LA RELACIÓN MI ESPOSA Y MI YERNO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi matrimonio siempre fue normalmente estable, pero hace un tiempo comenzaron a pasar cosas que más adelante les voy a contar.
Yo tengo 48 años, mi esposa 44 y nuestra hija 22.
El asunto comienza en nuestra empresa de abogados, la fundamos con mi esposa hace 20 años durante los cuales habíamos trabajado maravillosamente sin ninguna novedad, ella llevaba sus procesos, yo los míos y cuando el trabajo nos superaba contratábamos abogados jóvenes, recién egresados de universidades y era una buena opción para ellos y para nosotros.
Hace dos años contratamos un joven recién egresado, edad 24 años, de piel morena, con muy buena presencia y un profesional excelente, su nombre Mario.
Poco tiempo después de ingresar un día se conoció con mi hija, yo se la presente, le comente que él era abogado y nos estaba ayudando a atender algunos clientes y fue flechazo a primera vista porque se enamoraron y un par de meses más tarde me entere que estaban de novios y pues nada que hacer.
Fueron novios durante un año y decidieron casarse, eso sucedió a mediados del año pasado.
Con este evento la relación con mi esposa y conmigo fue más asidua, el comenzó a acompañarnos a reuniones sociales, pero en las fiestas de fin de año note algo muy evidente entre Mario y mi esposa.
Y como buen abogado puse atención.
Lo cierto es que los detalles generalmente provenían más de ella que de él.
Mónica, así se llama mi esposa, empezó a buscar apoyo en Mario para atender algunos temas que normalmente trabajaba sola o con mi ayuda.
Esto me inquieto y un día que ya habíamos regresado de la oficina a la casa, yo me encontraba en la cocina sirviendo una bebida, ella entro y dejo el celular sobre la mesa y de pronto vi que se encendió la pantalla, no resistí la tentación y al observar apareció un mensaje de Mario, que decía… “Mónica, termino de atender un cliente y nos vemos mas tarde en la oficina para analizar el proceso del cliente X, no debes usar pantis”.
Minutos antes Mónica ya me había advertido que posiblemente le tocaba regresar a la oficina porque había notado que un trabajo se vencía al día siguiente aun no estaba terminado, pero en ningún momento me menciono que lo haría con Mario.
Además, la parte final del mensaje de su celular me puso súper alerta.
Yo serví mi refresco y cuando lo estaba tomando y pensando sobre lo sucedido minutos antes, ella apareció muy bien arreglada, su cabello negro liso muy bien peinado, maquillada, con una bata negra suelta a media pierna, tacones, y note un detalle pues me pareció que no llevaba sujetador, las puntas de sus senos se le marcaban en el vestido más de normal y en la espalda nada indicaba que lo tuviera.
Yo me puse intranquilo y hasta pensé en seguirla hasta la oficina, pero como hacia un tiempo había instalado por seguridad de la oficina, unas cámaras de video, las que podía accesar desde mi celular, pensé aprovechar este recurso, y si se iban a reunir en la oficina tendría la oportunidad de observarlos sin necesidad de moverme del apartamento.
Pasó más de media hora antes que se encendieran las luces de la oficina y ellos dos aparecieran en cámara, tomados de la mano y riendo alegremente.
Mónica se fue directo al bar que tenemos allí, saco una botella de vino y se la entrego a Mario para que sirviera, el procedió, sirvió dos copas y comenzaron a beberlas en medio de risas y coquetería extrema.
Ella se sentó sobre mi escritorio y sus piernas quedaron a la vista gracias a lo corto de su falda y Mario se la levanto dejando a la vista la diminuta tanga negra que ella tenía puesta.
Él le dijo… no cumpliste mis instrucciones de los pantis, verdad?.
Si, dijo ella, y creo que me merezco un castigo y desde ya lo acepto.
Ella se bajo del escritorio, él le dio la vuelta y levantándole la falda le dio varias nalgadas como castigo.
Al terminar él la hizo inclinar, luego se arrodillo detrás de ella le quito la tanga y comenzó a lamerle las nalgas y la concha, enseguida se levanto, saco su polla y se la comenzó a pasar por en medio de las piernas de Mónica hasta lograr lubricarla con los flujos de ella, y empezar una penetración con movimientos muy sensuales, ella sonreía con una risa nerviosa, a cada entrada y salida de la polla de Mario de su concha.
Cambiaron de posición y ahora él la subió sobre mi escritorio, ella separo las piernas y arrodillado él en medio de ellas comenzó la fase de sexo oral que la hizo gemir a rabiar, yo creería que alcanzo varios orgasmos porque a la par de sus gemidos tenía unos constantes movimientos descontrolados de su cintura que hacían presumir los orgasmos.
Ella estaba feliz, no paraba de sonreír.
A continuación Mario se levanto y ella también y en ese momento él le quito la bata quedando Mónica totalmente desnuda, ahí confirme mi inquietud de que ella no tenía sujetador bajo su vestido.
Mario también se desnudo y arrastrando mi silla se sentó y la invito a que ella le diera sexo oral.
Mónica se esmero en corresponderle por lo que él le acababa de proporcionar y fue en ese momento cuando me di cuenta del tamaño tan grande de la polla de Mario, no tanto por lo gruesa, aunque su diámetro no era nada despreciable, pero sí bastante larga, estoy seguro que me aventaja por varios centímetros, pero es algo muy propio de su raza.
Ella se concentro en darle lo mejor y Mario le empujaba la cabeza desde atrás para que la penetración llegara hasta su garganta y ella se fue adaptando tan pronto a meter la polla de Mario hasta el fondo de su garganta que al final era poco lo que quedaba a la vista.
Luego él se deslizo hacia adelante sobre la silla y Mónica se subió a horcadas dejando que la polla de Mario la penetrara hasta la raíz sin el menor reparo.
Pienso que ellos venían follando desde hacia tiempo porque todo era muy natural.
El comenzó a moverse con fuerza subiendo y bajando su pelvis y así lograba que se perdiera totalmente su polla en la concha de Mónica.
Los dos respiraban agitadamente y los gemidos de Mónica no paraban, pasaron varios minutos en esta posición sin dejar de follar y ella de vez en cuando lo premiaba con un beso y luego reiniciaban.
Cuando se separaron, Mario la invito a que se inclinara hacia adelante, apoyando sus manos sobre el escritorio y el comenzó una fuerte penetración desde atrás, logrando ella mayor disfrute, emitiendo palabras sueltas y asesando con su respiración agitada mientras tanto Mario no paraba de hundírsela una y otra vez.
Luego la acostó sobre mi escritorio, se subió sobre ella y le chupo las tetas a más no poder, le dio unos pequeños mordisquitos en sus pezones y la volvió a penetrar ahora de frente sin dejar de apretarle las tetas.
En esta etapa Mario arrecio sus embestidas en la concha de Mónica y pronto cuando el gimió enérgicamente, creo que fue el momento que soltó su chorro de semen al interior de Mónica, cuando se separaron comenzó a fluir de la concha de ella el semen que él le acababa de dejar y ella paso su mano y al sentir el flujo lo esparció por su pelvis y finalmente se llevo los dedos a la boca y los saboreo muy sonriente.
A continuación se besaron y estando los dos de pie ella se agacho y le chupo la polla a Mario como queriendo extráele hasta la última gota de su preciado liquido.
Mónica estaba radiante de alegría, no se cambiaba por nada.
Terminado el ajetreo se vistieron, recogieron el desorden, aunque no limpiaron muy bien el semen que cayó al piso y se sentaron a disfrutar lo que quedaba de la botella de vino, en medio de continuos besos.
En ese momento llame a mi hija a su casa para saludarla y preguntarle cómo estaba, en especial como le iba con su matrimonio, me dijo que todo bien, que Mario era muy considerado y cariñoso y que no se podía quejar de haberlo escogido como esposo.
Le dije que me alegraba mucho y después de hablar de otras cosas intrascendentes nos despedimos.
Desde ese día y los siguientes, yo no sabía cómo manejar el asunto estando de por medio mi hija, afortunadamente recientemente le llego una comunicación a Mario confirmándole su aceptación en una universidad en el exterior para hacer una especialización y eso me tranquilizo porque no quería que se llegara a destruir el matrimonio de mi hija.
La noticia a Mónica no le alegro mucho aunque en apariencia dijo todo lo contrario.
Desde ese momento hasta el día en que ellos se fueron del país Mónica y Mario tuvieron sexo en la oficina todas las veces que se quedaron solos.
Nunca vi a Mónica mas activa en el sexo que en esos días.
Lo importante para mí es que ella nunca dejo de cumplir con nuestra relación, siempre que la busque ella estuvo dispuesta aunque no veía la misma fogosidad que desplegaba con Mario.
Sin embargo debo confesar que cada vez que los veía follar me excitaba terriblemente, ver como la polla de Mario la penetraba una y otra vez y ella gemía descontrolada me llevo a masturbarme a escondidas o buscar a Mónica para descargar los deseos reprimidos.
He pensado que nunca le hare un reclamo por lo acontecido, porque años atrás yo tuve dos romances de los que ella nunca se entero, por eso no tengo la autoridad para hacerle el reclamo.
Eso si grabe varios videos para disfrutarlos más adelante y de pronto algún día hable y se los muestre a Monica, advirtiéndole que es nuestro secreto.
Hasta aquí mi historia.
Que no le quieras reclamar por que tu hiciste lo mismo esta perfecto, serias un hipócrita.
Sin embargo, pero que digas que te escrita ver a tu esposa con otro… Jajaja das lástima