Juanita, la criada de la casa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, llamenmé Mario, de 21 años, siempe he sido fogoso en el amor y casi adicto al sexo. En estas fechas quiero compartir lo que me sucedió en el año nuevo 2011 con Juana, la criada nueva, en ese entonces de la casa de mis padres, donde yo aún vivo todavía. Yo soy de talla mediana 1.75 mt, moreno claro, no soy feo y me bendicieron con un un buen rabo, largo y gordo.
Juana debe tener unos 28 a 30 años. De pequeña estatura y de rostro ovalado, boca grande y dientes grandes, lo suyo no es el rostro, sino tiene un tremendo culo, con unas nalgas redondas y grandes que te enloquecen, sobre todo cuando usa pantalones apretados, sus senos son de tamaño mediano y a ella le encanta coger. El problema inicial fue que ella es casada, pero su marido al parecer le gustan libar mucho, es decir casi siempre lo vi borracho, él llegaba a traerla todos los días a eso de las 6:00 pm, hora de salida de la casa de mis padres.
Yo traté de entablar amistad con Juanita, que asi le decía, quien al principio se portó esquiva, luego ya charlábamos algunos minutos, yo le decía que era muy bonita y trataba de ligarla, pero ella seguía siendo esquiva y me decía a cada momento que era casada y su esposo era muy celoso. Algunas veces le llevaba en secreto, sin que mis padres lo vieran, algún regalito, ella se sonrojaba.
En vísperas del año nuevo, la vi triste, cuando tuve oportunidad le pregunté que le pasaba, ella me confesó el problema de su esposo con la bebida y que habían peleado y a raíz de eso el se había ido con sus hermanos a otra provincia a varias horas de allí y la había dejado sola, y que no sabía si irse detrás de él, o pasarla con unas sus primas. Yo solo la escuché y traté de sacar ventaja de eso, le dije después que si quería yo la acompañaba esa noche, ella me vió y me djo no!, pero luego se río, no era algo definitivo pensé y le di el número de mi teléfono móvil y le dije que me llamara si no se iba detrás de su marido. Al parecer ella estaba muy ofendida por su marido.
Vino la noche de año nuevo, yo estaba en la casa de unos amigos en una semifiesta privada, habían chicas y música, yo le había dicho a mis padres que no me esperaran a las 12:00 y que llegaría muy tarde. Pasó la media noche, abrazos, traguitos y baile, en eso sonó mi móvil, ante mi incredulidad, era Juanita, primero me deseo feliz año y luego me dijo que estaba en una discoteca con sus primas, ya no se había ido con su marido, y me dijo que si podía llegar con ella, yo salí casi corriendo, mis amigos me preguntaban y yo les decía que a casa de mis padres.
Llegue en mi coche a la dirección de esa discoteca, yo no la conocía, era de tipo popular, era muy oscuro el lugar, al final vi a Juanita con otras dos chicas, ella iba arreglada como nuna la había visto, rostro bien pintado, boca color purpura, una blusa pegada a su torso, dibujaba bien su tetitas y lo mejor una falda pegadita a sus caderas y a su trasero, se veía deliciosa la condenada Juanita, la verga se me paró de emoción.
Como se imaginaran la saqué a bailar y le decía al oído lo linda que estaba esa noche y que yo quería robármela. Ella como nunca me sonreía a cada momento y me agradecía por estar allí con ella. Además de habló de su marido, que era un comemierda y lo decía con cólera. En eso vinieron las piezas románticas y yo la abracé y le dije cosas bonitas al oído, de repente busqué su boca y la besé, nuestras lenguas fueron tomando confianza poco a poco hasta que se entrelazaban en nuestras bocas, mis brazos la apretaron y le dije que la quería tener solo para mi y que debíamos irnos a otro lado, ella me dijo que le iba a decir a su primas que estaban allí con ella. –Dile que te llevé a una fiesta con amigos!-, ella se envalentonó y se fue a decirles, al rato llegó con su bolsa y salimos.
Antes de arrancar el coche, nos dimos un pequeño agasajo allí adentro, no había problema porque los vidrios son polarizados, nos besamos bien rico, yo metí mis manos debajo de su blusa y le toqué sus senos, le acaricié sus largos pezones erectos, y luego mis labios los apresaron chupando y mamando, ella cerraba sus ojos y aveces los ponía en blanco. Mi verga ya amenzaba con romper mis pantalones. Asi que tomé el volante y me dirigi al motel mas cercano. Entramos con todo y coche y subimos a la habitación con una cama enorme y espejos por todos lados.
Al entrar la volví a tomar y nos besamos, la puse contra la pared y le di la vuelta, le besé la espalda y fui bajando hasta casi ponerme de rodillas, sus nalgas quedaron frente a mi boca, levanté su falda apretada, ante mi fui descubriendo mi sueño húmedo, unas tremendas nalgas duras y redondas, crei que no llevaba bragas, pero me di cuenta que tenía puesto un hilo dental, la timida Juanita iba preparada, eso me gustó y comencé a chupar y morder suavemente sus tremendas ponpas. Luego con mis manos separé sus carnes y metí casi todo mi rostro en medio, la punta de mi lengua pasaba por toda su rayita, hice a un lado su hilo dental para lamer el ojete de su culo, magnifico!. Juanita solo gemía y se limitaba a decir mi nombre –Mario!, Mario!, que rico Mario!!-
Luego de chuparle a placer sus nalgas y su culo, la cargué hacia la cama, la desvestí hasta dejarla solo cn su tanguita, yo hice lo mismo y me quedé en cueros, de pie a un lado de la cama me acaricié mi pija empalmada frente a ella y le dije que me la mamara, ella se puso en cuatro y a horcajadas se fue hacia mi, como una becerrita comenzó a lamer y a comerse mi pija, -te gusta?- le preguntaba a cada momento, porque yo miraba que se la comía con mucha pasión y gusto.
Es obvio que lo yo quería era comerme semejante trasero y su chuchita, asi que nos pusimos en una 69, conmigo abajo, comencé a comerme su panocha semidepilada, su ojete y sus nalgotas, mientras ella me chupaba la pija. Oi a Juanita correrse casi gritó, luego en mi lengua sentí lo amargo de su venida. Cabe decir que le comi todo hasta que me dolíeron las mandíbulas.
La puse en cuatro, no quería perderme nada de su tremendo culo, le pase el glande por su panocha varias veces, ella gemía como pidiéndome ser penetrada, finalmente se la metí, su vagina estaba empapada, mi pija se fue deslizando sin problema hasta que se la tuve casi toda adentro, ella pujó. Luego comencé a pistonearsela, ella ayudaba moviendo sus buenas carnes. Cada embestida se la metía desde el glande hasta el cabo en su chucha, ella gemía y gritaba bien rico, que me calentaba la sangre de oírla gozar mi pija.
Mientras la cogía estando ella en cuatro yo le manoseaba su colita con mis dedos, mojé uno de mis dedos y se lo inserté una tercera parte en su culito y ella movió más rápido su trasero, al parecer no era desconocido el placer anal para ella. Pero era muy temprano pensar en cogerla por el culo. Asi que la puse boca arriba y me subi, una posición del misionero, se fui metiendo y ella me abrazó con sus piernas en mis costados, yo empecé de nuevo a pistonearla y busque sus pezones para mamarlos. Asi estuvimos cogiendo un buen rato, ella poniendo sus ojos en blanco y pidiendo más duro y rápido mis pistonazos. Los dos estábamos por estallar, era cuestión de segundos, aceleré porque vi que ella estaba al borde de otro orgasmo, pistonie duro y profundo y finalmente cuando la oi llegar, aceleré para buscar el mio, mi pija explotó varias veces dentro de su vagina entre gritos mios y de Juanita. Por fin hubo silencio y ambos nos quedamos quietos, mi pija apenas palpitaba ya adentro de ella.
Juanita fue la primera en ponerse de pie e ir al sanitario, yo me quedé acostado, algo cansado de cogerla. Salió y le pregunté –Cómo la pasaste?-; ella se acercó desnuda, la silueta de sus curvas se dibujaba, se subió a la cama por la parte frontal, me dijo –Mario!, que rico estuvo, no la había pasado tan bien desde hace tiempo-, me acarició la pantorillas, luego la entrepierna y tomando mi pija ya bastante flácida, comenzó a chaqueteármela, sus manos eran pequeñas pero tomaban muy bien la redondez de mi falo, luego me empezó a masturbar cada vez mejor, separe mis piernas y ella se fue metiendo entre ellas, bajó su cabeza y colocó mi glande entre sus labios y chupó lento y suave, lo repitió varias veces hasta que se fue tragando el resto de mi pija.
Juanita se comió mi pija bien rico, como si fuera una experta. Luego le dije que se subiera en mi, ella afortunadamente entendió mal, pues en lugar de subirse sobre mi pija, se subió sobre mi rostro y me puso su panocha en la boca, yo empecé a lamer y chupar su rico coño, mis lamidas se volvían cada vez más profundas, yo sentía que podía penetrarla con la punta de mi lengua en ocasiones, y Juanita gemía y casi me arrancaba los cabellos con sus manos. Más tarde ella me diría que había sido el sexo oral más intenso que le habían dado en su vida, la hice venir al menos dos veces en mi boca.
Luego ahora si, ella se montó sobre mi verga y se la hundió hasta los guevos, dejé que ella fuera la que impusiera el control y el ritmo de la cabalgada, ella se movio despacio, luego más fuerte, hasta que casi brincaba encima de mi pija y se provocó otro orgasmo, yo le tomaba de sus tetas y mamaba por turnos, pero su movimiento pelvico me hizo explotar nuevamente dentro de su vagina, llenándosela por segunda vez de esperma calientita.
Ahora nos quedamos ambos cansados, fue cuado ella levantó su cabeza y me dijo que quería quedarse toda la noche conmigo, que no tenía a donde ir a esa hora y no quería estar sola en su casa. Yo tampoco tenía nada que hacer, asi que desnudos nos quedamos viendo tv, ya eran más de 3 am, pornto amanecería. Claro que seguimos tocándonos, besándonos y yo le chupaba las tetas y mordía sus buenotas nalgas. Casi amaneciendo le eché otro polvo antes de irnos, la puse en cuatro de nuevo y tomandola de las nalgas la penetré, le metí mientras nuevamente otro dedo en el culo y ella como lo movia de rico con mi dedo adentro, -quiero que ese culo sea mio la proxima vez!!- le dije al oido.
A raíz de ese año nuevo, la tal Juanita se volvió mi amante y en la siguiente ocasión que fuimos a un motel me la cogí por su anhelado culo, y le gustó hacerlo por allí. Al principio mi pija no le entraba en su ano, creo que ella se ponía muy nerviosa y tensa que su ano expulsaba mi pija, me puse un condon con lubricación extra, y la fui relajando mientras se la empujaba dentro de su recto, ella gritó, pero le dije que se calmara, asi le pude meter bien mi pija entera en su culito rico. Luego ella misma me decía que le había gustado hacerlo por alli, y que yo era el primer hombre que se la metía en su culito, yo no tenía mucha experiencia de hacerlo por alli, debo decirlo, pero me volví experto en los siguientes meses mientras se lo hacía a Juanita.
Los siguientes meses, apenas mis padres nos dejaban solos en casa, me la cogía en la cocina, en la sala o en mi habitación, a Juanita le gustaba tener una pija en su panocha y luego en su recto.
Ella nunca dejó a su marido, solo le ponía los cuernos conmigo. Luego cuatro meses después (a inicios de mayo 2011), ya no llegó a trabajar, mi madre no sabía porque había dejado de trabajar, y obviamente yo no fui a buscarla. La vi un día de septiembre (yo iba en el coche de un amigo, de copiloto) en la calle, iba de la mano feliz con su marido y le vi una panza de embarazo… (mejor no sacar conjeturas, no!).
Espero le haya gustado.
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