Familia es Familia
Cuando conocí a Diego jamás pensé que terminaría tan dentro de su familia.
Cuando conocí a Diego jamás pensé que terminaría siendo parte de su extraña familia.
Tenía 16 años entonces, me habían cambiado de colegio y empezaba para mí una nueva faceta en mi vida. Él estaba en mi salón y desde que nos vimos sentimos una atracción.
Empezó acompañándome a casa y muy pronto se animó a pedirme que sea su novia, lo acepté porque era muy guapo y muy lindo conmigo. Algunas veces estudiábamos juntos o hacíamos las tareas al principio todo era muy honesto pero después pasábamos más tiempo basándonos que en lo del colegio.
Fue una de aquellas veces que empezó a tocarme, me pasó por la mente detenerlo pero me gustó tanto ser manoseada que desistí y obviamente él no se detuvo; sacó su pene y me pidió que se lo toque, lo hice y me encantó sentirlo caliente y duro en mis manos, luego me dijo que quería que se lo bese, accedí y le di un beso ahí, luego me dijo hazlo con la boca abierta; casi sin entender aproximé mi boca a su miembro y cuidadosamente lo metió en ella como hasta la mitad.
Que sensación más deliciosa tuve, jamás había tan siquiera imaginado lo maravilloso que era estar haciendo esto con un hombre; después de unos minutos el sujetó con fuerza mi cabeza y empezó a eyacular profusamente en mi boca, el sabor era desagradable pero la textura de sus líquidos era peor, traté de retirarme pero no pude hasta que terminó, escupí lo que pude y luego me fui a lavar.
Seguimos haciendo eso como por tres o cuatro días más hasta que un día, era viernes y sabíamos que estaríamos solos en mi casa, llegamos y nos dispusimos a lo de costumbre pero en esa oportunidad el se desnudó completamente, hizo igual conmigo, nos empezamos a besar y nos acostamos en el sofá, me dijo que me amaba y que ese día sería suya; luego con mucho cuidado acercó su pene a mi vagina y me penetró lentamente hasta desvirgarme.
Me mojé muchísimo, nos movíamos con algo de torpeza, con diferentes cadencias y cada vez más rápido… de pronto el se detuvo, lo sacó y estalló sobre mi vientre, pechos y rostro. Nos bañamos juntos y luego él se fue para su casa.
La siguiente semana era de exámenes y casi no pudimos hacer más que besarnos y esperar con ansias el weekend porque había una fiesta en casa de su hermano mayor, que estaba de cumpleaños!
Llegó el día, era viernes otra vez y una vez más estaríamos solos… hicímos el amor en mi cama, esta vez con más calma y al terminar me pidió hacerlo en mi boca, a pesar de no ser de mi gusto acepté y se vino en mi, pero esta vez retuve todo y lo expulsé luego con más delicadeza y menos asco; nos bañamos y nos dispusimos a ir a casa de su hermano.
Finalmente llegamos, había mucha gente y un gran ambiente, ahí me presentó a su hermano el cumpleañero, se llama Miguel, es un tipo enorme y muy guapo también; estaban sus primos y primas, todos fueron muy amables conmigo, en especial uno ellos que después de un rato noté que me devoraba con los ojos…
Conforme pasaban las horas vi como Diego bebía hasta emborracharse de manera muy boba, quedó tirado en un loveseat sin zapatos! Pensé, quién va a llevarme a mi casa?!
Miguel se me acercó y me dijo: tranquila cuñadita lo llevaré a dormir y al rato te llevo a tu casa, yo asentí y traté de ayudarle pero para él fue muy fácil echárselo al hombro y llevarlo a una habitación de la casa; estando ahí le pedí disculpas por tener que ir a llevarme, intempestivamente me abrazó y me dijo al oído: será un placer llevarte a donde quieras… Yo le sonreí y le dije: a mi casa estaría bien. Nos quedamos así en silencio y luego trató de besarme, yo lo evité y él me sujetó por los hombros y me dijo: qué ocurre?, le dije soy la novia de tu hermano!, a lo que él respondió: no te estoy pidiendo que seas mi novia, dame un besito de «cumpleaños», nos empezamos a reir y ahi me empezó a besar, primero las mejillas, el cuello y finalmente la boca, me metió toda su lengua y terminé correspondiendo muy excitada.
Al notar mi excitación empezó a manosearme, no era delicado como Diego, lo hacía con fuerza y mucha determinación; le dije que no quería estar ahí que su hermano podría despertar y me sacó de la habitación, salimos de la casa y nos quedamos en una terracita oscura justo al otro lado de donde estaban celebrando su propio cumpleaños y me dijo: qué me vas a regalar?, lo siento, no traje nada, respondí; siguió basándome y tocándome, yo ya no daba de la excitación al punto de tocar el bulto que asomaba de su pantalón; inmediatamente sacó su pene, más grande y grueso que el de Diego y me puso de rodillas a chupárselo, luego, de pie me apoyó contra la pared, levantó mi falda, apartó mis bragas y me penetró con firmeza, luego empezó a hacerme el sexo tan poderosamente que yo no podía dejar de gritar de placer, él me cubría la boca con una mano y con la otra me sujetaba de la cadera mientras azotaba mi vagina con fuerza; mis piernas ya no respondían y todo en mi cabeza daba vueltas, de pronto le suena el celular!
Se detuvo para apagarlo pero al ver que era Carlos, el primo que andaba detrás mío, sonrió y le respondió: qué onda?, Carlos dice: dónde estás?, aquí con mi cuñadita respondió, a lo que Carlos dice: mierda, te la estás comiendo?, sí dijo Miguel, estamos en la terraza de atrás…
Yo muy sorprendida le reclamé, porqué razón le dijo lo que estaba pasando y como para qué también le dijo dónde estábamos, él me volvió a acomodar como al principio y al volver a clavarme su miembro empecé a disfrutar de su sexo de una forma nunca antes experimentada; estabamos en eso cuando de pronto apareció Carlos, estaba desnudo y se masturbaba mirándonos, traté de decirle a Miguel pero él no dejaba de moverse y hacerme venir una y otra vez de pronto se detuvo y salió de mí, inmediatamente Carlos me penetró y empezó a hacérmelo, la sensación que él generaba en mis partes y en mi cuerpo era distinta pero igualmente placentera; después de un buen rato se detuvo y salió para nuevamente ser penetrada por Miguel, quien después de unos minutos se vino inundando mi vagina con su semen, Carlos hizo lo mismo, se vistió y se fue. Miguel me abrazó, mientras yo lloraba por lo sucedido, y me dijo: cálmate cuñadita, me has dado el mejor regalo de cumpleaños.
Continuará.
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