pasamos a una farmacia y baje a comprar preservativos, nada más eso y nos encaminamos directos al hotel, era un hotel muy bueno, pagamos la habitación y entramos con todo y vehículo hasta donde nos correspondía, nos bajamos del auto, cerramos el garaje y subimos a la habitación, nomás entramos yo ya llevaba una evidente y notoria erección a la cual Jimena le puso una cara de asombro y sin mediar palabra me desabrochó el pantalón y disparado salió ese tremendo pene, se notó que Jimena quedó sin aliento al ver el exquisito y gran pene que me cargaba, yo tampoco resistí más y de igual manera sin mediar palabra la puse de rodillas y le metí el pené a la boca, ella gustosa y como toda una experta me comenzó a pegar unas mamadas de verga exquisitas y sucias, rápidamente me dejó llena a verga de saliva, uffff no podía creer lo que estaba viviendo, era mi momento, era lo que tanto esperaba, esa mujer me estaba dando unas mamadas de pene tremendas, con ambas manos me tomaba el pene y con su boca hacía maravillas, llegamos directo a lo que necesitábamos, directo a tener sexo yo no podía más con esas mamadas de verga que me estaba dando y fue así cuando de un solo jalón le bajé el vestido y hundí mi cara en medio de aquel par de pechos enormes, los empecé a mamar y a besar como perro, mientras ella me jalaba fuerte el pene yo me estaba dando una comida exquisita de sus tetas, ella se quitó el vestido y se quedó nada más en una tanga deliciosa y sus pechos aún estaban resguardados en un brasier divino de encaje, yo me terminé de quitar la camisa y me quedé totalmente desnudo, ella se vivió a poner de rodillas para seguirme comiendo el pene, me decía unas cosas que me ponían más y más caliente, luego de eso le pedí que me masturbara con sus pechos, me senté en la orilla de la cama y ella se puso de rodillas frente a mí y colocó mi pene en medio de sus pechos y comenzó a masturbarme, ufffff tremenda escena, mi gran pene en medio de esas tetonas mientras ella le dejaba caer su saliva para lubricar yo estaba muy pero muy caliente y empezaba a satisfacer mis ganas como de verdad me lo merecía, luego de eso inquietamente la tomé de la cintura y la acosté en la cama para comenzarle a dar una comida exquisita de vagina, le quité con mi boca su tanga, y le comencé a lamer y succionar la vagina bien depilada que llevaba, ella comenzó a gritar y a gemir mucho mientras me daba gusto de comerle la vagina mis dos manos estaban entretenidas jugando con sus pechos que no me cabían en cada mano, gemía y gemía de placer, gritaba y me pedía que la hiciera mía, de pronto a la fuerza se puso de pie y me acostó en la cama con mi cabeza afuera de la cama, sin pensarlo me dejó caer en toda la cara sus preciosas nalgas y comenzó a hacer movimientos descontrolados de sus nalgas sobre mi cara, me estaba pegando una restregada de nalgas en la cara, su concha preciosa me frotaba la boca, ella gritaba y me pedía a gritos ser penetrada, yo estaba muy descontrolado hasta que me levanté y la coloque en cuatro ella seguía y seguía pidiéndome y suplicándome que le metiera el pene quería sentir mi gran pene adentro, antes de comenzar a penetrarla me fui a colocar el condón y sin calcular le dejé ir todo el pene mientras sus nalgas chocaban contra mi, uffff empecé a agarrar un ritmo desenfrenado y rápido, todo se escuchaba como un video porno, yo pujando de lo rico que sentía meterle todo el pené y ella gimiendo de sentir mi gran verga dentro de ella, ambos sudábamos de placer, pasamos de la posición de cuatro a la del misionero, ahí me di gusto de volverla a penetrar durísimo y rápido mientras le quitaba el brasier y quedaban al descubierto ese par de pechos enormes para que los comenzara a besar y lamer mientras la penetraba de lo más rico y precioso, ambos estábamos muy excitados, en esa posición logré hacerla venir, ufff que rico sentí cuando se explotó en mi, ver su cara de perrita sudada y con un rostro de excitación y satisfacción, luego de eso yo estaba muy excitado ahí fue donde recordé la vez que embaracé a mi mujer, recordar esa vez y ahora estar viviendo lo que siempre esperé con otra mujer me puso a full, me prendió más sentir que le estaba siendo infiel a mi mujer yo no resistía más, Jimena se subió encima de mí a cabalgarme, fue ahí donde ella agarró un ritmo que yo jamás había experimentado, sentía el chocar de sus nalgas contra mi, hacía mucho ruido ella gemía y gritaba de placer, yo me volví a recordar la vez que no quedé satisfecho al embarazar a mi mujer y deseé en ese momento que mi mujer estuviera en esa habitación viendo como Jimena me estaba pegando la cabalgada de mi vida, no sé que sucedió pero en ese momento quería explotar mis ganas dentro de Jimena, y como pude me quite el condón que tenía puesto, Jimena me preguntó qué haces? Yo le respondí que necesitaba acabar dentro de ella y embarazarla, ella seguía cabalgando y me decía entre gemidos que yo tenía a mi mujer embarazada, ufff eso me puso más urgido de acabarle adentro y le respondí que no importaba que me hacía cargo de ella también, Jimena me decía que desde ese momento mi esposa jamás iba a poder lograr que dejara de cojer con Jimena, eran sentones tan deliciosos que me estaba dando yo podía ver como mi gran pene entraba y salía rápidamente de la vagina de ella mientras con mis ambas manos estaba cargando sus tremendos pechos que se movían de un lado a otro, fue ahí donde no resistí más y comencé a penetrarla también más duro y a lamerle los pechos cuando explote de semen dentro de ella, le dejé ir todo el esperma adentro, la dejé llena, yo pujaba y pujaba al mismo tiempo que le eyaculaba adentro, ella gritaba y sudaba de lo rico que estaba viviendo, yo un hombre de 48 años casado, con mujer embarazada aún así cogiendo con una tremenda y deliciosa mujer y encima de todo eyaculándole adentro sin protección uffff viví lo que quería, hice lo que quise y terminamos ambos agotados satisfechos y unidos, así Jimena a las semanas me dio la noticia que estaba esperando a un hijo mío a como pueda me tendré que hacer cargo más sin embargo Jimena me dijo que jamás me haría problema con mi mujer siempre y cuando me haga responsable pero eso querrá que ella también me siga satisfaciendo y es a lo que yo siempre querré llegar con ella.
sus pechos me hicieron embarazarla, soy un amante de los pechos grandes, ella es ahora mi mujer a escondidas donde yo puedo ir y ahogarme en sus tremendos pechos, no puedo esperar que ella embarazo le haga efecto y se los ponga más deliciosos, amo y siempre amaré sus tremendos pechos. Qué rico sentí embarazarla y saber que mi mujer estaba en casa también con la gran panza llena.