Hijos… de su madre – II
Dice un antiguo dicho castellano, que madre solo hay una, pero padre, todos los que tu madre quiera..
– Pues entonces trabaja de puta para mí y mi organización. Y además tendrás un aliciente añadido, podrás quedarte preñada de quién elijas. Con tantos clientes podrás elegir padre y nunca lo sabrán, nunca reclamarán a un hijo tuyo y solo tuyo. Sé que hablas fluidamente el inglés y bastante bien el alemán. Tenemos mucho turista rico y pervertido, y el precio de las putas viciosas allí es fuerte, así que no les importa pagar todo lo que les pidas mientras aceptes sus perversiones.
*****
Hacía ya algo más de tres años que oí de la boca de mi Amo-Señor-Pervertidor, esa frase que os he puesto antes. Gregorio (Goyo) en pocas semanas se había convertido en mi puto AMO. Él decía que me había comprado para ser su puta especial y debo deciros que eso era mentira. No me había comprado, porque nada me pagó para ser su esclava sexual, pero yo sí me había entregado a todos sus deseos, a todos los clientes que él y solo él me proponía, y a toda clase de perversiones sin limitaciones:
Gang-bangs y orgías sin limitación de personas (hasta 11 hombres una noche para follarme a mí sola), entregada a zoofilia, scat, lluvia dorada, penetraciones múltiples en vagina o el ano, bdsm… Y por supuesto, también mujeres y travestis. Con todas esas divinas perversiones en mis manos ¿no os habríais vendido a esa vida aunque él no os pagara ni un euro? Pues eso hice yo. Me vendí a él y pagaban mis clientes.
La noche que me entregué a Goyo (ver el relato anterior), ya preparó para el día siguiente mi primer trabajo como puta suya: Follar con un matrimonio cincuentón y extraordinariamente vicioso, lo que no me dijo, es que además tendría que hacerlo con sus dos enormes perros. Y disfruté tanto mamando sus rugosas y enormes pollas y dejándome follar por ellos, que ya nunca dudé de ser, no solo una puta, sino una perra muy puta. Y no solo entré en el mundo del sexo, sino del alcohol y de varias drogas, aunque estas las intentaba limitar, pero ya no dejé de consumirlas.
Pero Goyo, tal y como me veía cada día más depravada y al mismo tiempo feliz de serlo, me iba imponiendo nuevas normas de conducta sin importarle que yo estuviese casada… y tampoco a mí me importaba nada. Algo más de los dos años de nacer mi hija Alexia, y que como sabéis NO es hija de mi esposo, Goyo me impuso dejar de tomar anticonceptivos, y naturalmente, pocas semanas después me quedé nuevamente preñada de cualquiera de mis múltiples clientes.
Nada me importaba ya mi vida matrimonial. Pasaba más noches con Goyo o mis clientes que con mi esposo, aunque a mi esposo, y para sustituirme, le enseñé a jugar con nuestra hija que casi antes aprendió a jugar con su polla y masturbarle, que a andar. Alexia demostraba a sus tres años, lo muy puta que iba a ser pronto, muy pronto. Y su padre, mientras disfrutaba de ella, me dejaba estar en las nubes del placer de meretriz…
Y aunque no os lo creáis, Goyo se fue impactando de mí. No era amor, pero si era un deseo de convertirse en algo importante para mi vida. Amante, dueño, proxeneta, o todo en una sola persona. Él era tan vicioso o más que yo, dos veces divorciado, con un hijo de 8 años y una hija de 5 años. Y tal y como me veía aceptar las indecentes proposiciones sexuales o nada-sexuales que me proponían, más me incitaba él a que yo las hiciese y me inventase «cosas» nuevas. Y por eso me quiso preñar, y por eso acepté su apuesta de quedarme preñada de mis clientes, sin importarme nada más, pero…
La semana 30 de mi embarazo y después de una de las locas noches de folladas entre los dos, me dijo:
– Prepárate Trini, que el próximo viernes por la tarde vas a entrar en una clínica para abortar tu bebé. No tienes que saber nada más. Una vez en la clínica todo arreglado, llamaremos a tu marido y a vuestros familiares, para decirles que has tenido un grave problema y has perdido tu hijo. Inesperado pero natural. Saldrás de la clínica el domingo o el lunes, sin barriga, y en pocos días te meteré en un gimnasio para recuperar tu figura, hacer artes marciales y culturismo. En dos o tres años serás algo espectacular. Al mismo tiempo, te iré tatuando y poniendo piercings para decorar algo más tu monótono cuerpo. Perderás el bebé y ganarás una nueva vida de placeres perversos.
Yo me quedé alucinada, miré mi barrigón, lo acaricié con la mano y le dije:
– Sabes Goyo que me he entregado a ti sin condiciones. Que me he hecho una puta muy pervertida, lo que además de un enorme placer me permite ganar una gran cantidad de dinero, pero ¿un aborto con 30 semanas? ¿una muerte accidental? ¿De veras lo creerán?
– ¡Óyeme puta -me gritó por primera vez- Harás lo que te diga! Tú entrarás con barriga, irás al quirófano, te dormirán completamente y saldrás de la clínica sin barriga. Lo que pase en el quirófano y en la clínica, se quedará en el quirófano y la clínica. Y no te preocupes, que vas a tener tus preciosas tetas llenas de leche mucho tiempo, de eso también nos encargaremos nosotros. Yo mismo mamaré de esas tetas y otros muchos, pero todos esos otros lo harán pagando durante muchos meses.
Y así pasó. Salí de la clínica sin barriga y sin saber si había sido madre o había abortado, y aún no lo sé, nadie me ha dicho la verdad de lo que pasó. No tuve ningún temor, ningún drama, mi madre lo comprendió enseguida y sonrió, mi suegra estuvo llorando hasta después de la siguiente cuaresma, y mi marido siguió jugando con nuestra hija que ya lo masturbaba divinamente y se tragaba todo su semen.
Pero dos sábados después me contrataron para un matrimonio de clientes y les acompañé para sus juegos sexuales. Las dos mujeres hacíamos dogging en el parking de un centro comercial, totalmente desnudas y sin antifaz, mientras su maduro marido nos grababa (y otras muchas personas). Lo mejor de todo es que cuando ya llevábamos más de una hora follando, masturbando y mamando pollas, se nos acercó cansinamente un perro pastor alemán ya adulto, que no entraba en los planes ni en el precio, y sin pensarlo dos veces, para añadir morbo de nuestras locuras, me fui a por él.
Le agarré entre aplausos, y mientras mi mano izquierda rodeaba su cuerpo, mis labios besaban sin pudor alguno su boca, y poco después yo apretaba mis tetas para que saliese leche y se las ofrecí. Y el perro no se lo pensó dos veces y clavando su boca y sus dientes en mis tetas saboreó de ellas todo lo que quiso. La gente aplaudía y vitoreaban. También salían gritos de ¡puta, llamad a la policia, menuda tía más bestia…!, en fin, ya sabéis, los cariñosos apelativos de los mirones de siempre… que nos ponían a parir por lo que hacíamos, pero no se iban, ellos se quedaban mirándonos.
Y al ir a acariciar su polla, me di cuenta que ya estaba empalmado. Se la acaricié, me apoyé sobre el capó de un deportivo y allí mismo, medio tumbada, delante de todos, me abrí con mis manos mi coño y se lo ofrecí al perro, que lamió tan bien y rápidamente ese sagrado agujero, que me corrí entre espasmos de felicidad. Cerré unos instantes mis ojos y antes de darme cuenta, el perro se lanzó sobre mí y me penetró en un par de intentos.
Me dejé resbalar un poco y aprovechándome de los giros de las pollas de los perros, doble mi pierna derecha que pasé por encima y me ofrecí al perro y a todos los demás a cuatro patas. Apoyada sobre el bajo capó con mis manos y codos, y con el perro sobre mí, que presionó y se clavó completamente con su polla y su bola.
Susana, mi clienta como puta, de casi 40 años y como yo totalmente desnuda, me abrazó y se puso a besarme mientras su mano golpeaba sus glúteos pidiendo que se la follasen como antes. Y animados por su marido, primero se acercó un hombre y la penetró, la folló y se derramó en su interior, y luego otro y otro… El perro se corrió dentro de mí, se desengancho y se fue tan cansinamente como vino, siendo sustituido inmediatamente por un hombre que penetró mi culo. Por lo visto, no deseaba penetrar en el mismo agujero que el perro y no se mezclaron los sémenes ¡sería por higiene!
En toda la tarde nadie uso condón con las dos mujeres. Cuando Adolfo vio que su mujer ya estaba superfollada y cansada, casi un par de horas después de haber empezado, nos metió, entre aplausos del respetable público, en su todo terreno y nos llevó a su casa mientras las dos nos masturbábamos frenéticamente y nos besábamos como locas.
Apenas llegamos a su casa, un enorme pisazo en un ático, subimos los tres (nosotras desnudas) en el ascensor desde el garaje y seguimos masturbándonos sin importarnos las cámaras de vigilancia, y al entrar en la casa me llevó a una habitación especial con una enorme cama redonda en el centro y antes de darme cuenta, Susana se había colocado un arnés de polla muy gruesa. Me abrí de piernas y ella se tumbó encima mío clavándomela hasta el fondo de mi matriz y dilatándome los músculos vaginales una barbaridad. Pero esa tarde yo había follado mucho, me había corrido muchas veces y estaba llena de semen del perro, de los hombres y de mis propios fluidos. Que la polla era gruesa, pues mejor, más sensaciones para mi clítoris.
Poco después vi a Adolfo desnudo a nuestro lado y a pesar de que tendría al menos 20 años más que su mujer, físicamente estaba muy bien y muy bien armado. Los dos me penetraron varias veces turnándose, por los dos agujeros, aunque también le hice una muy buena mamada a la polla de Adolfo. Y casi dos horas después de haber entrado en esa habitación, vi como una nueva persona subía desnuda en la cama pero ¡era un crío! Me llevé un susto extraordinario, di un salto de narices y me quedé mirando la escena mientras ellos tres se reían de mí.
Mientras yo les miraba, Susana, sin dejar de reírse me dijo:
– Este es nuestro hijo Fonsi, tiene 13 años, es perfectamente bisexual desde que nació, está perfectamente entrenado para follar todo lo que tenga polla o coño incluso animales y es puto. Lo mismo folla por placer que por dinero, y esta tarde tenía que follarse a una madre y su hija de 9 años ¿qué tal ha estado la cosa, cariño?
– No ha estado mal mamá. La peque todavía es casi virgen, tiene miedo a quedarse preñada, pero ya verás como la preño también, y la que es puta de verdad es su madre que no veas lo gorda que está y lo viciosa que se ha hecho con 4 meses de mi embarazo.
– Trini, es que nuestro hijo Fonsi es el padre de ese hijo que va a tener su clienta de hoy. Ella deseaba quedarse preñada de un niño, le gustó Fonsi entre otros, y le ofreció una maravillosa cantidad de dinero, y nuestro hijo, en menos de dos meses de vivir con ella, la preñó y enseñó a su hija a tener sus primeras relaciones sexuales. Le va a dar un hermanito/a a Pili, la niña que se ha follado esta tarde por segunda vez. Y en cuanto pueda preñará a Pili. Ya ves, tendrá hijos de la madre y de la hija. Vamos a crear una descendencia incestuosa, ya lo irás viendo. ¡Lástima que Fonsi no tenga hermanas!
Fonsi sonrió orgulloso. Y en esos instantes, Susana nos dijo que por qué no nos duchábamos, cenábamos algo informalmente y luego seguíamos follando. Me dijo que tenía toda clase de bebidas, mucha coca, cristal y otras drogas delicatesen. Yo miré a su hijo cuando hablaba de todas esas drogas y le vi sonreír y con una polla muy dura y grande, impropia de su edad ¡bonita familia!
Y esa noche, follando y disfrutando plenamente con esos tres viciosos personajes, se me aclararon las ideas como no lo habían estado nunca. Susana fue puta desde los 15 años y tenía ahora muy difícil, pero no imposible, poder quedarse preñada nuevamente por haber abortado mal dos veces en cinco meses. Adolfo tenía 22 años más que ella, era un empresario muy bien situado y muy vicioso sexualmente y buscaba entre putas jóvenes, una esposa «sexualmente muy especial», encontró a Susana y por eso se había casado con ella. Estos pervertidos pervirtieron a su hijo, Fonsi hacía algo más de un año que follaba por dinero, y por su minoría de edad no le importaba follar y preñar a nadie. Esa noche nos lo follamos los tres y él a los tres.
Todos bebimos, fumamos y nos drogamos, y por supuesto, le prometí a Fonsi que mi hija Alexia sería totalmente suya… y casi le juré que me dejaría preñar por él y/o sus amigos putos ¿Qué debe sentir una mujer, como yo, 15 años superior, al ser preñada por un crío de 13-14 años y ver como ese crío se folla a su vez a mi hija, y puede también preñarla en el futuro? Y así con otros hijos, hijas, padres… ¡qué vida tan especial y llena de placer! ¡Qué puta iba a ser mi hijita del alma!
Lo verdaderamente importante es que esa noche, teniendo a Fonsi entre mis brazos, sintiendo sus adolescentes y apasionados besos en mi boca, su polla que me follaba una y otra vez todos mis agujeros y me daba mil placeres, su boca chupando con fuerza la leche de mis tetas… me quité el velo totalmente y descubrí un mundo de placeres sexuales ilimitados. Todo lo demás que había hecho hasta ese momento, era sexo pervertido, depravado, pero montar una familia donde todos follemos con todos y a su vez todos podamos tener hijos de la propia familia, incluso siendo niños, me ponía extraordinariamente caliente.
Cada día que pasaba, me notaba más pervertida, mucho más viciosa, mi cabeza era un caos de montajes sexuales depravados. No solo seguía trabajando de puta con Goyo que estaba sorprendido de lo depravada que me estaba convirtiendo, sino que empecé a entregarme a ese crío, a Fonsi, y a través de Fonsi y de las gestiones de su madre, Susana, me entregué a los principales amigos de Fonsi, todos prostitutos como él y entre los 13 y 15 años.
Maravillosamente dotados y extraordinariamente viciosos y pervertidos. Jamás nadie había bebido leche de mis tetas tan brutalmente como ellos. Sus bocas eran terribles bombas absorbentes de leche, los pezones me los destrozaban, sus dientes se marcaban en mis tetas, y un dolor intenso me invadía como loca. Pero mis orgasmos eran tan brutales como su absorción de leche materna ¡era imposible no entregarme a esos locos críos totalmente!
Y entre esos dolores y placeres, disfrutando con esos críos de millones de orgasmos y de todos sus vicios aprendidos desde su nacimiento, me juré entregarme totalmente a convertir a mi hijita y a los hijos e hijas que en el futuro pudiese tener yo, en las mayores putas y putos que pudiese fabricar y sin importarme la edad que tuviesen cuando empezasen a follar o cuando empezasen a quedarse preñadas. Lo importante era el máximo placer y yo las entregaría a ese placer total. Y totalmente al margen de mi cornudo esposo.
Un martes por la noche, tiempo después, me llamó Susana para proponerme un encuentro con varios críos solo para ella y para mí, con la condición que llevase a mi hija para que la conociese Fonsi y «jugase» un poco con ella, y lo acepté muy contenta. Ese domingo por la tarde, les llevé a mi hija, les entregué a mi hija con solo 39 meses. Pero durante unas horas, lo bien que mamaba sus pollas y tragaba su semen, asombró a Fonsi y sus amigos. Por supuesto no cabían bien en su boquita, pero sus manitas, su lengua y lo que cabía en su boca, complacía extraordinariamente a los hombrecitos.
Y sus pequeñas manos, cerrando sus puños, penetraron profundamente en los coños de las dos mujeres como un gran consolador, y su follada «a mano» nos llenó de orgasmos brutales mientras nos sonreía sin parar ¡solo era una niña jugando a un juego divertido que ya dominaba y que le daba placer! ¡y a nosotras también!
Mientras follaba mi hija con nosotras dos, Adolfo cogió su todo terreno y se fue a por los amigos de Fonsi, y un rato más tarde vino con 4 amigos, 1 de 13 años, 2 de 14 años, y 1 de 15 pero de casi 180 y con una polla de 19 cm ¡menudo pollón tenía el hijoputa! Y ese hijoputa, Carlos, se convirtió, nada más ver su polla, en el hombre deseado por mi hija. Joder que bien sabía elegir ¡y con 39 meses! Ver como se desnudaban era un placer celestial. Eran algo delgados, con buen culo y unas divinas pollas, pero antes de subir a la cama donde estábamos las tres mujercitas, Fonsi puso sobre la mesa unas rayas de coca y unas pastillas verdes tipo Viagra, y los 5 esnifaron y los 5 se tomaron una de esas pastillas sin necesidad de agua. Y Carlos vino directamente a por mí, sonriendo ampliamente con su pollón supertieso:
– Hola mamita -me saludó al meterse entre mis piernas- este niño va a demostrarte a ti y a tu hija, lo muy macho que es. Voy a clavártela de tantas maneras y tan profundamente que gritarás pidiendo que pare, y yo tengo aguante, mucho aguante y energía para unas horas y encima, tú me gustas puta y me han dicho que tus tetas están llenas de leche. Ya verás que bien me lo paso mientras te follo y me alimento de esas tetas.
Y yo también le sonreí. ¡Pobre Carlos!, el chavalín no sabía lo puta que yo era. A mi lado, Susana tocó mi brazo y vi como un chico de 14 años estaba bajo ella penetrándola por el culo, mientras su propio hijo se la iba a follar por el coño del que nació ¡una doble penetración! Pero también vi a mi hijita como le estaba chupando la polla a otro chico. ¡Qué tarde dominguera más maravillosa, Dios mío! Y vi a Adolfo como lo iba grabando todo ¡y qué importaba eso… como si lo quería subir a internet! Lo importante es que por primera vez, esa tarde iba a ser follada por varios críos ¡y mi esposo estaría viendo un aburrido partido de futbol en la tele!
Esos adolescentes tenían mucha práctica sexual y ninguna vergüenza. Eran unos putos, viciosos, pervertidos, unos depravados que disfrutaban de los placeres del sexo, de las drogas, del dinero que ganaban prostituyéndose, pero sobre todo, del sexo extraordinariamente vicioso con los adultos. Y para ellos, Susana y yo éramos «adultas, muy adultas» y quisieron demostrarnos lo muy machos que eran.
Carlos se tiró encima mío y me penetró a la primera. Noté la fuerza de su cuerpo juvenil, su magnífica y endurecida polla y como empezaba a meterla y sacarla con mucha velocidad superfrotando mis paredes vaginales. Pero las drogas empezaron a hacer su efecto y vi en sus ojos, en su rostro, y noté como se iba tensando su delgado cuerpo, como se iba transformando en una máquina sexual. Mientras me follaba, cada vez con más fuerza, mis brazos le abrazaban y le acariciaban con unos deseos terribles de excitarle hasta lo indecible ¡era tan bruto y adolescente!, y lo fui consiguiendo.
De repente, su rostro cayó sobre mi teta izquierda y su boca se abrió desmesuradamente. No me cogía mi pezón para chupar mi leche, me cogía una gran parte de mi teta, me la apretaba con su boca, me mordía con sus dientes y a la vez succionaba con tanta fuerza, que mi leche empezó a salir y al notarlo él, aún apretó y succionó más. Mi teta era una inmensa fuente de dolor para mí. La presión de sus dientes mordiéndome, la presión de sus mandíbulas ordeñándome, el propio dolor de mi pezón por la cantidad de leche colapsada que quería salir, me producían tanto dolor y excitación, que empecé a correrme y a tener una extraordinaria fuente de orgasmos constantes. Joder con el crío, me estaba matando sin él saberlo a placer. Y me abandoné a todos sus deseos. Me dejé hacer.
A veces cambiaba de teta, a veces dejaba de chupar y me besaba metiendo su lengua profundamente y no dejándola quieta nunca. Incluso algunas veces me besaba después de mamar de mis tetas y me metía en mi boca mi propia leche materna. Y se corrió una vez, y dos veces sin dejar de follarme. La pastilla que se tomaron todos ¡y no fue la única de esa tarde-noche!, les estaba dando unos impulsos terribles en sus pollas y en sus deseos. Y la locura se desató en esa habitación.
Iñaki se acercó a nosotros y quiso chupar también de mis tetas. Tuvo una pequeña pelea con Carlos y me di cuenta que ninguno de los dos estaba en este mundo. Sus pupilas muy dilatadas y sus pollas permanentemente duras lo denotaban. Su mundo era otro y les propuse un juego que aceptaron a regañadientes: Que Iñaki se pusiese debajo de mí, boca arriba para mamar de mis tetas, yo me pondría de perrita a cuatro manos y Carlos podría seguir follándome.
Y quise participar de su mundo, ser niña mala como ellos. Me levanté, me fui a la mesa y me tomé dos buenas rayas de coca que me hicieron alcanzar el Nirvana. Pero al volver a la cama con mis niños jurándome que me dejaría preñar por ellos, lo que ellos hicieron conmigo no solo fue lo que propuse, sino que en mi posición de 4 patas, Carlos me penetró por el culo y dejó mi coño libre para Iñaki, que no tardó nada en ocuparlo y en mamar salvajemente de mis tetas. Lo dicho ¡unos críos maravillosos!
No sé cuánto tiempo estuvimos follando, ni cuánta coca consumimos aunque las pastillas desaparecieron. Unas veces, Carlos desde atrás agarraba con sus manos mis tetas y me ordeñaba mientras Iñaki se reía al recibir en su cara los chorros de leche. Pero Iñaki, al igual que antes Carlos y luego los demás, también mordía mis tetas y mamaba directamente de ellas. Y todos se corrieron dentro de mí varias veces. Y yo me corría como una loca en unas folladas inimaginables. Incluso vi como Fonsi intentaba penetrar analmente a mi hijita que estaba abrazada y besándose con su madre ¡y no solo no me importó, sino que les animé a follarse!
En un momento dado, los niños desaparecieron (Adolfo los llevó a sus casas con el coche) y yo me quedé medio dormida. Estaba cansada, fui un juguete sexual en manos de esos malditos putos que siempre la tenían tiesa y con ganas locas de follar sin parar. Los cinco críos me follaron mis dos agujeros inferiores varias veces, no querían mamadas, sino folladas. Para mamarles, todos dispusieron de mi pequeña niña. Yo me corrí constantemente. Os puedo jurar que en ningún gang-bang disfruté tanto como en manos de esos locos pequeños de pollas siempre duras, que actuaban por vicio y sus buenas dosis de drogas.
Pero al girarme para ponerme en mejor posición y descansar un poco, vi a una sonriente Susana que acariciaba entre sus brazos y a mi niñita y que me dijo:
– Trini, tienes una hija que será mucho más puta que tu. Alexia ha mamado todas las pollas y no veas como abría la boca para tragárselas y se ha bebido casi todo el semen que soltaban, muy poco se le ha escapado. Y como tenía ganas de follar ella también, la he masturbado varias veces y se ha corrido y viendo lo nerviosa que estaba, le he dado con mis dedos un poco de coca, y he dejado que mi hijo desvirgue su culo. He ido controlando su penetración y los dolores que tenía tu hija y en dos veces he querido que parase y tu hija me decía: «más, la quiero más adentro». Y cuando Fonsi se ha corrido profundamente dentro, no veas cómo le besaba y le daba las gracias. Pero tu hijita estaba desatada, ha visto a Fidel quieto con la polla dura y le ha preguntado si se la quería follar y se la ha follado otra vez por el culo, aunque ella la quería por el coño. Y lo mejor ha sido al final cuando me ha preguntado: Susana ¿ya soy puta? Y al decirle que si, se reía y aplaudía. Ahora dice que quiere quedarse preñada… pero se ha dormido, esta agotada. No le ha salido sangre ¿de veras no quieres que se la follen ya por el coño? Ella está loca por ser follada.
Acaricié a mi hija y reconocí que si, que mi hija ya era puta y hasta drogadicta con lo que le dio Susana, y que deseaba como loca ser follada, pero ¡con solo 39 meses me daba un poco de miedo. De repente, me di cuenta que durante muchas horas ni la niña, ni yo, ni nadie, habíamos comido ni bebido nada decente, solo alcohol y drogas. Nos metimos en la cocina y realmente casi desayunamos, dada la hora que era y las horas que habíamos estado follando. Nos duchamos juntos mi hija, Fonsi y yo. Y no podéis imaginaros como se besaban en la ducha, y como mi pequeña putita jugaba con la polla de su «violador» para que se la follase de verdad, por el coño y le tuve que prometer que pronto le dejaría.
Se medio durmió de nuevo en el coche y al llegar a casa la deposité en el sofá al oír unos ronquidos. Y allí tenía al cornudo de mi esposo, roncando tranquilamente en la cama matrimonial, mientras su esposa y hoy también nuestra pequeña, disfrutaban de maravillosas sesiones de sexo. Este cornudo de mierda se perdió las primeras folladas anales de mi hija. Di un portazo y ese ruido le despertó y mirándome fijamente, solo me dijo:
– Ah ¡ya estáis aquí?
Ni siquiera preguntó por la hija, que él seguía creyendo que era suya ¡menudo interés por «su» hija! Y yo me quedé también mirándole a los ojos y solo le dije:
– Paco, lo he pensado bien estos meses y quiero el divorcio. Y quiero la niña. Y quiero que cumplas todo lo que acordamos en el contrato prenupcial y todo lo que acordamos en el suplemento que firmaste por tu maldita sífilis. Lo quiero todo menos a ti. Quiero una vida nueva, quiero vivir y disfrutar del sexo, quiero putear a mi hija y tú nos aburres.
Y si creéis que Paco se levantó y me pegó dos ostias, o me rompió la nariz de un puñetazo, os equivocáis. Se puso a llorar como un niño. Mi hija es capaz de no llorar cuando le rompen el culo y encima busca follar más y el cabrón que pasa por su padre se pone a llorar para no perderme ¡hombrecitos! Y lo peor es que lloraba tan expansivamente, que la puerta se abrió y nuestra hija entró:
– Mamá ¿qué la pasa a papá que está llorando? ¿Le duele el culo?
– Pues nada importante hija, ya ves, mientras tu y yo follábamos con nuestros amigos, él estaba durmiendo y por lo visto le ha dolido a él, que te abran el culo a ti.
– Papá, papá, ¡esta noche me han follado el culo, ya no soy virgen por el culo… y no he llorado nada! Al revés, me ha gustado mucho y también me ha follado Fidel, y quiero repetir con Fonsi y con Carlos que la tiene más gorda y se ha follado a la mamá varias veces ¿verdad mamá?
– Verdad hija, vamos a la cama que te acueste que es muy tarde y no te vas a escapar del cole dentro de un rato.
Acosté a mi hija que me comía a besos y me pedía volver a casa de Fonsi para follar por el coño, y al volver al dormitorio para acostarme, mientras me desnudaba, miraba al cagueta de mi marido. Dios mío ¿ese era el hombre del que me enamoré, el hombre que me follaba constantemente, el hombre que me impulsaba, que casi me obligaba a mantener múltiples relaciones sexuales de intercambios para poder follarse a las mujeres porque no tenía cojones para ligar?
Y cuando estaba quitándome la segunda media que llevaba, soltó la bomba entre lágrimas y mocos:
– Trini, si sigues a mi lado y me permites follarte de vez en cuando, RESPETARÉ TOTALMENTE la vida sexual que quieras llevar. RESPETARÉ todos tus vicios, todos tus deseos sexuales, todos tus amantes y RESPETARÉ por encima de todo, las condiciones que me impongas para vivir conmigo. Pero no te vayas de mi lado, esta casa es muy grande, está aislada de vecinos curiosos, puedes traer aquí a tus amigos. Yo nunca me opondré. Arreglaré la buhardilla para convertirla en un salón-dormitorio para juegos sexuales y orgías, de más de 100 m2, donde podrás hacer lo que quieras. Y si quieres seguir siendo puta a las órdenes de Gregorio, no solo no me opondré, sino que te animaré para que seas la mejor puta del mundo. Y no te lleves la niña, déjame jugar con ella. Y no me opondré a nada sobre ella que tú decidas hacer, incluso hacerla puta.
De verdad amig@s, cuando hace un rato llegué a casa, estaba cansada, medio dormida, agotada de tanto follar y de tantas corridas, pero Paco, con sus palabras me despertó totalmente. En mi cabeza sonaba miles de veces, machaconamente, una palabra jamás salida de su boca RESPETAR. Paco decía que iba a respetar mis decisiones, mis voluntades. Incluso dijo, me pidió que: «le dejase jugar con la niña». Al muy cabrón le importaba, por lo visto y oído, más «jugar» con la niña que yo.
Pero mientras anonadada y sorprendida oía a mi esposo, veía algo sorprendente «su polla estaba totalmente empalmada y posiblemente más dura y tiesa que nunca» ¡Mientras yo le hablaba de divorcio y de mis deseos de vivir una vida de puta pervertida, él se empalmaba brutalmente! Y sintiendo un enorme asco y desprecio, fui a por él, quise aprovecharme de su debilidad. Y jugué con él.
– Paco, tengo la intención de irme a vivir con Goyo y sus hijos. Sabes además, que mi trabajo de puta en orgias y gang-bangs está incrementándose y muchas noches e incluso fines de semana o puentes, no volveré a casa. Es posible que pases semanas enteras casi sin verme y mucho menos compartiendo cama conmigo. A mí ya no me importas y esta misma noche he descubierto un mundo nuevo del sexo adolescente y me lo he pasado muy bien. Hasta nuestra hijita se lo ha pasado muy bien y desea repetir con más amigos ¿todas estas cosas entran dentro de lo que tu llamas RESPETAR? Verdaderamente respetarás mis alejamientos de ti, incluso que viva y te comparta con otro ¿y qué dirán de eso tu divina madre y tu odiada hermanita?
– A mi madre le hablaré de sus vicios sexuales para que se calle y le prohibiré que se meta en nuestras vidas, y a mi odiosa hermanita solo tienes que darle una buena paliza, es masoquista y le gusta que le peguen y la humillen. Tú eres fuerte, tus músculos ganan potencia y firmeza en el gimnasio. Solo tienes que pegarle dos ostias si te levanta la voz y la tendrás lamiéndote el culo toda la vida.
¡Joder con la familia Goyoaga! El padre un gilipollas con suerte y mucho dinero, la madre una mandona sin cultura con tendencias lésbicas superviciosas que no me pierde vista, el hijo un cornudo muy cornudo, y ahora me sale que la gritona de mi cuñada es masoquista. Pues bueno, bienvenido todo eso que me da más fuerza para quitarme muchos pesos de encima y de poder implantar un pequeño «régimen del terror», como en la revolución francesa pero sin guillotina.
Totalmente desnuda, subí a la cama y gateando llegué a mi esposo. Mi marido me miraba ojiplático, con una cara de bobo aterradora. Dejé de mirarle y me dediqué a mamarle su dura polla. Me dejé caer sobre él, y su polla en pocos segundos desapareció en mi profunda garganta. Y me dediqué a hacerle la mejor mamada de mi vida ¡y eso que le he vuelto loco de placer centenares de veces! Pero esta vez y por lo que me comentaba de su puta familia que me daba pie para una bonita venganza, se lo merecía.
Se la mamaba profundamente y cada vez que su polla penetraba en mi estrecha garganta, se estremecía de placer al notar como mis paredes apretaban su glande. Mientras, mis manos jugaban con sus huevos, los apretaban, tiraban de ellos, retorcían su bolsa escrotal… y el pobre Paco se retorcía de placer. Yo no tenía prisa, yo, mientras jugaba con su polla, sus huevos y empezaba a meterle unos deditos en su dilatado culo, pensaba qué documento redactar con prisa para que lo firmase después de esta follada, porque después de esta follada y con su propia mano, iba a redactarme un documento complementario a los anteriores, dándome toda clase de facilidades para vivir yo la vida que deseabas vivir.
Posiblemente no me divorciaría de él, pero mi vida sería de soltera, totalmente soltera y procreando hijos e hijas de quien me apeteciese. Joder ¡que ganas me habían entrado esa noche de ser multimadre! Al fin y al cabo, le dejaría jugar con mis hijos. Al fin y al cabo ¿no nos iba a mantener él a todos con su trabajo, su dinero y sus cuernos?
Cuando noté que ya no tardaría mucho en correrse, rebajé la potencia de mi mamada, saqué tres dedos de su culo tantas veces atravesado por mis dildos y las pollas de sus amantes de intercambios, y se los metí en su boca. Una vez bien limpios, saqué su polla de mi boca, me incorporé, me puse de rodillas sobre él y metí su polla en mi culo. Y le cabalgué como a él y a tantos de mis amantes/clientes les gustaba a tope, apretando mi culo para poder aprisionar bien la polla. Estrechando mi culo al máximo. Cierto es que me producía un dolor enorme cuando me follaban fuerte por friccionar tanto mis paredes y músculos anales, pero si mis clientes me daban luego generosas propinas, él me iba a dar la mejor de sus propinas ¡mi libertad conyugal plena!
Y no tardé ni un minuto en hacerle correr intensamente mientras lanzaba un espantoso grito que incluso despertó nuevamente a nuestra hijita. Con su polla aún chorreando semen, le hice levantar, nos fuimos a su despacho casero y allí, de su propia mano, redactó y firmó el documento que desde hacía más de media hora, mi mente redactaba en el espacio vacío de mis sentimientos.
Ya era libre. Casada, sí, pero con toda la libertad del mundo para hacer lo que me diese la gana fuese lo que fuese. Con ese documento, los anteriores y las cintas grabadas de sus «juegos perversos» con nuestra hijita, más todo lo que le fuese grabando en el futuro, su vida y su dinero ya eran míos.
Gracias cornudo. Gracias esposo amado. Ahora todo era mío, incluso mi vida muy privada, todo era… de la madre. Y de los hijos de la madre, de los míos y solo míos.
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Aida – [email protected]
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Quiero daros las gracias a tod@s los lectores/as, sobre todo a las hispanoamericanas por ser tantas (y tantos) y tan cariñosos/as conmigo, pero hoy quiero destacar a mi amiga Alisson. Sé tan feliz como deseas, entrégate al placer y nunca mires atrás, siempre adelante. Sabes que siempre te apoyaré en lo que pueda.
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