La Traviesa Hermana Menor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esta historia data del año 2012, es un historia completamente verídica, una experiencia única y qué posiblemente nunca se vuelva a repetir.
No usaré nombres reales por obvias razones.
Había pasado un año desde que conocí a Paola, una chica colombiana que radicaba en mi ciudad, ella solamente vivía con sus padres en un departamento ubicado a un conocido parque de mi ciudad, pro aquel entonces tenía 16 años al igual que aquel entonces mi enamorada, eramos la típica pareja melosa, perdí mi virginidad con ella y viceversa, tuvimos muchas aventuras sexuales intentando calmar nuestras hormonas, típicos jóvenes calinturentos, rol, cadenas y juguetes sexuales entre otras cosas que posiblemente narré en algún futuro.
Pasando de aquello, su hermana Cassandra de 14 años vivía en Colombia junto a su madre.
A diferencia de Paola que tiene un color de piel blanco, ojos verdes, pelirroja, caderas de infarto aunque era por qué ella estaba algo gordita, aunque podría darle la definición de gordibuena, así que pueden imaginar que había mucha carne por recorrer.
Por otro lado estaba su pequeña hermana, cabellos negros, ojos marrones, trigueña, una cintura pequeña y esbelta, un buen culo y unas tetas respingadas, parecían peras.
Era 6 de Enero cuando Cassandra junto a su madre llegaron a mi ciudad, nunca la había visto, solo por fotos y videollamadas que hacía con su hermana, tenerla en persona fue grato pues en el primer instante que me vio, salto hacia mi para abrazarme con fuerzas, sintiendo sus pequeñas tetas en mis brazos, me sorprendió en aquel momento, Paola me dijo que así era ella de cariñosa e infantil.
Tenía razón, era la típica chica que le gustaba las consolas de videojuegos y peluches de felpa.
Yo vivía lejos pero por cuestiones de estudio estaba cerca a la casa de mi enamorada, y por ello me quedaba a dormir.
(No era la primera vez)
Una de esas noches, sus padres se fueron a una fiesta del amigo del padre de Paola, así que no iban a regresar hasta mañana, ya que habían salido a las 7 de la tarde, a partir de aquí, nunca pensé lo que ocurriría.
Cassandra era ingenua o al menos eso pensaba yo, tenía esa carisma de un niño, pero también era perversa.
Estabamos jugando en su nintendo wii, cuando ella se fue a duchar pues había tenido un día largo luego de yo llevará a su familia a recorrer mi ciudad.
Paola estuvo jugando conmigo en lo que su hermana se duchaba, pero era la hora de cenar, así que ella fue a comprar comida a la espalda del edificio donde vivíamos, dejándome a mí en el vicio.
No pasaron menos de 10 minutos cuando Cassandra sale con su toalla blanca envuelta.
(Aquí cabe resaltar que mi ex, era bailarina, su sala tenía un gran espejo como pared)
Cassandra: ¿Y Paola?
Yo: Se ha ido a comprar la cena, tiene hambre, yo también.
-Miraba sorprendido al verla así, pues estaba mojada y la toalla quería ceder, en este punto ya tenía una erección enorme.
–
Cassandra: ¿Por qué no has ido? -Sacándose la cabeza con una blusa.
–
Yo: El vicio, nunca he tenido nintendo wii.
En ese momento ella se sentó delante mio, poniendo su trasero en mi pelvis, mientras me quitaba el mando del wii.
Cassandra: Así no se juega Mario Kart, apestas.
-Moviendo su trasero de un lado a otro.
–
Ella me estaba provocando, y lo hacía demasiado bien, yo intentaba pensar en otra cosa, pero tenerla así delante mío es otra cosa, tu cerebro puede decir algo, pero tu verga simplemente quiere quitarle la toalla y penetrarla.
Yo: Te dije que nunca he tenido wii.
-Sentía como mi verga se encajaba en su culo.
–
Cassandra: Pues.
Yo te enseñaré.
-Dejo caer su toalla para seguir jugando, mientras que restregaba su culo con ganas sobre mi verga.
Era descarada hacerle eso a su hermana mayor, pero yo era más al disfrutar del buen culo que ella tenía, sin remordimiento alguno intenté quitarle el mando a lo que ella no se dejo, pero en el acto sus mismas manos que me retiraron, hizo que terminaran en sus muslos.
Esos muslos húmedos y mojados, mi verga ya estaba siendo torturada a este punto y la tentación me ganó.
Besé su cuello, mientras que mi derecha se abría paso hacia su sexo, el cual estaba mojado, no se si por la ducha o por la excitación que poco a poco cedía en su cuerpo, ella me dio permiso abriendo sus piernas, sin dejar de jugar en todo el momento.
Mi izquierda por otro lado acariciaba sus duros pezones.
Ella gemía, no dejaba el mando por ningún motivo, su espalda se apegaba a mi pecho, respirando agitada y abriendo sus piernas, mientras que mis dedos invadían poco a poco aquella vagina semi peluda, sintiendo lo mojada que estaba, besar su cuello y tocarla de dicha manera, simplemente quería penetrarla, por ello me levanté, cargandola a ella, que no dejaba de jugar aunque a este punto ella ya estaba perdiendo la carrera.
Yo: ¿No me ibas a enseñar?
Ella solamente gemía, riendo un poco para dejar caer el control del juego y girar hacia mí.
Cassandra: No te atreverías.
Tenía tremenda cara de puta en ese momento, me moví unos ligeros centímetros y ponerla contra la pared espejo de su casa, ella estando en cuatro como una perra, levantando el culo.
Cassandra: ¿Follarías a tu cuñadita? ¿Tienes el valor? Paola esta por llegar.
Sin decir nada, me bajé el buzo deportivo y simplemente la clavé, tomé su melena y jalé su cabello, en lo que ella gemía como puta, así empecé a bomberla con fuerza, no era virgen, podía notarlo, ya era una puta hecha, así aquel espejo comenzó a empañarse sobre la zona en donde su boca estaba, pude ver sus pezones cafés, que solamente aumentaban el morbo, sabía que debía apresurarme por que Paola debía estar por llegar, así que simplemente di todo de mí, empujando con todo lo que tenía, dandole nalgadas en el culo.
Yo: Me voy a correr.
-Dije agitado.
–
Cassandra solo gemía e intentaba decir que no me corriera dentro de ella, podría quedar embarazada, yo aguantaba todo lo que podía, en eso ella se libera, empujandome y haciéndome caer para girar y llevar su boca hacia mi verga.
Así comenzó a comerla, mientras que su melena tapaba la felación a mi vista, retiré sus cabellos y vi esa carita de puta, la cual me hizo llenarla de semen, ella no podía creerlo, tanto que iba a salirse, pero como buen cuñado tome su cabeza y hundí su boca en mi verga para que bebiera todo, tuvo unas ligeras arcadas pero lo tomo todo.
En aquel momento ella se levanto, me miro y fue por su toalla, para meterse al cuarto, me subí el pantalón y me fui al baño de invitados, no pasaron ni 4 minutos cuando su hermana entra y me ve saliendo del baño,
Paola: Traje la comida, ¿y Cassandra?
Ya había tenido tiempo suficiente para que mi respiración se tranquilizará y me había lavado la cara, cuando iba a contestar, Cassandra sale de nuevo con su toalla, y pude ver su pezón café claramente, su hermana se molesto y la regaño, de como podía salir así delante mí, al menos se hubiera tapado bien.
Y así me cogí a la hermana menor de Paola, tengo dos historia más con ella y su hermana, pero las contaré luego.
Si les ha gustado espero que le den me gusta, es mi primer relato.
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