Jugué a ser mujer y me hicieron mujer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
No se cuanto tiempo habré dormido, me despierto y sentía como latía mi chiquito, me levanté con mucho dolor en la cola, pero tenía una extraña sensación de felicidad, de haber echo algo que le dio un nuevo matiz a mi vida.
Fui al baño, y cuando salgo, fui a donde estaba Gerardo, yo seguía desnuda, él me abraza por mi cintura, me besa la boca y siento como deja sus manos en mis nalgas, "como esta mi pequeña hermosa", me dijo, pasando sus dedos por la raya de la cola, yo me sentía cómoda en sus brazos, me gustaba sentir sus manos acariciando mi cuerpo, y yo me dejaba acariciar por donde él quisiera, "bien y tú?", le dije, pegando mi cuerpo contra el suyo y dejando que sus manos recorran mi cola, mi cuca, "me duele el chiquito", le dije, "es que mi amor, no te olvides por donde te metí la verga", me dijo, pasando suavemente su dedo por mi chiquito, "pero no importa, me ha gustado mucho", le dije, besando yo ahora sus labios, "bueno ve a vestirte que tu madre no demora en venir del trabajo", me dijo, no solo besando mis labios, sino que me dio un beso en cada una de mis teticas, haciendo que me estremezca.
Mamá volvió del trabajo, y todo era normal, no se dio cuanta de nada.
Al otro día fui al instituto pero deseaba volver a casa para estar con Gerardo.
Cuando llego, Gerardo estaba trabajando, mamá no estaba y yo fui a donde estaba mi padrastro, le bese los labios y me fui a mi dormitorio, donde no me puse nada, salí desnuda por completo, "hola", le dije, viendo como me miraba mi padrastro y se sonreía al verme desnuda, "vas a estar así desnuda?", me dijo, abrazando mi cintura y pasando su mano por mi cola, "si, me gusta como me acaricias", le dije, abriendo mis piernas y dejando que me acaricie la cuca, "quieres seguir practicando mamando mi verga?", me dijo, bajando su pantalón y dejando su verga fuera que estaba medio dura, "si", le dije, agarrando su verga con mi mano, y le empecé a subir y bajar el prepucio, como me había enseñado el día anterior, la descabecé y bajando mi cabeza le empiezo a dar besos, a lamer su tronco y la metía en mi boca, era como si estuviera dando la lección que me había dado ayer, recordaba todo lo que me había explicado ayer, de como mamar su verga y yo hacía todo, lo recordaba todo, y noté como se puso dura enseguida en mi boca.
Yo estaba contenta de escuchar como Gerardo gemía a medida que yo le mamaba la verga, me di cuenta que estaba haciendo las cosas bien.
Su dedo bajó a mi cola y buscaba mi chiquito a medida que yo mamaba la verga de mi padrastro, me quejé un poco de dolor cuando me empezó a meter el dedo en la cola, me dolía un poco todavía mi chiquito, pero no deje de mamar.
Yo le mamaba la verga y él movía su dedo dentro de mi cola, "que rápido aprendiste a mamar la verga Karen, que bien me la mamas", me dijo mi padrastro, metiendo su dedo por completo en mi cola, "te gusta como te mamo la verga?", le dije, sonriente, mirando su cara y volviendo a meter su verga en mi boca, "si Karen, la mamas muy bien, si sigues mamando así, vas a hacer que me escurra en tu boca", me dijo Gerardo, dejando que siga con la mamada que le estaba haciendo, "haaaaaaa, Karen, así, así, sigue mamando Karen que ya me escurro en tu boca", escuchaba que me decía, y siento como me agarra la cabeza, moviendo su cintura para arriba y para abajo, metiendo y sacando su verga de mi boca, hasta sentir como de su verga salían chorros fuertes, espesos y caliente de leche, que golpeaban mi garganta, mi paladar, mi lengua, como llenaba mi boca de leche, yo hice un intento de sacar su verga de mi boca, pero no pude, ya que me tenía agarrada mi cabeza, pero el escuchar como gemía mi padrastro, como movía su cuerpo a medida que se escurría en mi boca, fue tanto lo que me gustó, que sin esperar que él me lo diga le empecé a tragar su leche.
Su sabor me resultó extraño, pero no desagradable, tragué todo y seguí mamando, pasando mi lengua por su verga dentro de mi boca, "Karen, que rica mamada me hiciste", me decía acariciando mis teticas y yo seguía con su verga en la boca, hasta que su verga se empezó a poner blanda y ahí la deje salir de mi boca, sonriente, feliz, me había gustado mucho como había disfrutado mi padrastro, tenía el sabor extraño de su leche en mi boca, que fui al baño y me lave los dientes.
Cuando salgo del baño, Gerardo ya había guardado su verga dentro del pantalón y yo seguía desnuda, "que rico me has mamado la verga Karen, como me hiciste disfrutar y que delicia que me hayas tragado toda la leche, te gustó?", me dijo, pasando su brazo por mi cintura, "si, aunque tu leche tiene un sabor extraño, al principio no me gustó, pero después si la sentía rica", le decía.
"Bueno, señorita, baya a hacer sus cosas que yo tengo que trabajar", me dijo, y me dio una palmada en mis nalgas a modo de despedida, "me pongo ropa?", le dije, saliendo de donde mi padrastro estaba trabajando, "no, que termino esto y nos vamos a la cama que quiero cacharte", me dijo, volviendo a hacer lo que estaba haciendo.
Como a la hora entra mi padrastro en mi habitación, yo estaba estudiando desnuda como me había dicho que me quede, él estaba desnudo también, vi como colgaba su verga entre sus piernas, dejo todo lo que estaba haciendo, me pongo en pie y me abrazo a él, sintiendo su verga contra mi cuerpo, sus manos acariciar mis nalgas y nos besamos, su lengua se mete en mi boca, volviendo a levantarme en sus brazos y me lleva a su habitación, dejándome sobre la misma cama que él comparte con mi madre y en esa misma cama me había roto el chiquito.
Nos besábamos con pasión, él metía su lengua en mi boca, sus manos acariciaban mi cuerpo, y mis manos buscaban su verga, Gerardo estaba sobre mi, besando mi boca, me aplastaba con su peso, se daba la vuelta sin soltarme y ahora yo estaba sobre él, sentía su verga apoyarse en mi cuca, me levantó en sus brazos, y como ya dije, que soy muy pequeña, no alcanzo a medir un metro cincuenta, me puso de piernas abiertas en su cara, mamando mi cuca, haciendo que grite de placer y mueva mi cuerpo para los costados, Gerardo me había agarrado de mis nalgas y me hacía mover para un lado y otro, pasando su lengua por mi clítoris, o mordiendo mis labios exteriores, sentía como mamaba fuerte mi cuca, haciendo que me vuelva loca, le pedía por favor que vuelva a meter su verga por mi chiquito, quería cachar, me había echo poner muy, pero muy arrecha, "Gerardo, mete tu verga en mi chiquito, cacha mi cola", le gritaba, sin dejar de mover mi cuerpo con mi cuca en la boca de mi padrastro, sus mano no dejaban de apretar mis nalgas, yo sentía que me orinaba en la boca de mi padrastro, me sentía desfallecer.
Me baja de encima de él y me hace acostar boca arriba, de piernas bien abiertas, se acomoda entre mis piernas, siento como pasa su verga por mi cuca, y agarra uno de mi pies y se lo mete en su boca.
A medida que me mamaba el pie, sentía como su verga pasaba para arriba y para abajo por la entrada de mi cuca, como la acomodaba entre mis labios exteriores, su dedo acariciaba mi clítoris, yo solo gemía, gritaba de placer, "me vas a cachar por la cuca?", solo pude decir, sin dejar de gemir, estaba tan arrecha, sentía mi cuca tan mojada que parecía me hubieran echado agua.
Notaba como se pegaba mas a mi, sin dejar de pasar su verga por mi cuca, pero a medida que se pegaba a mi, ya no la podía pasar tan cómodo, sino que sentía como la ajustaba mas, hasta que la acomoda en mi cuca y siento como empieza a hacer fuerza y su verga a abrir mi cuca, como forzaba mi cuca para entrar, hasta que doy un grito y siento como mi cuca se abre y su verga se mete toda, quedando acostado sobre mi y su verga toda dentro de mi cuca, sentía algo líquido y caliente que me salía de la cuca, el dolor paso enseguida, ahora sentía placer sintiendo como mi padrastro lentamente metía y sacaba su verga de mi cuca.
La sensación de tenerla metida en la cuca era completamente distinta que tenerla metida en mi cola, el placer es mucho mayor.
Mi padrastro endereza su cuerpo sin sacar su verga y a medida que me cachaba, volvió a meter uno de mi pies en su boca y a acariciar mi clítoris con su dedo y su verga entraba y salía de mi cuca, haciendo que no pueda hablar del placer, solo gemía a cada movimiento que hacía mi padrastro cachándome.
Gerardo me abraza y empieza a darse la vuelta sin sacar su verga de mi cuca, hasta quedar boca arriba y yo sentada en su verga, con sus manos me hace sentar completamente recta sobre él, sintiendo como su verga entraba hasta el fondo de mi cuca, mientras sus manos acariciaban mis teticas, haciendo que desfallezca de placer, sintiendo como movía su verga bien adentro de mi cuca.
Me inclina un poco hacia adelante y me agarra de las nalgas y empieza a subirme y bajarme de su verga, haciendo que entre y salga de mi cuca, yo cerré mis ojos y disfrutaba, tenía mi boca abierta dejando que caiga mi saliva en la boca de mi padrastro mientras no paraba de cacharme, de meter y sacar su verga de mi cuca, mi padrastro me movía como si fuera una muñeca sin vida, yo solo disfrutaba, disfrutaba como Gerardo, mi padrastro me cachaba, hasta que me endereza de nuevo metiendo su verga de nuevo bien adentro de mi cuca y siento su leche caliente de nuevo, pero ahora llenando mi cuca, mi padrastro me tenía agarrada de mi cintura y me movía en círculos sobre su verga, notando como de tan llena que tenía la cuca y como me movía, salía la leche sobre los huevos y los bellos púbicos de mi padrastro.
Nuestros gemidos ya eran gritos de placer, no podíamos dejar de movernos, hasta que caigo desplomada sobre mi padrastro, sintiendo como sale su verga de mi cuca y se apoya en mi chiquito, notando como seguía saliendo leche de mi cuca, "me encanta cacharte Karen", me dijo Gerardo, besando mis labios, "y a mi que me caches, uffffffff, como me haces disfrutar con tu verga", le dije, deslizando mi cuerpo, hasta quedar sobre la cama, agitada, al costado del cuerpo de mi padrastro, él giro, quedando de costado, mirando mi cara, nos abrazamos desnudos los dos y así nos quedamos un buen rato.
Yo estaba en el tope de la felicidad.
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