La maldición de la infidelidad
Relato de mi primer aventura .
Hace unos días, estaba sufriendo los estragos de la resaca por beber en exceso la noche anterior, y lo qué pasa conmigo es que me pongo muy caliente, me masturbo todo el día y ando en el celular buscando fotos de conocidas para darles su respectivo tributo.
Soy casado, tengo un hijo y un buen trabajo, pero soy muy caliente, entonces cuando tomo, me pongo aún más caliente ese día y al siguiente, cómo ocurrió en el siguiente relato.
Esa vez, me tocó trabajar, era domingo recuerdo, así que en los momentos libres entraba a la app de telegram, a mandar y recibir fotos de penes, todo el día estuve haciendo lo mismo, claro que mandaba fotos de las que ya tenía en diferentes chats anteriores, siempre me mandan mensajes diciendo “cuando cogemos?” “cuando te la chupo?” Y pues no es que busque con quien coger, solo me encanta mostrar la verga y prenderlos escribiendo lo más erótico que se puede, muchas veces hasta a mi me prende escribir e imaginar todo lo narrado en aquellos mensajes.
Ese día escribí en un grupo de cierta colonia, que está antes de llegar a mi casa, recibí una invitación diciendo “vente a coger, ya estoy con otro vato” le pregunté detalles como si se estaban cuidando, la privacidad, discreción etc. Yo para animar la situación pues nunca voy a esas “citas”. Ese día había cerrado temprano en mi trabajo, entonces tendría una media hora para hacer cualquier cosa pues no despertaría sospechas en casa, el chavo en cuestión me mandó su ubicación y estaba muy cerca de mi casa, haría unos 3 minutos de donde estaban ellos a mi casa, sin pensarlo dos veces me estacione fuera del lugar que me mandó y me dijo “ahorita bajamos” pasaron 2 minutos, dos largos y eternos minutos, donde yo me debatía en poner en Drive el auto y salir de ahí, o también me decía, que más da! Solo di que te tienes que ir y listo, un vistazo no te hará nada. En eso estaba cuando un señor de unos 50-60 años acompañado de un chavo de unos 20-25 estaban abriendo el cancel viéndome dudosos pero sonriendo, yo me bajé y bajé una mochila con mis cosas de valor pues donde quedaría aparcado el auto era una zona medio insegura.
Ellos abrieron y me dijeron que ahí lo dejara que había cámaras y era seguro. Entré tras el joven que me sorprendió su estatura, lo imaginé más chaparro y resultó lo contrario, cuerpo atlético de alguien que juega fútbol, por las piernas y nalgas que se cargan los fanáticos al deporte, ojos verdes y cabello lacio peinado de lado, usaba un short holgado una playera y sus tenis se los puso mal, estaban desnudos 3 minutos antes.
El me guió a una escalera que daba a una ventana en una especie de contenedor encimado en otro contenedor, subí tras él y pasé al cuarto donde el señor trabajaba, al parecer es el velador, un par de catres una pantalla pequeña, latas de cerveza vacías, botes con ropa llena de tierra, un consolador, condones, polvo y tierra, era un asco ese lugar, el señor entró tras de mi y cerró la puerta tras el, al igual que la ventana, dije para mis adentros “aquí es donde moriré?” Y unas manos desabrochando mis bermudas respondieron mi pregunta, era el joven que me sacó la verga y empezó a chuparla hambriento! Empujaba su cabeza a mi cuerpo para meterse toda la verga que sentía hasta su garganta, el señor se arrimó y el joven palpándole la verga le metió la mano al calzón y se la sacó, mientras le jalaba la verga me la chupaba a mi, luego el señor me dijo, ahí hay condones, yo tomé uno y lo abrí para ponérmelo, mientras el joven se ponía de pie para besar al señor, escupí al condón para ponérmelo y masajeando las nalgas del joven le empujé la verga, no entró, él se la acomodó y empujó hacia atrás, sentí como la punta de mi verga había entrado en el, seguido de el tronco de mi verga, sintiendo las paredes de su culo y poniéndome más y más duro, busqué entre los dos hombres algo para estimular un poco más y me encontré con la verga del señor, la jale un poco mientras se la estaba metiendo al joven, que una vez que entró toda empujó al señor a la cama y se puso en cuatro apoyando los codos en la cama y chupándole la verga al señor, a mi me quedaron las nalgas a tiro y le empecé a bombear cada vez más duro, el señor decía “así así, cogete a mi chiquita” y el joven gemía y gemía con cada estocada que le acomodaba. El sudor corrió por mi frente y me empezó a crecer más la la verga dentro del joven, el gimió y se apuró con la verga del señor que soltó un quejido y levantó la quijada para suspirar y voltear a verme como le hundía los dedos en la nalga al joven para agarrarme y darle más rápido y con más frenesí, y en un momento me detuve, se la hundí lo más que pude y con movimiento circular de caderas me vine, el condón quedó lleno de mi semen , retrocedí y cayó mi verga con el plástico pegado a mi piel, mi corazón latía y me di cuenta que un dolor entre la nuca y el cuello me volvió a la realidad, el joven le puso condón al señor y se puso en cuclillas sobre el, me quedé viéndolos con cara de enfermo sexual, aunque lo que quería era salir corriendo de ahí, paso un momento y el joven se puso de pie, creí que venía por mi de nuevo, pero solo me dijo “te abro?” Asentí, se puso el short y ambos me acompañaron como si nada hubiera pasado. Salí de ahí con el cuerpo sudado y ese dolor (del esfuerzo supongo). Tiré el condón en el bote de basura del coto y entré a casa directo al baño a lavarme. Desde entonces, me masturbo y/o me acuesto con mi mujer y el dolor entre la nuca y el cuello aparece, lo sé porque hoy (domingo 9) me eché un mañanero delicioso, y el cuello me dolió, es como un recordatorio de la infidelidad.
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