La venganza de Deliah

Deliah, una mujer que supo como vengarse de su marido.
Tenía a mi marido Juan encima de mí, yo solo miraba al techo impaciente esperando a que terminara, hacía tiempo que ya no me satisfacía,  al momento sentí una humedad que me recorría un gemido me avisó que había terminado como era usual en él me preguntó si me había gustado, yo solo asentí con la cabeza, él simplemente se volteo y quedo dormido en la cama.

Cabe mencionar que mi marido es mayor que yo, él con 45 años y yo con apenas 25, me ahogaba en un mar de emociones y pensamientos  con ganas de experimentar más allá de lo habitual, pero siempre que le hacía comentario daba vueltas al asunto diciendo que yo era su esposa no una puta que se vende en la calle, era extremadamente celoso la idea que pudiera engañarlo o estar con otro lo volvía loco.

Siempre había tenido todo en la vida desde que me case con él,  así que no me quejaba de la vida, sin embargo ya había tenido sospechas de que algo no andaba bien, llegaba tarde a la casa y salía mucho de la ciudad con el pretexto de reuniones de trabajo, pero esta vez olvidó su teléfono en casa y me di cuenta que el muy cabrón me engañaba con su secretaria, esto me llenó de rabia ya que nunca me negué a satisfacerlo.

Pensé en irme de la casa y dejarlo, pero al tener un acuerdo prenupcial eso sería muy fácil para él, así que decidí vengarme!!.

Javier el jardinero que trabaja en la casa se volvería parte de mi plan , cabe mencionar que Javier parecía un buen tipo se veía que frecuentaba el gym y  siempre se me quedaba viendo, sin embargo nunca le había tomado importancia, pero ahora ante las circunstancias  y aprovechando que mi marido había salido, empecé a seducirlo me puse los shorts más cortos que pude encontrar así como una playera sin bra que dejaba muy poco a la imaginación, le pedí que me ayudara a mover unas cosas de la cocina desde la ventana ,al entrar se sorprendió al verme y vi que se excito al pasar saliva, yo juguetona le pregunté si le gustaba lo que veía y él asintió con la cabeza.

Me ayudó a mover las cajas que en realidad era solo un pretexto, a mi recamara, al subir las escaleras yo iba atrás de él y no pude evitar tocar su culo, el preocupado por mi marido me pidió que parara ya que sabía de mal carácter de mi marido y de lo déspota que podía llegar a ser, sin embargo le comente que mi marido no se encontraba en casa.

Le pedí que dejara las cajas en el armario y al salir me encontró sobre la cama acostada completamente desnuda y con las piernas abiertas a propósito para que viera lo más profundo de mi ser, pude notar  el bulto en su pantalón, le dije que se acercara a mí, sin decir una palabra empezó a acariciar mi piel con sus manos ásperas y a besar mi cuello le dije que se desnudara, no perdió la oportunidad y en segundos dejó ver tremenda anaconda, debo decir que se me hizo agua la boca sentada en la cama empecé a frotar su pene y lo empecé a lamer el respondió directamente a los estímulos y me pidió que se lo mamara, le dije que no había prisa, así que empecé por besar la punta haciendo círculos con mi lengua y lamiendo la cabeza, el ya impaciente me pidió que abriera la boca, pero en lugar de eso chupe sus bolas, quería dejar lo mejor hasta el final le dije, lo que no le disgusto.

Tocando mis pechos sentía sus manos ásperas haciendo que me calentara aún más, ya no pudo esperar más tomó mi cabeza y metió su verga en mi boca, nunca había tenido una verga tan grande así que hice una arcada al sentirlo hasta adentro, lo que lo impulsó a moverse sacando y metiendo sin parar. Hacía tiempo que no me sentía tan excitada, estaba plenamente mojada, él sin parar me tomó del cabello para agarrar mas impulso estuvo apunto de venirse pero se controlo, quería cogerme  y correrse dentro de mí, me levantó y casi sin darme cuenta ya estaba en cuatro, justo cuando estaba apunto de meterla se escuchó el carro de mi marido, así que rápidamente le dije que se vistiera, salió corriendo de la casa por la puerta de servicio y con su anaconda colgando.

Baje rapidamente en bata a recibir a mi marido, no se percató de nada afortunadamente.

Los días siguientes Javier no hacía nada más que esperar el momento para terminar lo que empezó, al fin tuvo la oportunidad de acercarse a mí,  no perdió el tiempo para tocar mi culo quería cogerme en el acto, sin embargo  le dije que si quería cogerme, tenía que hacerme un favor, el desesperado me dijo pídeme lo que tu quieras.

Le conté mis planes y sin dudarlo me dijo que me apoyaría con tal de terminar lo que habíamos empezado.

Pasaron los días y todo parecía normal mi marido y yo veníamos de una de sus reuniones aburridas con sus amigos hasta que una camioneta nos cortó el paso, en el acto se bajaron de la camioneta y nos subieron en cuestiòn de minutos, nos vendaron los ojos y se perdió en la oscuridad de a noche.

Para cuando quisimos reaccionar estábamos en una casa lejos de la ciudad, mi marido completamente en shock estaba amarrado en una silla, le decía a los secuestradores que les daría lo que pidieran, a cambio de su vida y de la de su esposa.

El secuestrador le dijo que se callara o que se cogerian a su esposa hasta que se cansaran,  de la nada un secuestrador le quitó la venda de los ojos a mi aún esposo lo hicieron a propósito para que viera como ambos secuestradores tocaban mis pechos y metían mano por debajo de mi vestido.

Mi esposo lleno de ira les pidió que me dejaran, yo en modo víctima fingí estar asustada, un secuestrador trajo un vestido bastante corto y me pidió que me lo pusiera lo cual asintì sin decir nada, además de unas zapatillas, mi esposo sin entender nada se dio cuenta que ese vestido y esas zapatillas èl me las había comprado, yo solo me puse el vestido y las zapatillas, el vestido me quedaba bastante ajustado hacía lucir mis piernas y marcaba muy bien mis pechos,  me hacía ver mas culona de lo normal, así que en eso agradecía a mi marido por su buen gusto.

El secuestrador hizo que modelara el vestido enfrente de todos mientras no perdían la oportunidad meterme mano y darme nalgadas  a lo que yo ocultaba mi excitaciòn, uno de ello me pidió que me incara, así que lo hice,  me  pidieron que se la sacara la polla.

Al ver esto mi esposo le pidió que parara que le daría lo que fuera, e secuestrador le pidió que firmara unos papeles, el sin ver que eran los firmo.

Al ver que mi esposo firmo los papeles, lo secuestradores simplemente dejaron los papeles aún lado, Javier que ya no le importo que mi esposo lo reconociera, me pidió que le pagara el favor. Yo simplemente le dije ya puedes cobrate y enfrente de mi marido y del otro secuestrador que en realidad era  Joe el hermano de Javier, me subió el vestido hast a dejar ver mi tanga introdujo sus dedos como preparándome para recibir su verga yo mojada desde hace rato, simplemente empecé a gemir.

Le dije que quería mamar su verga así que simplemente me agache y esta vez lo metí hasta el fondo como a Javier le gustaba al ver eso su hermano se saco su verga que era mas pequeña pero mas gorda, simplemente empece a mamar las dos vergas al mismo tiempo,  mientras mamaba esas dos vergas miraba a mi marido diciéndole te gusta lo que estás viendo, porque a mí me encanta!!.

Mi marido no supo qué decir, ya que estaba en shock.

Javier que ya no aguantaba las ganas de cogerme,  me cargo al sillón me puso en cuatro subió mi vestido y me la dejó ir, sentí suficiente dolor como para quitarme pero no pude, empecé a sentir a la vez tanto placer que gritaba de lo bien que se sentía, era como si liberaran a una bestia que estaba enjaulada. Solo sentía como rebotaban mis bubis mientras Joel acercaba su verga para que siguiera mamandosela.

Javier empezó a preparar mi culo metiendome el dedo lo que hacía que se le mamara a Joel con más fuerza, Javier que no quería desperdiciar las oportunidad de tenerme en todas las formas posibles se sentó en el sillón y me pidió que lo montara Joel no perdiço la oportunidad para quitarme todo el vestido dejándome únicamente con mi zapatillas puestas haciendo que mi culo se viera mas antojable, simplemente me dejé caer sobre Javier haciendo que entrara todavía más profundo empecé a cabalgar esa verga hast que mis pechos empezaron a ser chupados y rebotaban al mismo tiempo era tal los saltos que daba que nuestro cuerpos estaban completamente llenos de sudor, al estar disfrutando de esa manera, perdí de vista a Joel al darme cuenta solo sentí un empujón y a la vez un dolor aún más intenso que con el que sentí con Javier era Joel que estaba penetrando mi culo, ambos empezaron a bombear con tanta fuerza que ya no pude más y tuve un orgasmo tan intenso que hice que ambos se vinieran dentro de mí al mismo tiempo.

Mi esposo que para ese entonces se había resignado a ver como literalmente me partían el culo veía como chorreaba la leche que dejaron correr dentro de mí.

Sin decir nada tomé los documentos que me hacían dueña oficial de lo que poseía mi marido terminando oficialmente con mi venganza, diciéndole que ahora si iba poder ser feliz con su secretaria.

Mi marido atando cabos,  supo entonces que todo había sido un trampa que prepare para vengarme de èl.

Tiempo después supe que mi marido al perder todo lo dejó su secretaría y quedó totalmente en la calle, todavía pasa por la que fue su casa, viendo como Joel y Javier se encargan de cortar el pasto y algo mas…….