Infidelidad doble
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Diganme Vilma. Doy catedra en una universidad de este país, no diré de cual. Me centraré más al hecho que otros detalles. El día de la bienvenida de la facultad, terminamos con unos estudiantes en una discoteca, cabalmente ese día mi esposo estaba de viaje fuera del país, asi que el horario de regreso a casa no era problema. En la discoteca, me senté con dos estudiantes, de unos 20 años cada uno, los dos muy guapos y lindos, las cervezas pasaron y yo me sentía liberada y muy cachonda.
Ya eran las dos de la madrugada, los dos muchachos bailaban conmigo, me daban vueltas, pegaban sus cuerpos contra mi y en muchos momentos pegaban sus paquetes contra mis nalgas y ellos y yo nos frotabamos asi. Yo miraba que en sus pantalones ya se formaba un bulto grande, eran sus erecciones, yo reía y ellos también de todo eso. Lo cierto es que los tres nos fuimos calentando. Uno de los muchachos era guero y el otro moreno. El guero casi me besa en la pista de baile, solo porque todavía había unos estudiantes en la pista, sino me hubierta gustado bailar asi con él. La verdad es que las cervezas, el baile y el calor me tenía a mi casi sin pudor. En eso el guero me dice en la mesa que nos fueramos a su apartamento, al parecer el muchacho era de una familia pudiente. Salimos los tres, pero el guero le dijo al moreno que manejara su auto, mientras él y yo nos fuimos atras.
El guero me abrazó y me intentó besar, al inicio le dije que no, pero el muchacho era muy guapo y con varias cervezas encima, no me opuse a la segunda vez que lo intentó, nuestras bocas y lenguas se entrelazaron con mucho ardor, el chico besaba muy bien, sus manos se posaron en mis piernas y comenzaron a acariciar mis muslos, luego una mano subió a mi blusa y comenzó a desabotonarla, le dije que no, que alli estaba su amigo, pero el dijo que él moreno era de confianza, terminó de desabotonar la parte de arriba de mi blusa y sacó uno de mis senos, bajó su boca para tomarlo y mamarlo con mucho deseo, chupó y lamió mi pezón. Nunca nadie después de mis casi 12 años de casada, había probado mis senos y el chico estaba embelesado con ellos. Me sacó el otro seno y lo mamó igual, chupando la punta de mis pezones y poniendolos erectos. Debo decir que soy una mujer de 34 años, bajita, morena clara, tengos dos buenos senos y mis piernas y trasero son regordetes, pero duros, me mantengo bien fisicamente porque practico gym tres veces por semana.
El chico guero me estaba dando una calentada tremenda mamandome los senos, una de sus manos se metió entre mis piernas y luego entre mi braguita, manoseo mi chuchita con sus dedos, el pronto notaría que yo estaba ya mojada y caliente, e insertó uno de sus dedos dentro de mi raja, yo fuera de si, en lugar de cerrar mis piernas, se las abrí para ofrecerle mi sexo, el metió otro dedo en mi chuchita y luego se puso a masturbarme con ellos mientras me besaba la boca y su lengua jugaba con la mía. No se cuanto tiempo estuvimos asi, el besandome y luego mamandome los senos y sus dedos entrando y saliendo de mi mojado sexo. Mis gémidos llenaron el auto, perdí la razón y todo el pudor. Un minuto más y grité dentro del auto, me corrí como una puta la cual habían levantado en el auto en alguna esquina.. Meti mi mano entre su pantalón y tomé su verga y la apreté con mi mano y comencé a jalarsela como masturbándolo también.
Dos minutos después, entramos a un residencial, luego el moreno se parqueó frente a una casa, me compuse el vestido y la braga que estaba empapada de mis jugos. Entramos a la casa, nos sentamos en la sala, el guero fue al refrigerador a traer otras cervezas para los tres y luego se sentó a mi lado, yo estaba entre los dos chicos. Pronto el guero empezó a besarme y luego sentí al otro chico que me tomó de la quijada, me volteó y me besó también uniendose.
El guero me sacó de nuevo las tetas al aire y comenzó a mamarlas, yo le acariciaba los cabellos mientras el apretaba mis pezones con sus labios. Luego me acostó en el sofa, me sacó las bragas con fuerza y me abrió las piernas, sus dedos jugaban con mis labios vaginales y mi clitoris, eso me estaba excitando al limite, el otro chico al verme acostada tomó con sus manos mis senos, se puso a apretarlos para luego besarlos y chuparlos. Sentí los dedos del guero meterse de nuevo en mi chuchita y luego masturbarme, no pude más, tanto placer carnal me´tenía loca y empecé a quejarme, dando a entender que me gustaba lo que me hacían, eso los estimuló y el moreno casi muerde mis tetas y pezones, el guero metió un tercer dedo en mi cuca, la cantidad de liquido que salía de mi raja era extremo, nunca había lubricado tanto en toda mi vida, yo misma sentía mis jugos bajar por mi vagina.
El guero tenía cara de endemoniado por la lujuria, ahora mojó uno de sus dedos con mis propios jugos vaginales y me taladró el culito, yo gemí y me relajé para facilitar el acceso de su falange en mi ano. Luego con un dedo en mi culo y dos en mi raja comenzó a masturbarme de nuevo, metiendo y sacando sus dedos de mis orificios. El moreno se sacó la verga de su pantalón y me la puso en la boca para que se la mamara, no tenía que pedirlo, yo estaba fuera de mi, la tomé con una mano y me puse a chuparsela, el chico estaba bien dotado, su verga estaba hinchada y varias venas parecían que iban a estallar. El cuadro era tan caliente entre los tres, que no me di cuenta cuando el guero sacó sus dedos y sacando su verga erecta de los pantalones, puso mis pies en sus hombros y me la clavó sin misericordia, sentí como su larga carne se fue introduciendo en mi vagina, no pude gemir mucho, porque mi boca estaba llena de la verga del moreno, que me daba duro como si mi boca fuera una vagina.
En pocos minutos el guero me daba duros pistonazos dentro de mi chuchita, el moreno dejó de meter su verga en mi boca y estaba besándome la boca y mis tetas, casi las mordía, lejos de darme dolor, me daba un placer intenso y alli estallé en otro orgasmo. -Cambiemos !!- dijo el moreno, y los chicos se cambiaron de lugares, ambos terminaron de quitarse los pantalones y camisas, el guero me metió su verga en la boca y el moreno puso su verga en mi chuchita y me penetró hasta que sus huevos toparon en la entrada de mi vagina. Luego ambos se pusieron a cogerme con sus miembros. El sofá rechinaba con tanto movimiento encima. Nunca crei que yo fuera capaz de todo lo que pasaba, y no pensaba más que en gozarlo.
Entramos a un gran ritmo que oi al moreno pujar, lo que pasaba es que se estaba corriendo dentro de mi chuchita, sentí su semen caliente llenar mi cavidad vaginal, y no dejaba de entrar y salir. El guero también estaba muy cerca de su climax, saqué su verga de mi boca y me puse a chuparle las bolas, mientras él se la pajeaba, en pocos segundos una lluvia de semen cayó sobre mi boca y mi cuerpo, el chico se estaba corriendo en serio.
Aunque el moreno se sentó en otro sofá para reponerse de su corrida, el guero no pensaba lo mismo, me pidió que me pusiera en cuatro sobre el sofá y colocándo su rostro entre mis nalgas comenzó a chuparme el ojete del culo, me lo comió con largas lamidas y chupadas, mientras dos de sus dedos entraban en mi chuchita. Luego poniendose de pie, frotó su verga en mi ano varias veces, presentí que quería romperme el culito, me preparé y relajé los músculos de mi recto, como lo hago con mi marido. El guero empujó y su verga fue abriendo mi hoyo cerrado y se fue introduciendo en mi recto, el chico no dejó de empujar y pujar hasta que su verga quedó completamente clavada en mi culo. Al principio rompió la continuidad de placer que yo sentía, pero poco a poco, mediante sus pistonazos fue dándome gusto, me obligó a bajar la cabeza casi hasta la superficie del sofá, para que mi culo se levantara y fuera más fácil para él penetrarme duro hasta el fondo. El chico me llevó a placeres insospechados, nunca había sentido tan rico por atras.
El moreno que se estaba masturbando viendo como me cogían por el culo, se puso de pie e hizo a un lado al guero, tomó su verga y la puso también dentro de mi recto, el moreno me daba fuertes martillazos y me hizo correrme como una hembra salvaje, grité, le pedí más duro, estaba de nuevo como loca con tanta lujuria. Yo estaba agotada también. El moreno se dijo algo con el guero, no entendí bien, pero pronto sabría sus intenciones. El guero se sentó en el sofá y me invitó a cabalgarlo, me senté sobre su verga y nos besamos rico, comencé a moverme clavándomela yo misma, pero sentí la presencia a mis espalda del moreno quien me hizo hacia adelante y frotándome su verga en el ano, me penetró fácil, debido a que mi culo aún estaba dilatado. Los dos chicos me hicieron lo que yo conocía como el sandwich, el guero por la raja y el moreno por el culo dándome duro. Los tres empezamos a dar de gemidos que luego se volvieron gritos. El moreno casi tomaba envión para meterme su verga en el culo hasta casi los huevos. Yo me corri no sé, ya había perdido la cuenta, el moreno gritó y sentí su leche en mi culo, el guero se movía más viendo eso, tratando de correrse también, y lo logró segundos después, sentí sus vergas palpitando en mi chuchita y en mi culo, dándo latigazos de semen en mi interior.
Cuando el moreno me la sacó, un chorrito de esperma salió de mi culo y cayó al piso, cuando el guero me la sacó de la raja, de nuevo otro chorrito de esperma salió y cayó al piso también. Yo estaba extenuada y un sentimiento de culpa me invadió, que forma de ponerle los cuernos a mi marido por primera vez. Esta había valido por diez.
A pesar que los chicos me rogaron que todavía no me fuera, -falta lo mejor- me decían. Les pedí que me fueran a dejar a mi casa, finalmente lo hicieron. No pude dormir del cargo de conciencia y culpa. Pero lo pasado, pasado quedó. Les hice jurar que lo sucedido no se lo contaran a nadie y espero que lo cumplan.
Desde ese día, me masturbo pensando en lo ocurrido. Aveces pienso decirselo a mi marido y pedirle perdón, y a veces pienso en llamar a los chicos para otra sesión de sexo.
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