LA INFIDELIDAD DE MI ESPOSA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, somos un matrimonio, casados hace 26 años.
Tenemos: 53 años mi esposa que se llama Sonia y yo 58 y me llamo Jorge, vivimos en la capital, y la verdad es que con mi esposa la intimidad siempre fue muy buena.
Ella mide 1.70, es delgada, y tiene un cuerpo muy bien conservado.
Nos conocemos muy bien en la cama y siempre disfrutamos de maravilla.
Sin embargo, en el último año toda esta situación de quejarse y poner condiciones para estar en la intimidad me fueron aburriendo y decidí hacerme el indiferente ya que en varias oportunidades las cosas terminaron haciéndome sentir mal.
Ella debo reconocer que a pesar de su edad es una mujer atractiva, nunca se ha hecho cirugías, todo es natural y enfundada en vestidos sueltos, descotados, ajustados, un poco más largos o cortos, todo le quedan bien, y las faldas en especial por que tiene unas piernas hermosas que atraen frecuentemente las miradas, mucho más si la falda es corta.
Y para evitar malos momentos ignorarla fue el camino, pero pasadas varias semanas me dijo… No me has vuelto a buscar.
No le expuse la verdadera razón, simplemente le dije que tenía mucho trabajo y terminaba muy cansado.
Y más adelante cuando ella me buscaba, la evadía con cualquier pretexto de manera que pasaron varios meses sin que existiera ninguna intimidad.
Como yo la conocía bien notaba que su genio se le fue deteriorando por falta de sexo y cualquier motivo era base de discusión, pero decidí tomarla suave hasta que un día nos invitaron a una fiesta en un club y ella se tomo algunas copas y sabiendo que cuando esto sucedía su libido se le alborotaba, yo continúe siendo evasivo, cuando quiso bailar saque cualquier excusa y fue evidente su mal genio.
Esa noche en la fiesta estaba Rafael, una persona de quien yo no soy muy amigo, pero sabía que a él siempre le había atraído mi esposa y el viendo que ella no bailaba se acerco a invitarla y me pidió permiso, desde luego le dije que sí.
Ellos bailaron durante unos 15 o 20 minutos y cuando ella volvió a la mesa le planteé que regresáramos a la casa con la disculpa que estaba cansado, eran pasadas las doce de la noche, y ante mi propuesta Sonia se enfureció al punto que me dijo, si estas muy cansado puedes irte a dormir, yo quiero disfrutar la fiesta y me regreso en un taxi.
Acepte la idea y me retire del club, salí en el auto y a pocas cuadras decidí regresar con la intención de averiguar que iba a hacer ella estando sola.
Deje el auto nuevamente en el aparcadero y entre por una puerta no principal y luego camine hacia el segundo piso desde donde podía tener una panorámica del salón de la fiesta y cuando estuve bien situado ubique a Sonia.
No habían pasado más de quince minutos de cuando yo me fui y al regresar encontré a Rafael como un buitre a la cacería de ella.
Ellos hablaban y reían, a fin de cuentas yo ya sabía que a Sonia le resultaba agradable Rafael y el con su labia, tenía fama de conquistar con mucha facilidad a cualquier mujer.
Sonia, mi esposa, siempre presumía de ser una mujer muy fiel y se jactaba ante mí diciendo que ella era toda una señora cuando discutíamos por cualquier motivo y me acusaba de infidelidades las que jamás sucedieron, por eso pensé que esta sería la ocasión de confirmar eso que tanto pregonaba.
Después de media hora que no pasaba nada, diferente a que conversaran, rieran, bailaran y vuelta a lo mismo, pensé en irme a casa y esperar que ella regresara en un taxi como me había dicho.
Pero algo cambio, los dos se levantaron de sus asientos, pero no fueron a bailar, salieron del salón principal y por donde caminaron yo conociendo muy bien el club estaba seguro que irían para el bar, que normalmente tiene muy poca luz y donde se pasan ratos agradables, pero yo no sabía que podía pasar entre ellos.
Con el mayor cuidado de no ser visto camine hacia el bar con el riesgo que ellos se regresaran y me los encontrara de frente, pero pensé, si Rafael logro sacarla de la fiesta a un lugar más privado, algo debe estar tramando.
Con el mayor sigilo logre entrar al bar sin ser visto y allí estaban los dos muy pegados, Rafael tenía su brazo sobre los hombros de ella e imagine que estaba a punto de que pudiera besarla en la boca, pero antes que esto sucediera, lo hacía en la mejilla, luego en el cuello y a ella la notaba nerviosa con tanto ataque.
Cambie de sitio y quede paralelo a ellos pero estando Rafael lanzado sobre ella no me podían ver, además yo trataba de estar alerta para voltearme y darles la espalda si era el caso.
Pero estaban tan entretenidos, que yo estaba muy seguro que hacia mi lado no iban a mirar.
Habiendo logrado algunos avances Rafael puso su mano sobre la pierna de Sonia y cada vez la veía más arriba al igual que su falda e imagine que poco le faltaba para llegar a rozar la concha de ella y en ese instante sabría si ella lo detenía o las cosas podían ir mas allá y efectivamente él se dio mañas, uno para besarla en la boca y dos para empezar a acariciarle su concha.
Nunca antes imagine teniendo en cuenta lo que ella decía que esto pudiera suceder.
Después pidieron dos copas más y una vez consumidas él le dijo al mesero que le trajera la cuenta.
Cuando escuche esto, me deslice hacia afuera esperando ver cuál sería la siguiente estación y los vi caminar hacia el parqueadero donde el muy galante le abrió y cerró la puerta del auto después de observar sus hermosas piernas gracias al desparpajo por la borrachera de Sonia y de su falda recogida.
El dio la vuelta se subió al auto, pero antes de ponerse en marcha volvió a besar a Sonia y de mas que debió prodigarle caricias en todo su cuerpo.
Finalmente puso el auto en marcha y yo fui rápidamente al mio para seguirlos lo más cerca que pudiera.
Afortunadamente a esa hora había poco tráfico y me permitía ir a cierta distancia para que no me descubrieran.
Pensé que Sonia le habría pedido que la llevara a la casa, pero el rumbo que tomo Rafael fue en sentido contrario.
Después de veinte minutos y estando muy cerca identifique hacia donde él la llevaba, hacia un motel.
Entraron en el auto y yo me quede afuera a cierta distancia esperando ver qué pasaba y efectivamente paso más de hora y media, después de todo este tiempo ya tenía claro que habría sucedido entre Sonia y Rafael, finalmente vi salir el auto que siendo de un color muy particular era difícil que yo lo confundiera y ahora si tomo camino en la dirección a nuestra casa.
Los seguí durante media hora hasta que llegamos frente al edificio donde nosotros vivimos, el detuvo el coche, pero antes que ella se bajara hubo una nueva tanda de besos para despedirse.
Cuando el arranco yo entre mi auto al garaje y subí al departamento y allí en la puerta estaba Sonia, no tenia llaves porque había dejado su cartera en el club, su peinado había desaparecido, al igual que el labial de su boca, y mas bien estaba algo colorada por los últimos besos.
Abrí la puerta y entramos y ella como siempre muy descarada me pregunto… Y donde andabas? Quieres saberlo? Le respondí.
Si, donde andabas?
Andaba por los mismos lugares en que estuviste con Rafael, primero en el bar del club donde se besaron y el te acaricio como quiso y luego en el motel donde estuvieron cogiendo durante dos horas y ahora aquí en casa, como la ves? Ella se quedo muda.
Y tú que tienes que contarme de tu noche, la pasaste bien, disfrutaste de la polla de Rafael, que como tiene ancestros afro la debe tener de buen tamaño, verdad.
Ella continuaba inmóvil de pie y estaba tan sorprendida que me pegue a ella y sin darle tiempo metí mi mano por debajo de su falda hasta llegar a su concha y sentí su panty húmedo y más que húmedo pegajoso.
Ella parecía una estatua así que metí mis dedos por debajo de su panty y le dije… aun traes semen del que te dejo Rafael.
Pero finalmente reacciono para decirme… No debiste dejarme sola en el club.
Ahhhhh, ahora resulta que yo soy el culpable de lo que paso, no presumías de tu fidelidad y de tu porte de señora respetable? Y ahora resulta que la señora respetable le abre las piernas al primero que le pela los dientes.
Pero por hoy es mejor que vayamos a dormir.
Yo me acosté, pero debo confesar que todo lo acontecido me produjo una excitación y erección mayúscula tanto que deseaba descargarme follando en ese mismo instante con Sonia.
Ella se entro al baño y tomo una ducha para borrar las huellas que le había dejado Rafael y cuando se acostó a mi lado sentí su olor de siempre el que muchas veces me embriago y cuando ella se pego a mi hombro y me dijo… Perdóname no sé que me paso, por favor perdóname.
Aunque no creí mucho en su arrepentimiento, cuando se pego a mí, aproveche para besarla y ella de inmediato me correspondió y vinieron las caricias y pronto los dos estábamos muy excitados, nos despojamos de la ropa y desnudos empezamos una batalla de sexo, yo con deseos acumulados y ella tratando de resarcir su falta dándome lo mejor, no hubo recriminaciones, solo acción hasta que los dos nos corrimos quedando pegados.
En ese instante le pregunte si había sentido muy pequeña mi polla frente a la de Rafael y ella respondió… Mejor la tuya.
Con esto no pude saber si él hacía honor a su raza o solo era mito.
Y después agrego… solo te digo que sufre de eyaculación precoz y por favor no me preguntes más que quiero olvidar lo que paso.
Como no creía en su arrepentimiento pero si estaba seguro que Rafael la buscaría pronto, decidí hacer algo, que nunca antes se me ocurrió.
Espiarle las llamadas y los mensajes del celular y una semana después apareció el primer mensaje de Rafael que le decía… “Princesa no puedo olvidar aquella noche que me hiciste tan feliz, tu rostro y tu cuerpo de reina, mi mente los reclama todos los días.
Espero verte pronto” Y horas después apareció la respuesta de Sonia.
“Debes olvidar lo que paso, soy una mujer casada y no quiero acabar mi matrimonio por una aventura.
”
Pero yo sabía que Rafael no se dejaría vencer tan fácil y nuevamente le volvió a escribir “Muñequita mis noches son eternas, el insomnio me va a acabar de tanto pensar en ti.
Démonos otra oportunidad de encontrarnos, solo una mas” Y a continuación la respuesta de Sonia “Imposible”
Pero el siguió… “Al menos dime que recuerdas de aquella maravillosa noche” Y Sonia le respondió… “Solo recuerdo tu enorme polla que solo estando borracha la pude dejar entrar en mi concha” Y él le escribe… Pero te gusto? La disfrutaste? Y ella le responde… “Si pero ya está bien.
Adiós”
Esto me dio pie para que pasadas unas semanas me consiguiera una película para adultos donde aparecía un negro con una polla gigantesca de al menos unos veintiún centímetros, pensando que cuando la viera Sonia le recordara la de Rafael y tal vez hacerle algunas preguntas, desde luego antes tendríamos que compartir unas copas para lograr que el libido de Sonia se activara.
Pero el resultado de esto después se lo contare
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