infidelidades, la posada 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mentecaliente.
Mi marido no se había dado cuenta de lo que me habían echo sus dos sobrinos y eso estaba bien, pero mis nalgas me dolían bastante y aun podía sentir sus manos recorriendo mis piernas, pero me tenia que aguantar, la posada ya había comenzado y mi casa estaba llena de gente, así que me concentré en ayudar a mi esposo en atender a los invitados, y buena parte de la tarde noche, se me fue en ir y venir de la cocina a la sala, llevando bebidas y bocadillos, hasta como a las doce, que fue hora en que me pude sentar a cenar y platicar con una de mis cuñadas, platicábamos de perfumes, ropa y demás cosas de mujeres, pero por mas que intentaba distraerme no podía y no despegaba la mirada de Alfredo e Israel, que bebían alegremente con mi esposo y otros familiares, su plan era mas que obvio, darle de beber a mi esposo y después poder estar conmigo, y eso me gustaba un poco, pero tenia que guardar las apariencias al máximo,
Son las dos de la mañana y todos los invitados se han marchado y mi esposo ya esta mas ebrio que una cuba, pero aun esta despierto, Alfredo e Israel charlan con el, y claro, no están tan tomados, y yo estoy bastante nerviosa, se que aquellos dos cabrones no se van a quedar con las ganas de estar conmigo, pero prefiero meterme a la cocina y esperar, los minutos pasan y los escucho como cambian canciones y ponen videos, yo claro, aun tengo la esperanza que los tres se vayan a dormir, pero a los pocos minutos esa esperanza desaparece, ya que de pronto Alfredo entra a la cocina y cierra lentamente la puerta, yo se bien que es lo que quiere, así que de inmediato le digo
– no Alfredo, esperate a que se duerma
– vamos lupita, ya casi esta dormido
me acerco a la puerta y lentamente la abro y salgo hacia la sala y veo que mi esposo ya esta completamente dormido en un sillón e Israel esta parado a un lado del televisor, intento darme la vuelta, pero Alfredo me sujeta por la cintura mientras me dice,
– shhh. no hagas ruido lupita
Me jala hacia el y comienza a besar mi cuello, sus manos comienzan a subir lentamente hasta alcanzar mis pechos y comienza a apretármelos, intento zafarme, pero lejos de lograrlo, solo provoco que me lleve hacia el respaldo de uno de los sillones, y me empuje hacia el frente, quedando completamente empinada en el respaldo, comienza a restregar su pelvis contra mis nalgas y de inmediato siento como su verga crece por debajo de su pantalón,
– Alfredo esperate…
– shhhh…cállate lupita, lo vas a despertar
se que tiene razón y la sola idea de que mi marido me sorprenda así, me hace ceder, así que solo me sujeto fuertemente del respaldo y me dejo manosear, Alfredo al ver que he cedido, de un jalón me levanta el vestido y posa sus manos sobre mi trasero desnudo y comienza a acariciarme, siento como sus manos comienzan a subir y a bajar recorriendo mis nalgas, sus caricias son tan toscas, que tengo que morderme los labios para no gritar,
– que ricas nalgas lupita, ahora solo relájate,
Miro sobre mi hombro y veo como Alfredo se ha comenzado a desabrochar el pantalón, volteo de nuevo hacia el frente y veo a mi esposo completamente dormido,
– despacio Alfredo…por favor
– si lupita ya cállate.
y de un momento a otro comienzo a sentir como la verga de Alfredo comienza a frotarse contra mis nalgas, la tiene tan dura y caliente que me hace estremecer, así que solo me reclino un poco mas y espero la penetración,
– bien lupita, ahora relájate.
Siento como la mano de Alfredo se mete entre mis piernas obligándome a separarlas y en segundos, aquel pedazo carne entra de golpe en mi vagina, pero no puedo gritar, así que vuelvo a morderme los labios, Alfredo ha metido su verga completamente, se queda quieto durante unos instantes y después comienza a moverse lentamente de atrás hacia adelante, su caliente verga y sus movimientos han logrado que me lubrique un poco y eso le facilita las cosas,
– ya viste lupita….
como si te esta gustando,
Alfredo tiene razón, así que solo le respondo que si,
– si Alfredo, pero ya apurate por favor,
– cállate, te voy a coger como yo quiera
Alfredo se detiene unos instantes, lleva sus manos hacia mis hombros y comienza a meter y sacar su verga de forma lenta pero firme, cada vez que me penetra siento como un escalofrió recorre mi espalda y llega hasta mis piernas, el muy cabron sabe que me tiene a su disposición y no va desaprovechar la oportunidad,
– quédate así, relajadita, que ya mero termino,
Alfredo no se detiene y yo trato de mantenerme de pie y trato también de no perderle la mirada a mi esposo, siento también un poco de remordimiento, pero el se lo busco y además el placer es demasiado, al grado que mi vagina ya esta completamente humedecida así que comienzo a mover mis caderas, tratado de acompañar sus movimientos,
– si Alfredo.
asi…así.
no te detengas…
Alfredo comienza a moverse mas y mas rápido, su verga esta tan dura que siento que me desgarra por dentro, pero aun así le suplico que no se detenga, y de un segundo a otro Alfredo me sujeta fuertemente por las caderas y siento como su caliente semen comienza a inundarme por dentro,
– woooo…siiii…Que rica vagina tienes lupita,
yo procuro no hacer ruido, así que solo me recargo en el respaldo y trato de mantenerme de pie, Alfredo da sus últimos empujones y después se sale, al sentirme liberada, trato de acomodarme un poco mejor, pero Israel de inmediato apoya su mano en mi espalda forzándome a empinarme de nuevo,
– bien lupita quédate quietecita y no hagas ruido,
y comienzo a sentir como sus manos recorren mis caderas y mis nalgas, y de un momento a otro, me suelta una fuerte tanda de nalgadas,
– no Israel, vamos a despertar a tu tío.
Detente.
Israel se detiene, pero inmediatamente después, siento como frota su verga en mis nalgas, y de un momento a otro comienza a penetrarme, su verga va entrando en mi de forma lenta, hasta que me la mete por completo, se queda quieto unos instantes, y después comienza a moverse, pero lo hace ya de una forma rápida y brusca, sus movimientos se llegan a hacer tan fuertes, que prácticamente me levanta unos centímetros con cada embestida que me da, así que trato de sujetarme aun mas fuerte del respaldo y no dejo de mirar a mi esposo, afortunadamente aun esta bien dormido, así que solo trato de aguantar les embestidas que me da Israel, parece imparable, pero no se conforma con penetrarme, también a comenzado a darme fuerte pellizcos en mis nalgas, es obvio que me quiere hacer gritar, pero se que si lo complazco, mi esposo puede despertar, así que solo muerdo mis labios, así que durante algunos minutos mas, Israel continua penetrándome a placer, hasta que de pronto me sujeta fuertemente por las nalgas y comienzo a sentir como mi vagina se llena de semen, Israel me da unas cuantas nalgadas mas y sale de mi, rápidamente me acomodo la ropa y le digo a Israel y Alfredo que lleven a su tio a la recamara, mientras que me voy directa al baño,
Pasados unos minutos salgo y veo que mi esposo ya no esta en la sala y mis dos sobrinos están recostados en los sillones,
– ya están satisfechos cabroncitos,
Ambos contestan al unísono que si,
– y su tío,
– en la recamara, ronca que ronca…jajajaja
no les digo nada y me voy a la recamara y me acuesto junto a mi esposo, mientras pienso que mas puede seguir con esos dos sobrinos que tengo,
continuara
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