INFIDELIDAD INESPERADA
Esto ocurrió cuando había pasado menos de un año y existía más confianza entre los dos y por primera vez al salir de una fiesta con varias copas encima, los besos y las caricias nos llevaron a una excitación tan enorme que acepte por primera vez que un hombre entrara en mi concha .
Lo más importante que quiero compartir esta básicamente al final, pero antes deseo que conozcan por que llegué a la infidelidad imprevista.
Cuando apenas tenia unos diez y siete años tuve las primeras aproximaciones a jóvenes de mi edad pero las dos primeras experiencias fueron tan vacías que no vale la pena entrar en detalle, pero la tercera experiencia se dio cuando cumplí los diez y ocho años cuando conocí un hombre de veinticuatro años con experiencia que me llevó poco a poco a temas de intimidad propios de una pareja, llegando hasta el punto que me entregue a él sin reservas y cada fin de semana cuando salíamos a fiestas, como él tenía auto después de dejar por el camino a algún amigo o amiga que le pedían el aventón, nos deteníamos en cualquier paraje solitario y obscuro para disfrutar de besos y caricias. La primera vez solo fueron besos apasionados e intensos, mientras Darío, ese es su nombre, acariciaba mis senos al comienzo por encima de mi ropa, poco a poco le permití deslizar sus manos por debajo hasta rozar su mano con mi piel, acariciando mis senos en especial mis pezones, lo cual me excitaba muchísimo llevando a que mi concha se humedeciera tremendamente, al punto que al llegar a casa, aprovechaba que mis padres a esa hora dormían, entraba al baño y me masturbaba hasta disfrutar de orgasmos que aprendí, escuchando a amigas mayores que contaban haber disfrutado del sexo con sus novios. En ese tiempo aun sentía temor de follar y quedar embarazada.
Mas adelante y en la medida que fui cediendo, mi novio acariciaba mi concha y como lubricaba bastante, sus dedos se internaban dentro de mí y fue él, quien me hizo disfrutar los primeros orgasmos teniendo una verga en mi interior.
Esto ocurrió cuando había pasado menos de un año y existía más confianza entre los dos y por primera vez al salir de una fiesta con varias copas encima, los besos y las caricias nos llevaron a una excitación tan enorme que acepte por primera vez que un hombre entrara en mi concha y acabara con mi virginidad. Esa primera vez, afortunadamente el sangrado fue mínimo, esto lo note en mi panty al llegar a casa.
Como avanzamos tanto en la intimidad, llego el día que Darío se aprovisiono de preservativos y fuimos a un motel en las afueras de la ciudad, siendo la primera oportunidad que tuvimos sexo estando totalmente desnudos. Después de esa noche fueron varias mas las que siguieron hasta que a mi padre lo trasladaron a la capital y comencé a extrañar los besos, las caricias y los orgasmos que disfrutaba con Darío.
Mi expectativa era que viniera a visitarme a la capital, pero solo recibí llamadas telefónicas mientras los deseos se acumulaban. Cuando empecé a trabajar en una empresa en la capital, conocí un compañero con quien poco a poco hubo empatía y cuatro meses más tarde salimos por primera vez iniciándose un noviazgo que se prolongo por dos años. No pasaron más de tres meses de haber iniciado la relación cuando él me propuso ir a un motel y yo sin pensarlo dos veces acepte, considerando los deseos acumulados que tenía. En esta oportunidad por primera vez disfrute del sexo oral con Felipe, hoy mi esposo, él hizo que disfrutara de un orgasmo que jamás olvide. Mas adelante, vinieron salidas frecuentes a fiestas y en muchas de ellas terminábamos en motel.
A los dos años de noviazgo nos casamos y así pasaron casi veinte en los cuales tuvimos dos hijos y uno de ellos al entrar a la universidad se hizo amigo de otro chico que resulto ser hijo de una gran amiga de mi juventud con quien fuimos muchas veces a fiestas y paseos, y al reencontrarnos después de tanto tiempo me propuso viajar un fin de semana a la ciudad donde las dos habíamos vivido antes de trasladarnos a la capital. Estuvimos en la casa de unos familiares de ella, donde nos alojamos el fin de semana, lo que recordo mis años de juventud, cuando compartíamos amigos y amigas comunes.
La llegada fue el viernes en la noche y salimos a un restaurante ella, yo y nuestros hijos, el sábado después de un paseo campestre regresamos en la tarde a la casa de sus familiares, y Carla, ese es el nombre mi amiga, me propuso dejar a los muchachos jugando videos mientras nosotras íbamos de compras a un centro comercial muy conocido.
Cuando estábamos recorriendo almacenes y haciendo compras, de pronto Carla me dice… Mira, mira ese no es Darío tu exnovio, yo volteé y le dije si es él, ya está más maduro, pero si, es él, y ella sin preguntarme nada, lo llamo…Darío, Darío y él enseguida se acercó, a ella le dio un saludo muy normal, pero a mí me dio un abrazo tan efusivo y un beso tan fuerte en la mejilla, que me hizo sonrojar, al tiempo que mi corazón aceleró sus latidos. Él comenzó a hablarnos, pero mientras lo hacía yo sentí que escaneaba mi cuerpo de arriba abajo hasta que por fin dijo, refiriéndose a mí… definitivamente esta mujer está más bonita que cuando fuimos novios y me tomo de la mano.
A continuación, Darío nos propuso fuéramos a algún sitio, y al lugar donde fuimos mi amiga pidió un coctel, él una cerveza y yo otro coctel. Conversamos de todo y de pronto Carla dijo, yo voy a hacer una diligencia personal quédense aquí y ya regreso. Ella salió y la conversación con Darío se hizo mas personal, recordando viejos momentos, sobre todo lo que compartimos y así el tiempo pasó durante el cual él pidió otra cerveza y yo otro coctel.
Estábamos hablando cuando entro una llamada de Carla preguntándome… ¿Estas muy contenta con tu ex?, yo solo me reí porque no sabía que contestar y ella agregó, si quieres aprovecha que yo voy a hacer otras cosas, disfruta a tu ex y nos vemos más tarde donde mis familiares o donde tu digas.
Durante el tiempo que estuve con Darío me tomé tres cocteles y comencé a sentirme muy contenta disfrutando ese momento maravilloso. Como estábamos sentados uno al lado del otro, pronto la mano de Darío comenzó a posarse sobre mi pierna y como mi falda era corta sentí el calor de su mano, acción que se repitió constantemente sin pedir permiso como si viviéramos en el pasado, llegando al punto que comenzaron a ser caricias.
En este tiempo me conto que se había casado, habiéndose separado hacia dos años y por ahora pensaba quedarse soltero, no tuvo hijos en su matrimonio y eso lo hacía sentir muy libre. Hasta me propuso que me divorciara y nos casábamos, le respondí que no, porque tenía una familia que atender. Y gracias al licor, la cercanía y la confianza que nos fue rodeando, vinieron las primeras caricias, así que cuando dije que me iba para la casa donde estaba hospedada, él se ofreció a llevarme en su auto.
Fuimos a un parqueadero subterráneo y por el camino el me tomó por la cintura, diciéndome que estaba muy hermosa y de paso me dio un beso en la mejilla que me hizo estremecer. Al llegar al auto, me abrió la pueta y cuando yo me subí, como la falda era corta creo que le mostré todo y el dijo… aún conservas esas hermosas piernas que tanto han llamado la atención. Yo solo reí y conteste… Gracias.
Me pidió que le indicara la dirección yo le explique mas o menos donde quedaba y él dijo… ¿seguiré tus indicaciones, pero si nos perdemos no importa verdad? ¿Queee? Dije yo.
Y el repitió… ¿Que si nos perdemos no importa?
Si importa, tengo que llamar a mi esposo y a mi otro hijo.
El me respondió, desde donde estemos perdidos puedes llamar con tu celular.
Pero el licor y sus caricias hicieron que mi concha se lubricara y en medio de conversación y bromas pronto estábamos frente al motel donde algunas veces estuvimos cuando éramos jóvenes. Yo no supe que decir y dejé que todo siguiera adelante. Nos asignaron una habitación, Darío entró el auto al garaje y detrás se cerro la puerta.
Estando aun dentro del auto solos los dos, Darío paso su brazo por mis hombros me acerco a él y me dio un beso apasionado que yo correspondí y a continuación llegaron las consabidas caricias a mis senos que me excitaron sobremanera. Al separarnos para salir del auto le dije… ¡Te saliste con la tuya bandido!
El me respondió… Encontrarte después de tantos años es una oportunidad que no podíamos desperdiciar.
¿Lo crees?
¡Absolutamente!
Y entramos a la habitación, ahora en medio de besos apasionados las caricias por todo mi cuerpo no se hicieron esperar. Darío me apretó con sus brazos hacia él y sentí en mi vientre su verga tremendamente dura. Lentamente y sin afán nos fuimos despojando de la ropa hasta quedar totalmente desnudos. La boca de Darío se pego a mis senos, los besaba y chupaba mis pezones excitándome al límite. Recordé aquella primera vez que Darío me dio sexo oral y llegue a creer que ya no lo volvería a disfrutar, pero pronto me propuso un sesenta y nueve y sus labios y su lengua hicieron maravillas en mi concha.
Por mi parte, me esmeré en motivar su verga, la metí hasta donde pude en mi garganta y eso lo excito tanto que recibí el retorno en mi concha con su lengua tratando de penetrarme. Luego sus labios chupaban mi clítoris llevándome a un orgasmo en el que no controle mis gemidos, al tiempo que Darío respiraba agitadamente, pensé que explotaría en mi boca, pero se reservó y a continuación en posición de misionero penetro mi concha, la percibí mas gruesa que la de mi esposo y cada vez que entraba en mi cuerpo sentía que separaba deliciosamente las paredes de mi vagina.
Para sentir al máximo la penetración recogí mis piernas y su verga toco fondo. Entraba y salía magistralmente y la sensación era gratificante, cada instante estaba acompañado de mi parte de un aigg, aigg, aigg… Mas tarde, me pidió que me acomodara en cuatro o de perrito, y su verga desde atrás entro más profundamente que antes. Durante varios minutos nos movimos rítmicamente y disfrutamos hasta cuando me pidió que le permitiera penetrar mi culo. Le dije… eres el único que ha entrado en mi cuerpo por allí y sacando su verga de mi concha la introdujo en mi culo y a continuación movió sus caderas como un chiquillo hasta que me dijo… me voy a correr, me voy a correr y yo le pedí que lo hiciera dentro de mi y dejo mi culo inundado con su semen, al correrse continuó conectado hasta que su verga se recogió y el semen también afloro y empezó a escurrir por mi pierna.
Nos acostamos boca arriba y le confese que era la primera vez que era infiel con mi esposo. Me preguntó si podría llegar una segunda oportunidad. Le respondí que tendría que ser en ese mismo momento, entonces mientras el pedía licores para la habitación llame a mi amiga y le conté muy por encima en que estaba y ella me dijo… No te preocupes son las siete de la noche nos vemos en determinado sitio a las nueve, gózate a tu ex y nos despedimos.
Cuando trajeron el pedido, bebimos mientras nos besábamos y acariciábamos nuestros cuerpos y habiendo recargado energía, Darío separo mis piernas y paso la cabeza de su pene por mi concha rozando mi clítoris humedeciéndome más y por fin empezó a penetrarme uhmmm sentía como separaba las paredes de mi concha mientras apretaba mis tetas cogiéndome de una manera sensacional mis pezones con sus dedos, placer que bajaba hasta mi concha, luego sentí sus embestidas, de repente me lo metió todo y solté un grito de placer empezando a cogerme a toda velocidad entrando y saliendo muy rápido, después despacio mientras nos besábamos apasionadamente.
En ese momento me dijo que estaba recordando de cuando éramos jóvenes siempre tratando de cuidarnos para que yo no quedara embarazada, entonces le dije… Hoy es el día que puedes despedir ese deseo reprimido, quiero que me folles y llenes mi concha con tu semen sabiendo que no va a haber embarazos. Y desde ese momento nos entregamos a follar como locos a veces él arriba, otras veces yo encima de él clavándome su verga hasta la raíz, sintiendo que chocaba contra mi útero y recordando que en otro tiempo me dio tanto placer. Follamos en todas las formas no quedando un solo hueco de mi cuerpo sin que la verga de Darío no penetrara, gozamos hasta que llego mi orgasmo y Darío se corrió en mi concha como los dos lo deseábamos.
Ya eran las ocho y media de la noche y tenia que encontrarme con mi amiga a las nueve, así que Darío pago la cuenta y salimos. Por el camino él me pidió le diera mi numero de celular y yo le pedí el de él, le marque y le dije… ahí te queda mi número, por favor discreción recuerda que tengo una familia.
Mi decisión de no borrar ese número fue por la expectativa y tentación de marcarlo y pedirle a Darío que viniera a la capital y me follara como lo habíamos vuelto a hacer, pero el temor a ser descubierta me impedía marcar el número que me excitaba.
No imagino cómo sería mi vida hoy sin aquello que viví. Solo sé que me enseñó que muchas mujeres hoy, a pesar de tener información y mucha “libertad sexual”, seguimos prisioneras de miedos, prejuicios, complejos y tabúes, y que es una pena perderse una parte tan importante de la vida, nosotras y nuestras parejas. Merecemos todo: merecemos amor, en la familia, pero también merecemos placer fuera de casa; y yo creo que merezco ambas cosas. Esta experiencia me dio la oportunidad de encontrarlas, pero no sé cuándo se va a repetir. Y aquí termina mi infidelidad imprevista.
Como ustedes pueden ver mi escrito ya lo había terminado, pero en estos días volvimos a encontramos con mi amiga a compartir una café, que termino en unos cocteles que nos hicieron soltar la lengua. Me pregunto cómo me había ido con Darío y le conté en detalle todo lo que habíamos hecho, hasta la minucia de decirle cual había sido el placer cuando lleno mi concha con su semen y en este punto mi amiga me dijo… No me cuentes más que ya siento mojada mi concha por la excitación que me genera tu relato.
Pero como buenas mujeres vinieron las preguntas. Ella me dijo… ¿Y van a volverse a encontrar?
No lo sé, compartimos teléfonos, pero yo le pedí a Darío mucha discreción por que debo proteger a mi familia, por eso creo que él no me ha llamado.
¿Y tu sientes deseos de llamarlo?
Si, a veces me quedo mirando el número, vienen los recuerdos y me excita saber que tengo en mis manos esa oportunidad de disparar una llamada que me corresponda con mucho placer.
Y después de lo que hiciste con Darío, que sentirías o harías si te enteraras de una aventura de tu esposo, que por cierto con esas incipientes canas lo hacen ver muy atractivo.
No lo sé, pero creo que no tendría autoridad para reclamarle nada. Pero porque me preguntas eso, ¿acaso te gusta mi esposo?
Si te dijera que si ¿qué harías?, ¿acabaría nuestra amistad? ¿O serias mi cómplice como yo lo soy contigo?
De pronto sería tu cómplice y sentiría menos temor de volver a estar con Darío. Si quieres te invito y exploras el terreno con mi esposo.
¿Y tú crees que cambiaras la relación con tu esposo?
No, he comprendido que una cosa es el amor y otra el placer y se pueden manejar por separado.
Dos semanas más tarde, mi amiga se invento un evento en la ciudad donde vive Darío y con la aprobación de mi esposo nos fuimos, pero esta vez sin hijos. En las conversaciones previas mi amiga me pregunto si Darío le podía presentar alguien como él para que saliéramos de fiesta y de pronto algo más. Entonces, me comunique con Darío y le comenté los planes, él se emociono mucho y me respondió que haría hasta lo imposible para buscar alguien que le gustara a mi amiga.
Esta vez no nos hospedamos en la casa de los familiares de mi amiga sino en un hotel, lo cual nos permitiría días y noches sin control. Así que viajamos el viernes al medio día con mi amiga, y Darío nos recibió en el aeropuerto. Luego fuimos al hotel, nos hospedamos y a las siete de la noche quedamos de encontrarnos con Darío y su amigo.
Con mi amiga nos arreglamos de la mejor manera resaltando nuestros atractivos, para mí, mis piernas y mi cuerpo que aun conservo a pesar de los dos embarazos y respecto a mi amiga ella también tiene lo suyo.
No tan a las siete en punto bajamos a la recepción, para no mostrar las ganas, los hicimos esperar unos minutos y cuando nos encontramos hubo excelente energía, el amigo de Darío estaba espectacular y por separado comente con mi amiga, esperemos que no sea solo figura y cuando fuimos a la discoteca que ellos habían elegido encontramos muy buen ambiente, aunque las luces bastante escasas, pero poco a poco nos fuimos adaptando. El amigo de Darío resulto muy simpático y no sé qué acordó con Darío, pero se dedicó a hablar más conmigo que con mi amiga, así que Darío le prestó atención a Carla.
Alejandro el amigo de Darío, no tardo en invitarme a bailar y la verdad que no lo hacia nada mal y estuvimos bailando y hablando un buen tiempo hasta que le propuse regresar a la mesa, pensando que seria de mi amiga y Darío. Al llegar ellos también habían salido a bailar de manera que con Alejandro nos sentamos y bebimos el licor que se pidió cuando llegamos y durante esos momentos que estuvimos solos sentí que Alejandro me cortejaba en plan de seducción y la verdad que no me disgustaba, por lo que llegue a preguntarme ¿será que me estoy prostituyendo?
Pero la fiesta siguió, el licor nos continuó acompañando y me pareció que Darío la estaba pasandola bien con Carla de manera que bebi un trago largo que me desinhibió y decidí que las cosas se fueran dando sin mi control. Yo me adapté a las circunstancias y cuando volví a bailar con Alejandro el pego su cuerpo al mío y desde un comienzo sentí en mi pelvis su verga dura que me motivo y no rechace. Mas tarde aprovechando la escasa iluminación vinieron caricias más debajo de mi cintura y besos en mi mejilla y luego en el cuello y la oreja que me excitaron sobremanera. Sentí humedad en mi concha signo inequívoco de mi excitación, y en ese estado fui presa fácil de Alejandro que después me dio un delicioso beso en la boca que yo correspondí. La noche se fue calentando y en medio de la escasa luz pude ver a la distancia a Carla besándose con Darío, lo cual me relajo bastante para aceptar las insinuaciones de Alejandro.
De allí en adelante hasta la madrugada solo nos encontrábamos en la mesa para compartir licor y tomar un nuevo aire para volver a bailar, si se puede decir bailar, porque era mas el manoseo que el baile, hasta que cerraron el sitio y nos fuimos al hotel.
No les había contado que en el hotel nos habían asignado dos habitaciones que estaban separadas por una puerta y por la que nos comunicamos con Carla antes de salir de fiesta, pero la habíamos dejado cerrada. Estando en la recepción Carla propuso que tomáramos una última copa en las habitaciones y mientras Alejandro yo, subimos a mi habitación, Carla y Darío fueron al bar a comprar una botella de licor.
El asunto es que cuando entre con Alejandro a mi habitación nos trenzamos en un beso erótico acompañado de caricias por todo el cuerpo y sus manos comenzaron a deslizarse bajo mi ropa y yo solo atine a bajarle el cierre del pantalón para sacar a la vista su verga, que resulto enorme. Y mientras Alejandro masajeaba mis tetas yo hacia lo propio con su verga hasta cuando me decidí a mamársela. Para eso me arrodille frente a él y de paso para facilitar las cosas él se quitó el pantalón. Mientras yo disfrutaba de su verga Alejandro estiraba su brazo para acariciar mis tetas.
Pasaba el tiempo y Darío y Carla no llegaban, solo note de pronto unos gemidos en la habitación de Carla que me indicaron que allí la estaban pasando muy bien. Lo que nos decidió a despojarnos de la ropa y estando desnudos lo primero que sucedió fue que Alejandro me acostó, separo mis piernas y comenzó una faena de sexo oral recorriendo toda mi concha para finalmente concentrarse en mi clítoris con los cual logro que yo disfrutara de mi orgasmo. Desde luego que mis gemidos debieron escucharse en la habitación de Carla por los cual ellos que estaban igual se atrevieron a abrir la puerta y pasaron desnudos a seguir la fiesta.
Ahora los cuatro disfrutaríamos como quisiéramos y pronto las dos parejas se volvieron un grupo y no tardo Darío en meterme su verga mientras Alejandro lo hizo con Carla. Y la agitación de cuerpos trajo consigo una sinfonía de gemidos de Carla y míos, porque los hombres solo respiraban con mayor velocidad a lo normal. Cambiábamos por momentos de posición hasta que cambiamos de pareja. Ya era hora de sentir el hermoso tamaño de la verga de Alejandro que apenas me penetro me hizo sentir que tenía encima un verdadero macho que me llevo a experimentar un delicioso orgasmo, al tiempo que se corría dejando mi concha inundada con todo su semen.
A continuación, nos quedamos pegados mirando como Darío se follaba de perrito a Carla y ella gemía tratando de alcanzar su orgasmo hasta que él la tomo por las caderas y empezó a penetrarla una y otra vez con fortaleza logrando confundirse en un solo gemido de placer, e igual que nosotros se quedaron pegados.
Cuando nos recuperamos, Darío se levanto y fue por la botella de tequila, que fue lo único que consiguieron y directo desde la botella todos bebimos. Desde luego que la borrachera que cogimos no permitió que ellos se fueran del hotel y todos desnudos nos quedamos dormidos.
Al día siguiente, Darío y Alejandro se fueron, quedando en que nos veríamos en la tarde para ir a cenar y después veríamos que hacer. Cuando bajamos a desayunar con Carla comentamos lo acontecido la noche anterior y yo le decía que jamás había imaginado estar cogiendo con dos hombres, pero ella me aclaro, eso no fue coger con dos hombres, esta noche si vamos a saber lo que es que nos cojan los dos hombres al tiempo a cada una.
Y luego me conto que Darío le había confesado que lo acontecido esa noche estaba acordado entre Alejandro y Darío, los dos querían follada doble y como tú me habías dicho que tenías clara la separación del amor y el placer que importaba un cambio de planes en esa oportunidad.
El sábado en la noche no fue muy distinto al día anterior, las cartas estaban sobre la mesa y Carla como yo podíamos disfrutar con cualquiera de los dos y así sucedió en la discoteca por momentos Alejandro me magreaba y luego era Darío el que disfrutaba manoseando mi cuerpo. Y sabiendo que al día siguiente regresábamos a casa esa noche estos dos hombres hicieron con nosotras lo que quisieron, follamos como locos y para rematar lo que había dicho Carla, doble penetración algo que jamás imagine, pero disfrute al límite, tanto cuando me lo hicieron a mí, como cuando vi que Alejandro y Darío follaron el culo y la concha de Carla mientras ella gemía como una gata en celo. Esta como fue la final ellos se corrieron dentro de Carla y envidie que no lo hubieran hecho conmigo. Pero todos quedamos satisfechos esperando volver a encontrarnos en otra oportunidad.
Cuando nos fuimos a dormir sentí mi concha en candela después de tanto follar con estos dos hombres. Que tal que mi marido supiera en que andaba, ahora espero saber si Carla es capaz de follarse a mi marido, lo cual he pensado mucho y me excitaría verlos.
Para empezar,esa pregunta de que si «¿será que me estoy prostituyendo?»está mal.
Las prostitutas lo hacen por necesidad,venden su cuerpo por dinero, lo que está tipa hace no es por dinero sino por gusto, por lo tanto no es una prostituta, lo que si es es una hdp, una mala mujer,que engaña y miente descaradamente.
Busca que su marido tire con la amiga,para ella sentirse menos culpable,pero en poco tiempo ya fue infiel con 2 y a como va pronto serán muchos más.
Dice que aprendió a diferenciar el amor del placer y eso está bien, pero lo hizo unilateralmente,acaso le pregunto a su marido si el estaba de acuerdo? Digo si el dice que si adelante,claro que siempre quedará ella como infiel por qué lo fue antes que el aceptará hipotéticamente.
Pero si la repuesta es no, que el no quiere compartirla?
Es el mejor ejemplo no de separación del amor y el placer,sino de egoísmo decide sóla, lo correcto era hablarlo antes con su esposo si el aceptaba adelante,y si no pues ella decidía si seguir con el aguantando sus ganas,o se separaba y sin hacerle daño a nadie podía coger con medio pueblo .
En fin, mala esposa,y mala mujer,egoísta hasta decir basta,ya que al amante y al 2 amante si les da el culo y q su esposo que la a mantenido años se lo q negado.
Ojalá el esposo de entere y la mandé a la mierda, a ver si el amante se hace cargo de ella…
Espectacular como siempre , espero la continuación con ansiedad , muchas gracias !!
No se si es ficción o es real, hay una frase o frases en la que dices que hay que tener amor de familia pero tambien descubrir otras cosas que te lo mereces y estoy de acuerdo siempre y cuando seas sincera y se lo comentes a tu marido por el respeto que os tenéis que tener en una relación, lo demás son puras justificaciones para quitarte cargos de conciencia, luego otra cosa muy curiosa es que todas las infieles tenéis la suerte de encontrar un gran verga y encima tienes la indecencia de dejar mal a tu marido comentado que la sueña es mas pequeña, solo te ha falta decir que el no te satisface y ya para rematar le das el culo cosa que no has hecho con la persona que te da la estabilidad y te ha dado hijos, ¿Dónde esta el morbo ahí? un saludo