Fantasía hecha realidad..
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy un hombre joven casado con una mujer mayor que yo, ella es profesional y muy hermosa, aparte de que creo que por el hecho de los añitos que me lleva, se ha propuesto ponerse a mi nivel y no escatima en darme enormes gustos sexuales, haciéndome realidad cualquier fantasía, desde cogérmela en las escaleras del edificio, o en el auto, o desnudos en la playa.
En fin mi vida sexual estaba plenamente satisfecha, hasta que la conocí a ella, “Patty”, era una hermosa amiga de mi esposa, con un cuerpo espectacular, tetas hermosas, redonditas con unos pezones grandes y rosados que iluminaban hasta por encima de su brassier, siempre me he jugado con las amigas de mi esposa, las beso y las abrazo, a veces de cariño y a veces de morbo para calentar a mi esposa.
Tiempo después conocí al esposo de Patty, quien resultó ser un hombre mayor, de mente muy moderna y que desde un principio congeniamos muy bien, hasta el punto de concretar viajes a la playa y a la disco en parejas. Una de esas salidas, estando un poco subidos de tragos comencé a bailar con Patty y a manosearla más de lo normal, ella respondió con risas y bromeando con respecto a la paliza que me daría mí esposa si seguía manoseándola así.
En un momento mientras bailábamos los cuatro en una rueda decidí jugármela y tantear al esposo, así que las colocamos a las dos en medio de nosotros y comencé a apretarle las tetas, en frente de su esposo, este se sorprendió un poco pero no pareció importarle mucho, así que continué masajeándola, luego le tome la mano a su esposo y la coloque sobre las tetas de mi mujer y este comenzó a masajearlas mientras reíamos todos.
Desde ese momento, supe que no había obstáculos y me propuse cogerme a Patty, y me toco pedirle ayuda a mi querida esposa. Ella al principio dudó, diciendo que Patty era una de sus compañeras más serias y que hasta ahora no había visto nada que indicara que era posible conseguir mi deseo y al parecer tenía razón, en varias oportunidades intente unas indirectas a Patty, pero todo indicaba que mientras estuviese completamente sobria, no había manera de conseguir nada de nada.
Así pasó el tiempo y una noche, mientras compartíamos en pareja en una disco, me lance nuevamente y cuando ya Patty, estaba alegre por los tragos me la lleve a la pista y comencé a apretarla más de la cuenta, tratando de meterme entre sus piernas para recostar mi bulto a su vulva. Ella como siempre entre risas y rechazos, puso mucha resistencia al principio, pero luego de varios minutos accedió a que me colocara donde yo quería y comencé la segunda etapa. Tomé suavemente sus caderas para forzar el roce de mi bulto con su vulva, así poco a poco pude sentir en mi bulto, el calor que emanaba desde su vagina, y su transpirar entre gemidos y respiraciones cortadas, indicaba que estaba bastante excitada.
Ya había arreglado con mi esposa que distrajese al marido de Patty para ver hasta donde llegaba, este de lo más tranquilo observaba como le masajeaba las nalgas a su esposa y entre risas le comentaba a la mía que parecía que le tenía más ganas a Patty de las que demostraba, mi esposa luego me comento que es un hombre de los que piensa que las decisiones de su mujer solo son de ella y que si ella decidía tirar con otro, nunca intervendría ya que de una manera u otra las mujeres siempre terminan haciendo lo que quieren.
Esa noche al ver que todo iba viento en popa y que si jugaba mis cartas bien lo más probable es que me metiera entre las piernas de esta mujer, luego de calentarla bastante con el roce de mi verga entre sus piernas decidí lanzarme y cuando menos se lo esperaba le metí la lengua hasta la garganta en un suave pero muy carnoso beso que le paro los pelos desde su cuello hasta los pies, ella respondió perfectamente, chupando mi lengua con sus labios y enlazándola con la suya entre caricias mas y mas calientes que comenzaban en la base de sus nalgas y terminaban pellizcándole sus pezones erectos en medio de tanta excitación.
Solo me falto sacarle la tetas y chuparlas allí mismo, pero decidí ir por el premio completo. Así que le dije que convenciera a su esposo de ir los cuatro al hotel, ella, aunque un poco sorprendida por la propuesta, no mostró ningún tipo de rechazo y sin pensarlo mucho fue a hablar con su marido quien pude notar minutos antes se distraía besando y acariciando a mi mujer, que excitada por el show que le estábamos presentando no tuvo más remedio que comenzar su propia sesión de besos y caricias con el marido de Patty, claro que mi mujer estaba con un vestido ligero con solo un tanga debajo, así que en un dos por tres ya le habían metido hasta dos dedos en la raja mientras le amasaban las tetas y la besaban sin cesar.
No me importó en lo mas mínimo, solo quería cogerme a esta mujer que me tenía hirviendo la verga desde que la conocí, así tuviese que dejar que mi mujer tirara con el marido de Patty. Todo iba muy bien, pero me distraje escuchando a mi mujer y pasó mucho tiempo y no se qué paso que Patty se fue de tragos y hubo que llevarla a casa y suspender el plan del hotel.
Ese día cogí a mi mujer como 5 veces antes de acostarnos para apagar las ganas que tenía, mientras se lo metía imaginaba que era la cuca de Patty a la que penetraba y descargue cualquier cantidad de semen en cuatro inmensos orgasmos, que aunque reservados para Patty, terminaron siendo dedicados a mi amante y complaciente esposa.
Paso el tiempo y Patty tuvo que viajar fuera del país, no pude despedirla y aunque no pude conseguir mi sueño de cogerme a Patty, nunca pude retirarla completamente de mi mente. Meses después de su partida, escuche que había venido a la ciudad por unos días así que como pude convencí a mi esposa que la invitara a casa.
Lamentablemente tuve que salir a unas diligencias y llegue a casa casi a la media noche, ellas aun hablaban y comentaban cosas personales y de trabajo. Yo traje unas cervezas que compartimos rápidamente, no vi en Patty ningún signo de querer nada mas y como a las dos de la mañana comenzó a decir que quería irse a su casa, insistimos infructuosamente que se quedara, pero nunca acepto, creí que como no estaba lo suficientemente bebida, no quería nada. Accedimos a llevarla, y me sorprendió que mi esposa no quisiera acompañarnos, nos dirigimos al auto y mientras conducíamos a su casa, comenzamos a bromear acerca de nuestro último encuentro, de los besos y las caricias y hasta confesó que estaba muy excitada y que si no se hubiese embriagado, sin duda habría pasado de todo.
Seguimos y entre una cosa y otra llego el momento de despedirnos, me dio un besito en la mejilla y cuando ya abría su puerta, le detuve y le sugerí que nos besáramos de verdad, ya que lo más probable era que no nos volviéramos a ver, que ella volvería a su casa y quien sabe cuánto tiempo pasaría. Ella cerró su puerta y nos fundimos en un delicioso beso, con lengua y todo, que no tardó en acompañarse de caricias y el recorrido de nuestras manos por el cuerpo del otro, poco a poco me fui pasando de mi asiento al suyo para aumentar el roce de nuestros cuerpos.
Comencé a besar su cuello, y mientras el ritmo de sus gemidos fue aumentando fui subiendo su blusa para al fin después de tantos intentos fallidos, chupar esos hermosos pezones, los lamí de todas las formas que pude, amasé sus tetas como quise y cuando ya mi verga estaba que me rompía los pantalones, desbroche los de ella para ver su reacción, no hubo rechazo, más bien levanto sus caderas del asiento como señal de que podía bajarlos si quería.
Así lo hice y al solo percibir el olor de sus deliciosos fluidos, desenfundé mi verga y le pedí que me la mamara, increíblemente se negó, solo lo tomo en su mano, abrió sus piernas y la dirigió hasta la puerta de su vagina, diciéndome que se la metiera de una vez. No puedo negar que de verdad tenía muchísimas ganas de metérsela en la boca y que me hiciera en la verga lo que hasta hacía unos minutos hacía en mi boca, sin embargo la oportunidad estaba servida y sin perder tiempo le casque la verga hasta la base de un solo golpe, encorvó su cuerpo para asimilar la fuerte embestida, y al segundo siguiente ya serpenteaba sus caderas para consumir aquella verga que se reventaba de ganas de llenarla de semen.
Abría sus piernas hasta apoyarlas en el techo del auto como buscando que se la metiera hasta lo más profundo de su deliciosa vulva, así lo hice, continuamos el bombeo por unos cuantos minutos y cuando sintió que estaba a punto de estallar, paró en seco y se lo sacó, pensé que ahora si me lo mamaría, pero rápidamente se coloco de perrito, y me ordenó que se lo metiera, obedecí sin chistar, pude disfrutar en panorámica como mi verga, orgullosa desaparecía dentro de esa hermosa vagina, que hasta ahora y aunque un poco a obscuras pude observar. Sujeté sus nalgas para sentir como se movía proporcionándome el placer que durante tanto tiempo estuve buscando. Humedecí un dedo de mi mano y lo coloque en su ano, apenas comencé a hundirlo, ella con su mano lo retiró de una sola vez, sin dejar de culear y succionar mi verga que ya se disponía a eyacular. No paso mucho tiempo cuando le arranque un pronunciado y delicioso orgasmo que disfrutó hasta el último segundo. Luego se sacó mi verga un instante antes de que estallara en leche, la tomo con su mano y la sacudió un par de veces y me vine, sentí que me quedaría sin leche, me sujete de donde pude, mientras ella sujetaba mi verga y la sacudía mientras no dejaba de salir semen, se aseguró de depositar hasta la última gota sobre la palma de su mano, luego tomo una servilleta y se limpió.
Volví a mi asiento y mientras nos colocábamos nuestras respectivas vestimentas, intercambiábamos sonrisas por lo que acababa de suceder. Antes de bajar del auto solo alcanzó a decir que la había pasado muy bien y que mucho me agradecería que guardara lo sucedido en el más absoluto secreto.
Accedí no sin antes darle un suave beso en sus labios en señal de compromiso y despedida. No la volví a ver, se que regreso de viaje pero que por ahora no ha venido mas a la ciudad. Espero que cuando regrese, me recuerde y quiera revivir ese momento tan excitante vivido en mi auto, y que esta vez si me la chupe hasta las bolas. jajaja.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!