Las pupilas de Tita
A veces, con mis amigas del grupo de WhatsApp “Las pupilas de Tita”, la plática se pone caliente y, estoy segura, que se dan las pajas suaves, con caricias en el clítoris y las tetas, al menos yo sí. Aquí va otro texto del chat en ese grupo..
Una de las pláticas, que inició Ishtar versó sobre las relaciones cuando una está menstruando. Aclaro que, los mensajes escritos son pocos y que la mayoría son de voz, los cuales transcribo.
Ishtar: A propósito de carta que Bernabé le manda a Mar, y ésta la publicó en SST como “La vía láctea y su sabor a luna”, ¿les gusta con Luna? Yo lo pregunto porque algunas mujeres no lo aceptan. ¿Alguna de ustedes no ha cogido porque tiene la regla?
Vaquita: Pues yo me siento incómoda, pero si el galán quiere… ¡no me opongo! Aunque nunca me ha tocado que mi marido o mi amante quiera hacerla de vampiro.
Tita: Ishtar nos pregunta “¿Alguna de ustedes no ha cogido porque tiene la regla?», pero no nos dice si lo hace o no. A mí no me gusta, pero si los dos estamos calientes, sólo pongo una toalla abajo de donde nos revolcaremos. Además, eso sólo se ha dado con mis parejas de planta, incluido mi marido.
Ishtar: Yo sólo lo he hecho así con mi primer marido y con mi actual. Se requiere que ambos estemos muy calientes. Bueno, ahora, la Luna ya no me visita, así que no hay problema. Sin embargo, recuerdo que cuando José y yo comenzábamos, éste me puso calentísima magreándome y chupándome las tetas, y cuando él quería pasar a chupar abajo, hasta ese momento me acordé que yo estaba menstruando y me opuse férreamente, si no…
Mar: Afortunadamente ya estoy llegando a esa edad en la que me olvidaré de las toallas, tampones y el manchadero por andar de caliente. Sí, esas eran las únicas molestias, pero, por lo demás, si quería coger, cogía; si me querían coger, me dejaba, eso sí, les advertía para que no se mancharan. Lo mejor, para evitar problemas, era encuerarse y poner una toalla. Lo que no hacía era mamárselas después que me la metían, tampoco pedía que me chuparan. A Bernabé le tocó varias veces así, y nos quedábamos con ganas del rutinario 69, pero otras…
Vaquita: ¡Ay, mana!, Bernabé hasta en los días de luna llena te da lengua a ti. ¿Será vampiro?
Mar: No es vampiro. Es más, a veces no lo dejaba que me chupara en mis días, pero otras, no podía oponerme, ni él me decía que no. ¡Eran los momentos de incendio! He sabido que en Internet hay putas que se ofrecen cuando la luna las visita porque hay clientes que buscan eso. Quizá ellos sí sean vampiros y hasta bajan a chupar sangre.
En resumen, todas hemos cogido cuando menstruamos y, aunque no es agradable porque podríamos mancharnos, sí cogemos cuando estamos calientes. Aunque lo nieguen ellas, sospecho que no soy la única que ha sentido lengua de macho en panocha sangrienta.
Otra conversación interesante se dio sobre la cantidad de machos que nos atienden actualmente, la edad a la que perdimos la virginidad, con cuántos hombres hemos cogido y la cantidad aproximada de eyaculaciones recibidas. Esta conversación fue muy larga, pero va un resumen de lo que cada una manifestó.
Ishtar. Comenzó a coger desde los 15 años. Antes de casarse, a los 32 años, ya habían pasado 4 hombres entre sus piernas, pero las relaciones no eran frecuentes. Cogía una vez cada mes o cada dos meses, casi todas ellas con condón. Pero ya casada, lo normal eran dos o tres veces al día y sin condón. Obvio, quería embarazarse y lo logró al mes de casada. Al año se separó de su marido y, poco a poco, regresó a la actividad sexual con condón, repitiendo con los primeros cuatro hombres que había usado y añadió a otros seis más, con frecuencia mensual por cogida, hasta que volvió a tener un hombre de planta en amasiato con quien continúa y coge tres o cuatro veces a la semana. El detalle es que a su pareja no le gusta el sexo oral, por lo que lleva 10 años poniéndole cuernos con los anteriores machos para mamar verga y que le mamen la panocha. Hace dos años pidió a dos nuevos hombres que hicieran un trío con ella, incrementando a doce los hombres con quienes ha tenido sexo. Actualmente tiene cuatro machos para calmar sus ganas. En palabras de ella “A muy pocos les he dado uso de «una sola vez», como a las toallas sanitarias. Pero, excepción hecha de mi amasio, a la mayoría los uso como los calzones: me los pongo y, tiempo después, los vuelvo a usar.
Vaquita. La primera vez a los 20 años y se casó. Cogían lo normal: dos o tres veces al día en los primeros años, y después cuatro o cinco a la semana, durante ocho años de leer relatos se le despertó lo puta; quiso ser infiel y pasó a la acción, hasta llegar a seis hombres en los últimos dos años. Su esposo disfruta que ella se comporte como hot wife y ella quiere seguir conociendo más hombres. Hasta hoy ninguno de los que ella ha querido le ha dicho que no. Para seducirlos les «avienta el sostén», (no el calzón) porque son las tetas lo que le ven primero y se quedan embobados. Cuando alguno de los que ya se ha tirado quiere más, ella les dice “sí”. Hacen reuniones sexuales con otra pareja (el amante de ella y su esposa) y se enamoró de la esposa con quien sostiene relaciones lésbicas.
Mar. La primera vez a los 19 años y se embarazó casándose con el primer novio. Durante años cogieron dos o tres veces al día, pero al marido no le gustaba mamar panocha. Debido a asuntos laborales, el marido salía tres veces al año, durante una o dos semanas. Estás periódicas ausencias y la costumbre de coger todos los días durante 14 años, le motivaron a buscar un amante, de quien en más de 15 años no se ha separado porque éste sí le chupa la panocha y disfruta de los orgasmos de lengua. Hace 2 años tuvo su primer trío HMH, y otro amante más. Hace un año una amanta, esposa del amigo de su marido con quienes hacen reuniones sexuales en parejas. También hace un año hizo su primer trío MHM. En total ha usado cinco penes, pero le gustaría conocer otros más
Tita. Primer pene a los 19 años, y sigue con él. Primer amante a los 24 años sin interrupción hasta que sobrevino la muerte por COVID. Tercer pene a los 26 años. Cuarto hombre y segundo amante desde los 28 años a la fecha. Quinto amante desde los 32 años a la fecha, sexto amante desde los 32 años a la fecha, séptimo amante desde hace 18 meses hasta la fecha. Desde los 28 años aceptó no luchar contra su ninfomanía y comenzó a tener más encuentros sexuales para satisfacerla. Actualmente han pasado por su vagina casi 200 hombres, algunos de manera recurrente, pero a ninguno lo incluye entre sus amantes, aunque sí en su hato de “burros lecheros”, junto a los principales. Ella no se siente puta pues no cobra ni anda de trotadora buscando a los hombres, ellos caen solos. Salvo en los pocos encuentros multitudinarios, dos de ellos sin plena conciencia, nunca ha hecho el amor (así le dice al acto sexual) con más de tres el mismo día, salvo la celebración de sus Bodas de Oro en que se tiró a cuatro simultáneamente. Así que, en su más de medio siglo de actividad, habrá ordeñado unos 2000 litros de esperma, la mitad de su marido y unos 500 de los 5 amantes; el resto de “aventurillas” y cogidas no planeadas.
A las cuatro nos fascina coger con varios. Yo diría que somos muy putas, pero aparentamos ser mujeres sin tacha. Tita asegura que nadie se aburre de respirar y tampoco de coger. Ambas actividades son necesarias para vivir. Todas estamos de acuerdo con ello.
La más reciente discusión inició porque Tita nos dijo que ya no habíamos publicado relatos, que al parecer estábamos “apagadas” en la libido. Todas replicamos que no había ocurrido algo fuera de lo normal que ya conocían los lectores del foro, pero que las cogidas seguían todos los días.
Mar: Quien nos debe un relato eres tú, Tita, pues dijiste que juntarías a tu negro y a tu colágeno (su amante 20 años menor que ella). ¿Aún no lo haces?
Tita: Aún no, pero ya hay fecha y lugar. Después les cuento.
Ishtar: ¿A qué te sabrá la crema del chocolate revuelta con colágeno?
Vaquita: ¿Crees que al negro le guste el colágeno en el envase original?, porque no dudo que tu bebé quiera chupar la barra de chocolate tal como se la chupó a tu marido.
Tita: A Moisés le gustó el atole que hice para él con la leche de mi marido. Desde el inicio se dio cuenta que Saúl me acababa de coger y, con el sabor en la boca, me lo dijo antes de ponerse a sorber mis labios interiores y el clítoris provocándome varios intensos orgasmos continuados. Seguramente, a Saúl sí se la chuparía él al salir de mi pepa, pero a Rogelio no lo sé. Veamos a ver qué pasa, quiero tirármelos borracha y pacheca.
Mar: Te sugiero que después les preguntes qué pasó y así puedas contarnos todo, porque a ti se te olvidan las cosas cuando estás mariguana.
Tita: ¡Sí es cierto! Voy a tardar más en escribirlo…
Vaquita: Oye, ¿podrías tomarle una foto al negro cuando esté a su máxima expresión?
Ishtar: ¡Sí, tus pupilas te lo agradecerán!
Tita: ¡Pinches putas! Además de los huevos de Ber y la venida del español, ¿me han compartido fotos o videos de sus queridos en posición de ataque? ¡Váyanse a la verga!
Mar: ¡Yo sí voy, me gusta mucho! No te enojes, lo que pasa es que ninguna de nosotras se ha tirado a un negro.
Tita: ¡Pues yo sí, y a dos más!, pero ya no me acuerdo bien, porque… Sí, porque estaba mariguana.
Ishtar: ¡Úchalas!, ya nos perdimos esa acción…
Vaquita: Sí, y lo peor es que Tita también, por su vicio.
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