Julisa se folla a joven vecino mecánico que la espiaba
Mi mujer decide follarse a nuestro vecino al enterarse que este la espía..
JULISA SE FOLLA A JOVEN VECINO MECÁNICO QUE LA ESPIABA
Como les he contado en relatos anteriores, Julisa mi adorable y puta esposa, me convirtió en un cornudo complaciente, luego hicimos un trio con su novio y ahora les voy a contar como es que un joven mecánico, que es nuestro vecino, termina follándose a mi mujer después de que este la espiaba.
Mi mujer al ser una profesionista con una responsabilidad en su trabajo, durante la semana no tiene tiempo de hacer el aseo de la casa y mucho menos lavar la ropa, así que el fin de semana lo ocupa para eso.
Siempre que ella se pone a hacer quehaceres domésticos se vista con un short muy cortito que se le asoman la mitad de las nalgas y solo con una camiseta y sin brasier, así que el espectáculo es mi hermoso y caliente, siempre carga parados los pezones y se le nota su abultada panocha.
Un día cuando ella terminó de lavar la ropa, subió a tender a la azotea su colección de tangas sexis yo me encontraba haciendo un trabajo en la computadora, así del cuarto donde me encontraba se podía ver la parte del tendedero y la casa de los vecinos, mientras ella tendía sus tangas me pude percatar que en la casa de los vecinos estaba en la ventana camilo su hijo de 24 años que es mecánico, él observaba a mi mujer cada que se agachaba, y pude ver que se estaba haciendo una paja.
Julisa terminó de tender la ropa y entró a la casa, yo estaba excitado por lo que había visto, el que un joven deseara a mi mujer y le dedicara una paja; cuando ella pasó por el cuarto donde estaba le hablé y le pedí que se acercara a la ventana para mostrarle a camilo lo que estaba haciendo por su culpa, ella se quedó sorprendida por aquel espectáculo y de inmediato se me lanzó a besarme.
Julisa: ¿Te calienta que Camilo se esté masturbando?
Yo: Me calienta que se esté masturbando por verte a ti cuando tendías las tangas
Julisa se quedó más sorprendida cuando le dije eso y sólo atinó a decirme.
Julisa: Se ve que tiene rica su verga se me antoja, ¿me das permiso de follarmelo?
Yo: Si tu quieres fóllatelo, el problema es como le vas a hacer.
Julisa: Amor eso déjamelo a mi y sólo se testigo y disfruta de lo zorra que es tu mujer.
Mi mujer salió de la casa y se dirigió a casa de los vecinos, toco el timbre y salió Camilo, según mi Julisa, él puso su cara de sorprendido por ser ella la que tocaba la puerta, y ella con dulzura le pidió que si podía ayudarle con su carro que tenía unos problemas al encender y que el carro estaba en el garaje de la casa.
Camilo aceptó a venir a mi casa a ayudar a mi mujer, yo escuché cuando entraron a la casa y ella le pidió que se metiera al garaje para checar el carro pero antes le ofreció una cerveza por el calor que estaba haciendo.
Mientras camilo estaba checando el carro ella se acercó le dio la cerveza y le preguntó cómo estaba el carro si creía que iba a haber compostura.
Camilo le dijo que si pero que necesitaba tiempo que era cuestión de dos a tres horas para arreglarlo, Julisa le dijo que no había problema por el tiempo que mientras el arreglaba el carro ella seguiría lavando su ropa, de todas formas según ella yo no estaba en casa y tardaría en regresar.
La muy zorra ya me estaba poniendo en aviso que iba a atacar a su presa y que estaba dispuesta a follárselo ese día.
Julisa: ¿Cómo que hace mucho calor, quieres otra cerveza?
Camilo: ¿Pero no se enojará su marido?
Julisa: Claro que no se enoja, tu tranquilo, además él te conoce, somos vecinos y sólo me estás haciendo un gran favor.
Cabe mencionar que Camilo ya tenía una erección aunque no muy grande pero si se le notaba que ya se estaba calentando; mientras tanto yo seguía de mirón desde mi estudio viendo como mi mujer estaba educiendo a nuestro vecino.
Julisa: Y me imagino que has de tener muchas pretendientes, eres guapo y joven a cualquier le gustaría tener ese cuerpo.
Camilo: No creo que a cualquiera porque la que a mí me gusta ni está prohibida.
Julisa: ¿Y porqué es prohibida? Acaso es casado o algo así por el estilo.
Camilo: Si es casada
Julisa: ¿Y tú le has dicho o insinuado algo?
Camilo: No como cree, se vaya a enojar y para que quiere.
Julisa: Pues si no lo intentas nunca sabrás si te va a dar chace de estar con ella.
El ruido de la lavadora, los interrumpió ella se fue a sacar la ropa y él se metió debajo del carro, mientras ella tendía su ropa me percaté que Camilo sólo la veía y se tocaba su verga, cada que ella se agachaba dejaba a su vista, ahora más de cerca de sus nalgas y de sus voluptuosos senos que se le escapaban por la camiseta que traía.
Por el agua de la ropa pronto se mojó su camiseta así que el espectáculo que le daba a Camilo por sus senos que se traslucían era fenomenal.
Ella llenó el bote de ropa y le pidió a Camilo que le ayudara a acercarlo al tendedero y que ayudara a detener el tendedero para que no se cayera la ropa, así que tenía los ricos senos de mi mujer frete a él, en una de esas ella se dio cuenta que Camilo la estaba viendo y sólo le preguntó:
Julisa: Te gustan mis senos, porque ya me di cuenta que me has estado viendo desde que fui a tu casa.
Camilo: Imagínese, quien pude decir que no le va a gustar esto que tengo enfrente, es muy hermoso y claro que me gusta.
Julisa: Ya vez como es fácil decirla a alguien que te gusta, porque no le dices a esa mujer lo que quieres con ella, la verdad si tu me dijeras eso con gusto lo haría, eres muy guapo.
Camilo: ¿Es en serio lo que me dice?
Julisa: Claro, o que ¿te da miedo?
Camilo: Es que su marido se puede enterar.
Julisa: Pero él no está y va a tardar mucho en llegar así que déjate de niñerías, crees que no me doy cuenta de que me espías y te masturbas, crees que no me he dado cuenta que te has robado mis tangas.
Camilo se quedó absorto por lo que le dijo Julisa, y sólo se acercó y agarró a mi mujer se sus nalgas y se la pegó a su cuerpo.
Camilo: Pues si ya sabes entonces quiere decir que te gusta, ven para acá chiquita.
Camilo acostó a Julisa en el cofre del auto le quitó la camiseta y le comenzó a chupar sus suculentos senos.
Camilo: Que rica estás mami, siempre había deseado este momento, tantas pajas que me hecho en tu honor.
Julisa, jaló con sus piernas a Camilo como incitándolo a que se la follara.
Julisa: Haber, que tenemos aquí.
Desabrochó su pantalón y sacó su enrome y jovencita verga, de inmediato se bajó a mamársela y camilo sólo se arqueaba por la mamada que le estaba dando; mientras se la mamaba volteo hacia la ventana donde sabía que estaba yo observándolos, y solo atinaba a sonreir malisiosamente.
Mientras tato yo ya estaba muy caliente, me saqué la verga y comencé a jalármela.
Julisa: Que rica verga tienes niño, quiero que me la des cuando yo te la pida.
Camilo: Si mamita cuando tu quieras.
Julisa: ya métemela, ya la quiero sentir adentro.
Camilo le quito el short y obvio ella no traía nada abajo, de inmediato se bajó a mamarle su panocha, Julisa solo se arqueaba de placer y le pidió que se la metiera.
Julisa: Ya métela, ya la quiero.
Camilo la penetró de un jalón y Julisa solo dio un gemido y se retorcía de placer.
Julisa: Así mi niño dame más la quiero toda adentro de mi.
Julisa, se bajó del carro y llevó de la mano a Camilo hasta la sala de la casa.
Julisa: Ven mi amor quiero que me lo hagas en la sala de la casa.
Camilo cargó a Julisa y llegando a la sala la volteó para hacer un 69 parados, esa escena era fenomenal ver como mi mujer le daba unas mamadas a Camilo y esta se llenaba de sus jugos vaginales.
La acostó en la sala y le abrió las piernas para volverla a penetrar, mi mujer era una autentica hembra en celo, se quería comer a ese jovencito.
Fue cuestión de minutos cuando Camilo dio su primer explosión de semen, llenándole la vagina a Julisa, algo que para mi era sensacional porque iba a poder limpiarla muy rico.
Julisa: Si que estás cargado de leche, eso me encantó.
Camilo se tiró en la sala y ella se le pegó a su verga de nueva cuenta hasta parársela de nuevo, para ensartarse de nuevo, así estuvieron otro rato hasta que de nuevo Camilo explotó, ya no aguantó más.
Camilo: Me has exprimido todo, ya no puedo más.
Julisa: Me encantó tu verga, prométeme que me vas a dar más cuando yo te lo pida.
Camilo: Si te lo prometo.
Se besaron él se vistió y se retiró a su casa, mientras tanto Julisa, subió a mi estudio y me encontró con mi verga parada a punto de explotar:
Julisa: ¿Te gustó lo que viste?
Yo: Claro que me gustó eres una autentica zorra.
Julisa: A mi me encantó la tiene bien rica, ¿me vas a dar permiso de que me lo siga follando cuando yo quiera?
Yo: Ya sabes que si te doy permiso siempre y cuando me lo digas y me cuentes todo después.
Julisa: Así será papito, y ahora ven porque te tengo un regalito que tanto te gusta.
Nos fuimos a la reamara, me pidió que me acostara y ella se subió en mi y puso su concha en mi boca para que succionara todo el semen que le dejó Camilo, que estaba muy rico por cierto, terminé de limpiarla y de inmediato, nos dimos otra follada de altura.
Por cierto Camilo se convirtió en uno de los amantes de Julisa, con quien ha tenido grandes encuentros como el que tuvieron una vez que fuimos de campamento al bosque y Camilo nos acompañó por ser el mecánico de confianza.
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