FIESTA DESPEDIDA DE SOLTERA
Recientemente mi esposa me dijo que el siguiente viernes tenía una despedida de soltera de una de las amigas del grupo y en principio lo vi normal, pero en el transcurso de la semana me entere del lugar donde se iban a reunir .
Mi esposa tiene cuarenta y cinco años, se conserva muy bien y tiene una cara atractiva, de mi parte acabo de cumplir cincuenta años y hasta hace un tiempo nuestro matrimonio era normal, pero meses atrás mi esposa conoció una amiga quien la integro a un grupo, todas ellas más jóvenes que mi esposa y eso la fue llevando al deseo de actuar igual, pero claro, ellas la mayoría son solteras y pueden hacer lo que quieran sin tener que rendir cuentas a nadie. Con mi esposa llevamos veintidós años de casados, nuestras dos hijas ya están mayorcitas y hacen su vida social con los amigos de su edad. Muchos fines de semana se van de paseo o a fiestas, de manera que poco la pasan con nosotros.
Recientemente mi esposa me dijo que el siguiente viernes tenía una despedida de soltera de una de las amigas del grupo y en principio lo vi normal, pero en el transcurso de la semana me entere del lugar donde se iban a reunir y averiguando en internet, oh sorpresa cuando veo que presentaban shows de strippers y esto me sorprendió. Cuando llego la fecha de la reunión, le pregunte a mi esposa si iba a llevar el auto y me dijo que mejor no porque no sabía si había estacionamiento, mejor se iba en Uber. Como en otras oportunidades en que no llevó el auto note que se había tomado sus copas, pensé que en esta oportunidad posiblemente lo tenía planeado.
Sentí una espinita de curiosidad por saber cómo sería la despedida por eso el viernes lleve el auto de la empresa y lo deje en el sótano del edificio donde vivimos, esto con la intención de ir mas tarde al lugar de la despedida y curiosear que pasaba con mi esposa, y así lo hice, teniendo en cuenta que ella me había comentado que podía estar regresando a mas tardar a la una de mañana, entonces decidí a las once de la noche ir al lugar y estacionarme a una distancia prudente de la entrada del lugar para ver qué pasaba y me sorprendí cuando a las once y media mi esposa salió con su amiga y dos jóvenes, ellos de unos treinta años más o menos y se subieron a un auto.
Pensé que podía ser que fueran a llevarlas de regreso a sus casas, pero por simple intuición tome mi celular, grabe la salida de mi esposa y su amiga con los dos jóvenes y la subida al auto para luego verlos tomar camino. Yo los seguí y al llegar al final del seguimiento me di cuenta que estaban entrando a un motel, donde volví a grabar la entrada del auto hasta perderse dentro y para terminar grabe el aviso del motel. Sentí una reacción bastante extraña, algo de celos pero también una excitación al imaginar a mi esposa cogiendo con un muchacho más joven. Espere una media hora y finalmente decidí regresar a nuestro departamento. Ella llego a eso de la una de mañana, mostrándose muy normal, se acostó y dándome las buenas noches se quedo profundamente dormida.
A partir de ese día me convertí en un verdadero detective, aunque ella en nuestra relación intima no cambio para nada, averigüe la clave de su celular y empecé a revisar sus llamadas y mensajes y aunque la mayoría era con mujeres había una repetida en especial a un tal Alex, con pocas llamadas pero si muchos mensajes y como ella no tuvo la precaución de bórralos me di cuenta que el inicio de los mensajes fue el día de la despedida de soltera de su amiga.
Al día siguiente de esa fecha Alex le escribe… Nunca imagine disfrutar tanto con una mujer como tú, eres maravillosa, espero pronto volverte a ver. Y ella le responde… Llevo años casada y mi marido no se puede enterar de esta historia, sin embargo te digo que yo también disfrute muchísimo. Y días después él le escribe… Como deseo ser tu stripper privado, dime cuando y estaré dispuesto a hacer lo que me pidas y ella le responde… Acuérdate de mi condición de casada, ya te avisare.
Y en la semana siguiente que coincidió con la semana de descanso de estudios de mis hijas, como habían planeado un paseo de varios días, se me ocurrió decirle a mi esposa que por mi trabajo tenía que viajar de un día para otro y despues de haberle contado de mi viaje estuve pendiente de los mensajes de su celular y por supuesto apareció el mensaje para Alex que decía… Mis hijas se van de paseo durante esta semana y mi esposo viaja de jueves a viernes, estaré sola el jueves en la noche y él le responde… Qué maravilla, ya estaba loco por volverte a ver y ser tu stripper privado estaré contigo el jueves y ella le responde… Ya sabes donde vivo te espero a las ocho de la noche.
Y comencé a pensar que debía hacer para ver lo que sucediera entre mi esposa y Alex. Así que organice mi maleta para salir el jueves de casa de forma muy normal y al despedirme le dije a mi esposa nos vemos mañana.
Me fui a la oficina y trabaje todo el día buscando estar muy ocupado pero a las siete de la noche empecé a sentir nerviosos respecto a lo que me podría encontrar al regresar a casa esa noche. A las ocho salí de la oficina y a las ocho y media estaba en casa, entre por la puerta de servicio tomando todas las precauciones del caso y me escondí en el cuarto de servicio. Desde allí comencé a escuchar conversaciones entrecortadas, ruido de copas y una música suave. Me acerque al vidrio de la puerta de la cocina desde donde se ve la sala y allí estaba mi esposa y Alex sentados como dos novios conversando y bebiendo mi vino.
Parecía que no tenían afán, sabían que tenían todo el tiempo para ellos y pronto vinieron las primeras caricias de parte de Alex con besos en las mejillas, en el cuello mientras que sus manos no se podían quedar quietas paseándose por los senos de mi esposa, que son su talón de Aquiles. Ella lucia una sensual falda a media pierna y hasta allí llegaban las manos de Alex acariciando las hermosas piernas de mi esposa. Ella le permitía todo sin restricción pero llego el momento que le reclamo el espectáculo que le había prometido a través de los mensajes, y le dijo… Quiero ver a mi stripper privado, solo para mí.
Y el enseguida se levanto cambio la música y empezó el show. Lentamente y sin prisa él se le acercaba y alejaba rozando las partes más sensuales de su cuerpo contra el de mi esposa y poco a poco el ambiente se fue calentando, y mientras mi esposa disfrutaba del espectáculo no paraba de beber uno y otro sorbo de vino y antes que Alex llegara a la mitad de su show ya ella se estaba sirviendo una nueva copa. Al terminar el espectáculo no había ocurrido mas nada que la mutua excitación y mi esposa ya con más de una copa encima de seguro deseosa de ser poseída por ese joven atractivo que la estaba seduciendo. Para ese momento, Alex solo tenía su bóxer y debajo se le notaba un bulto prominente. Alex invito a mi esposa a bailar y con suavidad de artista la fue despojando de su blusa, apareciendo un hermoso corpiño de encaje negro, luego su falda cayó al suelo quedando en ropa interior y medias de liguero que la hacían ver muy sensual.
Alex tenía esa mirada morbosa y sonrisa sensual con la que conseguia la atención de mi esposa. Y pronto empezó a besarla en el cuello, las mejillas y finalmente la boca. Entretanto las manos de Alex no paraban de acariciar los senos y el sexo de mi esposa, yo estaba en shock, pero pronto me olvidé del mundo y me involucre para disfrutar de tan maravilloso espectáculo. Ella estaba encendida como una llama y sin pensarlo ni un segundo dejo que él la despojara de su hermosa ropa interior para luego sentarla, recostarla contra el espaldar del sofá y separándole las piernas comenzó a prodigarle sexo oral y empecé a escuchar el sonido de su respiración con leves sonidos de ah, ah, ah y en la medida que Alex aceleraba su masaje con la lengua los gemidos de mi esposa aumentaban el volumen y adicionaba cierto quejido de placer con un ahhhhh, ahhhhh, ahhhhh, mas prologado. Durante este tiempo vi a mi esposa con los ojos cerrados disfrutar de su primer orgasmo. Alex siendo todo un profesional continuo esmerándose por mantenerla excitada y cuando retiro su cabeza de en medio de las piernas de ella, se inclino para besarla en la boca con mucha pasión.
Pero faltaba aun mas, Cuando él se quito su bóxer, apareció una verga de al menos unos veinte centímetros y bastante gruesa y espere ver como la iba a introducir en la vagina de mi esposa. Y comenzó el proceso… Alex lubrico su verga en los flujos de mi esposa y a continuación la dejo en el lugar de entrada y lentamente la fue empujando y ésta se fue perdiendo dentro del sexo de ella y miraba su cara para detallar que gestos hacia, pero permaneció con los ojos cerrados y solo se lamia los labios y los apretaba en la medida que era penetrada hasta que el joven toco fondo y ella puso sus manos en el vientre de él para detener la penetración.
Se quedaron pegados e inmóviles besándose con mucha pasión, pero pasado el proceso de adaptación Alex empezó a meter y sacar su verga y mi esposa no dejo de gemir en los minutos siguientes y a cada entrada y salida trataba de retorcerse y además levantaba su pelvis logrando que toda la verga de Alex se perdiera dentro de ella. Sus gemidos aumentaron más y más hasta que vino el estallido del orgasmo quedando jadeante e inmóvil, después de ese momento se abandono dejando que Alex la follara a su gusto hasta que èl exploto dentro de ella. Pasados unos minutos cuando se despegaron empezó a fluir de su vagina el semen que Alex le había dejado dentro minutos antes. Para recuperarse Alex le alcanzo la copa de licor, tomo la otra para él y bebieron hasta el final su contenido en medio de risas de cómplices.
Pasaron los minutos de recuperación, pero vi que allí no iba a terminar todo, Alex le reclamo la promesa que ella le había hecho la vez anterior y la respuesta de mi esposa fue que la dejara descansar un poco y cumpliría su palabra. Y cuál era la promesa? Tuve que esperar hasta que llego el momento.
La promesa consistía en que ella se dejaría follar por el culo y él le pidió que trajera una crema o aceite y ella obedeció enseguida. Cuando ella se puso en posición de perrito, el comenzó a esparcir el aceite y a meter uno y luego dos dedos mientras ella empezaba a jadear, me pareció que disfrutaba este nuevo modo de disfrutar del sexo. Al final Alex lubrico su verga y se acomodo en posición para penetrar ese hermoso culito rosado que yo nunca antes había disfrutado. Él con mucha suavidad fue metiendo y sacando centímetro a centímetro su verga y ella gemía con cada embestida, y yo no sabía si era de dolor o de placer hasta que él le pregunto… Como vas? Y ella le dijo, bien, sigue, sigue, que me está gustando ya me iré acostumbrando, es mi primera vez y él le dijo… o sea que estoy desvirgando tu culito y ella le respondió riendo… Si, si, eres el primero y deseo disfrutarlo.
Y pensé para mí, lo veo difícil que consiga penetrarla con semejante verga sin romperla, pero el estado de excitación de ella era tan grande que en lugar de protestar abrió al máximo sus piernas para facilitarle la entrada. Tras unos pocos segundos empujando, Alex decidió dar la estocada final y meter todos los centímetros de los que disponía dentro del estrecho culito de mi esposa.
Y con la mano, empezó a masturbarla por delante. La expresión de placer de su cara era indescriptible, un placer muy especial debía estar experimentando. Por supuesto, la presión del culito de mi esposa en la verga de Alex era tanta que él no tardó mucho tiempo en descargar todo su semen dentro de ella, y ella en experimentar un nuevo orgasmo.
Cuando se separaron sin mediar palabra, él le dio un beso en la boca, y le agradeció que hubiera cumplido su promesa, ella quedo extasiada, dolorida en su culito al menos una semana, pero adúltera para toda la vida.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!