Infieles: Mi furor uterino un fin de semana..
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy Claudia de 26 años, casada con Julio de 27 (ambos nombres son ficticios, sino imagínense) desde hace apenas tres años y siete meses.
De novios con Julio teníamos sexo casi todos los días a todas horas y más de una vez al día, ambos somos cachondos aumentados.
Hicimos el amor en parqueos, al aire libre y hasta en un cine, todo eso de novios.
Ahora de casados, un primer año magnifico, pero los dos últimos años parecemos viejos o ancianos en la cama.
Ya se acabó el deseo y mi esposo me resulta infiel.
Trabaja para una firma de construcción y cuando tienen reunión cada dos meses de jefes, se van a algun lugar por un fin de semana y se ha sabido (por la esposa de uno miembro de la firma) que tienen desmanes con mujeres en esas reuniones.
Y yo creyendo que a trabajar va.
Yo soy de bonito cuerpo; mi rostro me han dicho que es una de las partes más bonita, soy blanca de ojos verdes, mi cabello es castaño oscuro, pero me lo pinto rubio y me luce muy bien, Mis senos, sin ser grandes, son del tamaño de una naranja pequeña, pero son redonditos y con el pezón hacia arriba, muy sexys.
Luego mis piernas son contorneadas, y mi zona trasera es en forma de corazón invertido, con nalgas redondas sin ser exageradamente grandes.
Creo que tengo un imán, porque en mi vida, siempre he sido acosada por hombres que quieren tener sexo conmigo y mi relato resultó por eso.
Mi esposo a pesar que sé lo que hacen en sus reuniones bimensuales, insiste en ir y participar, y en la reunión del mes de abril de este año, le rogué que no fuera, pero el no me hizo caso, me quedé muy molesta y con ganas de vengarme.
En esos momentos estaban remodelando la cocina de la casa y algunos closets.
Y entre los trabajadores había uno que no me quitaba la vista de encima.
El chico, de unos 22 o 23 años, era muy alto, cuerpo atletico y músculoso, se miraba muy guapo y lindo con ese cuerpazo y bonito trasero.
Cada vez que podía se acercaba a mi y me decía que me invitaba a salir una tarde o noche de estas, que me iba a llevar a un lugar muy privado donde me haría de todo.
Yo lo traté de apartar, le decía que era casada y que no le haría eso a mi esposo y que guardara su distancia, pero el tipo insistía cada día.
Luego de discutir y que mi esposo se marchara de nuevo a su "reunión", me quedé analizando si yo también tenía derecho a divertirme sexualmente sin él.
Y tomé la decisón cuando una esposa de uno de jefes compañero de mi esposo envió fotos de lo que hacían nuestros esposos en la noche, la foto que no estaba tan bien tomada, se podía ver un jacuzzi enorme con nuestros esposos y mujeres, que no eran de la empresa.
Mi esposo no aparecía allí, pero era obvio.
No se como consiguieron la foto, pero reconocí algunos de los amigos de mi marido.
Todo era cierto.
Asi que muy molesta empecé a maquinar lo que haría al otro día con el muchacho que me estaba acosando.
Al día siguiente, me puse una falda cortisima, apenas me llegaba abajo de las nalgas, una blusa de botones y tenis, parecía una colegiala con eso.
Cuando el chico me vió, creo que se le cayó la baba o la saliva.
No tardó en llegar conmigo cuando tuvo un tiempo libre y decirme que estaba muy hermosa vestida asi.
Ya no fui cortante con él, le agradecí sus palabras y le dije que si tenía hambre le llevaría un sandwiche a donde él estaba, asi que se lo hice y luego se lo llevé, le hice señas, para que los demás no se dieran cuenta, pues eran como 3 trabajadores y el jefé, un señor corpulento de unos 40 años, que también me decía piropos.
El chico salió por su sandwich, y volvió a decirme todo lo que me haría sin me tuviera un rato para él.
Entonces le pregunté -a qué horas sales hoy?-, me dijo que como a las ciuatro, entonces le dije que se quedará y no se fuera con los demás.
Al chico se le iluminaron los ojos.
Mientras daba esa hora, me preparé, estaba decidida a todo, a serle infiel a mi marido como él lo era conmigo.
Asi que me pinté el rostro, preparé la sala con velas olorosas, hasta me hice un lavado de intestinos, por si teníamos relaciones anales, pues desde hace muchos años perdí mi virgo de allí, además me encanta cuando me lo hacen bien.
Llegó la hora y oí cuando el chico se disculpaba con sus compañeros de trabajo, dijo -me quedo porque la señora necesita que le ponga unos tarugos para colgar unos cuadros, los demás le creyeron y se marcharon, asi que en la casa quedamos el chico y yo.
Yo salí y él estaba ansioso, le dije que se calmara que teníamos todo el tiempo, pues mi marido no estaba en casa ni en la ciudad.
Eso iluminó el rostro del chico.
Le dije que se sentara en un sofá grande que tenemos en la sala.
Entonces empecé como hacerle un striptease, contoneándome y subiendo mi falda para enseñarle mis bragas y mi colita, el chico sin ningun disimulo se tocaba la pija encima de su pantalón de mezclilla.
Solo me quité la blusa y quedé con un sostén rosa con negro igual que mi braguita, luego los zapatos deportivos que usaba.
Luego caminé moviendo la cintura, hacia él.
El sentado con sus amplios brazos musculosos me recibió, tomándome de las caderas y bajando a dar varios besos a mi cintura y a mi espalda, sus besos iban llenos de humedad y deseo.
Luego me sentó en sus piernas y comenzamos a besarnos con mucho ardor, besos de lengua, él chupaba mi lengua y yo hacía lo mismo, nuestras bocas hacían un ruido cada vez que se juntaban.
El chico metió su mano dentro de mi braguita y acaricio mi vulvita, sus dedos tocaban mis labios vaginales y mi clitoris, eso me puso muy caliente.
Yo movía mi colita sobre su buen bulto dentro de sus pantalones.
Podía bien sentir el buen tamaño de su miembro.
Los besos y su mano me pusieron cachonda y ya quería sentirlo dentro de mi.
Pero, el tenía otras ideas antes, pues me tiró al sofá de espaldas, quedé con la colita para arriba.
El chico me arrancó las bragas y la falda, quedé solo con el sostén puesto.
Abrió mis nalgas y sentí toda su boca chupando mi ano y mi raja, su lengua parecía tener vida, pues se movía de un lado para otro como si fuera una culebra.
No pude más que empezar a gemir y gozar, pues lo hacía muy bien.
De a rato también subía por mi espalda con su lengua hasta llegar a mi cuello, luego bajaba y pasaba su lengua y sus labios chupando mi piel.
Sentí cuando sus dedos buscaban la abertura de mi raja y me los metió sin mucha delicadeza.
Me los clavó hasta los nudillos y luego se puso a meterlos y sacarlos, mientras su lengua jugaba un poco con mi ojete de culo.
Me sentí en el paraiso, lo hacía tosco pero muy erótico.
Me puse a gemir y gemir hasta que sus dedos y su lengua en mi ano me llevó a un indetenible orgasmo.
Grité y me mojé como perra.
Luego el chico me volteo y ahora quedé de frente a él, levantó mis piernas y tomando mi pie lo metió en su boca y lo chupó dedo por dedo, me dijo que tenía unos pies divinos.
Hizo lo mismo con mi otro pie.
Luego los dejó y fue sacando ante mi vista su pija ya erguida, era bien grande, más grande que la de mi marido y eso que es bien dotado.
Tomó mis pies y los puso alrededor de su pija y se comenzó a masturbar con ellos, se notaba que la estaba gozando.
Yo ya quería ser poseída.
Entonces el dejó mis pies un momento y comenzó a meterse entre mis piernas y subirse encima, yo lo abracé con mis piernas y poniendo su miembro entre mis labios vaginales, me penetró duro, sentí que su carne me abría y dilataba las paredes de mi vagina.
Era rico sentir su pija hinchada dentro de mi, sintiendo sus pulsaciones.
Apenas me la metió toda, comenzó a moverse encima como si no hubiera mañana.
Yo comencé a pujar y gritar de excitación.
El chico era una máquina de coger, no cesaba de bombear su pija dentro de mi y me llevó salvajemente a otro orgasmo ante mi gritos, yo le gritaba -dame tu leche papi!-, entonces él entro en un ritmo que golpeaba mi raja, a los pocos minutos sentí un calor dentro de mi vagina, era su leche caliente que brotaba de su pija.
El chico también gritó cuando se estaba corriendo.
Apenas terminó, me la sacó se puso a mi lado y me colocó su miembro en la boca, quería que se la mamara, su pija estaba brillosa, llena de su semen y mi eyaculación, no me importó, la tomé y comencé a meterla en mi boca y a darle una buena chupada.
La metía profundo en mi garganta y la sacaba, lo hice repetidamente y el chico apenas perdió dureza en su pija.
Lo hice gemir de placer al chico.
Pero el nuevamente tomó la iniciativa, me puso en cuatro y le dio varios chupones y lamidas a mis nalgas, me puso su pija en la raja y me penetro profundo, su miembro se fue fácil, pues yo estaba altamente lubricada.
Luego comenzó a moverse con buenos bombeos secos y fuertes.
Su pija me llegaba a los lugares más recónditos de mi vagina.
Puso su dedo pulgar dentro de mi culo, eso era un plus.
Luego se acercó a mi oído y me dijo -te voy a coger ese lindo culo que tenes?-.
Yo ya estaba preparada para eso.
Asi que sacando su pija de mi raja la colocó ahora en mi ano y empujando me partió el culo, me dolió por el tamaño y lo grueso de su miembro, pero aguanté, solo grité un poco, su pija se fue metiendo entre mis intestinos y luego se puso a bombear su buena pija.
Me arrancó gemidos de placer y dolor mezclados, fue exquisito sentir tal carne dentro de mi recto.
Lo que no me pasa muy seguido, me corrí cogida por la colita, es un orgasmo muy diferente.
También él se puso casi parado en el sofá, dándome por la cola, y comenzó a gritar a los pocos minutos.
Ahora sentí su leche en mi recto, me llenó tanto de su semen que me salía por la comisura de mi ano.
Una corrida celestial.
Nos quedamos descansando, yo chorreaba semen por la colita y por la raja.
Mientras yo estaba acostada reponiéndome, él se fue acercando a mi raja y me dijo -quiero ver como sale mi leche por tus agujeros-, entonces me reí y cerré mis piernas.
El se vistió, me pidió un soda, se tomó la mitad y luego dándome un beso en la boca se despidió.
Asi fue mi primera vez infiel.
CONTINUARA
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