LA SIRVIENTA DE MIS VECINOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Chica delgada, morena, de unos 23 años, viste casi siempre pantalón de mezclilla ajustado lo que le resalta sus largas piernas y sus nalgas redondas que me vuelven loco, sus blusas sin manga y escotodas, también ajustadas a su cuerpo, y con el cabello casi siempre recogido dejando caer su fleco sobre su rostro, asi es mi niña (como le llamo en la intimidad)
Siempre me gustó, trabaja de sirvienta en lacasa de unos vecinos que llegaron al barrio hará unos 7 años, en ese entonces era una muchachita que más parecía una niña, pero yo practicamente le doblaba la edad, siempre ha trabajado de entrada por salida.
Un buen día resulto embarazada y el novio al parecer no se hizo cargo de bebé, ella estaba estudiando y dejo escuela y trabajo, la dejé de ver por unos dos años, al menos en la casa de mis vecinos, pues en la calle varias veces la topé.
Al paso de los meses y para mi regocijo volvió a esa casa a trabajar,quizas un poco más envarnecida de su cuerpo y eso me atraía más y más no perdía detalle cada vez que salía y yo desde la puerta de mi casa y negocio la espiaba, en una ocasión su patrona mandó unos catálogos de zapatos a mi mujer, más ella no estaba y yo los recibí, al hacerlo no apartaba la vista de la chica,y sin ningún preámbulo me preguntó directamente:
– Oiga, sabe que me molesta que me este mirando nada más ¿porqué lo hace?
Si, no niego que de momento me perturbo, más rápido recupere la serenidad
-Te miro porque te me antojas mucho nena, me encanta verte y echar a volar la imaginación pensado en ti
Ella un poco turbada ante mi respuesta más directa aun balbuceo un poco y me dijo
-Le dice a su esposa que si le gusta algún modelo le diga a mi patrona pues el fin de semana levanta pedido.
-Claro que le van a gustar, ¿A ti no te alguno?- le dije
-¿Sería capaz de regalarmelos?
-Claro que si, a cambió me dices tu nombre
-¿Eso es todo? no le creo, cuando un hombre quiere hacer regalos es porque quiere algo más
Tu lo has dicho nena, ¡quiero algo más! te acabo de decir que te antojas mucho
-¿Y me piensa comprar con unos zapatos?
-No te pienso comprar, los zapatos te los regalo porque quiero hacerlo, yo no acostumbro a comprar el amor ni las caricias de una mujer, solo que me siento como adolescente fantaseando contigo y mejor soy claro, tu sabes que tengo mi familia y no pienso dejarla, pero si quieres gozar del sexo, te aseguro que no te vas a arrepentir, yo se porque lo he notado, que no te soy indiferente.
-Me llamo Pilar, me dicen Pili, ya me voy.
El primer paso estaba dado, y ahora estaba seguro de que antes de lo que me imaginara, esa chica estaría compartiendo cama conmigo.
Y así fue, dos días después,a encontré temprano camino a su trabajo, le hable y me sonrió, la abordé y la invite a subir al auto, no se nego y salí un poco del perímetro de mi colonia, hablamos y me dijo con franqueza, que eran cierto, que yo le atraía, más sabía bien que no podría llevar algo serio conmigo, y para ella no quería nada, pero si para su hijo.
Las cosas se me facilitaron, quedamos un dia por la tarde y esa tarde fue la mejor tarde de sexo que he tenido en mucho tiempo
Llego puntual al sitio donde quedamos de vernos, iba recién bañada y con su vestimenta de costumbre, nos fuimos a un hotel y nada mas entrar al cuarto la abracé, ella re volvió hacia a mi y beso mis labios con pasión, con deseo, me mordía los labios, su lengua entro en mi boca buscando la mia.
yo le masajeaba sus nalgas redondas, esas nalgas que tanto me gustaba ver y ahora podía tocar, besar, lamer, morder, en fin, lo que yo quisiera.
se dejo caer sobre la cama quedando boca arriba, yo comencé a quitarle los pantalones, ella se quitaba la blusa y casi al mismo tiempo quedaron ante mi, sus pequeños pero firmes y morenos senos y sus abundante vello púbico.
Con mis manos aprisione sus senos y me metí sus pezones a mi boca, los mordí con rabia y ella se retorcía pidiendo más, diciendome que eso era lo que ella quería, continué chupand y lamiendo sus senos, mientras mi mano buscaba en su entre pierna, cuando mis dedos llegaron a la entrada de su rajita me dí cuenta de que estaba completamente mojada, ella me pedía que siguiera, que no parara y no pude resistirme más, baje mi ara y la metí entre sus piernas, enredé sus pelos negros y mojados con mi lengua y sentí como su pepita, su clítoris temblaba al rosarlos, me entretuve un rato mamandole, se vino varias veces en mi boca y mi aprisionó el cuello con sus piernas, su mano masturbaba mi verga y se fue acomodando hasta que se la llevo a su boca.
¡Que ricura! que rico mamaba, al quedar ella montada sobre mi y con su culo a mi vista comencé a lamerselo también, era un culito bien apretado al que lamí, escupí y poco fui introduciendole un dedo, y luego otro,
-asi papi, asi, quiero que ya me cojas por favor, ya quiero sentirte dentro de mi
No me hice repetir la súlica, la coloqué en cuatro y le di una super y deliciosa cogida, pero era tanta mi excitación que no pude contenerme y me vine rápido, más ese manjar merecía mejor trato, apenas unos cuantos segundos y ya estaba listo para la segunda faena, esta ve le levanté las piernas y se las abrí tanto como dieron su elasticidad, gritaba de dolor y de gusto, pero yo lo que deseaba era cogerme su culo, asi que volví a bajarme a lamer su sexo y esta vez me entretuve más tiempo estimulandole el ano ya con la lengua, ya con los dedos, poco a poco fue relajandose y de nueva cuenta le levanté sus piernas, solo que esta vez, las deje descansar sobre mis hombros, me coloqué tras ella y la fui penetrando lentamente hasta que mi verga se perdió en ese culo arrugado y apretado hasta que me vine, sacando fuerzas de flaqueza todavía le heche otro palo.
a partir de ese momento, tengo a una de las mejores amantes, yo cumplo mi compromiso de ayudarla en lo que pueda con su hijo, y ella lo paga con la discreción, y es tal que al momento, nadie sospecha nada
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