infidelidades, en los baños publicos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mentecaliente.
Habían pasado varios días desde que había estado con Braulio, y no había tenido oportunidad de ver ni a mis sobrinos ni a ningún amigo, mi esposo me daba lo mío, pero yo siempre estaba en busca de mas, y las cosas se dieron digamos, solas, no era como yo quería, pero al final lo disfrute bastante,
Tal vez si el vestido que me puse no hubiera estado tan corto o si hubiera escogido otro lugar para ir a caminar en lugar del deportivo o si no me hubiera comportado tan amigable con aquellos chicos y no les hubiera aceptado las cervezas que me ofrecieron, pero en ese instante ya nada de lo anterior importaba, estaba empinada sobre una sucia plataforma de concreto, dentro de unos baños que servían de vestidores, rodeada de tres fogosos muchachos, que después de beber unas cervezas con ellos, dos me habían sujetado de los brazos, mientras que el otro se encargo de levantarme el vestido y despojarme de mi pequeña tanga, dejando mis nalgas completamente expuestas,
– ya cerraron la puerta del baño.
– preguntaba uno de ellos al resto del grupo,
– claro, esta mamacita solo la vamos a disfrutar nosotros.
jajajaja
No sabia quienes eran, jamás los había visto y aunado a eso, mi estado de embriagues me impedía reaccionar bien, solo sentía como me sujetaban fuertemente por las muñecas y el que estaba detrás de mi, no dejaba de manosearme,
– agarrenla bien, que le voy a meter toda la verga,
Sentí como el que estaba detrás de mi, posaba sus manos sobre mis nalgas y comenzaba a acariciármelas, intente moverme, pero era inútil, estaba aprisionada, las manos de aquel chico subían y bajaban por mis nalgas, sentía como sus dedos se hundían en mi piel causándome un poco de dolor, y después de unos instantes, algo caliente comenzó a frotarse contra mis nalgas, y se acomodaba entre mis piernas llegando hasta mi vagina y de un momento a otro, sentí como comenzaba a penetrarme,
– mmhhhh…esta putita esta caliente…jajajaja
Lentamente la verga de aquél chico comenzó a entrar en mí, la tenia tan dura y caliente, que me hizo lanzar un grito,
– deténganse por favor.
!!!
Pero fue inútil, aquel pedazo de carne había entrado de lleno en mi vagina, aquel chico comenzó a reír, se quedo quieto durante unos instantes, y después de acomodarse, comenzó un mete y saca bastante lento, sentía como sus caderas chocaban contra mis nalgas y su verga estaba tan dura, que parecía como si me estuvieran introduciendo un pedazo de metal caliente,
– que rica vagina tienes putita, aun aprietas rico…jajajajaja…
Cada penetración se me hacia eterna, intentaba hacer menos dolorosa la situación, moviendo mis caderas, pero era inútil, aquel chico metía su verga hasta el fondo, se quedaba quieto unos instantes y la sacaba completamente, momento en que yo me relajaba un poco, pero en segundos me la volvía a meter, de golpe y hasta el fondo, obligándome a gritar, mientras que ellos solo reían,
– vamos apurate, que ya me urge metérsela,
– tranquilo, déjame disfrutarla un ratito mas,
mis gritos no le importaron a aquel muchacho, continuo metiendo y sacando su verga, cada embestida que daba, lo hacía hasta el fondo, sentía como su pelvis chocaba contra mis nalgas, se quedaba quieto unos instantes y después la volvía a sacar, hasta que después de algunos minutos, sentí como su verga se hincho un poco mas e instantes después, su caliente semen comenzó a llenar mi vagina,
– hhhaaaaa….
ssiiii…mmhhhh….
ya.
ya termine.
Quien sigue,
Uno de los que me sujetaba de inmediato dijo,
– voy yo,
Me soltó y en ese momento intente voltearme, pero fue inútil, el que estaba tras de mi rápidamente me agarro los brazos, pero ahora no solo tomo mi muñeca, también me tomo por el cuello obligándome a quedarme quieta, y de un segundo a otro, sentí una fuerte nalgada, volví a gritar, pero no les importo,
– tranquila putita, es mejor que te relajes,
y después de decirme esto, comencé a sentir como la verga de aquel chico comenzaba a meterse entre mis piernas, por segunda vez iba a ser penetrada, poso su verga en la entrada de mi vagina, me dio dos nalgadas y al igual que su amigo, de un solo golpe me la metió toda, volví a gritar, pero mis nalgas pagaron las consecuencias, ya que aquel chico, comenzó a soltarme una tanda de nalgadas, mientras me decía que me callara, yo claro guarde silencio e instantes después, aquella verga estaba completamente dentro de mi, aquel chico comenzó a moverse de forma lenta, su verga no era tan grande como la del anterior, pero si era bastante gruesa y muy caliente, aquel chico se tomo su tiempo, termino de acomodarse, me sujeto por las nalgas y comenzó a entrar y salir de mi vagina de una forma brusca, cada vez que me la metía, sentía que me llegaba hasta las entrañas, me la dejaba dentro unos instantes, la sacaba lentamente y de nuevo me volvía a penetrar,
– ya vez, pero quien te manda a meterte aquí a beber, ahora aguántate…jajajajaja
Aquel chico tenía razón, jamás debí de haberles aceptado esas cervezas, pero ahora no podía hacer nada, estaba a merced de aquellos tres chicos, pero este no se conformo con penetrarme, a los pocos minutos de estarme cojiendo, comencé a sentir como algo se intentaba introducir en mi orificio anal,
– noo…espera…saca tu dedo.
por favor.
Pero mis ruegos no le importaron, y de un instante a otro, metió su dedo en mi trasero, lo que me hizo gritar aun mas,
– haaaaa…noooo…sacaloooo….
porfavorrr…
Pero los tres chicos solo comenzaron a reír y animaban a su amigo a seguirme penetrando, su pelvis chocaba con mis nalgas cada vez mas y mas rápido, entraba se quedaba quieto unos instantes y después la sacaba, me daba dos o tres nalgadas y me la volvía a meter de golpe, sentía su verga tan dura y caliente que por instantes sentía algo de placer, hasta que después de varios minutos de estarme penetrando de esa forma, de nuevo sentí como llenaban de semen mi vagina,
– wooooo….
que rica panochita tienes,
Aquel chico lentamente se separo de mi y sentí como las piernas se me doblaban, pero aun faltaba otro chico, y este de inmediato se acomodo tras de mi, me sujeto por las caderas y de inmediato comenzó a penetrarme, su verga era mas grande y mas ancha que la de los otros dos, al grado que provoco que mis piernas se tensaran al máximo y comenzara a mover mis caderas, al sentir semejante pedazo de carne dentro de mi,
– noooo…yaaaa…deténganse por favor…
Pero al igual que los otros dos, este ultimo comenzó a penetrarme de forma rápida y salvaje, su verga era un poco mas grande y ancha que la de los otros dos, así que sentía que me desgarraban, su verga entraba hasta el fondo y se movía de un lado a otro,
-jajajaja….
tremenda puta nos estamos cojiendo, mira que aguantar tres verga seguidas, se ve que ya tiene experiencia,
– claro, de no ser así, jamás se habría metido con nosotros aquí, dale duro hermano.
jajaja
Aquellos dos chicos tenían razón, mi calentura me había echo terminar así, y para serle sincera, la situación no me era del todo desagradable, esas tres vergas eran bastante grandes y a pesar de ser jóvenes, se sabían mover bien, pero eran bastante toscos y mas este ultimo, ya que también comenzó a meterme el dedo, provocándome bastante dolor, ya que además de estarme penetrando comenzó a mover su dedo en forma circular, mientras les decía a los otros dos,
– vayaaa.
para ser putita tiene su culo bien apretadito, debe de ser muy rico poder penetrarla por aquí, lastima que no tengamos tanto tiempo,
para ese momento, yo me sentía ya bastante agotada, mis piernas no me respondían y no hacia ya nada por moverme, ya que no deseaba que me dejaran marcas en mi trasero, así que solo me quede quieta, aguantando las rápidas penetradas de aquel chico, hasta que después de algunos minutos, por tercera vez, llenaron mi vagina de semen, aquel chico al ver sus instintos saciados, lentamente se aporto de mi, no sin antes darme dos fuertes nalgadas, yo al sentirme liberada, caí de rodillas,
– bueno, pues eres una buena puta, esperamos verte pronto,
y los tres salieron corriendo de aquel baño, como pude me levante, busque mi tanga, pero no la encontré por ningún lado, así que solo me acomode el vestido y salí de aquel baño y me di cuenta que ya estaba obscureciendo, supongo que había pasado unas dos horas dentro de aquel lugar, ya no había tanta gente, así que comencé a caminar hacia mi casa, una vez que llegue, me di cuenta que mi esposo no estaba, lo que me dio tiempo de meterme a bañar, mi trasero me dolía bastante y sentía mi vagina bastante rozada, y la verdad es que la experiencia no me había sido del todo desagradable, y me sentia en parte satisecha,
continuara….
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