Fui la perrita de un prestamista.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Resulta que mi familia, mi esposo dos hijos en ese momento de tres y cinco años, nos mudamos de ciudad y escogimos una casa de verdad de ensueño, grande, pero por ser una ciudad importante, pues el costo era altisimo, habíamos vendidos nuestras pocas propiedades y apenas alcanzamos a pagar menos de la mitad de su valor, asi que un "amigo" de mi esposo que llamaré David, nos prestó el dinero, dejando en garantía la misma casa.
En ese momento mi esposo tenía un buen trabajo y nos lanzamos a comprarla.
Pues David llega a cobrar mensualmente y se quedaba a cenar esa noche, tomabamos algunos whiskys, en mi caso vino.
Y nos ponía al día de los bienes raíces.
En una ocasión, una de esas noches, yo estaba preparando una botanas, David y mi esposo estaban en la sala.
En eso vi entrar a David a la cocina, pensé que buscando el baño estaba, pero se acercó a mi, se puso detras y se pegó contra mi espalda, me dijo al oído que yo le gustaba mucho y que podía sacrificar uno de los abonos por tenerme en la cama.
A mi me pareció repulsivo y le dije educadamente que amaba a mi esposo y que regresara a la sala, y que iba a olvidar lo que me había dicho, el regresó a la sala.
En mi caso, soy morena clara, de ojos café claro y antes de casarme fui modelo de anuncios publicitarios, debo decir que mi figura era muy delgada con una cinturita y luego unas caderas curvadas muy atractivas, mis senos son grandes y me gusta lucirlos con blusas escotadas.
Luego de tener mis dos hijos, pues las caderas se me ensancharon y mi trasero fue más grande, pero mantuve mi cintura angosta después de mucho ejercicio.
Estaba acostumbrada a que en la calle los hombres me piropearan.
En el caso de David, es un tipo alto, debe medir 1.85 mt al menos, no es un tipo feo, al contrario es bien parecido, de unos 42 años y algunos decían en el barrio que su fortuna se debia al narcotrafico.
Me confieso que he sido una mujer cachonda, a los 18 años me invitaron a modelar y estuve en varios eventos, alli conocí mucha gente, hombres muy apuestos y con más de uno terminé en la cama.
Sin contar que me acosté con algún representante para obtener algún beneficio, fue locura de juventud muy cachonda.
Mas tarde mi esposo entró en mi vida, y nos casamos y cambió mi vida.
Hasta ese momento.
Todo empezó cuando mi esposo que era gerente de una empresa financiera fue denunciado por apropiación ilícita de fondos, e injustamente fue detenido, la culpa era de otros empleados tramposos.
Pues cierto día, mi esposo me llamó por teléfono muy nervioso, me dijo que lo estaban deteniendo, la policía, y que llamara a un amigo que es abogado, se le culpaba de un desfalco.
Lo cierto es que quedó detenido desde esa noche.
Y los días pasaron y llegó la hora de que por los gastos de abogados y otras cosas que se pagan en los lugares de detención, que no tuve para pagar el préstamo con David, sin embargo, el dijo que esperaría al otro mes y que podía pagarle juntos ambos meses.
Lo cierto es que para el siguiente mes, mi esposo aún estaba detenido y los gastos legales habían aumentado.
Fue entonces cuando David me hizo su proposición.
Me dijo que desde hace mucho tiempo me había deseado y que podíamos pasarla bien y que yo necesitaba relajarme y el incluso ofrecio su ayuda con amistades con influencia en el organo legal.
Me fue convenciendo su argumento.
Hasta que accedí, pues ya casi estabamos sobre el tercer mes y se había juntado lo de tres pagos.
Ese día lo invité a cenar, los niños los envie a dormir temprano.
Me puse algo cómodo y sexy, vestido cortito de una sola pieza, con amplio escote.
El llegó, cenamos tomamos whisky y vino, como lo hicimos tantas veces con mi esposo, solo que esta vez él no estaría.
Casi terminando de cenar, estando en la mesa, David se levantó y se pudo atras de mi silla, me acarició la cabeza, mi cabello y mis hombros, ahora lo veía más alto y fuerte, sentí miedo.
Sus habiles manos empezaron a bajar por mis hombro, cuando sentí sus manos acariciaban mis senos ya dentro del vestido, yo no tenía sostén, sus grandes manos y sus denos jugaban con mis grandes senos, me decía que eran hermosos y que siempre soñó con tomarmelos.
Sus caricias no eran repulsivas, sino como un masaje suave, mis pezones se erectaron como respuesta a esas caricias.
Me levantó y me llevó a un cómodo sofá que tenemos en la sala, alli me bajó la blusa y comenzó a mamar mis tetas, sus labios hacían un buen trabajo, claro que yo ponía cara como que me sentía incomoda, pero la verdad me estaba mojando.
Sus labios tomaban un seno y chupaba mi pezón luego buscaba el otro y repetía el tratamiento.
Una de sus manos al mismo tiempo estaba entre mis muslos y cuando sentí la tenía entre mis braguitas, sus dedos jugaban con mis labios vaginales y levantando su rostro me dijo que yo "estaba mojadita".
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Me fue acostando lentamente en el sofá, me sacó mi braguita y me abrió las piernas, sentí su boca chupando mis muslos y yo por inercia comencé a dar pequeños gemidos de placer, su lengua pasaba por mi piel que se erizaba mientras él buscaba mi cuquita, sus dedos llegaron antes que su boca, abrieron mis labios y le dieron espacio a su lengua que tocó mis partes más íntimas, di un brinco en el sofá, pero su humeda y caliente lengua recorrio el controno de mi vagina y paso varias veces por mi clitoris, me hizo vibrar alli acostada, le pedí por inercia que se detuviera, pero eso era una invitación a que me repitiera lo que me hacía, quise retirarle la cabeza que tenía entre mis muslos, pero el estaba decidido a llevarme al climax, siguió lamiendome la cuquita y el clitoris, no pude más y le regale mi primera tanda de juguitos vaginales, que el devoró con la boca y lengua.
Me dejó agotada y todavía faltaba más.
Ahora el se acostó, pero primer se bajó los pantalones quedándose en calzones, se notaba el enorme bulto erecto, a pesar de su ropa interior, aún asi se trataba de parar verticalmente.
Debia ser mucho más grande que el de mi marido.
Me metí entre sus piernas, siempre me puse seria.
Saqué su pene y era descomunal, solo en revistas porno había visto semejanto pedazo de carne, duro, venoso.
No soy dada a comparar y menos una verga, pero era casi el doble que la de mi marido y en grueso, dios santo! que barbaridad, tuve miendo que me ocasionara algun daño en mi rajita.
Comencé a lamerlo por fuera, lo chupaba como si fuera una paleta, luego me metí su glande en la boca y lo tragué para mamarlo, si era enorme, el movió su cintura para follarme la boca, su glande entraba y salía de mi garganta, apenas lo podía tener dentro, talvez la mitad de su verga.
David estaba muy excitado.
Me dijo que me subiera encima y le cabalgara la verga.
Me fui subiendo y tomando su verga la lleve hasta mi cuquita y afortunadamente yo estaba bien mojadita, pues a pesar de eso, su verga entró con mucha dificultad.
Poco a poco se me fue metiendo, yo sentía que ensanchaba al máximo mi vagina, todo eso acompañado de una tremenda excitación, gemí y grité cuando sentí que me entraba toda, estaba totalmente empalada por esa verga.
Luego comencé a moverme lentamente sobre su vergota, yo daba tremendos gemidos y luego el me tomó de las caderas y aceleró mi ritmo y entramos a una tremenda cogida, yo gritaa y el me decía -verdad que te gusta mi putita-, -te gusta coger, como toda mujer le gusta la verga!!-,; todo eso me excitaba más y en cinco minutos yo estaba embargada por otro orgasmo, yo misma sentí como me bajaban juguitos de la vagina.
Me desplomé encima de él, Luego el me tiró a su lado, me dejó boca abajo y luego se subió encima de mi y poniendo su verga entre mis nalgas, buscó mi rajita y me volvió a penetrar, ahora con fuerza, me hundió su verga en mi vagina muy profundo, tan profundo que debió llegar hasta donde nadie ha llegado dentro de mi.
Me folló con furia, el sofa parecía desplomarse y crujía como si bailaran encima de él.
David me tomaba de los hombros para asirse y matenerla muy profunda dentro de mi.
No pude controlarme y de nuevo tuve un fuerte orgasmo, sentí los dientes de David en mi hombro, al tiempo que sentí su semen caliente entrando en mi vagina, le grité que no acabara dentro de mi pero fue muy tarde, toda su leche quedó en mi vagina.
Lo que sucede es que yo no uso controles químicos solo el natural, pero tuve suerte que nada pasó esa noche.
David se quitó de encima de mi y se comenzó a vestir luego de descansar unos minutos.
Yo me quedé acostada un rato.
David me dijo que había sido un "polvo" genial.
Me dijo que de ese modo, podía ir abonando en la cuenta.
-Me comunicaré contigo-, me dijo y vistiendose se marchó de mi casa.
Yo me quedé un rato en el sofá, aun sentía como el semen de David salía de mi cuquita y goteaba.
A los dos días, David me puso en el What sapp que la deuda eran $1000 mensuales y me abonaría $250 por cada vez que se acostara conmigo, asi que para pagar un mes, me debería dejar coger por él cuatro veces al mes.
CONTINUARA
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