LA MUJER LLEGÓ GOLPEADA… Y NECESITADA DE AFECTO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como médico me ha tocado conocer historias muy tristes sobre violencia de pareja pero también hay ahí oportunidades de conocer y tratar a mujeres de todo tipo, algunas muy hermosas, y otras algo pasadas de peso o algo mayores de edad pero como decía un amigo de la Facultad, “En tiempo de guerra cualquier hoyo es trinchera” y no están los tiempos como para desperdiciar la ocasión de cogernos a alguna dama, como me pasó hace cosa de dos semanas cuando llegó a verme una mujer de poco mas de 30 años, morena, algo gordita pero de cuerpo formado y sobre todo, con un par de nalgas estupendas. La examiné con cuidado; Llevaba los labios hinchados y un ojo amoratado, además de diversos golpes en todo el cuerpo. El esposo, que trabajaba en una plataforma, llegaba solo cada mes y descansaba 14 días antes de volver a subir y el caso es que la pobre mujer tenia que someterse a todo lo que el esposo le pidiera, incluso coger por el culo o tragarse el semen cada vez que bajaba de la plataforma. Ella se había negado y eso le había acarreado la golpiza. Le pregunté si deseaba demandarlo y sonriendo con amargura dijo que no, porque si lo hacia él dejaría de mantenerla y tenia dos hijos aun pequeños, de 10 y de 12 años. El caso es que mientras la curaba de las heridas le dije que estaba hermosa, que tenia un cuerpo lindo y atractivo y ella se puso roja. Comenzó a llorar y dijo: -Ay, doctor… ojala mi esposo fuera como usted, pero él jamás me dice cosas lindas, me trata como a una puta y créame, doctor, jamás le he puesto el cuerno… le he sido fiel y el me paga tratándome mal y diciéndome cosas horribles… ¡Ya estoy harta doctor! -Te comprendo –le dije ya tuteándola y ella no pareció enojarse, sino que sonrió, así que continué- eres una mujer atractiva y lo bueno es que no te va a quedar seña alguna de los golpes. -¿está usted… estas seguro? –me dijo también tuteándome- me preocupa que mi familia me vea así… mi mamá viene de mi tierra a verme en cinco días y mi esposo subió anoche a la plataforma… mi mamá viene a traerme a mis hijos que se pasaron con ella las vacaciones de fin de año así que dime cómo debo cuidarme para que cuando llegue mi mamá no se de cuenta de la vida que llevo. -Humm, no hay problema, pero déjame decirte que necesito verte mañana… ¿Podrías venir como a las dos de la tarde? –le dije, porque a esa hora terminaba mi consulta y regresaba en la tarde hasta las cinco, así que disponía de tres horas muy buenas… si es que ella aceptaba. La vi sonreír con gesto travieso y me dijo: -¡Claro que si! ¿Sabes una cosa? Me siento en confianza contigo y te agradezco mucho cómo me estas tratando… ¿Así lo haces con todas las pacientes que te llegan a ver? -No, para nada… solo con las que me son simpáticas como tú –le dije riéndome y ella continuó: -Mira, no quiero meterte en problemas… ¿De verdad quieres que venga a esa hora? -Claro, pero me vas a esperar… digo, si puedes esperarme, en el estacionamiento… mi coche es un azul con cristales polarizados, es el único así, o menor, espérame afuera de la clínica… por donde están los arbolitos… ¿Ya sabes donde? -Si, pero… ¿A dónde me vas a llevar para revisarme los golpes? Además, ya sabes que la gente de aquí es medio chismosa… ¿Porqué mejor no te espero a la salida rumbo a Acayucan, y así nos ponemos a… platicar con calma- me dijo haciendo una pausa que denotaba que había entendido muy bien a lo que la estaba invitando. Así lo hicimos y ahí estaba ella, que al verme se hizo la disimulada y rápidamente se subió a mi coche, y enfilé hacia Acayucan. Con las ventanillas oscuras y el clima, avancé mientras platicaba con ella. Estaba yo de buen humor, había tomado un montón de condones de la clínica y un tubo de KY además de revisar que llevara yo una tableta de Viagra por cualquier cosa, y ella no solo conversaba sino que sonreía y dejaba ver un lindo par de muslos. Llegamos a Acayucan y cuando le pregunté si tenía apetito sonrió y me dijo: -No, la verdad que desayuné ya tarde y me siento feliz de que me hayas invitado… ¿De verdad no tendrás problemas por esto? Con tu trabajo o con tu esposa… porque supongo que eres casado. -Si, soy casado, y no me creerías si te dijera como todos que tengo broncas con mi mujer o cosas así… ¡nada de eso! Pero como hombre te digo que me moviste el tapete y estas lindísima; Yo soy hombre y tu eres mujer, pero tampoco es cosa de forzarte a nada… solo haremos lo que tu gustes, si platicar o…algo mas… ¡Tu dices, mi amor! A propósito ¿Cómo sigues de los golpes que te dio tu marido? -Bien, quizá un poco adolorida pero no se ven los moretones o ¿Tu cómo me ves? -Sinceramente te veo hermosa… ¿Te ha dicho tu esposo que tienes un cuerpo lindo y sobre todo unas caderas que marean? -No, para nada… el es muy simplón en decirme cosas… solo me besa cuando quiere coger, y si no lo hago como el quiere, se pone fúrico y es cuando se porta grosero… ¡Que me va a decir cosas lindas el cabrón! -¿Y como le gusta hacértelo? Ya me dijiste que te fuerza a hacerlo por atrás y que le gusta que te tragues su semen pero ¿Te ha pedido algo más? Es que los hombres somos calientes cuando tenemos a nuestro lado a una mujer linda y con buen cuerpo como tu… lo malo es que a veces creemos que la mujer es de nuestra propiedad y eso es un error. Si, soy casado como te digo, pero la verdad es que mi matrimonio es bastante abierto y nos tenemos confianza. -¿Qué quieres decir con eso? ¿A poco tu mujer anda con otros hombres y no te molesta? -Bueno, no es que no me molestara… antes, pero desde que lo hablamos con confianza, créeme que vivimos mejor… ella no pregunta si me tardo de mas pero yo tampoco pregunto nada cuando ella sale con alguna amiga… Bueno, ella dice que salió con unas amigas pero no sé si siempre sea así… y luego cuando nos abrazamos en la cama como que siento su ponche baboso… y mas de una vez le ha escurrido leche de otra verga pero como dice el refrán, ese es un jaboncito que no se gasta. -Pues mira, una de las cosas que me ha pedido aquel es que haga un trio, el conmigo y con otra vieja… yo no he aceptado pero se puso furioso cuando le dije que solo aceptaría si antes lo hacíamos el, yo y otro hombre… ¡Y me puso una madriza muy fea hace como medio año!… ¿Tu harías algo así con tu mujer? Digo, que ella estuviera con otro hombre y que tu estuvieras presente o hasta tu también te la cogieras… Pienso que eso ya es mucho… ¿O tu cómo la ves? –me dijo tocando mi muslo y pasando su mano sobre mi verga que ya estaba durísima. -Yo creo que todo es cosa de confianza… y si el te trata bien y te pide cositas a la horade estar cogiendo, creo que si te trata bien terminarías por aceptar lo que antes te parecía difícil… o al menos así me pasó con mi mujer… pero debo decirte que soy de la opinión que aunque el hombre pida y pida, está en la mujer si da o no da… mira, este motel es discreto y creo que te va a gustar, mi amor –le dije al tiempo que entraba a un Motel de nombre SECRETO en Acayucan. Ella se quedo quietecita mientras nos asignaban habitación y yo pagaba. Luego que el encargado corrió las cortinas ella se bajó y tomados de la mano entramos a aquel santuario del amor y del sexo. Nos sentamos en el sofá y ella miraba el interior del cuarto con interés. Sonreía y después de un rato me dijo: -Humm, esta lindo este lugar… dime ¿A cuantas has traído aquí? Digo, porque vi que te tratan muy bien –dijo con sorna. Ese hábito de la mayoría de las mujeres por saber intimidades antes me molestaba pero ahora hasta cierto punto me excita. La vi y sonreí y le dije: -No, estas mal… créeme que a muy pocas pero lo importante es que estamos aquí… ¿Te gusta el motel? -Humm, si, está lindo, y esa tina ¿Es de masajes? -No, mi amor, es un jacuzzi y al menos a mi me encanta usarlo… ¡De verdad que estas linda! –le dije acercándome a ella y nos besamos. Me gustó que no se hiciera la remolona y me respondiera el beso. Nuestras lenguas se entrelazaban y puse mi mano en su muslo. Ella comenzó a jadear y luego abrió sus piernas mientras con su mano me sobaba la verga. En poco tiempo los dos estábamos encueraditos y la verdad es que su cuerpo, moreno y algo pasado de peso, era armonioso, y sus nalgas se antojaban. Por lo menos a mi me encantan las mujeres nalgonas así que mientras nos besábamos no dejaba de sobarle sus nalgotas y cuando pasé mi mano hacia su vagina me encontré con una vagina de labios hermosos y con el vello recortado, cosa que me encanta, aunque mas me gusta que de plano no tengan vello sino que se rasuren muy bien. Le dije que su ponche estaba lindo y me hinqué para besárselo y ella me vio a los ojos, sonrió y abrió sus piernas para dejarme besarle su tesorito. Tomó mi cabeza con ambas manos y con suavidad me la acercó a su ponche. Yo hurgué con mi nariz entre esos labios lindos y sentí su humedad, y aprecié la dureza de su clítoris, un clítoris pequeño, pero me encantó el olor de su vagina… un olor a limpio, y sin indicios de enfermedad alguna, aunque como ya les dije, yo nunca cojo sin usar gorrito, por precaución. Ella se dejaba hacer y comencé a meter mi lengua entre los pliegues de su vagina hasta que recibí en mi boca el premio de un abundante orgasmo que hasta parecía que ella se había orinado… y además, sabia rico su jugo. Ella estaba con la mirada vidriosa, y después de sacarle otro orgasmo, me senté a su lado y mientras la besaba en los labios no dejaba de sobarle el clítoris mientras ella sobaba mis huevos y verga poniéndome más y más caliente. Luego, y sin pedírselo yo, se inclinó y comenzó a mamarme la verga sin dejar de sobarme los huevos. Yo acariciaba su cabello con una mano, animándola a que siguiera dándome lengua y con la otra sobaba sus nalgas y ponía un dedo en su chiquito y sentía como ella trataba de relajar el esfínter facilitando así la entrada de mi dedo… hasta que mi dedo medio pudo entrar y salir. Ella estaba feliz porque, como me dijo después, yo buscaba darle ternura, una ternura que con su esposo no tenia, y sinceramente creo que es por eso que muchas mujeres le ponen los cuernos al esposo, debido a que siempre llegamos a lo que llegamos sin preocuparnos si ellas gozan… y ese egoísmo es lo que nos hace cornudos y hasta andamos presumiendo por ahí que somos lo máximo en la cama… o hasta andamos cogiéndonos a cuanta mujer se nos atraviesa y dejamos sin cenar a la que tenemos en casa. Me gusta platicar con la dama a la hora de la mayoría de ellas es una bonita, porque con sus esposos o parejas no hablan para nada y ahí es otro error ya que ni de chiste le dicen a la mujer que está buenísima, que sus chiches, que su ponche, o que su culo, etc…. pero en un descuido el amigo o amante si lo hace y ahí es donde nuestra mujer nos agarra de pendejos, y mas cuando aparte de todo hay violencia, como era el caso de esta mujer… ¡Imagínense ustedes que el esposo bajara de la plataforma y se la cogiera sabroso, la tratara bien y le sacara no uno sino varios orgasmos! Yo le decía, al tiempo que nos besábamos y le hurgaba el culito: -Humm, lo tienes bien apretadito, mi amor… y mira que lindo se te siente el ponche, empapado de tus jugos mi cielo. -¿De verdad te gusta cómo aprieto el culo? ¿Porqué no intentas metérmela? Dime cómo quieres que me ponga. -Ponte en cuatro, mi amor… así mero… desde aquí se te ve lindo el culito mi cielo… mira, te estoy untando el gel… y yo también me lo voy a untar en la verga para que te resbale bien… ¡Que lindo culo tienes, mi cielo! Y comencé a meterle la verga, despacito, a modo de no lastimarla, y ella primero medio pujaba pero le pedí que aflojara el esfínter y bien pronto ya la cabeza estaba dentro de su ano… y poco a poco mi verga se fue introduciendo hasta que la tuvo toda dentro… esperamos un poco, mientras yo me inclinaba para besarle el cuello y ella giraba la cara para besarnos en la boca pero no dejaba yo de acariciar su clítoris hasta que ella misma comenzó a moverse de atrás a adelante y en el espejo del motel veía que ponía cara de dolor cuando mi verga entraba hasta donde se podía… y así, con el mete y saca terminé por venirme dentro de ese culo y cuando empecé a eyacular, la pobre mujer si gritó, ya que aunque no soy de verga gruesa, cuando esta empieza a escupir semen, como que se hincha y por fuerza debe dolerles el culo al hacer el sexo anal. Lego, mi verga se aflojó y sin dejar de besarle el cuello y de decirle lo hermosa y sensual que se veía, mi verga se salió de su ano. De reojo miré si no había caca en mi verga pero no… y luego ella me dijo que deseaba de verdad coger por el culo en venganza de lo que su marido le había hecho… y que se había lavado muy bien y hasta se había puesto una especie de lavados rectales con la ayuda de una perita de hule… o sea que desde que había aceptado que nos viéramos, la señora ya sabia que ese culito me lo iba a dar… así que se confirma aquello de que cuando una mujer tiene ganas de coger, de plano le vale todo. Me contó intimidades de ella y su esposo, y cómo era el tipo en la cama y sus exigencias, y ese deseo de cogérsela a ella estando otra mujer en la cama, y luego de dos horas de reposar y platicar volvimos a coger pero esa segunda vez todo fue muy tranquilo, en la posición del misionero, que creo que es muy romántica para a mayoría de las mujeres, sobre todo las casadas, y mas aquellas a las que sus maridos maltratan. Lógicamente hemos seguido viéndonos y sinceramente la señora es un manjar ya que le encanta la verga pero desde luego salimos solo cuando ella no tiene compromiso con sus hijos, o sea que estén en la escuela, y sobre todo cuando el esposo anda en su trabajo… y es que entre las esposas de los embarcados o trabajadores de plataforma hay un montón de oportunidades de coger muy a gusto, sin prisas y tranquilitos.
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