Las locas y calientes aventuras de mi mamá, (capítulo 1, de viaje a Veracruz)

Mi mamá tiene una aventura caliente con un hombre durante unas vacaciones en Veracruz, yo lo ví y escuché todo .
Lo que les voy a contar ocurrió hace aproximadamente tres años, la familia (mi hermano, mi papá, mi mamá y yo) salimos de vacaciones a un pueblo llamado Tecolutla, en el estado de Veracruz, México,

Fue un viaje de cinco días para relajarse, disfrutar del mar y pasear un rato por las calles de ese hermoso pueblito, algo que me llamaba la atención, era que aparte de los hoteles, había personas que te rentaban las habitaciones de sus casas a un precio accesible, y pues para ahorrar unos pesos, mis papás decidieron alquilar dos habitaciones a un señor que tenía su casa muy cerca de la playa, lo recuerdo bien, se llamaba Abel, era un hombre de más o menos unos 50 años, delgado pero fornido, moreno quemado por el sol, con unas manos curtidas y ásperas que sentí cuando me saludó, amable y servicial.

Mi mamá, Lucia, de 48 años, una mujer bajita, esbelta, de lindo cuerpo, lindo es poco, diría que delicioso, unas tetas pequeñas, pero que compensa con un culo enorme y bien formadito, que hace juego con unas piernas sexys, producto de ejercicio constante, le encanta presumir lo que tiene, ya que le gusta salir casi todos los días con leggins apretados que remarcan esas piernas hermosas y ese culo precioso.

Volviendo al tema, mi mamá fue quien hizo el trato con don Abel, quien en todo momento se mostraba servicial con ella, le ayudó con las maletas, le mostró las habitaciones, nos mostró como funcionaba todo, e incluso le invitó una cerveza a mi papá, bien atento don Abel, al parecer las vacaciones iban a ser inolvidables, pero el problema empezó cuando mi papá empezó a beber, eso lo sería un problema, si no fuera porque mi papá es pésimo en la bebida, medio mala copa y además muy necio, mi mamá se rico que comer su coraje de ver a mi papá borracho y haciendo el ridículo hasta que llegó la noche, mi hermano y yo, fastidiados, mi mamá, súper emputada y mi papá, durmiendo como pendejo en la silla, entre don Abel y yo lo fuimos a dejar a la habitacion.

«Parece que tú papá no sabe tomar, verdad?» Me decía don Abel mientras salíamos de la habitación, «ya no me diga, que perdimos un día completo de vacaciones por estarlo cuidando» dije yo con cara de fastidio, «tranquilo muchacho, todavía hay muchos días para divertirse, relájate y ve a descansar», yo fui a la habitación que compartía con mi hermano, quien ya estaba durmiendo, pero antes de acostarme salí para ir al baño, ahí fue donde escuché unas voces, eran don Abel y mi mamá platicando.

«Pinche baboso, nos hizo perder un día completo de vacaciones, en serio que se pasa de pendejo» decía mi mamá, súper molesta con el actuar de mi papá, «no se moleste señora Lucia, esa no es forma de pasar las vacaciones, debe relajarse» decía don Abel tratando de calmarla, «perdón don Abel, pero es que ese cabron me saca de mis casillas,» decía mi mamá apretando los puños, «ya, no se enoje doña Lucia, tranquilícese, descanse y va a ver qué mañana se la va a pasar mucho mejor que hoy,» ante las palabras de don Abel, mi mamá se fue calmando, «muchas gracias, de verdad que tenía que platicar con alguien para liberar todo este enojo» decía mi mamá, mientras don Abel la tomó de la mano y le dijo «no se preocupe, si necesita algo yo con gusto le ayudo, estoy para servirle» mi mamá le sonrió y se fue a dormir, yo hice lo mismo, me fui a acostar.

Al día siguiente, mi papá se fue a desayunar para curarse la tremenda cruda que tenía encima, mi hermano se fue con el y yo me quedé en la habitación, al salir, escuché risas, eran mi mamá y don Abel, que estaban teniendo una buena plática mientras el le ayudaba a bajar varias cosas del auto, mi mamá estaba vestida con una camiseta y unos shorts ajustados que resaltaban su culo.

«Muchas gracias por ayudarme con las cosas son Abel, es usted muy amable» decía mi mamá, a lo que don Abel respondió «no se preocupe doña Lucia, para eso estamos, ya sabe, lo que se le ofrezca aquí estará ayudarle» mi mamá le dijo «ay don Abel, pero no me hable de usted, que me hace sentir vieja jajaja, llámeme Luci» decía mi mamá con una risa algo coqueta, «está bien,  Luci» respondió don Abel, «hay algún problema si lo llamo Abelito? Bueno, si a usted no le incomoda» dijo mi mamá, a lo que don Abel le dijo «claro que sí, Luci, es una buena manera de tener confianza entre nosotros» ambos se reían mientras seguían descargando la camioneta, mi mamá se inclinó para sacar unas maletas, dejando ver ese enorme y bien formado culo que ya les había dicho antes, don Abel no se perdió para nada de lo que veía, casi se le caía la baba al ver tremendo culo, hasta ahí todo bien, pero an una de esa, don Abel le dijo a mi mamá «Luci, perdón por lo que te voy a decir, no te vayas a molestar, pero que culo tan bueno tienes» yo me quedé pasmado ante las palabras de ese viejo cabron, pero lo que no me esperaba, fue que mi mamá, en lugar de voltear molesta o decirle algo a don Abel por su comentario, se rió y le dijo «ay muchas gracias Abelito, te agradezco el cumplido «.

Yo estaba sorprendido, tanto por las palabras de don Abel como de la respuesta de mi mamá, lejos de ofenderse, se sintió halagada por el comentario, pero don Abel siguió diciendo «te lo digo en serio Luci, que buen culo tienes, redondito, bien formadito, la verdad ni aparentas la edad que tienes» mi mamá, ante el comentario dijo «hago mucho ejercicio, me cuido mucho y pues me gusta tener mi cuerpo así, bonito» don Abel dijo «no pues que bueno, así todos podemos disfrutar de la vista de ese culo precioso» mi mamá se rió y siguió cargando las cosas, hasta que don Abel se le acercó y le dió tremendo arrimón a mi mamá, yo me quedé en shock, un viejo cabron le andaba arrimando el paquete a mi mamá, y por si eso fuera poco, mi mamá le correspondía haciéndose para atrás, uniendo más su cuerpo al de don Abel, quien inmediatamente puso sus manos en las nalgas de mi mamá, frotandolas suavemente «que bárbara Luci, que suavecito se siente, si así de rico se siente con el short, no me imagino como se ha de sentir al natural, mi mamá se alejó y sonriendo le dijo «muchas gracias don Abel, a lo mejor un día le doy la muestra» dicho eso, mi mamá se alejó, dejando a don Abel bien inquieto, ya me iba cuando lo escuché decir «uy Luci, chingo a mi madre si no te cojo en estos días».

Después de una tarde en la playa y diversión, llegamos a la casa de don Abel, mi papá otra vez iba bien pedo, lo fuimos a dejar a su habitación y mi hermano se fue a dormir enseguida, yo estaba pensativo, intrigado por lo que había visto en la mañana, los manoseos y los arrimones, salí de la habitación y entonces ahí estaban, mi mamá y don Abel platicando, «entonces se volvió a empedar tu esposo» decía don Abel, mi mamá le dijo «si, como me fastidia ese hombre, nadamás tragando mierda es feliz, ya me tiene fastidiada » yo estaba a punto de bajar para llevarme a mi mamá a su habitación, pero don Abel se le acercó y le dijo «no debes ponerte así Luci, debes estar feliz, son vacaciones, debes relajarte y sentirte bien» , mi mamá le dijo «es inútil cuando ese hombre hace esas cosas, hasta estoy pensando en que ya mañana nos vayamos de regreso, ya me tiene hasta la madre » en ese momento, don Abel se le acercó por la espalda y le empezó a hacer un masaje en los hombros «tranquila Luci, no tomes decisiones enojada, además, no entiendo porque te pones así, piensa en que otros hombres quisieran verte feliz y ayudarte a disfrutar, no lo has pensado?» Al decir eso, don Abel se fue acercando más, frotándose en la espalda de mi mamá, quien empezó a sentir algo en su espalda, lo podía deducir por su mueva de sorpresa que puso, al principio trato de alejarse, pero don Abel era insistente y no la dejaba escapar.

frotándose más contra ella, «relájate y deja que yo te ayude a calmar tu enojo Luci » mi mamá empezó a relajarse, se estaba dejando llevar por las acciones de don Abel quien en ese momento le empezó a besar el cuello, «deja que yo te ayude a liberar tu enojo Luci preciosa » , mi mamá se puso de pie, pero cuando yo pensaba que era para alejarse, hizo lo contrario, se abrazó de don Abel y se empezaron a besar, duraron así un buen rato, don Abel bajó sus manos al culo de mi mamá, frotándolo primero sobre los shorts y después metiendo las manos, mi mamá se estremeció y le dijo «aquí no, aquí no Abelito, vamos a otro lugar más discreto» , don Abel la siguió besando y le dijo «vamos a mi cuartito, ahí nadie nos va a molestar», casi corriendo, los dos se fueron a un cuartito algo alejado de nuestras habitaciones, yo, sin hacer ruido le acerqué y pude ver lo que pasaba.los dos estaban abrazados, besándose, se acariciaban, hasta que don Abel la acostó en la cama, le quitó el shorts y le empezó a chupar la vagina, mi mamá se movía violentamente en la cama, sujetando la cabeza de don Abel para no dejarlo escapar

«no mames Luci, que rica panochita tienes, riquísima mi amor»

mi mamá no decía nada, solo gemía y sujetaba con más fuerza la cabeza de don Abel, quien seguía lamiendo la vagina de mi mamá con hambre voraz,

«Ya estás bien mojadita Luci, ya la quieres, verdad?»

Mi mamá no dijo nada, solo asintió con la cabeza y don Abel enseguida se puso encima de ella y la empezó a penetrar, le daba embestidas suaves mientras ambos se besaban, ella le acariciaba la espalda y el la penetraban con pasión.

Mientras se la cogía, le chupaba las tetas mientras le decía «no mames Luci, que rico saben tus tetas, chiquitas pero bien deliciosas»

«Aaah, que rico» dijo mi mamá mientras sentía como don Abel le comía las tetas y sentía su verga entrando y saliendo, don Abel no despegaba su boca de la teta de mi mamá, las apretaba, las mordía y mi mamá estaba totalmente entregada al placer, las embestidas se hicieron más rápidas, mi mamá empezó a gemir más fuerte,

«Aaah, Luci, aquí viene, aquí viene» repetía don Abel entre gemidos y pujidos.

Mi mamá estaba muy excitada, pero le alcanzó a decir «no Abelito, adentro no, dónde tú quieras menos adentro»

don Abel saco la verga de la vagina de mi mamá,  le dió vuelta y puso su verga entre las nalgas de mi mamá, se frotó un poco la verga entre las nalgas de mi mamá y dejó salir sus chorros de semen, cubriendo el culo de mi mamá.

Después de eso, ambos se quedaron acostados un momento, hasta que mi mamá se levantó de la cama, se puso de nuevo el shorts sin limpiarse el semen de las nalgas y dijo,

«Gracias Abelito» cuando estaba a punto de salir, don Abel le dijo gracias a ti Luci, gracias por dejarme saborear ese hermoso culo, ojalá no sea la última vez »

Mi mamá salió de ese cuartito y se fue a su habitación, no me vio porque me escondí, esperé a que se metiera y después entré yo a mi habitación, sorprendido por lo que ví, enojado pero la verdad bastante excitado, y eso se notaba por mi verga dura no sabía si jalarmela o dormir ya, pero fue tanto el morbo por lo que ví que terminé dedicándole una a esa situación.

Llegó el tercer día de vacaciones, me levanté de la cama y me sorprendió ver qué mi hermano no estaba, me asomé a la habitación de mis papás, tampoco estaban,  empecé a caminar buscando a alguien y decidí ir al cuartito de don Abel dónde anoche el y mi mamá tuvieron una buena noche de sexo, pero mientras me acercaba, empecé a escuchar sonidos, estaba teniendo una mala corazonada y, cuando me asome a la ventana, ci algo que me dejó en shock…

Continuará pronto el capítulo 2.

Coméntame, ¿que opinas de mi mamá? ¿Que opinas sobre sus acciones, comenta sin pena que aquí tu opinión es bienvenida.