La mamá de Carlos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Carlos es un chico que vino hace poco de Perú, vino con sus padres, vivimos en la misma urbanización, y vamos juntos al colegio, de inmediato nos hicimos amigos, de esto hace algunos años.
Todo empezó cuando teníamos 15 años mas o menos, su madre tiene el pelo largo hasta casi la cintura, bien negro, tiene los rasgos de india, al igual que su padre, un hombre bajo, pero se nota muy fornido, es de poco hablar.
La madre de Carlos es una señora bastante simpática, baja de estatura, se notan varios kilos de mas en la señora, en su casa, siempre va descalza, ya que dice que es costumbre de la zona de donde son, su piel es cobriza, pero eso no me importa, ya que su hijo y yo somos buenos amigos.
Los padres de Carlos discuten mucho y creo que el señor le pega a la mujer, ya que alguna que otra vez le vi algún morado en el ojo, o parte de la boca hinchada, pero como que ella no le da importancia.
Una mañana, en que yo no fui al colegio, ya que me sentía mal del pecho, subo a su casa a buscar un libro que tenía mi amigo, cuando toco el timbre, me abre su madre, nos saludamos, me hace pasar, "que te ha pasado que no has ido al colegio pue?", me dice con su clásico acento, ella estaba envuelta en una toalla, lista para darse un baño, le dije que estaba mal del pecho, que tenía mucha tos, y flemas, me dijo, que si estaba de acuerdo me iba a hacer un masaje con unos ungüentos que hacen en su país, yo como no tenía nada que hacer le dije que si, ella me dijo que fuera a la habitación de su hijo que ella iba a la cocina a buscar eso que me iba a frotar en el pecho.
Yo la veía caminar con la toalla que apenas la podía tapar, y me fije en un tremendo morado que tenía en la pierna, parecía una patada, unas nalgas enormes, me pareció, y unas piernas cortas y bien musculadas.
Viene con el brebaje ese y me dice que me saque la camiseta y me acueste en la cama de Carlos, ella a duras penas sostenía la toalla para que no se le caiga y empezó a masajear mi pecho, no olía a nada eso, y enseguida note como me daba calor, "puchale con esta toalla, que se va a caer pue", decía, sujetando los bordes con una mano y con la otra me masajeaba, "hay confianza entre nosotros?", me dice, "si, claro", le digo, y ahí mismo dejo de sostenerse la toalla, que enseguida se le abrió dejando dos enormes tetas casi tocando mi pecho, "ahora si te puedo hacer la frotación mas cómoda", me dijo, a medida que sus enormes tetas se movían de un lado a otro con los masajes que me hacía.
Yo no podía dejar de verle esas enormes tetas, oscuras, con un pezón que casi era negro, notaba como se me ponía dura la verga viendo las tetas de la madre de mi amigo Carlos, "te sientes mejor, pue", me dijo, yo apenas podía hablar viendo esas enormes tetas casi en mis ojos.
Ela, que así se llama la madre de mi amigo, se dio cuenta que tenía la verga dura, "que pasa, pue, nunca viste unas tetas?", me dijo, sin dejar de pasar sus manos por mi pecho, "así, tan de cerca nunca", le dije con apenas voz, "tienes dura la picha", me dijo, dejando de pasar sus manos por mi pecho, y apretando con dos de sus dedos mi verga por sobre el pantalón, riendo, eso fue como una descarga eléctrica para mi, cuando la miro, estaba parada al costado de la cama de su hijo, y parecía que no le molestaba estar así, completamente desnuda, vi una mata tremenda de pelos entre sus piernas, miré su cara, y no era la cara de siempre, me miraba fijo, no le importaba que la viera desnuda, pasaba su mano por sobre mi verga, sin decir nada, me desabrochó el pantalón, y me lo empezó a bajar, sacando mi verga con su mano, "de esto ni una palabra a nadie pue", me dijo, y se metió mi verga en su boca, empezando a chuparla, "acaricia mis nalgas, mete tus manos, acaricia mi cuca", me dijo, volviendo a meter mi verga en su boca y yo pasaba mis manos por sus enormes nalgas, ella abría sus piernas dejando que le acaricie la concha, a medida que me seguía chupando la verga, me iba sacando el pantalón, hasta que quedé desnudo, ella sin decir palabra se subió sobre mi, y con su mano acomodó mi verga en su concha y se fue sentando despacio, haciendo que le entre toda, "así, cachane así, juega con mis tetas mientras me cachas", me decía mientras movía sus caderas sobre mi y con toda mi verga dentro de su concha.
Ninguno de los dos hablábamos, ella solo gemía, yo estaba como en trance, jamás imaginé cogerme a la madre de Carlos, "mueve tu picha dentro de mi cuca, no te gusta cacharme?", me decía, mientras no dejaba de mover sus caderas, agarraba sus tetas con sus manos y las pasaba por mi cara, apoyaba sus pezones negros en mis labios diciendo que se las chupe, hasta que se levanta de encima mío y me dice que me baje de la cama, acostándose ella boca abajo, con su enorme culo levantado, se acomodó la almohada de la cama de su hijo debajo de su barriga, haciendo que su culo quede mas levantado, con sus manos se abrió sus enormes nalgas, dejando que le vea el ojete, oscura, abierto, como salido para fuera, "sube sobre mi, y mete tu picha por mi chiquito, cacha mi cola, quiero tu picha bien adentro de mi cola", me decía, abriendo sus nalgas lo mas que podía, yo me subí sobre ella, pero no tenía experiencia ninguna, y como pude le acomodé la verga contra el ojete y me deja caer fuerte, haciendo que la madre de Carlos de un pequeño grito de dolor, "despacio pue, despacio que me duele", me dijo, pero ya le había metido toda la verga en el culo.
Ela, la madre de mi amigo, movía sus caderas, haciendo que mi verga se mueva dentro de su culo, "hay, así, así, que rico me cachas por el chiquito", me decía moviendo mas y mas las caderas, "no le digas nada a mi hijo, y ven a cacharme siempre que quieras, me gusta tu picha", me decía, abriendo lo mas que podía sus nalgas y moviendo sus caderas, "su marido le pega, verdad señora?", le dije, con mi verga toda dentro de su culo, "hay pue, ahora no hablemos de eso, que estamos cachando, levanta y baja tu cintura, haz que tu picha entre y salga de mi chiquito, así me vas a cachar mejor", me dijo, mordiendo las sábanas de la cama de su hijo.
Yo empecé a hacer como ella me dijo, sentía como mi verga entraba y salía de su ojete, ella gemía, me decía que le diera dura, que la cache duro, "así, así, cacha mi chiquito así que me escurro, dame picha por el chiquito, me escurro, me escurro", gritaba la madre de mi amigo, pataleando sobre la cama sin soltar sus enormes nalgas, "aguanta tú, no te escurras, aguanta", me gritaba, mientras no dejaba de patalear sobre la cama, hasta que me dice que le saque la verga del culo, y me baje de encima de ella, yo hice lo que me dijo, y se tiro a mis rodillas y me empezó a mamar la verga como loca, hasta que creí morir cuando me empecé a acabar en la boca de la madre de mi amigo, yo temblaba, y ella mamaba mas fuerte a medida que yo me acababa en su boca, hasta que sentía que mis piernas se me aflojaban, sentía una extraña sensación en mi verga, "ha, que rica leche tiene tu picha pue", me dijo, sacando mi verga de su boca, y la lamió toda.
"huf, que rico me cachaste, me gusta tu picha, no le digas nada a nadie y ven siempre que quieras a cacharme", me decía acariciando mi verga con su mano, "ahora vete, que tengo que ducharme", me dijo, dejando que me vista, mientras ella estaba desnuda parada frente mio.
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