Lo que conciente mi cornudo marido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, soy Beatriz, una mujer casada con 2 hijas y mi marido un cornudo, Narro está historia por orden de mi macho y consentido por mi marido.
Tengo 32 años mido 1.67 m 34 C de Bra y unas caderas sabrosas, mi marido hace tiempo me dió permiso de ponerle los cuernos desde que tiene azúcar y no me puede responder bien como hombre, pero me quiere tanto como yo a él que se preocupa por mi vida sexual, tengo dos amantes una es mi jefa en la oficina y otro mi vecino, quién me ha hecho como quiere y a mi me gusta, la historia tiene un poco de fetiche, un mucho de cuernos, algo de lesbianismo y exhibición.
Un día estaba por salir con mi esposo cuando llegó mi macho a la casa ( mi esposo lo conoce y me ha cogido en frente de el) saldríamos a una reunión de trabajo por lo que llevaba puesto un pantalón blusa nada fuera de lo normal Salvo que mi macho siempre me ha dicho que tengo que usar ropa interior de algodón y que debo de asegurarme que se me marque para que los demás vean lo que llevo puesto y así lo hago, ah y además siempre debe ser blanca.
Nos encontramos y saludamos normal ya que los vecinos no saben de mis aventuras (eso creo yo) y pasamos al interior de la casa y nos dimos un beso muy apasionado, preguntó que hacia donde nos diríamos y le platicamos, me indico que no era ropa adecuada y que me cambiara el pantalón por una minifalda, ni corta, ni perezosa me fui a cambiar, cuando regresé me tomo de la cintura me empujo al mueble de la sala y se sacó esa verga que tanto daño y placer le ha hecho a mi ano ( el solo me coje por el ano) ya que mi vagina es solo de mi marido aunque solo me la mama) ya sentada la saco y les platico no es muy grande de apenas unos 17 o 18 cm de largo, pero es tan gruesa que no puedo cerrar mi mano así alrededor, mi marido sentado enfrente solo observaba lo que ocurría, sacó su verga y me la metió en la boca, y comencé a mamar despacio hasta que esté estuvo bien duro, entonces comencé a meterme a lo más que podía para mojarla ya que sé que acto seguido es clavarmela en mi ano, así estube un rato hasta que me ordenó que me diera vuelta dejando mi culo al aire.
Bajo mi pantaleta hasta que me la quitó y subió mi minifalda hasta la cintura, ya sabía que seguía romperme el ano una vez más, acercó su cabezota la entrada de mi ano y comenzó a penetrarme sin detenerse, solo tapaba mi boca para no gritar y que me escucharán los vecinos ya que estábamos en la sala, una vez adentro empezó a sacarla y meterme la verga, mi marido solo me preguntaba que si me hacía daño y yo contestaba que no, que me encantaba como me cogía, mi macho en su tarea de desflorarme el culo, empezó a moverse más rápido y fuerte que hacia que me fuera de frente, logré apoyar mi pecho en el respaldo del sillón y fue cuando hice más ya que cada embestida que me daba sentía que saldría por la boca ( las mujeres saben de qué hablo jijijijiiij) después de un rato sentí cuando estaba a punto de acabar, para esto yo ya me había probado en el mueble de la sala dos veces, cuando siento que mi macho va a terminar me llamó la atención que solo dejo su cabeza ligeramente dentro de mi ano y comenzó a descargar esa rica leche que solo deja que la pruebe cuando no me puede coger porque ando en mis días, cuando terminó, mi ano estaba tan abierto que estoy segura que si intento meter mi mano entra.
Pero no termino ahi, mi macho siempre ha Sido de abundantes chorros de leche, cuando estaba a punto de sacarla mi marido se acercó y me dijo- ve a la tienda y trae unos refrescos- me levanté y me iba a limpiar cuando mi macho me ordenó que no solo me bajara la falda y que fuera por los refrescos, que??? Están locos les dije pero estaban tan serios que solo me quedó obedecer.
Me baje la falda tome mi bolso y salí de la casa en zapatillas y tambaleandome por el esfuerzo de haber estado empinada tanto tiempo, apenas llegué a la cochera y sentí como empezaba a salir la leche de mi culo que por más que lo apretaba este estaba abierto, atrás de mi salió mi marido y mi macho y comenzaron a observar como me dirigía a la tienda, me sentia incómoda pero caliente de saber que me vería la gente escurriendo leche de entre las nalgas por mis piernas, pero eso me calentaba, cuando llegué a la tienda el hilo de leche ya había llegado a mis tobillos, por suerte no me encontré a nadie en el trayecto a la tienda pero ahi estaba una vecina que es de mi edad y me vio, creo que era tanta su curiosidad verme en esa situación que me preginto- creo que se te olvidó limpiarlo ahi vecina porque se te está saliendo lo que te dejo dentro tu mardio- me dió pena por mi y por ella porque si supiera que no era leche de mi marido, sino de mi macho ya tendría ella mucho de que hablar, le dije que se me había olvidado y que no traía mi pantaleta puesta por lo mismo de la emoscion, – en eso se agachó y con un dedo recogió un poco de leche y se lo llevó a la boca- no puede ser y ahora que va a pasar me pregunté, se me acercó al oído y me dijo – está aún caliente, me gustaría probar un poco más, pero de ahi dentro-.
Me quedé pasada ya que es una vecina que se las da de muy santa, no supe que decir en ese momento ya que eso me termina nuevamente de calentar, ya saliendo las dos de la reina solo atiné a decirle dejo los refrescos en casa y paso a la tuya, me contestó – te espero-.
Me encaminó a mi casa y vio que mi mardio y nuestro vecino estaban fuera esperándome y creo que se dió cuenta ya que mi marido me preguntó cómo te fue? Y solo dije te dejo los refrescos tengo que ir a casa de la vecina, mi marido preguntó, con la vecina oliendo a leche de tu macho- le contesté -si- ya que tiene interés en probar lo que escurre por las piernas, los dos soltaron una carcajada y mi macho dijo- mira la zorra- ya va a qué le limpien el culo.
La historia con mi vecina luego se las platico.
chao
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