FANTASIA HECHA REALIDAD: DOBLE PENETRACION, CON AUTORIZACION DE MI ESPOSO.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Una noche viendo una peli porno en la sala, desnudos y al calor de las copas, mientras Carlos mi esposo me acariciaba mi rajita húmeda y deseosa de ser penetrada, me decía si me gustaría ser la protagonista de la película, sin pensarlo le respondí que si, era una hermosa chica que estaba siendo penetrada por dos ejemplares negros, de miembros bárbaros, y ella gozaba cada embestida, por los dos lados, me pregunto si aguantaría esas Vergas, y le respondí que si, insistió no son demasiado grandes para ti, con una sonrisa que no pude evitar le volví a responder, claro que si las aguanto, de verdad te gustaría mi amor me dijo al tiempo que me introducía todos sus dedos en mi rajita, le conteste que si tu me dejas si me gustaría. Se puso de pie y se empezó a vestir, pidiéndome me vistiera; con una tanga de hilo, muy sexi de color rojo, sin bra, y con un vestido de licra muy ajustado y corto, con un escote atrevido, unas zapatillas altas, con varia visituria según el para verme más elegante, una peluca hasta media espalda y lentes de contacto verdes, salíamos en nuestro coche y:
me baje en una esquina camine por la banqueta ya eran altas horas de la noche, muy excitada por las miradas morbosas de los hombres que me miran como a una puta. Unos hombres que iban en un vehículo se acercan y uno de ellos me pregunta ¿Quieres tener sexo con dos verdadero machos? y aunque estaba nerviosa no me atreví a responder, solo los mire y continúe caminando, con rumbo a un parque que esta en ese lugar. .
Uno de ellos baja del vehículo y camina por detrás de mi, sentía su mirada morbosa mirándome las piernas y el trasero. Yo empecé a excitarme muchísimo, caminamos hasta llegar a un parque solitario, con poca luz. Me siento en una banca cruzando las piernas sensualmente, me sentía muy femenina, una verdadera mujer, una puta. Estaba muy excitada, ya para eso los dos hombre estaban cercas de mi, tratándome como a una puta, me excitaba mucho sentirme deseada, Uno de ellos me dice que cuanto le cobro por una mamada, volteando a todos lados hasta ubicar a mi esposo que estaba sentado en un rincón, tome de nuevo aire, y le respondí que mas quería que hiciera, pues no tenia idea de cuanto cobrar, mas bien quería hacerlo gratis, pero si me pagaban mejor, en eso se saca la gran verga y me dice “abre la boca puta” y abrí la boca, empecé a chupar verga. El otro hombre hace lo mismo, y trata de meterla por la boca, pero no caben les susurre una a una porque son tan gruesas que las dos no me caben en la boca, así estuve mamándoselas por un buen tiempo hasta que uno me inunda la boca de semen, el cual me obligan a tragar de una bofetada.
Después, me piden el que aun no terminaba que me ponga en 4, lo cual hice. Sabía que seguirían follándome, ahora uno por la boca y al otro le pedí me diera por el ano. Al que me iba a ensartar por mi culito le pedí que usara aceite que tenía en mi bolso de mano y me penetrara lentamente para minimizar el dolor. Se echó aceite en la enorme verga y en mi culo, pone la gran cabeza de su enorme verga en la entrada. Creí que me penetraría suavemente, pero no fue así, me ensartó hasta el fondo de un solo empujón, el dolor fue tan fuerte que sentí mareo y escalofrío, casi me desmayo. No podía gritar, solo gemir ya que la otra gran verga me follaba la boca y casi me asfixio.
El que me daba por el culo me lo clavaba hasta el fondo y me la sacaba por completo, una y otra vez, sintiendo como si fueran puñaladas en mi culo, como si quisiera atravesarme y sacármela por la boca. Después de unos minutos el dolor empieza a ceder y empiezo a sentir el placer, el cual aumentaba más y más, hasta sentir una delicia de placer que seguía creciendo y entonces soy yo quien les pide a ambos que me den más y más. Les pido que no se detengan y me la metan mas rápido y mas profundo, yo solo pedía más verga, pero cada vez que pedía más verga recibía una fuerte bofetada de quien me la metía por la boca diciéndome “puta golosa, no dejes de chupar” “putita pervertida sigue chupando”, era tanta mi lujuria que no me importaba el dolor, ni ser maltratada y golpeada más bien aumentaba mi morbo y lujuria, sentía un placer infinito, me sentía más mujer y más puta, mas cuando me decían cosas como “que rico lo mamas perra” “que culito tan delicioso tiene esta puta” “es el culo mas bueno que he tenido, esta buena ésta perrita” y un montón de cosas, que en lugar de atemorizarme me excitaba más. Me cogieron intensamente hasta que se me derramaron simultáneamente dentro de mí, me inundaron la boca y el culo de leche de macho, mientras que yo terminé en un orgasmo intenso. Jamás imaginé que mi culo podía darme tanto placer.
Nos acostamos en el césped varias horas, yo de medio entre mis dos machos. El que me dio por el culo se durmió mientras el otro me abrazaba y me hacían sentir toda una puta caliente, que rica sensación sentirse como una Zorra, como una Perra en celo, sentirme deseada por ellos, además, me sentía indefensa, inmovilizada, y a la vez protegida por dos machos. Después de varias horas mis machos se despiertan. El que me había dado por mi culito me abrazo, era muy fuerte, me inmovilizó exponiendo mi ano para que fuera atacado por su amigo, a quien le dijo, "rómpele el culo a ésta puta perra". Me sentí muy excitada nuevamente, no sólo de ver a esos dos machos que se preparaban para cogerme nuevamente, sino de ver a mi marido disfrutar como se cogían a su mujercita, empecé a sentir como la verga dentro de mi culo crecía nuevamente, era una delicia y sentir como acariciaba mis nalgas, sentir su enorme pene y mi culo. El otro me decía “ahora sabrás, putita perra, lo que es una doble penetración por tu culito” y yo les dije “si, háganlo sin compasión, por nada se detengan”, el otro tipo me decía “Te vamos a romper el culo perra” (yo pensé que lo hicieran sin compasión) y solo respondí disfruten mi culo sin detenerse”. Yo siempre quise tener la experiencia de la doble penetración anal, aunque sabia que me iba a doler muchísimo, pero lo deseaba, quería vivir esa experiencia.
poco a poco me van metiendo el otro PENE, cada vez con más fuerza, mi culito se resiste a la penetración y el dolor es terrible, me mordía mis labios y gemía. Mi macho de encima tratando de penetrarme con su enorme verga se ayuda con los dedos, luego trata de abrir más mi culo con ellos, como si quisiera romperlo, desgarrarlo, me da escalofríos y mareo por el dolor. Yo sólo gimo por el dolor, me siento desmayar. Finalmente la enorme verga con ayuda de los dedos de la mano logra penetrar mi ano, sentía que me desgarraba, que me partía en dos. Fue una penetración salvaje, brutal y dolorosa. Una vez que mis dos machos tuvieron sus enormes vergas dentro de mí culo, continuaron con su mete y saca rítmicamente. El dolor bajó un poco, aunque sentía un ardor en el culo, uno de ellos dice “Que culo tan delicioso tiene esta zorrita y parece que le rompimos el culo” el otro responde “vamos a mandar a esta perra a casa con el culo roto y sangrando, dale duro” Yo que los escuchaba decir eso y muchas otras cosas que ya no recuerdo, y me calentaba mas, gimiendo de placer disfrutaba esas enormes vergas, dentro de mi, Yo trataba de ver si de verdad me habían roto el culo, sentía ardor delicioso y doloroso en mi culo, pero no podía ver, pero a pesar de la preocupación y el ardor, lo disfrutaba cada vez mas, me sentía como una puta siendo violada por dos machos sádicos, me sentía realizada como mujer, y mi lujuria era tal que les dije a mis machos “quiero más, quiero más verga, quiero que me rompan el culo”. “Mamita, ya te lo rompimos”.
La cogida que me estaban dando con doble penetración anal era rítmica, mientras uno me penetraba profundamente como si quisiera sacarme la verga por la boca, el otro me la sacaba casi toda, solo dejando la cabeza de la verga dentro de mi culo. Mientras tanto yo disfrutaba a pesar de mi ano desgarrado y el ardor. Sentía mi culo bien lubricado por mi sangre anal, pero no la veía, solo sentía una lujuria infinita, quería que mis machos me siguieran dandome hasta el amanecer y pedía más, que me dieran más duro, que me rompieran más el culo, tal era mi depravada lujuria insaciable. Finalmente alcanzo un gran orgasmo maravilloso mientras mis machos siguieron follándome unos segundos más y me inundaron nuevamente el culo con su semen, sentía sus espasmos. Mis machos agotados, mientras yo los abrazo a uno con mis piernas y al otro me lo como a besos,
Descansamos como 30 minutos, y nos levantamos porque estaba amaneciendo y de pronto alguien nos podía ver. (aparte de mi esposo) Yo me levanté y sacudí mi vestido y fue cuando me di cuenta que había sangrado bastante, sentía ardor en mi culito, me incomodaba muchísimo al caminar, pero me sentía muy feliz de haber sido la mujer de dos machos vergones, la puta y perra de dos machos, muy feliz de haber sido la puta sumisa de dos hombre vergones, más grandes y fuertes que yo y que me hicieron sentir que era toda una hembra. Arreglé mi maquillaje y me despedí de ellos.
Me fui alejando, caminando muy coqueta y feliz, casi no había tráfico ni gente, así que las pisadas con mis delicados tacones de 12 cm se escuchaban claramente. Había caminado varias cuadras y a pesar de estar satisfecha por la follada que me dieron toda la noche, sentía mucho morbo porque los poquitos hombres que pasaban a mi lado, me veían con morbo y algunos me decían cosas vulgares.
Era claro que por la hora, por la zona, con un vestido tan corto y gran escote, tacones de 12 cm y maquillada como una puta, todos me veían como puta. Cuando un hombre pasaba a mi lado, yo por pena yo no miraba hacia atrás, hasta que el morbo pudo más y cuando pasó al lado mío uno que me dijo ¿mamita que te pasó, te violaron?” y siguió, yo caminé unos segundos y me detuve para mirar hacia atrás y vi a ese hombre que se había detenido para mirarme. Yo sonreí y él también, le quite la mirada y seguí caminando. Seguí caminando hasta que sentí unos pasos atrás y una voz que me decía “mamita te acompaño” era mi esposo, solo susurre sígueme, Fue una caminata deliciosa, cansada pero deliciosa, tanto que por las miradas lujuriosas de los hombres casi tengo otro orgasmo mientras caminaba.
Finalmente llegamos al coche, y nos dirigimos a casa, Cuando iba a entrar, Me di una ducha, me asee bien, sentía ardor en mi culito roto, desgarrado por la doble penetración mi esposo me exigió sexo, me recosté en la cama de mi habitación, me puse de rodillas y agachada con mis hombros sobre la cama, para que me diera por el ano y regresa el morbo, sólo que trataba de disimularlo. Toma mis nalgas,
Lo que pasó después, es otra historia…Espero que les haya gustado.
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