felizmente cornudo

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy un hombre de 42 años, enviude hace 3 años, soy propietario de una tienda grande de abarrotes al mayoreo, tengo 7 empleados hombres, todos ellos jovenes de edades entre los 18 a los 28 años que me ayudan en el manejo de la tienda, al quedar viudo tome por costumbre ir a comer a un restaurant cerca de mi negocio, siempre me atendia una joven muy hermosa, un verdadero monumento de mujer, cara bonita, tetas grandes y unas nalgas de infarto,

Su espectacular culo llamaba la atencion a toda la clientela masculina del restaurant, fuimos haciendo amistad, me fue platicando de su vida y yo de la mia, yo seguido le llevaba algun obsequio, un chocolate una flor y cosas asi, ya en confianza la invite a salir, esperando un rechazo de su parte pues la diferencia de edad es grande, ella actualmente tiene 26 años, le llevo 16 años, pero para mi sorpresa acepto, fuimos a cenar, a bailar y terminamos en un hotel, donde cojimos sin descanso, su juventud y fogocidad me inyectaba energia que me la estuve cojiendo como si yo fuera un jovencito, me sentia como un niño con juguete nuevo, a esa salida siguieron varias, y le propuse matrimonio,

Me acepto y nos casamos hace un año, ella renuncio a su trabajo y paso a formar parte de mi equipo de trabajo ayudandome con la administracion de la tienda, la llegada de ella causo gran impacto en mis empleados quienes se la comian con los ojos, parecia la caperucita roja enmedio de varios lobos ferozes, detalle que me molesto un poco pero me tuve que aguantar, sabia que ese es el precio que uno tiene que pagar al tener a una mujer tan atractiva, siempre la van a andar deseando otros, pero como dice el dicho que no es lo mismo los tres mozqueteros que veinte años despues, conforme pasaban los meses mi rendimiento sexual empezo a disminuir y sentia que no le daba el ancho a mi mujer en la cama, sentia que ella necesitaba mucho mas sexo del que yo le podia ofrecer, ya que a duras penas teniamos sexo 3 o 4 veces cada mes, un dia que salimos de compras, me entretuve un poco viendo un aparador, mientras ella se adelanto, al quererla alcanzar vi que 2 jovenes la seguian, admirando su lindo culo que tan sensual mueve al caminar, al ver eso me fui detras de los jovenes y me di cuenta que hacian comentarios de las nalgas de mi mujer, me dieron un poco de celos pero la verga se me comenzo a parar, que tuve que abrocharme el saco para que nadie viera mi ereccion,

La alcance y no hice ningun comentario al respecto, esa noche nos pusimos a cojer, yo acostado y ella encima de mi, recorde como la veian los jovenes y me puse a fantasear que ellos estaban detras de ella en ese momento, con ambas manos abri sus nalgas, yo me imaginaba que se las abria para que ellos le vieran el culo, lo que me puso la verga bien dura, tanto que ella lo noto, me la coji bien rico, cuando terminamos ella me dijo que me desconocia que nunca habia sentido asi de dura mi verga, fue cuando le confese, que vi a esos jovenes deseandola y le dije lo que estaba fantaseando cuando cojiamos, ella me escuchaba y me pregunto si no sentia celos y le dije que si pero el darme cuenta como otros la deseaban me ponia bien caliente, y le propuse que jugaramos asi, que me gustaria que se vistiera muy sexy y provocativa y salieramos a pasear, pero un poco retirados como si no nos conocieramos, para yo poder ver como la miraban con deseo otros hombres, le dije que todo seria un juego entre nosotros para mantener viva la llama del deseo en nuestra relacion, me pregunto que si estaba seguro de querer eso y le respondi que si, y me dijo que si que aceptaba que si con eso iba a estar caliente como esa noche ella estaba de acuerdo, nadamas puso como condicion que lo hicieramos en lugares donde nadie nos conocieara y quedamos en hacerlo al dia siguiente, al otro dia yo estaba ansioso,

Al cerrar la tienda, fuimos a comprarle ropa sexy, llagamos a casa se baño y se cambio y se puso guapa, al verla hasta se me paro la verga, se puso una minifalda tan cortita que apenas le tapaba las nalgas, los tirantes del liguero salian un poco de la faldita sosteniendo unas medias de red y una blusa pegadita que se le veian sus grandes tetas muy apetecibles, y sus zapatillas de tacones altos, era la lujuria echa mujer, a ultimo momento antes de salir le dije que se quitara la ropa interior, se quito la tanga y el sosten, sus pezones paraditos se le veian muy rico, salimos y subimos al auto cuidando que los vecinos no la fueran a ver vestida de esa manera, llegando al lugar seleccionado ella se bajo y comenzo a caminar con ese cotoneo de caderas que tiene al caminar y sus tetas bamboleandose libremente bajo la blusa, yo me fui detras de ella a cierta distancia como si no la conociera, viendo que de inmediato cuanto hombre se cruzaba con ella, la volteaba a ver y muchos de ellos la seguian y le decian, muchas cosas sucias y propociciones de irse a cojer, fue una caminata como de una hora y para nuestros planes fue un exito rotundo, al llegar a casa ambos estabamos muy calientes por esa travesura y nos pusimos a cojer como nunca, nos gusto mucho hacer eso y lo empezamos a hacer muy seguido que nuestra intimidad mejoro en mucho, siempre andabamos calientes y cojiamos casi diario, entoces le propuse que vistiera mas provocativa en la tienda y que discretamente coqueteara con los empleados y con los clientes y cuando se pudiera les mostrara sus encantos como por descuido y yo me iba a hacer como que no me daba cuenta, en un principio no queria decia que era peligroso hacer eso con personas que nos conocen pero a base de insistir la covenci y empezo a vestir provocativa en la tienda y a exhibirse con nuestros empleados y con los clientes,

Ya en la casa comentabamos eso y ella me decia que notaba como se les paraba la verga a los empleados, entonces le dije que queria que se los cojiera, que se fuera cojiendo de uno por uno, que queria que me pusiera los cuernos, se resistia un poco a hacer eso pero igual la convenci y planeamos como llevarlo a cabo, en el sotano de la tienda tenemos la bodega y cada fin de semana hacemos inventario en la bodega, funcion que yo hacia siempre con ayuda de uno de los empleados, tarea que duraba siempre de 2 a 3 horas, le propuse que ella se encargara de hacer el inventario y que cada semana se llevara a uno de los empleados a que le ayudara, que tendria mas de 3 horas para estar a solas con uno de ellos y podia aprovechar para cojerselos, quedamos en ese acuerdo, al dia siguiente tocaba el inventario y al llegar los empleados les informe que a partir de la fecha mi esposa se iba a hacer cargo del inventario por lo que les pedia que la apoyaran en lo que nesesitara ya que no conocia muy bien el procedimiento del inventario, ella selecciono a un empleado para que le ayudara y los vi partir a los 2 al sotano y cerrar la puerta tras de si, no sin antes mirarnos ella y yo con complicidad, yo segui atendiendo la tienda, aparentando una calma y normalidad, despues de mas de 3 horas salieron y cada quien sigui con sus labores habituales, yo disimuladamente esperaba que ella me dijera algo pero nada ella actuaba como si nada, al cerrar la tienda y dirigirnos a casa en el coche le pregunte que si habia pasado algo, ella nadamas dijo que si, que llegando a casa me platicaba, al llegar me hizo prometerle que lo que habiamos echo no iba a ser causa de problemas entre nosotros y le dije que no se preocupara, que era nuestro pacto,

Me dijo que al estar contando las cajas de mercancia, ella buscaba empinarse lo mas que podia para que el viera su grande culo y asi se la paso provocandolo y que tenian que bajar unas cajas de un estante que esta un poco alto, pusieron una escalera y ella le dijo que ella se iba a subir y le iba a estar pasando las cajas y el las iba a estar agarrando abajo, ella traia una falda corta y tanguita de hilo dental y al subir a la escalera y el volteando para arriba a recibir las cajas le veia todo, y ella fingia que no pasaba nada y abria las piernas para que la viera mejor, cosa que para el era bastante obio que ella lo hacia con toda alevocia y despues de un rato le dijo que se subiera el en la escalera y ella recibiria las cajas, al subir el en la escalera, traia su verga parada y quedaba justo a la altura de la cara de ella y ella se la agarro y le bajo el pantalon y se la mamo hasta sacarle la leche con la boca, se la sigui mamando hasta pararsela de nuevo, ella se quito la tanga y levanto su falda y se le ofrecio y entre las cajas se la estuvo cojiendo y ella hasta el culo le dio, mientras me platicaba eso yo le metia los dedos en su culito dilatado y me la empece a cojer mientras me narraba como se la cojio nuestro empleado,

Su raja estaba bien mojada, era tan rico cojerme a mi esposa recien cojida por otro, me dijo que le habia platicado a nuestro empleado que eso lo hacia porque como yo ya estoy mas grande de edad que ella, me la cojia muy de vez en cuando y que ella estaba muy desatendida y necesitada de verga, le hizo prometerle que no le iba a platicar a nadie lo que hubo entre ellos, y que cada que le tocara a el hacer el inventario lo iba a complacer, le dijo que nadamas con el iba a cojer pero que no dijera nada porque si decia algo se iba a hacer el chisme y me fuera yo a enterar, le dijo que fuera discreto para que no fuera a llegar nada de eso a mis oidos, la siguiente semana se llevo a otro empleado y se lo cojio y le dijo lo mismo y asi se ha ido cojiendo a todos ellos, quienes a lo mejor me ven con lastima pensando que yo no se que mi esposa coje con todos ellos, ellos piensan que cada uno de ellos es el unico o quien sabe si entre ellos ya se lo hayan platicado, ahora mi esposa se ha vuelto insaciable en la cama y como los inventarios son cada fin de semana, entre semana salimos a que se exhiba como al principio, con la diferencia que ahora se va a cojer con quien le gusta y como yo siempre la sigo sin que ellos se den cuenta, la espero siempre afuera del hotel al que la llevan a cojer, para luego rematar nosotros en la casa, tambien se a cojido a varios clientes de la tienda, hombres con los cuales llevo muy buena amistad, me gusta mucho que ella sea bien puta y yo soy muy feliz de ser un cornudo