La sobrina de mi mujer fue mi perdición
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, soy Salomón de 39 años en ese momento. La hermana de mi mujer nos pidió recibir a Karla una bella adolescente, que seguiría sus estudios de preparatoria, ella proviene de un pueblo cercano a la capital. Yo ya la había visto antes, desde pequeña, pero siempre ha tenido sex appeal, es muy coqueta, sexy y rebosa erotismo su cuerpo, que es delgadito, piel trigueña, ojos color miel, piernas largas y delgadas, y un lindo y precioso culito compacto.
Desde que se integró a la familia, Karlita fue un tormento para mi, ver sus diminutas braguitas en la lavandería o aveces encontrarlas tiradas en el tocador después de haberse bañado, yo no he sido del tipo que recoge las bragas de nadie, pero las de Karlita me fui acostumbrando a olerlas y sentir el olor tipico de su rajita. En varias ocasiones la encontré saliendo de la ducha solo envuelta con una pequeña toalla que apenas cubría sus nalguitas. En una ocasión, llegué del trabajo, ella se estaba cambiando en su habitación, yo vi la puerta semiabierta y quise entrar, pero la vi de espaldas, estaba desnuda, sus nalgas era pequeñas pero casi perfectas, unos semiglobos lindos, esa noche me follé a mi esposa pensando en el culito de Karlita.
También agrego que ella era muy efusiva conmigo, apenas me veía me abrazaba y en ocasiones, se sentaba en mis piernas cuando quería contarme algo que le había pasado y quería mi consejo.
Llegando del trabajo cierto día, la encontré llorando en su habitación, rápido me senté con ella y dulcemente le pregunté de su pena, ella me confesó que había terminado con su novio de su pueblo, el quería que ella regresará, pero ella me dijo que quería seguir estudiando. Yo la calmé, le aconsejé y para agradarla la saqué a comer un helado, luego le comenté de eso a mi esposa.
Cada día siguiente, le llevaba algo a regalar, una flor, un chocolate, un Cd, o llegaba a platicar con ella, luego semanas después me dijo que ya había olvidado a su exnovio, eso me alegró.
Unas dos semanas después, me dijo que me contaría un secreto, me costó que me dijera ese secreto, pero me lo contó, me dijo que estaba entusiasmada por alguien, pero ella sabía que no le correspondería, yo le dije que como era posible que alguien no le correspondería, si era una chica muy linda, agradable e inteligente. Ella que estaba su habitación me tomó de las mejillas y me dió un beso en la boca, yo me quedé paralizado y no atiné a contestar el beso, solo salí de la habitación.
Al otro día fui a traerla al colegio, ella salía temprano esos días por examenes, de regreso me pidió perdón por lo de anoche (el beso), me estacioné fuera de la carretera, y la tomé de las manos la acerqué y la besé, ahora ambos nos quedamos enredados con la boca y la lengua, la chica besaba como las diosas. La fui acercando de modo que quedó recostada en mi pecho y sentada en mis piernas, no se cuanto tiempo pasamos besándonos, pero fue más de media hora, mi verga estaba parada en mis calzoncillos, desde que era soltero no besaba a nadie asi. Luego aproveché que ella llevaba la falda de la preparatoria y mis manos se dirigieron a su rajita, jugué con ella sobre su braguita, pero en ocasiones metía uno o dos dedos dentro de su braguita y tocaba su rajtia depilada, pude sentir su húmedad entre sus piernas. Como ya era tarde y nos podía extrañar mi esposa nos fuimos para la casa, casi nadie habló de regreso a casa.
La llama ya estaba encendida entre Karla y yo, la atracción era mutua, aprovechabamos cada momento que no nos veía nadie y nos besabamos como dos enamorados a escondidas, Karla como dije besaba muy rico.
Yo ya soy un hombre maduro, y no iba a andar como un adolescente de manitas calientes, sino quería llegar a poseerla. Asi que a la primera que se presentó, mi esposa iba a visitar a una amiga enferma y no regresaría hasta tarde en la noche, yo tenía como cuatro horas a solas con Karlita. Asi que la fui a buscar a su habitación, nos besamos y no revolcamos entre las sabanas aún con ropa puesta, luego le fui quitando su blusita y su sostén, sus senos eran como naranjitas, las mamé y le chupé todos sus senos, le presaba los pezones con los labios y ella gemia como gatita en celo. Ella estaba excitadisima solo con eso, vi que una de sus manos me frotaba la verga sobre los pantalones. Para facilitar su trabajo me quité los pantalones, ella preguntó por su tía (mi esposa), le dije que tardaría en llegar, entonces ella se quitó la falda y se quedó solo en un diminuto bikini.
Le comencé a besar desde los labios, cuello, senos, pezones, vientre y por fin llegué a su sexo, le bajé su braguita y ella exclamó algo, como diciendo por fin, tomé su rajita entre mis labios y chupé y lami sus labios vaginales y su clitoris, Karlita se contorsinaba sobre la cama gozando la mamada que yo le brindaba. Me tomaba de los cabellos y decía -aayy dios mio!!- a cada instante, Karlita me regaló sus juguitos íntimos que tomé como nectar de flor. Luego le di la vuelta en la cama, quedándome su bellas nalguitas a mi disponsición, se las abrí con las manos dándoles varios besos antes, divisé el ojete del culo y lo mamé, Karlita pataleaba, gemía, se quejaba, la nena estaba como loca gozando por primera vez, creo, una comida de orto. Mi lengua iba del ano hasta su clitoris, y regresaba de nuevo a su culito. Yo me estaba esmerando, quería que ella quedara muy satisfecha esa primera vez y lo estaba logrando.
Después que Karlita de corrió por segunda vez, me quité el resto de la ropa y me fui sobre ella, le abrí las piernas y tomando mi verga la guié hasta su rajita, empujé para penetrarla, su lubricación era excesiva que mi verga a pesar de ser gorda y su rajita estrecha, se fue deslizando sin dificultad en su vagina, seguí empujando hasta que le metí más de la mitad, Karlita gritaba y parecía que estuviera chillando, pero era puro gozo y pasión. Luego comencé a pistonearle mi verga, primero lento, pero poco a poco le daba pistonazos secos metiendosela hasta el fondo, ella me comenzó a arañar la espalda y los costados, señal que la chica estaba por entrar a otro climax. Segui martillando mi verga adentro hasta que la hice correrse desmesuradamente.
Yo aún no lograba venirme, pues no quería simplemente, cuando sentía que podía ir al no retorno, me detenía para tomar aire y le mamaba los senos o la besaba mientras me pasaba la gana de correrme. Asi le hice el amor por más de una hora, por último yo deseaba explotar dentro de ella, no me importaba si ella se controlaba o no, la puse encima de mi y le dije que ahora ella me cabalgara, Karlita tomó mi verga y se la fue acomodando en la rajita, debo decir que Karlita no era virgen, pero si tenía poca horas de vuelo. Luego se sentó en mi verga y ésta se fue desapareciendo dentro del interior de su vagina, ella mordió su labio y cerró los ojitos cuando la tuvo toda dentro de su rajita. Luego cabalgó lentamente, lo cual dio tiempo a besarnos y mamarle sus tetitas, pero luego ella se fue excitando y su cabalgada fue más rapida y profunda, me fue llevando hasta el no retorno, la tomé de la espalda la pegué a mi torso y exploté, una bárbara cantidad de esperma salió de mi verga, dio cinco o seis palpitaciones dentro de la vagina de Karla, arrojando semen caliente en toda su cavidad. No recurdo haber echado tal cantidad alguna vez como esa.
Nos quedamos en la misma posición por varios minutos, ambos estabamos sudados y transpirados. Ella fue la primera en desmontarse de mi y correr al tocador, yo me quedé descansando un rato. Al rato oí su voz llamandome para que nos ducharamos juntos, alli nos besamos todavía y nos reiamos de los que había sucedido en la cama.
Desde ese día, mi vida y mi tormento fue Karlita, esta bella niña me había robado el corazón. Yo quería irme con ella para vivir juntos, ella también quería pero me decía que no era justo para su tia, asi que decidimos esperar, para saber si era solo una atracción sexual o era amor. Alquile un apartamento para estar juntos fuera de la casa, alli le rompi el virgo de su culito, ohh fue lo máximo, mi verga entrando y saliendo de su orificio más chico de su cuerpo, yo se que a ella le dolió horrores, pero aguantó por mi, porque ella quería darme lo último que tenía en su cuerpo. Me volví adicto a ese orificio, me encantaba darle duro por allí y aprendí a hacerla gozar y llegar a varios orgasmos penetrada en ese agujerito. Me era dificil no cogerla todos los días, parecía que estaba viviendo otra vez mi juventud, me mantenía con la verga parada pensando en ella y sus senos, sus pies, su culito y su húmeda rajita..
Todo estalló un año y medio después, cuando Karlita resultó encinta, ya era mayor de edad. Alli se supo todo. Mi esposa me quitó la casa y los vehículos, pero todo no es nada comparado a vivir con ella.
Al momento todo va bien, se que la diferencia de edades es considerable, pero quiero pasar mis últimos años sexualmente activo.
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