La sorpresa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por DomZenit
Como un cornudo me ayudo a seducir a su esposa
Entre en ese bar, era un lugar apartado de las calles céntricas, nada lo hacia especial , podía ser un bar de copas de cualquier gran ciudad, había bastante gente pero se podía pasar sin molestar,una luz anaranjada cubría el techo y dejaba los rostros ensombrecidos, el ambiente estaba amenizado por los Rolling y su “sympathy for the devil” en un fondo musical que permitía hablar tranquilamente sin que los de alrededor se percataran de tu conversación.
Me adentre y supe a simple vista donde debía sentarme,en el fondo como esperando a alguien, se encontraba ella, una chica de no mas de 25 /30 años 1,60 y pelo negro.
Al acercarme miró el móvil y su cara cambio.
parecían malas noticias.
pero no para mi.
-hola, le dije mientras me sentaba, ella no dejo de mirar la pantalla y contesto un mensaje mientras me hizo una señal con la mano para que aguardara.
-hola, contesto intrigada, mientras dejaba el teléfono encima de la mesa- nos conocemos?
-por ahora no, pero por la cara que has puesto, hace escasos 10 segundos, apuesto que la persona que te ha citado aquí te acaba de dejar plantada y me planteo sustituirla temporalmente, dije con la seguridad del que sabe perfectamente lo que dice, por cierto me presento soy el Sr. Zenit.
jajjaja se rio ella, como sabes eso?, soy la Sra. Smith, encantada de que me salve la noche, el del teléfono era el Sr.
smith diciéndome que no llegaría a tiempo, que su avión se retrasó y que no sabe ni siquiera si llegaría esta semana.
Z:-Se que debe estar acostumbrado a que la miren, pero cree que le molestara si charlamos un rato al Sr.Smit?
S:-creo que no se molestará, le gustara que en su ausencia no desperdicie la noche, dijo esbozando una leve sonrisa.
Después de un par de copas y un chupito de jager, nuestro tonteo era mas que evidente ambos sabíamos lo que iba a pasar, pero actuábamos como si no, nuestras miradas lujuriosas, contrastaban con la conversación inocente sobre series de televisión, cine, literatura.
Z: le propongo, ver ese episodio que le comenté antes en mi casa y lo comentamos con una ultima copa, le dije mientras miraba hacia la puerta de salida del local, -todavía es pronto pero la calidad de la música a bajado mucho, sentencié mientras sonaba alguna canción de radio formula infumable.
S: puedo fiarme de usted? comento con cara inocente mientras se levantaba y arreglaba su vestido.
Z:no, pero le encantara.
cogí su mano y abandonamos el local con un ritmo pausado, teníamos todo el tiempo del mundo, nuestros dedos jugueteaban y ella clavaba sus afiladas uñas perfectamente conjuntadas con sus labios rojos en la palma de mi mano.
El silencio se apodero de nosotros al salir del local, pero no era incomodo, ella seguía mis pasos, mientras callejeábamos por la ciudad, ni una sola pregunta salio de sus labios, en una calle solitaria estrecha y poco iluminada, pare en seco y gire sobre mi mismo para besarla con pasión, dio unos pasos hacia atrás hasta chocar con la puerta del parking del edificio.
Z: sssshh, sabes perfectamente lo que no voy hacer contigo, pero ignoras lo que soy capaz, no desperdiciemos esta oportunidad déjate llevar y haz lo que te ordene, ¿obedecerás? Dije con toda la seguridad del mundo.
Ese cambio, pareció excitarla y su curiosidad mezclada con sus ganas de sexo se veian reflejadas en su rostro, solo atino a afirmar con la cabeza.
La aparte de la puerta del parking, le di la vuelta y me puse a su espalda,, aparte su melena a un lado y mientras besaba su cuello, fue un beso largo y húmedo presionando un algunos momento su musculatura con mis dientes, mientra tanto la puerta del parking se abrió, habíamos llegado al sitio.
la hice pasar delante mio, señale donde se encontraba el ascensor, ella no dudo y se dirigió sin echar la vista atrás, entro en el ascensor y yo detrás, se cerraron las puertas .
mis manos sin ningún permiso pero sin ninguna objeción dejaron caer el vestido de la Sra. Shmit al suelo y aun en el ascensor una de mis manos hábilmente desabrocho el sostén que pocos segundos mas tarde haría compañía al vestido en el suelo, llegamos al décimo piso y al abrir las puertas la invite a salir recogiendo su ropa.
Yo sabia perfectamente que en esa planta no había nadie salvo nosotros pero ella no y no le dije nada, simplemente inicie la marcha entiendo que debía seguirme, una vez en el interior del apartamento y la llevé al centro del salón, era amplio, tenia una alfombra grande y la volví a situar en el centro, por primera vez vi su pecho desnudo era muy bello, natural, con una aureola clara, y un pezón erecto, coloque sus manos a la espalda y separe sus piernas ligeramente, la Sra,shmit, llevaba un liguero negro a juego con su lencería, y sus zapatos de tacón alto.
Con la yema de mis dedos indice y corazón cerré sus ojos, trazando una linea recta que continuo bajando por sus mejillas sonrosadas , sus labios, su estilizado cuello y su profundo escote, partiendo su cuerpo en dos hemisferios, hasta llegar a su ombligo, cada centímetro que recorría sobre su piel hacia que se erizara.
Era hora de volver sobre mis paso, el indice de mi mano derecha se posó bordeando su pecho, logrando crear una espiral que se dirigía directamente a su centro, antes de llegar acerque mi boca y sin llegar a tocarla deje caer unas gotas de mi saliva sobre su pezón totalmente erecto,saliva que aprovecho mi dedo para lubricar su aureola.
Mi mano izquierda aun con un poco de retraso repitió exactamente el mismo proceso y ambas culminaron cogiendo fuertemente esos pechos.
Estaba totalmente confundida no sabia porque pero esa situación la excitaba de sobre manera y su cara reflejaba esa disputa interna, a lo que me apresure a susurrarle”ya no puedes evitarlo, lo deseas”
mi mano se deslizo hasta su cabellera y como si de una danza ensayada durante horas logre llevarla sin ningún tipo de resistencia hacia la habitación, nuestros cuerpos se movían sincronizados como si de uno solo se tratase, notaba como cada vez se dejaba seducir mas y mas por aquella situación, una situación que la mantenía expectante pero a la vez rendida a lo que hacia tiempo no le sucedía, no sabia cual era el siguiente paso que daría su compañero de juegos.
Una vez en la habitación perfectamente dispuesta en la cama se encontraban unas esposas que procedí a poner mi compañera, pidiéndole previamente que se arrodillara junto a la cama.
Frente a ella también me arrodille y deje las esposas completamente abiertas para que ella posara sus muñecas,el frio acero abrazo su piel y yo cogí sus manos, en ese momento esboce una sonrisa y le dije un simple “confía.
” otras manos desde su espalda le impusieron un antifaz que la privaría completamente de visión temporalmente, un segundo hombre, este invitado había visto toda la escena anterior desde la habitación y ahora acariciaba su cuerpo nervioso, juntos la ayudamos a levantarse y nuestras cuatro manos ayudaron también a levantar sus brazos y atar las esposas a una cuerda que colgaba del techo.
Nuestras caricias no cesaban, nuestros cuerpos traspiraban ganas de sexo y a la señorita no le pareció nada desagradable la presencia del nuevo invitado.
Decidí besarla , pausadamente con una pasión medida, un beso largo, profundo, terminado con un ligero mordisco en el labio inferior, el invitado quiso en ese momento besar ala Sra.
shmit y le cedí mi puesto bajando estrategicamente por su abdomen y ayudándola a deshacerse de su precioso tanga.
En ese momento noto un delicioso olor proveniente de su sexo y una humedad que le ha sido imposible disimular.
Después del beso la Sra. shmit ya sabia perfectamente que el invitado no era otro que su marido, el Sr. shmit, mas excitada si cabe, ayudada por mi legua que que paseaba por sus ingles, y por el conocido invitado que ahora se posaba entre sus nalgas, se disponía a abandonarse al placer de dos lenguas al unisono para ella sola.
Ese seria su particular bajada a los infiernos de la lujuria.
Mientras mi lengua exploraba cada pliegue de tanto de sus labios mayores como menores, el sr. shmit se dedico a ensalivar el ano de su esposa de una manera magistral.
Mi mano se posó en su vulva y abriendo con un cuidado exquisito el escondite de mi amigo, este salio a saludarme completamente mojado, mi lengua le devolvió el saludo muy afectuosamente, despues de unos minutos de tortura nuestra victima estallo en un sonoro orgasmo, que le hizo flaquear las piernas, la desesposamos y tumbamos en la cama, sus piernas aun temblando sobre las sabanas indicaba que íbamos bien.
A estas alturas el antifaz se había movido y la Sra. shimt nos espiaba sin darnos cuenta.
Su marido decidió continuar como observador y acomodarse al lado de su esposa, donde la beso y le dijo “ te gusta mi sorpresa”.
Un tirón de pelo la hizo volver a la realidad, en ese pequeño lapso de tiempo yo me había desnudado y no tenia intención de dejarla descansar mas, ella como una loba en celo, se abalanzo sobre mi pene totalmente erecto y venoso que apuntaba hacia ella, es difícil describir la pasión y el énfasis que aquella mujer ponía en su parte del trabajo, pero fue fácil reeducarla, con un simple “ hoy mando yo , zorrita” mis dedos exploraron que ya estaba lista de nuevo y no le fue difícil recibirme, sin grandes contemplaciones penetre a esa mujer que se abría para mi, el esposo, aprovechó a situación para poner su polla en la boca de su señora y hacer unas bonitas fotos para el recuerdo, la situación era morbosa y vi porque el esposo había contactado conmigo, aquella mujer era un volcán pero estábamos apunto de apagar-lo, cuando decidí que la bañaríamos juntos con nuestra leche, les pareció una fantástica idea para finalizar la sorpresa.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!