La casualidad de un momento en el transporte
Ella: no me pienses mal de mi, pero yo también lo disfruté Yo: no estamos lejos, si gustas podemos vernos Ella: no, es que soy casada y por acá me conocen. .
Era un dia como cualquier otro, camino a casa después del trabajo, eran como las siete, y dentro de mi me decía que fue un dia como cualquier otro, metido en mi rutina, subi al micro y ya iba gente parada, haciendo doble fila en el pasillo, me incorporé a esa fila, unos bajaban otros subian, el conductor como era de esperarse conducía como si no le importara que la gente pudiera caer o lastimarse, de pronto si darme cuenta quede de espaldas a un linda chica, sus nalgas se acomodaban perfectamente a las mías ella se dió cuenta e inmediatamente se separó, pero yo aprovechando la forma de conducir del chofer, di un pequeño paso hacía atras y de nievo las encontré, se sentían, suaves, eran pequeñas pero se sentían ricas, wow, de reojo pude ver a una chica con un vestido blanco floreado, creo que este día ya no es como todos, ella buscaba alejarse, pero sin lograrlo, mi mente se imaginaba como serian esas hermosas nalgas.
Y no solo sus nalgas sino cómo sería todo su cuerpo. Me separé de ella para que no se sintiera acosada, pero cual sería mi sorpresa que ahora fue ella quien se hizo para atrás aprovechando un movimiento brusco del microbus, yo crei que era solo eso, yo permanecí lo más alejado de ella pero ella continuó pegada a mi, y se pegaba con un poco mas de fuerza en cada movimiento del micro, entonces me hice hacia atrás y nuestros cuerpos iban pegados acomodandose nalga con nalga en cada movimiento del micro, no lo podia creer, en otras ocaciones con otras mujeres en situaciones similares solo eran esos contactos por causa de los movimientos del microbus, y se separaban o cambiaban de lugar, pero ahora no era así, habia una presión hacia mi por parte de ella y yo hacia ella. La gente se bajaba y quedaban espacios y nos ibamos recorriendo de forma coordinada sin separarnos, de pronto sentí ciertos movimientos de un lado hacia el otro como si me estuviera acariciando con sus nalgas, y sutilmente lo hacia de abajo hacia arriba, decia yo ¿qué hago? no podía bajarme, mi parada estaba ya cerca, no podía desaprovechar tan lindos empujones de tan ricas nalgas.
Tenía que pensar en algo, por lo pronto seguir asi hasta que ella se bajara y si se seguian bajando las personas y si se desocupaban lugares no podíamos quedar solo los dos parados y pegados, seria muy notorio para todos. Tenía que pensar en algo, pero mientras tanto seguiamos disfrutando de esos roces y empujones que teníamos, no se me ocurrió nada más que hacer y de pronto se separó para bajarse, no es posible esta linda travesía estaba terminando, pero cual sería mi sorpresa que en ese movimiento para bajarse senti su mano deslizarse rápidamente en la bolsa de mi pantalón y una mirada atravesó mis ojos y todo mi ser que me estremeció por completo, ella tocó el timbre para bajarse y vi como bajaba y la perdía, meti mi mano al pantalón y senti con asombro un papel que abri y era su número de teléfono, yo me quedé congelado, era algo que no me esperaba, reaccioné, toque el timbre y tambien bajé, ya habian pasado como tres cuadras, inmediatamente le envié un WhatsApp.
Yo: hola, soy el que le diste tu número en el micro
Ella: hola
Yo: sabes, no se como decirlo, pero la verdad pasé un viaje increíble junto a ti
Ella: ¡ah!
No sabía que mas decir, no queria verme aborazado o quizá lo contrario verme muy timido, realmente no sabía como comportarme. El espacio de tiempo que no escribí, sirvió para que ella lo hiciera.
Ella: no me pienses mal de mi, pero yo también lo disfruté
Yo: no estamos lejos, si gustas podemos vernos
Ella: no, es que soy casada y por acá me conocen.
A lo que yo respondí inmediatamente
Yo: mira qué te parece, tomo el micro de regreso y tu tambien te subes de nuevo, y vemos que pasa después.
Ella: no sé.
Yo: ya viene uno, me subiré y espero tu lo hagas
Ella: no
me subí con la esperanza que ella lo hiciera, ya estando arriba le escribí.
Yo: ya estoy en el micro
No me contestó, pero yo iba atento a que ella subiera, y la vi ahi parada, hizo la parada y subió, yo en un instante temble y me puse nervioso, solo me miró, para beneficio nuestro iba gente parada y sin decir algo se coloco detras de mí, yo no lo podía creer, ahi estabamos de nuevo acoplandonos ricamente.
La gente continuaba subiendo y cada vez ibamos mas apretados. Yo discretamente baje mi mano y busque su nalga, ella me sintió y se movía respondiendo a mi mano, pasados unos 15 minutos ella me hizo unos pequeños y rapidos empujones, era la señal, se desplazó para bajarse y yo inmediatamente la seguí, nos bajamos ella caminó un poco y dio vuelta en una esquina yo siguiendola muy de cerca, como a tres pasos.
Se detuvo y dio vuelta, al verla darse vuelta yo no me detuve y tome su rostro y la besé. A lo que ella respondió abrazándome y nos perdimos en un largo beso. De pronto ella me alejó y me dijo, no soy así, no pienses mal, no se que me pasó, pero desde que te sentí en el micro, mi cuerpo respondía, me exitaba, te deseaba.
Discúlpame, esto no puede seguir, mejor me voy, yo la tomé por la cintura y la volvi a besar, ahora la estaba apretando hacia mi, ella no se podía contener, senti su respiración que se agitaba. Y me volvió a decir que no, que por favor la soltara. Yo accedí la liberé un poco pero mis manos sujetaban su cintura para no dejarla escapar. Me dijo, soy casada, no se que me pasó, quizá mi mente me jugo una mala pasada y despertó en mi una fantasía, pero no puedo seguir. De pronto levante la vista y pude ver un anuncio a una cuadra mas o menos que decía Motel, y pensé, que ella sabía de la existencia de ese lugar, por eso habia bajado ahí.
Le dije, si gustas caminamos y platicamos, accedió y me contaba, mi esposo esta de viaje por su trabajo, pero estoy casi segura que no va sólo que va con una compañera de trabajo, quizá eso y sentirte en el micro me hizo hacer lo que hice.
Yo le dije, De modo que esta noche estás sola, ella asintió con la cabeza. Yo no supe que hacer, mi sentir en ese momento se quedó paralizado, en verdad la sentí consternada. La abracé y le dije que la entendía, que podía confiar en mi., que la podía acompañar a su casa y en el camino podiamos seguir platicando, sin darnos cuenta estabamos frente al motel, ella se dio cuenta, pero no dijo nada. Yo tampoco quise sugerirle algo, de todas formas no me sentía bien después de lo que me contó. Asi que sin decir algo los dos caminamos de regreso y esperamos el micro y nos subimos, ya por la hora ya era poca gente asi que encontramos lugar y nos sentamos, ella me iba contando que la relación con su esposo no era buena, que el la trataba no como quisiera ella, y lo que ella deseaba es un trato bonito que queria sentirse amada, que la tratara delicadamente y que últimamente era todo lo contrario que se sentia sola.
Y que lo que nos paso en el micro la hizo sentirse diferente, me dijo que sin querer comenzo a pasar por su mente una loca fantasía, que después del bajar del micro haria el amor con esa persona desconocida que tan solo por ese contacto de nalgas sentia esa sensación de sentirse y ser tratada como mujer, delicadamente. Y sí, pensaba llevarte a ese motel, pero, se que no es correcto por eso me detuve, discúlpame y no quiero pienses que soy una culaquiera, simplemente fueron las circunstancias.
Y de pronto ya habíamos llegado a donde se tenía que bajar y me dijo, gracias por todo fue bonito esa experiencia, cuidate, bye. Y se bajó, yo me quedé sin palabras, pero reaccioné, y bajé, el micro ya avanzando, y la alcancé y ella se sorprendió al verme ahí, me dijo que me fuera. Yo le dije que la acompañaba hasta su casa y me iba, ella aceptó y caminamos, su casa estaba a cinco cuadras del lugar donde bajamos, ella ya mas tranquila, y también sonreía, había pasado ese momento de sentimientos encontrados. Me dijo, sabes me siento agusto contigo. Yo solo le sonreí.
Llegamos a su casa, abrió su puerta y nos despedimos, cuando me di la vuelta ella me dijo, no te vayas, quédate y yo me detuve di la vuelta, la vi ahi parada con ese vestido floreado y no me contuve entré ella cerró la puerta y sin decirnos algo la tome entre mis brazos y la comencé a besar ella se estaba transformando de una chica tranquila en una mujer desbordada de pasión, la besaba en el cuello y mis manos bajaron a través de su vestido para levantárselo y meti mis manos y agarré sus nalgas culpables que estuvieramos en ese hermoso momento, pude sentir que llevaba puesto una tanga, ella en ese momento me separó y me desabrochó el cinturón y el pantalón me los bajo junto con el boxer, tomó mi miembro con sus manos y lo sobó varias veces, lo dejo libre y me abrazo y me beso con un beso tan profundo lleno de pasión, exitación, lujuria, yo nuevamente levante su vestido y una manonse fue directamente a su entre pierna, se desplazo por debajo de su tanga encontrando su vulva que ya se encontraba humedecida, sin perder tiempo meti dos dedos en su vagina totalmente mojada, mientras mi pulgar tocaba su clitoris erecto, no podía dejar de apreciar su hermoso gemir, mientras me abrazaba fuertemente, como asegurándose que no me iba a ir, era tanta mi exitación que saque mis dedos y mi mano entre sus piernas se desplazó hacia atrás hacia su nalga izquierda y la desplasé por su pierna para levantarla, ahora ahi estábamos inmersos de una gran exitación, parados recargados en la pared, yo levantando su pierna lo que hacia que su vulva se abriera, mi otra mano la bajé para hacer a un lado su tanga que se metía entre sus labios vaginales sin tiempo que perder mi pene encontró esa dulce entrada y la penetré en un solo movimiento, ella al sentirlo tuvo un gemido que nunca olvidaré, fue tan hermoso escucharla, mi pene entró a su vagina como cuchillo caliente en mantequilla.
Su gemir era impresionante, yo empujaba mi pene, y lo sacaba un poco para volverselo a meter, me tenía loco con cada gemido que exclamaba cuando le empujaba mi pene, comence a aumentar la velocidad en que se lo metía en un vaivén intenso y escuchar como ella lograba tener orgasmo por la forma en que sus brazos me sujetaban y el gemir que salía como un alarido. Y eso me hizo excitarme aun más provocando que eyaculara en su vagina, yo no de jaba de empujar mi pene en su vagina llenándola de semen. Poco a poco fuimos bajando la intensidad, y tomando aire, seguimos así un instante más, ahi parados, fue algo tan explosivo, fui retirando mi pene de su vagina, y mi semen que había yo expulsado en su vagina comenzó a salir de su vagina y a escurrir por su pierna.
No podíamos decir palabra solo nos mirábamos y asi mirándonos ella me dijo, quédate esta noche conmigo, y yo solo asenti con la cabeza. Yo le pregunté su nombre y ella me dijo que era mejor no saber nuestros nombres. Y bien esa noche la puedo describir con esa frase de la canción de Arjona, basta con resumir que le besé hasta la sombra y un poco más. Al amanecer me pidió me fuera, ese dia llegaría su esposo, y me suplicó que no la buscara. Nos despedimos. Yo hice lo que me pidió, no la busqué, pero no dejaba de pensar en ella, después de unos dos semanas le escribí pero al parecer me bloqueó o cambió de número, me atreví a ir a su casa, toque pero nadie abrió, pregunté con un vecino y me comentó que que tenía dos dias que se habian mudado, nunca más volvi a saber de ella.
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