La amiga de mi hijo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, soy Ruben de 39 años, soy alto y altetico, pues practico deporte y voy al gym al menos dos veces por semana. Soy casado, mi hijo tiene 17 años. Siempre he sido fogoso en las cosas sexuales y quiero relatar este suceso tan rico.
Cierto día mi hijo llevó a una su amiga a la casa, yo pensé que era su novia, le llamaré Ricitos de Oro, porque no quiero sacar ningún dato por cuestión de seguridad de ella y mia. Le llamo asi porque la chica es rubia y de tez muy blanca, piernas delgadas, una carita de angel, su cabello es rubió pero aquel que como brilla por el sol. La chica me llamó fuertemente la atención, yo no dejaba de verla y para mi suerte ella también me sonreía a todo momento, Ricitos de Oro venía de una familia acaudalada de por allí.
Cuando se marchó ella, ese primer día, le pregunté a mi hijo si era su novia, yo lo que quería era sacar información, él me contestó que no que ella era muy blanca y que a él le gustaban un poco más morenas. Me dijo que estudiaba con él, tendría unos 16 o 17 años. Luego antes de irse me dijo mi hijo, -creo que tu le gustaste!-, -Cómo es eso?- le pregunté, al parecer ella hizo ese comentario, pero mi hijo lo dijo sin mucha importancia. Pero para mi eso fue el detonante, como iba a traer todos los días a mi hijo al cole, ahora trataba de encontrarme a Ricitos, y fallé en las primeras dos ocasiones, luego me di cuenta que a ella la iban a traer temprano, asi que me fui más temprano los siguientes días y la vi alli esperando a sus padres, le toqué la espalda y la saludé, ella se sorprendió y charlamos un poco, antes de irme esa primera vez que charlamos le dije que su cabello era hermoso, y asi la comencé a ver casi todos los días, luego ella me regaló unos dulces, yo le llevé la siguiente vez otra cosa, y asi comenzamos a conocernos.
A la semana de eso, llegó a la casa, me fue a saludar, iba bella, con un vestido blanco con negro, su cabello agarrado por atras, sus ojos celestes brillaban. Por la tarde, yo la oi por telefono al parecer no habian terminado un trabajo con mi hijo y ella no tenía quien le viniera a recoger, yo intervení y le dije que con mucho gusto la llevaba a su casa. Ella se alegró mucho, tanto que me dio un beso luego de colgar el teléfono.
Cuando la fui a dejar, traté que mi hijo no nos acompañara, asi nos quedamos charlando casi frente a su casa, mi auto es polarizado, asi que no había problema. Le volví a decir que era una hermosa mujercita, -y tu eres un hombre muy lindo!- me contestó, no pude más, no tendría otras oportunidades, la tomé del brazo y la besé en la boca, la solté para ver su reacción, ella se sonrojó mucho, pero me regresó el beso y yo la tomé en mis brazos, su lenguita jugaba con la mia que era más grande, le besé el cuello, las orejas y los hombros, a ella le faltaba la respiración. No se si tenía un orgasmo, pero parecía que si. Luego ella salió rápido del auto y se perdió en el horizonte rumbo a su casa.
Luego de eso un sentimiento de temor me embargó los siguientes dias, -y si ella le cuenta a mi hijo??- y -si le cuenta a sus padres, o amigas o profesores??- fue un calvario todo el fin de semana, hasta que la volví a ver cuando fui a recoger de nuevo a mi hijo, me saludo con un sonrisa, pero a tiempo llegaron por ella. Al menos me quedé más tranquilo. Luego el día viernes, la volví a ver y acercándose me dijo un papelito, alli decía que se iba a quedar en casa de una amiga el fin de semana, quería que nos volviéramos a ver y me dejó su teléfono.
Llegó el sabado y yo no sabía que hacer. Le dije a mi esposa que iría con unos amigos a beber unas cervezas a un bar, ella como cosa rara no puso objeción, Sali y llamé a Ricitos de Oro, me dio la dirección y me dijo que bocinara cuando llegara y ella saldría. Asi lo hice y ella salío, era un princesa, al menos asi estaba vestida, bien pintada, con un vestido pegado a su cuerpo, la delineaba, pude ver que tenía senos grandes para su edad, iba en zapatos altos, le abrí la puerta y se subió, nos fuimos de alli, le pregunté a donde quería ir, me dijo que donde pudiéramos estar sólitos. Asi que no podía ser en las calles, me dirigí a un motel, entramos con todo y vehículo y cerramos.
Nos besamos por un buen rato, la chica besaba de maravilla, mi lengua y su lengua parecían que se conocían desde hace tiempo y nos comimos a besos literalmente. Mi verga se fue empalando dentro de mi pantalón, mis manos recorrían ahora sus piernas, su piel era suave y solo con besos ambos estabamos ardientes.
Le dije que arriba estaba la habitación que estaríamos más cómodos que dentro del auto. Ella asintió y subimos, nos acostamos y seguimos besándonos, yo le bajé los tirantes de su vestido y sorpresa, no llevaba sostén, su senos eran más blancos y sus pezones rosados, como a mi me gustan, los mamé con mucho deseo, Ricitos gemía de placer y yo no dejaba de comerme sus lindas tetitas. Luego sentí como ella me puso su mano sobre mi bulto y comenzó a tomarlo y apretarlo encima de la tela del pantalón. Eso me puso más encendido. Le dije que nos quitaramos la ropa y que quedaramos en ropa interior, ella luego de pensarlo dijo que estaba bien. Ella como no llevaba sostén se quedó solo con braguitas y sus zapatos, en mi caso me quedé con mi boxer, Seguimos besándonos rico, ahora bajé por su cuello y le volví a chupar los pezones, bajé por su vientre y sentí el olor de hembra mojadita, le besé los muslos, luego la entrepierna, lo que hizo que ella abriera las piernas, alli aproveché para ponerme en medio y le di muchos besitos sobre su braguita, ella gemía sin control, mi verga estaba como de piedra.
Le fui sacando su braguita entre besos y frases amorosas. Su pelitos vaginales eran como su cabellera, doraditos, los pliegues de sus labios vaginales eran rosado fuerte. Me puse a lamer su chuchita, ella tomó mi cabello y cada vez que yo pasaba por algún punto susceptible de su rajita ella me jalaba el cabello, su puntos debiles, eran por supuesto su clitoris, la entrada de su vagina y el arito de su ano, eso la ponía como loca. Yo me la comí una y otra vez, hasta que oí llegar a al menos dos orgasmos creo.
Luego me fui subiendo, yo estaba calientisimo, solo queria follarla. Tome mi pene lo apunte hacia su vagina y la penetré, ella pujó y cerro sus ojos, yo seguí metiéndosela, luego entraba y salía de su rajita estrechita, al parecer no era virgen, seguí cogiendola y ella emitía chillidos en vez de gemidos y me decía entre chillidos que habia deseado este encuentro que lo habia soñado. Yo segui follándola sin detenerme, de repente ella gritó y pude sentir mojarse su vaginita, pues mi verga ahora entraba causando ruido como de charquito de agua.
Después la puse arriba, yo estaba agotado de darle duro, ella me dio una sabrosa cabalgada, lenta y profunda, eso nos repuso, pero ella misma se causó otro orgasmo. Luego la puse en cuatro y me enseño su lindo culito rosado, no pude aguantar y primero me di una chupada de nalgas y de culito, después la penetré rico y profundo de nuevo. Yo ya había aguantado mucho, alli mismo me corrí como hace años no lo hacía, una gran cantidad de esperma salió por mi verga, le bañé sus nalgas con eso.
Nos quedamos un rato más besándonos desnudos, luego nos vestimos y la llevé de vuelta, todo había durado no más de dos horas.
Luego en el colegio me dió otro papelito la semana siguiente, donde me decía que yo la había convertido en mujer la noche anterior, pues nunca había sentido nada igual. Luego decía -rompa este papelito- asi lo hice para no dejar evidencia. No pudimos encontrarnos hasta dos semanas después, nuevamente lo mismo, la llevé al mismo motel y alli la cogí a placer, la segunda vez estuvo divina, le eché tres polvos y estuvimos alli adentro por casi tres horas, ella mamó mi verga y me vine en su boquita, me vine en su rajita y me vine en su culito, siii!! esa noche me dió a probar su culito, no le entró toda mi verga, talvez la mitad, pero fue rico probar su agujerito más chiquito, ha habido mejores insertadas mias en su culito, pero la primera vez fue genial.
A Ricitos de Oro se la llevaron a otro colegio más exclusivo al otro lado de la ciudad al año siguiente, que es donde ahora viven. La he contactado a través de su correo, pero no he podido verla de nuevo, de eso hace casi ocho meses, Aún me masturbo pensando en ella.
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