Intimidad entre hermanas 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Nos comían los nervios, estábamos ansiosas.
Le conté a mi hermana que mi marido y yo habíamos tenido relaciones, pero nada que ver con Pablo.
«Tan bien folla Pablo?», me preguntó Lola, «ya te vas a enterar», le dije.
Hasta que por fin aparece, había demorado cuatro días en venir a buscar a mi hermana.
Nos saludamos los tres y Lola y Pablo se fueron.
Yo me quedé en el negocio, pasaban las horas y mi hermana no venía, hasta que después de algo más de tres horas, la veo venir caminando.
Su cara reflejaba todo.
«Y hermana, como te fue?», le pregunté deseando que me cuente todo.
«Llegamos a su casa, yo temblaba de los nervios, estuve más nerviosa con Pablo, que cuando perdí la virginidad.
Nos fuimos a su dormitorio, él se.
desnudó y se acostó acariciando su polla, yo no sabía que hacer, sólo miraba su gruesa polla.
Dejame ver como te desnudas para mí, me dijo.
Yo me empecé a desnudar, Pablo solo me miraba.
Yo estaba cada vez más nerviosa y cachonda a la vez.
Cuando quedé en bragas y sujetador, me daba vergüenza como me caía la tripa.
Cerré mis ojos, me saqué el sujetador y sin pensarlo, me saqué las bragas, quedando completamente desnuda aunque seguía con mis ojos cerrados.
Me sorprendí cuando Pablo me empezó a acariciar, muy suave, yo estaba con mis brazos colgando a los costados de mi cuerpo.
Sentía sus manos en mi tripa, empecé a temblar más cuando siento como me empieza a chupar las tetas, una de sus manos acariciaban mi coño.
Sin que me diga nada, abrí mis piernas.
Hermana, casi grito cuando me metió un dedo en el copo, nunca estuve tan lubricada, su otra mano me acariciaba las nalgas, siento como me buscaba el ano con el dedo.
Yo estaba parada, quieta, Pablo me chupaba las tetas, movía sus dedos dentro de mi coño y mi culo.
Me abraza, siento su polla dura entre mis piernas, me besa, metió su lengua en mi boca.
Ahí fue como si reaccionara, yo también lo abracé, nos besabamos, cerré mis piernas con su polla pegada a mi coño.
Poco a poco nos fuimos recortando en su cama, Pablo lo hace todo sin apuro.
Nos acariciamos, yo cogí la polla, estaba tan dura que me pareció increíble.
Me hizo poner boca arriba, me abrió las piernas y miraba mi coño, lo olía, pasaba su lengua.
Cada vez gemía más fuerte mientras él me comía el coño.
Me volvió a meter el dedo en el culo y lo movía mientras me chupaba el clítoris, haciendo que grite de placer.
Se acomodó entre mis piernas, yo estaba con las piernas bien levantadas y abiertas y siento como Pablo me mete toda la polla bien adentro del coño.
Que grito de placer di hermana, sentía mi coño bien lleno de polla.
Pablo la sacaba y la metía haciendo que me refuerza en la cama de placer, la volvió a sacar y la metió en mi boca, estaba loca, no sabes hermana como la empecé a chupar, me cogió la cabeza y me la metió hasta la garganta, me hizo hacer arcadas.
Se metió entre mis piernas de nuevo y me siguió comiendo el coño, como tenía bien levantadas mis piernas, bajo la cabeza y siento su lengua pasar por mi ano, me dio como un calambre de electricidad.
Mientras Pablo me hacía todo eso, te imaginaba a ti cuando estabas con él.
El muy carbón me hizo venir comiéndome el coño.
Me dio la vuelta, quedé culo para arriba, mordia la almohada cuando me empezó a morder las nalgas y las abrió y me empezó a comer el ojete con la lengua.
Yo levantaba mi culo y lo movía para los costados.
Estaba tan cachonda que no podía ni decir palabra.
Me hace levantar más el culo y siento como apoya su polla contra mi ano y yo mordia la almohada, me agarraba de sus sábanas haciendo boyos con las manos cuando siento como me la empieza a meter en el culo, como se abría mi ano con esa polla entrando.
No lo hacía fuerte, me la metía despacio pero con firmeza hasta que siento como queda acostado sobre mi espalda y su polla toda adentro de mi culo.
Me empezó a morder la nuca, pasaba su lengua por mi oreja, estaba tan cachonda que me empecé a mover yo.
Sin sacarla me hizo poner en cuatro patas, me hizo abrir mis piernas y me empezó a follar el culo.
La metía y la sacaba, escuchaba como mis nalgas chocaban contra su cuerpo.
La saca toda y así como estaba me la mete en el coño, yo no dejaba de gemir, de morder su almohada.
Ahora me follaba el coño, la sacó y la volvió a meter en mi culo, y así estaba, del culo al coño y del coño al culo.
Te lo juro Yoli, nunca había disfrutado tanto.
Me puso de costado, haciendo que levante la pierna que estaba arriba, con una mano me abrió la nalga que estaba arriba y con la otra dirigió su polla y me la volvió a meter en el culo.
Hoy Pablo me follo más veces el culo de lo que lo follaron en toda mi vida.
Me follo boca arriba.
Por el culo, por el coño, no sabía por donde me la iba a meter.
La sacaba de donde la tuviera metida y a mi boca.
Mientras la chupaba me metía los dedos, estaba tan cachonda y abierta, que entraban como si nada mientras yo le comía la polla.
Que aguante tiene el carbón, mi marido ya se hubiera corrido hacía rato, y Pablo dale que te pego, follando mi culo, mi coño, haciendo que le chupe la polla.
Me follo parada, apoyada contra las puertas del placard.
Tengo las nalgas rojas de las palmadas que me dio.
No sabes Yoli, como me duele el ano de tanto que lo folló.
Desde que tengo vida sexual, es la primera vez que me corro tres veces.
Me estaba follando el culo hasta que la saca de golpe, me hace arrodillar y no bien metió su polla en mi boca, siento una cantidad de leche salir de su polla, nunca me imaginé que pudiera salir tanta, me llenaba la boca.
Traga, traga, me pedía Pablo, y no me hice de rogar mucho, le tragué toda la leche.
Si mi marido supiera lo que hice me mata, no sabes cuántas veces me pidió venirse en mi boca y que le trague su semen, y siempre le dije que no, que eso me daba asco, y ahí estaba arrodillada frente a Pablo, limpiando su polla con mi lengua después de haber tragado una enorme cantidad de semen», le contaba a Yoli.
«A mi me pasó igual, Miguel casi desde que nos casamos me pide que le trague el semen y le dije que me da asco, pero el de Pablo es distinto, yo se lo tragaria siempre que pueda», dije.
«Lo mismo me pasa a mí, a Pablo siempre se lo tragaria», me dijo mi hermana.
«Cuando nos volvímos a acostar con Pablo, me dijo que le encantaría que hagamos un trío, tú, él y yo, que nos quiere follar juntas.
Que opinas Yoli, nos animamos y lo hacemos?», me terminó de contar mi hermana Lola.
«Tú te vez chupando mi coño o yo el tuyo?, porque vamos a tener que hacer eso, basarnos, acariciarnos, no se Lola, tendríamos que verlo», le dije a mi hermana.
«Yoli, tú crees que Pablo no nos va a hacer poner como una moto?, dime la verdad, quien te ha echo disfrutar más del sexo, Pablo esta vez que nos ha follado, o nuestros maridos en los años de casadas que llevamos?», me dijo mi hermana, y no puedo quitarle razón.
Las dos hemos disfrutado más del sexo en una mañana, que en todos los años de casadas que llevamos.
Hemos echo con él, lo que no hemos echo con nuestros maridos.
No nos ocultamos con mi hermana que estábamos desesperadas que Pablo nos folle.
Lo del trío tendremos que hablarlo.
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