LA MUJER DE MI CUÑADO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Roberto, tengo 40 años, soy educador, jamás fui muy audaz con las mujeres, pero me las rebuscaba para pasarla bien, tengo una pija de más de 20 cm. Y desarrolle una habilidad para alargar mis orgasmos, lo que me hizo disfrutar de buenas secciones sexuales y dejar más que contenta a varias mujeres.
Me case y al poco tiempo fui a vivir cerca de la casa de mi cuñado, su mujer, a la que llamaremos Carmen, es de baja estatura, unas tetas grandes pero el resto de su cuerpo, no es lo que se diría algo para quitar el sueño, aunque debo reconocer que es muy linda de cara y a mi en particular me puso arrecho desde que la conocí y deseaba hacerla mía. Ella siempre demostró tener afinidad conmigo y me hizo el confidente de todas sus desventuras con mi cuñado, él le ponía los cuernos y además se lo gritaba en la cara, poniendo su estima por el suelo. No se cuando ni como pasamos de ser solo dos personas que se contaban sus penas a ser lo que tal vez nunca buscamos ser.
Una tarde una amiga de Carmen me llamo para decirme que ella no se encontraba bien, que había discutido con mi cuñado y que me esperaba en su casa. Me di un baño, me puse una bermuda y una remera, medias y zapatillas y me fui a la casa de la amiga de Carmen, cuando llegue, ella vino a mi encuentro y me dijo en poca palabras lo que me había sucedido, me indico el dormitorio donde se había recostado Carmen, entre ella estaba con un pantalón tipo náutico, una blusa y sus ojos dejaban en claro que estuvo llorando, cuando me vio dentro de la pieza, se levantó, vino a mi encuentro y me dio un abrazo mientras me decía: – Te necesito hoy mas que nunca, no me aguanto más, creo que este es el momento que los dos estábamos buscando y esperando, nuestros labios se juntaron en un beso profundo, su lengua busco la mía, mis manos empezaron a recorrer su cuerpo desde las tetas hasta medios de sus piernas, se notaba que tenia ganas de que la amaran, en una palabra estaba re arrecha por la forma en que besaba.
No separamos, mientras yo cerraba la puerta con llave, ella empezó a desnudarse, poco a poco sobre de la cama quedo su blusa y su corpiño, dejando al descubierto un par de tetas increíble para sus 42 años y cuatros hijos, ya adolescente y que ya la hicieron abuela. Me quede mirándola mientras su pantalón quedaba en el piso, luego su tanga de color negro con encaje quedo en sus manos y pude ver un culo blanco, grande y un poco flácido, al darse vuelta pude admirar una concha bien peluda y que deja entrever unos labios bien carnosos, se recostó y ahí pude contemplar en su real dimensión el pedazo de ura que tenia la petisa, jamás había visto una cosa de ese tamaño. Sin demora me saque la remera, la bermuda al bajarme el slip mi pija en toda su longitud apareció ante los ojos de Carmen, que lanzo un suspiro y se levanto de la cama, vino a mi, tomo en su mano mi verga:
-Quiero chuparte la pija amor, jamás metí en mi boca una de este tamaño, se arrodillo y me la lleno de beso, luego metió la cabeza dentro de la boca, demostrando oficio en el arte de chupar verga, luego de 20 minutos de una mamada sensacional, la levante, la recosté en la cama y comencé a chuparle las tetas mientras ella se metía varios dedos en la concha y los sacaba llenos de jugo y se los metía en su boca, de pronto con sus manos agarro mi cabeza y me llevo hacia su concha, a la que lamí con desesperación y recorriéndola en toda su extensión, de paso mi lengua jugo un rato en su orto, que al contrario de su concha estaba bien cerradito.
Me puse encima de ella, Carmen agarro con su mano mi pija y la guio hacia la entrada de su empapada concha, lanzo un gemido y me dijo- No te imaginas cuanto soñé con este momento de ser tuya, en cuestión de minutos de bombearla su cuerpo se convulsiono y a los gritos de amor, amor, tuvo su primer orgasmos, sentí como su ura me bañaba la pija con un jugo espeso y caliente. Durante una hora cogimos en varias posiciones, demostró ser toda una experta en el arte de coger, se comía mi verga con desesperación, aproveche una de sus cabalgadas para meter un dedo en su estrecho culo, me juro que en 30 años de hacer el amor, jamás le había entregado el orto a nadie, lo mas hermoso sucedió en el baño, arrodillada chupo mi pija hasta que mi leche lleno su boca, se trago todo y me juro que esta era la primera vez que dejaba que un hombre acabara en su boca.
Luego de un baño a puro mimos, nos metimos en la cama donde me conto toda su vida sexual (se sabia en la familia que la petisa se había comido las pijas mas grande de la familia y que esta no era la primera vez que le ponía los cuernos a mi cuñado, aunque ella lo negaba) en medio de beso, caricias y palabras llena de erotismo, le pedí que me dejara hacerle el culo, primero se negó diciendo – Otra vez que nos encamemos te voy a dar mi culo para que lo rompas mi amor. – Es muy grande tu verga me vas a hacer doler, y todas las excusa posibles, pero luego de un 69 espectacular donde la hice acabar a los gritos, se puso de cuatro patas y me pidió – Rompeme el orto mi vida, no puedo negarte nada, jamás me habían cogido de esta manera. Busque sobre una cómoda crema para untarle en el orto, encontré una para la cara y le llene el agujero y con dos dedos lo dilate bien, puse la cabeza de mi verga en la entrada y empecé a empujar, mientras ella me pedía por favor que no fuera bruto, de pronto se abrió el orto y mi pija entro, mientras ella ahogaba con una almohada un grito de dolor, poco a poco enterré todo mi pingo en ese culo carnoso, ella soltó la almohada, – Por favor Roberto ya esta mi amor no aguanto mas, sácamelo por amor, ay, ay, ay……… amor me duele el culo amor. Me puse casi en cuclillas y le empuje hasta el fondo, luego de varios minutos bombeándola de esta manera, se calmo y empezó a moverse y a disfrutar de todo, sacaba mi verga hasta la puerta del culo y se lo metí de un solo golpe hasta el fondo, abría sus nalgas con mis manos y enterraba mi pija hasta donde mas no podía, me pidió: – Amor acabame en la boca, quiero sentir otra vez el sabor de tu leche, cuando lo saqué venia bañado en jugo, materia fecal y sangre que me demostraba que ese culo había sido virgen, observe el boquete que había quedado en ese orto, limpie mi pija en las sabanas, ella se dio vuelta y metí mi pija en su boca, donde en un minuto empecé a acabar como nunca lo había hecho, fue hermoso ver con que desesperación tomaba mi leche sin dejar escapar ni un poquito.
La ayude a levantarse, decía que no podía caminar, que sentía aún la pija dentro de su orto, nos bañamos y en medio de mimos, caricias y palabras dulces, nos encontró la amiga en la cama, mi historia con la mujer de mi cuñado continua, cada día las cogidas son mas hermosa y hemos incorporado a la amiga, una solterona de 45 años a la que hemos degenerados entre los dos. Esos se los cuento después
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!