LA MUJER DE MI SOBRINO – 2º PARTE – LA MADRE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Sin ningún problema, su boca me comía la pija y tomaba mi leche. Con el tiempo el marido le trajo una hermosa cama matrimonial que la estreno conmigo en una noche que de seguro no se le olvidara jamás, por la cogida que le di y por las fotos que le saque totalmente desnuda y que tengo guardada en mi compu.
Pero lo que quiero ahora contarles sucedió con la madre de la pendeja, una mujer que a simple vista no llamaba la atención, con la cual empecé a tener contacto cada vez que venía a buscar el nieto para que su hija quedara tranquila conmigo.
Pero lo que quiero ahora contarles sucedió con la madre de la pendeja, una mujer que a simple vista no llamaba la atención, con la cual empecé a tener contacto cada vez que venía a buscar el nieto para que su hija quedara tranquila conmigo.
A los pocos meses organizaron la fiesta de cumpleaños del bebe, que dicho sea de paso me costo una buena parte a mi, pero me era devuelto con muy buenas atenciones por parte de ella, el festejo se organizo en la casa de la madre, esa noche fui en mi auto solo con mi suegro, mi mujer había viajado con mi hijo a ver una tía que no se encontraba bien.
Llegamos, hacia frio, por lo que mi suegro me pidió que estuviéramos un rato nada más, para cumplir con la invitación que nos habían hecho. A la llegada nos recibió la pendeja, estaba fatalmente vestida, y que al saludarme me dijo ; esta noche después de la fiesta, si mi marido sigue tomando así con mi papá, vamos a coger como locos mi amor, deseo que me llenes el orto y la boca con tu leche. Pasamos a la casa, salude a su hermana menor que estaba embarazada de dos meses, la que luego les contare como me la cogí en mi auto, pregunte por la madre y me dijo que estaba en la cocina, anda a saludarla ; me contestó. Cuando entre a la cocina casi me caigo al ver como estaba vestida la veterana, tenia casi 50 años, llevaba puesto una pollera negra corta que dejaba al descubierto un par de gambas (piernas) espectaculares, siempre la había observado de pantalón, una botas del mismo color de la pollera, que le llegaban debajo de las rodillas, y una blusa ajustada que marcaba unos pechos generosos. Al escuchar mis pasos, se dio vuelta y me dijo: – hola, ¿como te va?, pensé que no ibas a venir; lo hizo de una manera como si nos conociéramos de siempre y me dio un beso, que abarcó parte de mis labios. ¿Qué tal estoy vestida? ; me preguntó, hace mucho que no me visto así, pero esta noche es especial, quien sabe tal vez consiga algo. ¿Te gusta? ; estas bella, cualquier hombre esta noche va a perder la cabeza por vos, le conteste.
Me fui a ubicar para cenar, pero sentía una excitación terrible al verla pasar con las bandeja para servir a los invitados, de pronto la pendeja me hace una seña llamándome a la cocina, al llegar estaba con la madre y me dice: – ¿podes llevar a mi mamá hasta la casa a traer algo de ropa más abrigada para el bebe? ; si por supuesto le conteste.
Subimos a mi auto, y le lancé mi primer pregunta, – ¿Que va a decir tu marido al verte salir con un desconocido y vestida así?, – Nada, no viste que ya esta bien borracho y en ese estado va a dormir hasta mañana al medio día. Seguimos conversando animadamente, mientras yo no podía sacar mis ojos de sus piernas, hasta que ella me dice: – mejor mirá adelante, sino vamos a tener un accidente y se río de manera picara.
Llegamos a mi casa, estacione el auto y entramos por una puerta lateral que da a un salón, lo hice con doble intención pues, sabía que en esa parte no había luz, ella me agarra de la mano y me dice: – la oscuridad me da miedo, mientras que con la otra mano se aferraba a mi brazo. En la mitad del salón no aguante más y me jugué, la agarré de la cintura la traje hacia mi y le comí la boca de un beso, ella no opuso resistencia, como si hubiera estado esperando eso.
– No sabes cuando deseaba que me besaras amor, me dijo mientras su mano empezó a acariciarme la pija, que a esa altura ya pedía salir de mi pantalón. Ella era toda una experta en el arte de besar y hacer poner arrecho a un hombre. De pronto se arrodillo, me desprendió el pantalón, que calló al piso, sacó mi verga y de un solo envión la trago, estuvo como 10 minutos dándome la mejor mamada de mi vida, hay que reconocer que sabía hacer eso. Se levantó y me dijo ; llevame al dormitorio de mi hija y haceme tuya, quiero comerte esa pija enorme que tenes, esta noche hago lo que vos quieras papito, mientras acomodaba mi pantalón y me besaba impregnando mis labios con el sabor de mi propio pingo.
Entramos al dormitorio, encendimos la luz, sacamos algunas cosas que su hija había dejado sobre la cama y empezamos a desnudarnos, la verdad la veterana estaba muy buena, sus carnes aun eran firmes, sus tetas un poco colgadas aun eran llamativas, su concha con una buena mata de pelos, invitaba a comerla por lo jugosa que estaba, solamente se quedo con las botas, por un pedido mío, me excitaba verla en bola y con esas botas. Me hizo acostar y empezó a chuparme de nuevo la pija, tragando los huevos y haciéndome, mientras mamaba una terrible paja. De pronto se acomodó de tal manera que dejo su concha y su orto a la altura de mi boca, e hicimos un 69 que le arranco gemidos y suspiro, les comento que soy un adicto a chupar conchas y ortos, saboree cada parte de su vagina y recorrí con mi lengua ese orto sabroso, luego se bajó, se recostó y abrió las piernas, me pare, alce en mis brazos esa gambas bellas y suaves y le enterré de una sola toda la pija, ella dio un grito y me dijo: -Jamás me había tragado una pija de este tamaño amor, me imagino como sabrá disfrutar tu mujer y ;mi hija; con semejante arma.
Cuando me dijo eso, la quede mirando, ella me rodeo con sus piernas y me dijo:- no te hagas problemas, desde hace tiempo se lo que pasa entre ustedes. Seguí bombeando dentro de ellas, a los pocos segundo un terrible orgasmo sacudió todo su cuerpo, mientras me decía palabras terrible, subidas de tonos, lo que provoco en mi una terrible excitación, le saque la verga de su concha, la agarre de la cabeza y la hice sentar, le metí la pija en su boca y le hice tragar toda mi espesa leche, a pesar de lo abundante que era, nada salió de su boca, lo trago todo.
Nos fuimos a lavar y ahí me comento que una mañana había venido a la casa a buscar unas cosas que le tenía su hija, cuando nos vio en el dormitorio mientras cogíamos. Algo de esto ya me lo imaginaba –me decía mientras se bañaba- mi hija cuando anda arrecha, anda súper nerviosa y no la aguanta nadie, desde hace tiempo que anda re tranquila y vive hablando de vos, de lo buenos que sos y como la ayudas, no hace falta ser adivina para imaginar el resto, o me equivoco amorsote?, no le conteste nada, la abrase, busque su boca, la bese, mame sus tetas y empecé a bajar hacia su concha, – no amor por favor esta llena de jugos, espera que la lave un poco y luego chúpamela ; me dijo, no le di tiempo a nada y empecé a meter mi lengua en sus vagina, mientras ella arqueaba un poco su cuerpo para darme un mejor ángulo para hacer mi trabajo, de pronto metí un dedo en su culo y ella empezó a gemir y gritar sin control, mi pija pedía por ese culo carnoso, me levanté, la hice dar vuelta y que se agachara, abrí un poco sus nalgas y puso la cabeza de mi pingo en la entrada de su culo, – por favor despacio amor, hace mucho que no entrego mi culo ;me decía, mientras yo le metía despacio la cabeza, lo demás fue cuestión de un momento, su orto, bastante usado por lo visto, se dilató en poco tiempo y tragó mi verga, empezó mete y saca furioso, mientras ella gemía descontroladamente, estaba ya por acabar cuando ella me dice ; acabame en la boca amor, quiero tomar otra vez tu leche, le saque la pija, la hice agachar y le llené la boca con mi leche espesa.
Nos bañamos, nos vestimos rápidamente y volvimos a los cumpleaños, todos estaban bailando y no se dieron cuenta cuando llegamos, excepto su hija, que se arrimo a mi lado y me dijo: – ¿te dejo algo de leche mi mamá?, la mire sorprendida, andaba re arrecha por vos, esta noche se dio el gusto. Al rato mi suegro me pidió volver a la casa, nos vinimos, la pendeja anduvo enojada un par de días, luego se le pasó. Su mamá compartió muchas cosas conmigo, que luego se las contare.
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