Iniciación con el esposo de mi tia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola chicos y chicas, soy Amy y luego de pensarlo bien, he decidido contar mi historia, la cual es amplia, espero no aburrirlos, pero se que algunos la apreciaran.
Mi madre es latina y mi padre es de origen Alemán. Soy rubia de ojos celestes, algo rellenita pero no gorda, muslos llenitos y de piel blanca-rosada, saqué más de la familia de mi padre. Tenía quince cuando perdí a mi padre, por lo cual la carga de mantener a cinco hijos fue demasiado para mi madre, por lo tanto, un año más tarde me fui a vivir con mi tía Sabina, prima de mi mamá, y su esposo Jorge Mario. Ellos no han podido tener familia, creo que la que tiene problemas es mi tía.
Rapidamente me adapté a mi nueva familia, seguí mis estudios. Mi tía es enfermera profesional y es jefe de una sección del hospital nacional. En cambio su esposo Jorge Mario es publicista y no tiene un horario fijo. En ese entonces ya con 16 años yo estaba aún inmaculada de mi coñito, es decir no había conocido hombre que me hiciera mujer. Mis hormonas estaban en pleno apogeo, yo sentía ya la necesidad experimentar ese campo tan discutido, como lo es la sexualidad.
Conforme pasaban los meses noté que yo le atraía al esposo de mi tía, y siendo sincera el también era muy atractivo, guapo, de unos 36 años, siempre andaba muy bien vestido, era limpio y de buen carácter. Desde que llegué Jorge Mario siempre fue muy atento conmigo, en el fui viendo una figura paternal. Luego con el tiempo fui notando que cuando me ponía alguna vestimenta sexy, él me llenaba de piropos, de endulzaba el oido y a esa edad eso tiene mucho valor. Además lo agarré varias veces viendome las piernas (que las tengo bonitas) o el escote (ya que tengo una pechuga grande, herencia de la familia alemana). Lejos de enojarme eso me gustaba. Con el tiempo Jorge Mario se volvió mi amor plátonico. Yo estaba cerca de cumplir los 17 y aún seguía virgen, es más nunca había sentido las caricias prohibidas de hombres, ya que tengo un carácter muy introvertido y me cuesta entablar relación con mucachos de mi colegio.
Por el contrario, mis amigas de clase, yo las oía platicar en los recesos y ellas comentaban sobre sus relaciones sexuales con sus novios, de las posiciones en que las ponían, los lugares donde lo hacían, y de todo eso, es más, algunas ya tenían relaciones anales con sus parejas, yo ni siquiera me podía imaginar eso, cuando me preguntaban algo yo tenía que inventar alguna cosa para no quedarme atrás.
El acercamiento con el esposo de mi tía fue aumentando sin control. Ahora cuando nos saludabamos, nos dabamos un besito que cada vez se acercaba a los labios, en ocasiones el me abrazaba efusivamente al verme, mis senos se frotaron con su pecho varias veces. Y cuando mi tía tenía turnos en el hospital (tenía dos turnos a la semana, uno hasta media noche y el otro hasta amanecer), yo me ponía la ropa más sexy que tenía, como minifaldas para dejar ver mis lindas y llenitas piernas, un blusa escotada o un top para realzar el tamaño de mis senos. Jorge Mario también llegaba más temprano de su trabajo esos días, nos sentabamos a ver TV juntos en la sala o simplemente nos poníamos a platicar de muchos temas. Hasta que al final pasó lo que tenía que pasar.
Ese día era un sabado, yo no iba al colegio, durante el almuerzo en una platica de mesa con mi tía y Jorge Mario, salió el tema de un embarazo de una chica de 15 años, en ese momento mi tía se volteó hacia mi y me dijo que me recomendaba siempre usar el sexo seguro, un término que para mi no era conocido y no sabía que significaba. Asi que esa tarde después de mi tía se fue de turno al hospital, después de pensarlo más de dos veces, le pregunté a Jorge Mario que era sexo seguro. Primero él se sonrojó, pero luego me dijo que era utilizar algún método para evitar el embarazo, -cómo por ejemplo el uso del condón por parte del hombre!!-
-Haz visto un condón, me imagino?- me preguntó
Dije un timido –no!-, el se sorprendió y volvió a preguntar. –Qué utilizas con tu novio cuando tienen relaciones?-, ahora la que se sonrojó fui yo. Bajé un poco la cabeza y le dije que aún era virgen. Jorge Mario no daba credito a lo que escuchó.
El se levantó fue a su habitación y trajo un sobre de plástico, lo rompió y sacó de él un condón y me lo mostró. –Esto es un condón!-, -quieres ver como se coloca!-
Yo dije otro timido –Si!-.
A continuación se bajó el pantalón y luego sin recato se bajó el boxer, por primera vez veía un pene en vivo y a todo color, antes solo en el internet, me quedé sin habla, no crei capaz a Jorge Mario de mostrarme su masculinidad asi nomás, su pene estaba semiflácido, con la cabeza en forma de sombrero y de color casi purpura, yo me tapé la boca con una mano como exclamando, luego él tomó su pija con la mano y se empezó a masturbar para erectarlo, sin embargo no lo podía hacer del todo.
-hazmelo tú, masturbame, sino no lo puedo colocar!!- me dijo. O sea que yo lo masturbara, yo no me moví. Me tomó de una mano y se envolvió el pene con ella. Le empecé a hacer una chaqueta, en pocos segundos Jorge Mario gemía y cerraba los ojos. En mi caso era la primera pija que tocaba en mi vida.
Jorge Mario se empezó a excitar, -Por favor métela en tu boca!!- me dijo él. Yo, por supuesto que dudé, pero me volvió a insistir. Poco a poco acerqué mi boca a su pija casi dura, yo antes había visto esto en dos o tres videos de mis amigas, pero nunca lo había hecho. Lo envolví con mis labios, su pene estaba caliente, su piel era suave y tersa, algunas venas sobresalían y parecían hinchadas. Luego, sin esperar, Jorge Mario me tomó de la cabeza con ambas manos y me hundió la mitad de su pene en mi boca y después empezó a moverse metiendo y sacandola de mi garganta. Era increible que aunque no tenía casi ningún sabor, me estaba excitando mucho hacerselo y verlo gemir de placer. Sus movimientos se aceleraron dentro de mi boca, pero de repente se detuvo y saco su pija de mi boca, tomó el condon y estirándolo se lo puso de modo que cubrió su pene con él.
-Ves!, asi se pone!- me dijo con una sonrisa sarcástica. De nuevo me tomó por la cabeza y me metió su pene de nuevo, solo que ahora con el condon puesto. Ya no era tan excitante para mi chupar ese pene con un pedazo de plástico encima, pero Jorge Mario seguía gozandolo. De pronto que acelera su mete-saca en mi boca, siento que me jala los cabellos más fuerte, luego oigo un grito de él acompañado de un jalón que me hace meter todo su pene en mi boca, casi me ahogo, él sigue gimiendo y diciendo no sé que cosas, de pronto todo es tranquilidad, apenas mueve su pene entre mis labios. Después lo saca y veo un líquido blanco dentro del condon, que es de color transparente, debe ser semen, lo he visto en peliculas y videos. Jorge Mario se sienta en el sofá me vé a los ojos y me dice, -ves asi es como funciona, solo que en vez de tu boca, el condon impide que el esperma entre a tu vagina, ya que puedes quedar embarazada sin querer-
A partir de ese día, las pláticas que tenía con Jorge Mario, sobre todo los días en que mi tía no estaba, se volvieron ricas sesiones de educación sexual. La siguiente vez empezamos a besarnos de lenguita, que rico besaba él, mi boca tragaba una buena cantidad de saliva, sus manos acariciaban mi cuerpo, sobre todo mis piernas. Su boca se posó en mi garganta, luego sus manos bajaron mi blusita y emergieron mi enormes senos, los cuales fueron literalmente devorados por la boca de Jorge Mario, los mamaba con fuertes chupones en mis aureolas que me hacian temblar de pasión. Ese día me mamaron los senos por primera vez en mi vida, y lo hizo por casi una hora. Jorge Mario mojó sus pantalones, se podía un halo de humedad. Por la noche ya en mi habitación a solas, me ardian los pezones de la chupada que me dio Jorge Mario. Pero allí quedó todo. Al parecer él quería gozarme poco a poco y hacerme su mujer lentamente
El siguiente paso fue darme sexo oral. Al principio me negué diciendole que no podía hacer eso, que estaba arrepentida, ya que mi tía me había recibido en su casa y yo no quería traicionarla. Pero igual me convenció con mucha astucia, termine abriendo mis piernas y el comiendose mi cuquita completa. Su lengua se metió por todo mi coñito, en cuenta me lamió mi agujerito negro, pero me dijo que lo había encontrado sucio, por lo cual cada vez que nos juntamos me aseaba mi cuquita y mi culito en la ducha. Jorge Marío me hizo llegar a dos orgasmo a través de comerse mi cuquita, yo estaba avergonzada después de mi primera venida, pero luego no quería que él dejara de chuparme mi cosita. Su boca devoraba y casi tragaba mis labios vaginales y apretaba con sus labios mi clitoris, fue una excelente clase de cómo se debe mamar una cuca.
Asi llegó el gran día de mi iniciación. Esa vez fue en su habitación, yo presentía que ese día mi virginidad llegaba a su fin. Estaba a cuatro días de mi cumpleaños número diecisiete. Jorge Mario antes de iniciar me dijo que hoy me daria mi regalito de cumpleaños, nos empezamos a besar sobre su cama, los besos fueron ganando de tono, una de sus manos se hundio entre mis piernas y me tocaba la cuquita sobre mis braguitas, mientra sus hábida lengua bajó a mis senos, me quitó la blusa y luego mi brazzier, luego con una serie de besos bajo a mi vientre, y luego su cabeza se metió entre mis piernas aún con mis braguitas puestas, beso y lamió con su hábida lengua toda mi cuquita sobre la tela de mi calzoncito, en pocos minutos mi prenda estaba empapada de su saliva y de mis juguitos. Yo me retorcía en la cama como si fuera una lombriz en el suelo.
Me hizo a un lado mi braguita puesta, allí emití mi último –no!- siendo virgen, Jorge Mario me empezó a comer mi conchita virgen, la lamió como si fuera un sorbete, por todos lados, su lengua húmeda y caliente recorrió todos los lugares escondidos de mi cuquita por primera vez, yo me sujetaba de su cabello para contener mi pasión. Yo gemía descontroladamente y lubricaba mi joven rajita para que la lengua de mi amante la limpiara cada vez.
Luego de sacarme un brutal orgasmo con su lengua, Jorge Mario se hincó frente a mi, se sacó la ropa y después sacó mi braguita, dejándome desnuda sobre la cama, luego se colocó sobre mi, maniobró su pene con la mano, frotándola sobre mi rajita sobre mis labios vaginales y sobre mi clítoris, todo eso me hizo temblar sobre la cama, crei que me iba a desmayar de todas las sensaciones que estaba viviendo, y aún faltaba lo mejor.
Su gorda cabeza fue la primera que toco y rasgo definitivamente mi himen, emití un grito y tape mi boca con mis manitas. Ya estaba hecho. Su largo pene se fue deslizando en mi grutita, yo me aferraba a sus muslos como tratando de detenerlo o al menos que se fuera lento, su dura pija fue abriendo mi orificio vaginal por primera vez, sentí dolor, sentí placer y cualquier sentimiento. Cerre los ojos cuando Jorge Mario se fue reclinando sobre mi cuerpo, a la vez que me iba penetrando hasta el fondo con su pene. El buscó mi boca y nos dimos un húmedo beso, mientras dejaba ir toda su masculinidad entre mi cuquita. Había dejado de ser niña, para convertirme en una mujer.
Luego él comenzó a bombearme su pija en mi rajita, nuestras bocas seguían unidas por la lengua de cada uno. Aveces tenia que dejar de besarlo para gemir, porque no aguantaba el no hacerlo. Sus bombeos se tornaron profundos, desde la entrada de mi conchita hasta que su vientre tocaba mi rajita. En ocasiones me embargaba el climax y le clavaba las uñas en su espalda o en sus nalgas. Que rico vaiven. Era delicioso tenerlo adentro de mi, era lo que yo siempre me había imaginado. Es indescriptible sentir el cuerpo duro y masculino de tu amante, gimiendo, diciendo palabras de amor y moviendo su pija dentro de mi cuerpecito.
Supe que él estaba por venirse cuando se zafó de mi rajita y se puso un condón, luego me penetró de nuevo y siguió bombeandome su dura pija. Me vine unas dos veces antes de que él me llenara la cuquita de leche, con el condon puesto. Pensé que me iba a desmayar de tanto placer, mi cuquita estaba tan dilatada y sensible que pude sentir las pulsaciones de su pija mientras eyaculaba su esperma dentro de mi coñito. Luego nos quedamos alli sobre la cama, cansados, sudados y satisfechos. A los quince minutos nos metimos juntos a la ducha para lavarnos nuestro pecado, siguieron los besos, los abrazos y las tocadas. Me hizo sexo oral aún en la ducha, al igual yo le mamé su pija de nuevo. Todo fue sensacional, lo único que no cuadraba era que él es el marido de mi tía.
Más tarde nos despedimos y nos prometimos volverlo a hacer. Lo cual no tardó mucho en hacerse realidad. A la semana siguiente siempre en un turno de mi tía, Jorge Mario me volvió a hacer suya, esta vez yo tuve más participación y lo hicimos de muchas formas sobre mi cama.
Desde esa vez han pasado 15 meses, de estar pecando, Jorge Mario es mi novio, mi amante, mi pecado, y no quiero perderlo. Con él he experimentado todo lo que una mujer experimenta con su marido. El me ha dicho que quiere que más adelante yo le de lo que siempre ha querido, un hijo.
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