FOLLADAS ENTRE CONSUEGROS
Este relato tiene su origen en la celebración de los cinco años de casado de mi hijo y su esposa para lo cual invitaron al padre de ella, a mi esposa y a mí, a pasar unos días en una casa de campo grande y muy bonita, rodeada de jardines, la cual alquilo mi hijo alquilo por una semana.
Este relato tiene su origen en la celebración de los cinco años de casado de mi hijo y su esposa para lo cual invitaron al padre de ella, a mi esposa y a mí, a pasar unos días en una casa de campo grande y muy bonita, rodeada de jardines, la cual alquilo mi hijo alquilo por una semana, siendo él muy claro que si queríamos regresar antes no había problema.
Nos fuimos mi esposa Margarita y yo en nuestro auto, y en la camioneta de mi hijo Marcelo, su esposa Sylvia y Manuel el padre de Sylvia.
Cuando llegamos al sitio, nos encontramos con un lugar maravilloso, con piscina y personal de servicio, que desde el primer momento nos atendieron magníficamente, recibieron las maletas y mi nuera les indico donde íbamos a quedar alojados.
Luego pasamos a un salón con aire acondicionado donde nos ofrecieron unas bebidas, eran como las once de la mañana, así que salimos a conocer el lugar, jardines muy hermosos y como la casa está construida en la parte alta de la colina, la vista de sus alrededores es estupenda.
Desde esa tarde cuando nos sentamos a conversar los cinco en el salón, noté mucha empatía entre mi esposa y el padre de Sylvia que comenzaron con comentarios picantes y Sylvia la esposa de mi hijo los apoyaba. Esta situación se fue acrecentando en el transcurso de los días y me pareció que Sylvia apoyaba a su padre como deseando que él tuviera mayor acercamiento con mi esposa, por eso a cada comentario de doble sentido ella le hacía eco. Y fue mayor en un momento cuando aprovechando que yo no estaba muy distante, que la escuche comentar algo sobre un tema sexual entre ellos, de lo cual mi esposa y su padre se rieron, para ese momento mi hijo Marcelo se había ido al pueblo a comprar el licor para esos días.
Al día siguiente, nos dispusimos a disfrutar de la piscina y cuando mi esposa salió con su vestido de baño, el padre de Sylvia que estaba recostado en una silla le dijo… Margarita tienes un cuerpo de quinceañera, ella sonriendo le respondió… Muchas gracias, pero debes ir al oculista porque te está fallando la vista, y soltó una carcajada jajajaja.
Durante todo el día el cruce de comentarios llenos de picardía erótica entre ellos dos y apoyados por Sylvia fue evidente. Además, mientras mi esposa estuvo fuera de la piscina Manuel no dejo de observarla de arriba abajo y de hacerle gestos que ella le respondía con sonrisas.
A la mañana siguiente mi hijo dijo que iba al pueblo y en principio todos lo íbamos a acompañar, pero a último momento Manuel se excusó diciendo que iba a quedarse viendo un programa de televisión y mi esposa dijo que no estaba lista y no quería hacernos demorar.
Así que nos subimos al auto y estábamos saliendo de la casa de campo cuando me di cuenta que se me habían quedado los documentos y el dinero, entonces mi hijo dijo no hay problema y regresó. Yo me bajé del auto entre a la casa y me dirigí a la habitación donde nos hospedábamos, pero ahora no estaba mi esposa como cuando sali, y escuché una conversación en la habitación de Manuel precisamente con mi esposa, sorprendiéndome ¿porque ella estaba allí?
Me quedé unos minutos prestando atención y escuché a Manuel halagando a mi esposa diciéndole que yo era muy afortunado de tenerla a ella todo el tiempo. Y ella le respondió… pero él no sabe aprovechar lo que tiene.
Manuel le dijo… No lo puedo creer, si estuvieras conmigo no te dejaría en paz ni un minuto y soltó una carcajada.
Mi esposa le dijo… ¿Verdad Manuel? ¿Y que me harías?
Te follaría diez veces al día. Jajajajaja
Ella le respondió… ¿no creo que aguantes tanto?
Y Manuel le replicó… Si quieres te puedo hacer una demostración mientas regresa tu esposo.
Y comencé escuchar… uhmmm, que cuerpo más hermoso, ayer en la piscina me tenías con una erección que tuve que retirarme a mi habitación cuando nadie me estaba observando.
Es que mira estos senos tan hermosos y estas nalgas preciosa, y yo afuera, imaginaba que él le estaría acariciando el cuerpo a mi esposa y ella en silencio se lo permitía.
Decidí salir, me subí al auto y mi hijo tomo camino al pueblo y cuando me senté me di cuenta que tenía una tremenda erección, pensando que Manuel estaría próximo a follarse a mi esposa.
Alguna vez tuve la fantasía de ver follar a mi esposa con otro hombre y ahora estaba próximo a que se hiciera realidad, y deseaba verlo en directo.
No sé porque estaba sucediendo esto, quizás nunca antes se cruzó por nuestro camino el hombre que excitara a mi esposa y que a la vez se lo propusiera abiertamente, como lo acababa de escuchar.
Fuimos al pueblo, hicimos a lo que habíamos ido, yo le sugerí a mi hijo comprar dos botellas de whisky y tres botellas de vino de las que se le gustan a mi esposa.
Cuando regresamos, todo en la casa parecía estar normal, pero estaba seguro que Manuel se había follado a mi esposa.
Después de las cuatro de la tarde almorzamos un delicioso asado que acompañamos con licor y entrada la noche estando alrededor de la piscina, los hombres bebimos whisky y mi nuera y mi esposa vino.
Hacia las once de la noche mi hijo y su esposa se fueron a dormir y quedamos mi esposa, Manuel y yo, bebiendo y conversando por momentos temas eróticos que a los tres nos divertían. En ese tiempo las miradas por algún comentario de sexo entre mi esposa y Manuel, los denunciaba de lo que posiblemente había sucedido entre ellos en esa mañana.
Yo hacía como si nada, pero si comentaba algo, lo hacía como si me refería a hechos hipotéticos que nunca había sucedió con mi esposa. Ejemplo el caso de un trio con otro hombre o mujer que hubiera sucedido en nuestro matrimonio.
En medio de mis copas yo reconocía que mi esposa tenía buen gusto al aceptar estar con Manuel, el hombre en realidad es bastante apuesto, tiene elegancia y de seguro en el sexo tendrá experiencia, porque alguna vez escuche un comentario de que la razón de su separación fueron sus infidelidades pasajeras. Pero eso para su hija no era problema, y demostraba mucha admiración por su padre y para ella era lo máximo. Quizás por eso lo apoyaba a que de pronto tuviera una aventura con mi esposa.
Cuando llegó la noche, yo ya había bebido demasiado, tenía algo de sueño, mientras que mi esposa continuaba muy contenta y se divertía con los comentarios jocosos y con cierta picardía de Manuel, que por cierto tengo que reconocer lo hace muy simpático. Pero la realidad es que mi cuerpo no me daba más y decidí ir a descansar, no creí necesario seguir cuidando a mi esposa si ya había follado en la mañana. me despedí de Manuel y le dije a mi esposa… te espero en la habitación.
Me acosté y estuve imaginando que podría pasar entre ellos, cuando percibí que apagaron luces y entraron a la casa espere que mi esposa subiera a nuestra habitación, yo cerré los ojos, sentí sus pasos acercándose hacia mí, se detuvo de seguro a observarme, apago la luz de la lampara y salió. Pensé que iba al baño, pero pasaron varios minutos y no regresaba. Me levanté y al salir de la habitación vi que la puerta del baño estaba abierta y la luz apagada, donde si había luz encendida era en la habitación de Manuel y la puerta se encontraba entreabierta.
Ante mis sospechas decidí acercarme y observar hacia el interior de la habitación de Manuel a través de la rendija que permitía ver hacia adentro al no estar cerrada totalmente.
Lo primero que vi fue a mi esposa y a Manuel parados en la mitad de la habitación abrazados y concentrados en un beso erótico que me dejo paralizado. Es cierto que alguna vez tuve la fantasía de ver a mi esposa con otro hombre, pero entre imaginar y ver la realidad, el impacto es tremendo.
Tarde un par de minutos en recuperarme, pero cuando lo logré, no los perdí de vista ni un segundo, a continuación, extrañamente comencé a sentir una creciente erección. Y mi cuestionamiento fue ¿ cómo era posible que me generara excitación ver a otro hombre a punto de follarse a mi esposa.
Lo que siguió fue el proceso de despojarse cada uno de su ropa y cuando estuvieron en almendra, Manuel se separó de mi esposa y observándola de arriba abajo como un escáner le dijo… ayer te vi en vestido de baño y me pareciste maravillosa pero ahora al verte totalmente desnuda me quedo sin palabras, eres preciosa, si yo fuera tu esposo no te dejaría sola ni un minuto.
Es cierto que ella es hermosa y tiene un cuerpo armonioso, pero lo que Manuel hacía era para motivar su vanidad y después follársela.
Después de estar los dos desnudos él la invito a acostarse y comenzar a disfrutar un sesenta y nueve. Empezaron tímidamente a explorar sus sexos, pero luego se tomaron confianza y mientras mi esposa metía la verga de Manuel todo lo que podía en su boca, hasta tocar su garganta, creo, por los sonidos que producía, retirándose enseguida para tomar aire y volver nuevamente a mamársela con mucha efusividad y él por su parte se deleitaba deslizando su lengua a todo lo largo de la concha de mi esposa y por momentos se detenía en su clítoris, arrancándole unos tremendos gemidos de placer.
Él le preguntó… ¿te gusta zorrita? Me sorprendió que ella no reaccionara ante esta palabra, todo lo contrario, continuó y solo interrumpió su mamada para responderle…Siiii, que rico lo haces, sigue, sigue.
Pasaron al menos quince minutos en los que solo escuchaba el chasquido de sus bocas contra sus sexos y respiraciones que ascendían en velocidad y volumen. Afortunadamente, la habitación de mi hijo y su esposa esta distante y en el primer piso.
A continuación, ella le pidió que la dejara subir sobre él y cambiaron de posición y allí como una jinete, tomo la verga de Manuel, la ubicó a la entrada de su concha, rápidamente se perdió dentro de ella y lo que vino a continuación fue una cabalgata fenomenal en la que ella misma se prodigó un tremendo orgasmo y cuando lo alcanzo se dejó caer sobre el pecho de Manuel.
A continuación, cambiaron a la posesión de misionero y Manuel la penetro y comenzó a follarla con mucha energía y le decía… ¿Perrita te gusta? ¿Y desde cuando me deseas?
Ella le respondió… Desde que inició este paseo, no sé qué me ha pasado, pero desde que iniciamos este paseo he deseado tenerte dentro de mí. Nunca le fui infiel a mi esposo, pero no sé qué tienes que me atraes tanto.
Y luego de este cruce de frases, Manuel comenzó a follarla con prisa y sin pausa, le clavaba una y otra vez su verga y ella soltaba un continuo…aghhh, aghhh, aghhh, aghhh, aghhh, aghhh, uhmmm que rico, fòllame con fuerza, me gusta tu verga es mas gruesa que la de mi esposo y al sentir la entrada de cada centímetro dentro de mi concha me excita terriblemente y seguía Manual metiendo y sacando su verga de la concha de mi esposa y las respiraciones de los dos se fueron acelerando más y más hasta escuchar el gemido característico de mi esposa anunciado la llegada de su orgasmo, A continuación Manuel resoplando corriéndose dentro de la concha de mi esposa.
Al considerar que habían terminado, me fui a la habitación a esperar a Margarita. Ella fue al baño, sentí que tomo una ducha y luego la vi entrar desnuda a la habitación. Cuando fue a buscar su pijama le dije… acuéstate así desnuda. Ella me respondió… ¡Acaso no estabas dormido? Le dije… si estaba dormido pero al escucharte follar con Manuel me desperté y tengo una erección que necesito me ayudes a calmar.
Ella se acomodo a mi lado, yo me desnude del pantalón de pijama que tenía puesto y en posición de misionero comencé a follarla como si fuera mi primera vez, tenia tanta excitación acumulada por lo que acababa de ver que no tarde mas de cinco minutos en correrme dentro de Margarita.
No me preocupe por su orgasmo, a fin de cuentas, al menos en el día debió haber disfrutado dos.
Al recuperarme, comencé a hablarle, quería que ella supiera que yo estaba enterado de lo que había sucedido en la mañana entre ellos y ahora minutos antes, y si quería seguir disfrutando de la verga de Manuel no me iba a oponer, solo con la condición que cuando lo hiciera dejara entreabierta la puerta, para yo verla follar.
Ella sorprendida no hizo ningún comentario, solo acepto lo que le acababa de decir. Lo otro fue que no le contara a Manuel que yo estaba enterado, quería ser un cornudo anónimo y disfrutar viéndola follar con él.
En los dos días siguientes, cuando todos nos habíamos acostado, Margarita se levantaba muy tranquilamente y desnuda se pasaba a la habitación de Manuel, y unos minutos después yo me acercaba a verlos follar como locos y luego recibir mi premio de follarla ella.
Después de esos días nuestra relación es más abierta, ella ha invitado a Manuel dos veces a nuestro departamento y aprovechando las cámaras de seguridad internas pude grabar los dos encuentros que usaremos mas adelante para motivar nuestra sexualidad.
Hasta ahora Margarita no me a contado de ningún otro deseo que tenga por realizar.
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