Isabel nuevamente infiel, pero esta vez fue especial
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy Isabel, ya varias veces he sido infiel a mi marido y de cierta forma siento que es justo por tantos años de mal trato. Siempre acudía a un motel de manera muy discreta y reservada, pero esta vez fue distinto. Realizamos una fiesta en mi casa por mi cumpleaños, invitamos a muchos amigos, amigos de mi marido y amigos míos o compañeros de trabajo, dentro de estos inviten a Rikardo, mi amante, que era compañero de trabajo. Al principio no acepto pero yo le dije que era lo mejor, de esa manera evitaríamos todo tipo de sospechas y seria todo mucho más natural.
La fiesta fue genial y yo con Rikardo nos manejamos solo como dos compañeros de trabajo, con mucho respeto y hasta con cierta distancia. Como siempre mi marido antes de medianoche ya estaba borracho y dando su espectáculo, a medida que pasaban las horas cada vez más ebrio. Como a las 3 de la mañana comenzaron a retirarse los invitados, en cosa de minutos se retiraron todos, Rikardo me hizo una seña con sus ojos, luego se ofreció a ayudarme a ordenar la casa antes de retirarse. Una vez quedamos solos yo me acerque a mi marido que estaba recostado sobre el sillón, saque sus zapatos, le hable, lo moví fuerte y no reacciono, estaba completamente borracho y casi inconsciente. Rikardo sentado en el otro sillón me miraba con su cara, llena deseo yo le hice un gesto que aquí no, él se paró y me tomo la mano, me llevo a la pieza del al lado, que era mi dormitorio.
Una vez entramos me abrazo y me beso con fuerza, con pasión, sentía su lengua inundar mi boca, sus manos tomaron mi trasero, los apretaban, los masajeaban y me apretó contra él, refregándome todo su paquete. Yo estaba caliente y le respondí haciendo presión contra él, comenzó a sacar mi blusa, luego mi falda, me tenía en ropa interior estaba loca de deseo, pensé en decirle que no, que en mi casa no, pero en ese momento su mano toco mi conchita por encima de mi ropa interior, luego un dedo se deslizo por mi rajita y la puntita de su dedo entro, uuuuuuffff perdí el control y me entregue a él. En cosa de segundos me desnudo y me tumbo sobre la cama, él se desnudó y nos besamos apasionadamente, chupaba mis pezones, mordía suavemente mi cuello, hombros, me tenía loca, dos de sus dedos se introdujeron en mi concha comenzando un masaje de mi punto G que me tenía al límite, mi espalda se arqueaba de placer, apretaba las piernas, apretaba la concha, me retorcía, el dejo de besarme y me susurraba las palabras más sucias a mi oído y eso me hizo perder la cordura. Me decía mi Putita te lo voy a meter todo, hasta los cocos…. esta noche serás mi puta…te reventare la concha con este tronco….le llenare de leche caliente zorra, sentirme así, baja, sucia, me excitaba, sentirme puta, pero lo más morboso que podía sentir y de cierta forma era una verdadera puta, follando a centímetros de donde dormía mi marido.
A penas saque la voz y le dije, métemelo por favor… él me dijo, repítemelo puta….yo repetí, métemelo… y con sus manos me volteo con fuerza quedando en cuatro patas, con la cabeza a los pies de la cama y con el culo levantado totalmente expuesta. Puso la cabeza de su verga a la entrada de la conchita y me dijo…muéveme el culo puta… yo obedecí sumisamente moviendo el culo, con la cabeza de su verga abriéndome suavemente cada ves que me movía…una palmada fuerte en mi cachete, me produjo dolor y placer, otra y otra, así putita, muéveme el culo. Luego sentí que escupió en mi ano y rápidamente su dedo pulgar perforo mi culito, ahí se me nublo la vista…No alcance a reaccionar y de una sola estocada me la metió hasta el fondo. Un gemido se escapó de mi boca, ya no aguantaba más, mire hacia la puerta y podía ver los pies de mi marido. Luego comenzó un mete saca violento y su dedo pulgar perforando mi ano. No aguante más y explote en el más inolvidable de los orgasmos, fue total. Caí sobre la cama desvanecida, casi inconsciente. Rikardo se recostó a mi lado y me hizo mucho cariño, en mi espalda y pelo, fue lindo, muy tierno en ese momento. Una vez me incorpore me pidió que me sentara en la cama, él se puso de pie frente a mí y se masturbo para que yo lo mirar. Cuando salto su primer chorro yo cerré los ojos, me roció en los pechos y cara, toda su leche, luego me las esparció y unos de sus dedos me lo introdujo en mi boca, pude sentir el sabor de su semen…
Esta vez fui nuevamente infiel, pero fue especial, follada al lado de mi marido, me sentí más puta y me encanto…
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