Lo que jamás supuse
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Llevábamos 2 años de casados y mi marido abnegado a su trabajo de siempre en la empresa había logrado un ascenso importante pero con ello el descuido en nuestra relación.
andaba por los 27, trigueña cabello largo negro y lo que él me decía "un cuerpazo", 1,70 mts en altura y en el fondo de mi ser varios antojos sin descubrir o algo vergonzosa para buscar satisfacción.
Cada vez parecíamos mas extraño por los tiempos pero para proyectarnos íbamos bien hasta que empecé a sospechar lo que al anunciarme un viaje internacional por trabajo confirmé.
me engañaba, con el grupo de ejecutivos tenía su grupito de putitas con encuentros que imaginaba bien cachondos.
En casa estaban construyendo el garaje para hacer otra habitación y los 4 albañiles pese a que les buscaba algo que me atrajera no pude.
Sucedió entonces que apareció un quinto que fue changarín ocasional y más que nada cirujeaba con un carro de tiro.
Era alto con una desfiguración en su rostro en la mejilla izquierda pero ante todo se lo notaba prolijo y algo limpio en su ser.
No era lo que se decía un prototipo, pero algo me irradiaba.
llegar a poder conversar con él era mi meta para ver que podía pasar; más aún pensando en como la estaría pasando mi marido con sus amiguito/as en su viaje.
El día anterior a la terminación de la obra para mi desesperación pude charlar con él y le pedí que regresara al otro día que algo tenía que le podía servir.
Me impactó el respeto que tenía y lo bien que se desenvolvía hablando.
Esa noche me masturbé pensando en él, tan grandote, tan seguro en su mirada y tan distante en el respeto; hasta me pareció que me había equivocado en la elección, pero tenía algo a su favor.
de saberse en el final de la relación con mi marido sería un sopapo para él que un ciruja me había tenido transformándose en su "socio".
Yo tenía un susto de novela pero una decisión tremenda, lo esperé con un vestido corto, sin sostén y algo trasparente teniendo debajo solo una tanga de hilo.
Llegó 10 minutos antes de lo acordado y llena de nervios le abrí la puerta lateral haciéndolo entrar por el lateral con su carro.
No sabía que podía interesarle y le ofrecí jugo empezando ambos a pulular por la casa, me movía sin tener cuidado en mis movimientos por ende me agachaba o estiba los brazos acortando mi pollera sin más miramientos que me poseyera, quería sentirme violada lo cual ya había experimentado con la actitud de mi esposo.
Lo noté nervioso, tartamudeando y sudaba en forma nerviosa pero no perdía su lugar.
algo entre nerviosa y atrevida le di un cajón de madera poniéndole mis senos prácticamente en su pecho y con la mirada y labios le pregunté si le servía de algo o le parecía lindo.
Lo tiró a un costado y tomándome del mentón me empezó a besar.
pude hasta sentir el sarro de sus amarillentos dientes en mi lengua , sus manos rasposas en mis nalgas y todo vestigio de pudor y miedo en mí desapareció.
Me levantó en andas sin que su lengua abandonara mi boca y con el dedo mayor corrió mi tanga y deslizándome hacia abajo me calzó en su muy buena verga que no sé en que momento sacó del pantalón.
Me subió y bajó en un vaivén que por momentos me hacía parecer que las paredes de mi concha se iban a desgarrar, me mantuvo con una sola mano y me sacó una teta que chupó a gusto, mientras me contó al ropa que llevaba puesta cada vez que me vio y como me había deseado y soñado y que jamás imaginó pudiera estar así.
que era una hembra de sueño y que divina que estaba.
sentí como acabó, como me levantó para descalzarme de la pija y depositarme con los pies abiertos parada mientras como una cascada vimos caer su leche de adentro de mi vagina.
no lo podía mirar a la cara y él no paraba de buscar mi boca con su lengua, le dí un dinero que primero rechazó pero ante mi ruego aceptó.
Era como buscando su silencio y acordamos que llamaría al otro día para saber si volvía o nó.
Cuando quedé sola no pude sentir culpa.
aún me ardían la concha y retumbaba en mis oídos su jadeo y el sudor en mis tetas.
Mi marido no llamó ese día y rabiosa tuve que hacerlo yo, ante el reproche dijo tener poco tiempo y me preguntó como estaba; casi furiosa tuve la idea de contestarle "bastante bien cogida".
casi al mediodía del otro día lo llamé para la tardecita.
vinieron peluquera y maquilladora a casa.
y lo esperé bien producida con un vestido de noche negro, corto, espalda descubierta y bien ajustado.
Cuando entró a la casa no pudo ocultar su admiración y antes del saludo le pedí que me hiciera lo que quisiera.
me tomó de las nalgas hundiendo su lengua en mi boca y alzada me llevó hasta la cama arrojándome a la misma empezando a desvestirme.
Sacó las medias y me empezó a chupar los dedos de los pies uno por uno mientras se ponía en bolas él.
Me chupó todos los pies y abrió mis piernas babeando con su lengua el interior de mis piernas camino a la vagina que ya explotaba de hinchada y mojada.
Cuando sentí su nariz separando los labios de mi concha para degustarla a placer le pedí que se diera vuelta para chuparle la pija.
primero se negó en un juego divino pero desesperante, lo traté de puto y miedoso a mi lengua.
Hicimos el 69, sentí la grasa de su pija en mi boca, grande dura, palpitante, la pasé por toda mi cara mientras le rodeé el cuello con mis piernas en cada orgasmo.
En un momento se dio vuelta y me pasó la lengua por la cara y cuello.
por momentos me escupió el rostro desparramando su saliva con la lengua.
Me puso boca abajo y mojando desde la espalda lo sentí bajar con su boca hacia mi prominente culo.
Me abrió las piernas y su cara se hundió en mis nalgas con su rasposa lengua en el agujero de mi ojete que sentía lo que podía venir.
Me chupo el culo sintiendo los ruidos que hace un cerdo cuando come hasta que sentí su boca subir sin abandonar mi cuerpo hasta que se paró cuando su miembro quedó a la altura de mi ano.
No, por favor no- supliqué inútilmente y posterior a su dedo ensalibado sentí la pija escarbando la entrada.
No te pongas tensa me sugirió y contesté que tenía miedo, entró de un empujó hasta la mitad; me arqueé de dolor y placer y llorando le supliqué un basta.
solo la mitad chiquita dijo buscando tranquilizarme mientras empezaba el bamboleo ante mis quejidos.
vamos nena demostrá que sos la hembra que pareces ser.
Sentí el gel caliente y abundante en mi culo, su sudor en mi espalda y el olor a culo desfondado; quedé boca abajo agotada y él se acostó a mi lado agitado agradeciendo el momento que le daba.
Cuando lo miré empezó a besarme y se despertó su miembro de nuevo mientras tocaba todo mi cuerpo y llevó mi mano hasta su pija; se la hizo chupar pese a mis protestas, estaba tibia y con gusto a culo, pero su susurro de divina, yegua, hembrón me hacían olvidar el asco a tal extremo que le chupe las bolas y por primera vez metí mi lengua en el ojete de un hombre.
Era un asco, sudado con gusto a mierda pero al levantar las piernas y verlo de ojos cerrados gimiendo y gozando me prendí con todo.
me acabó en la cara y la boca, en menos de media hora dos lechazos de plena calentura.
Me miré al espejo, estaba orgullosa de que ese hombre casi indigente me había dejado despeinada con el maquillaje corrido y babeado.
Me recosté a su lado abrazándolo y entonces me enteré que era casado con 4 hijos y que el dinero lo había gastado en zapatillas para ellos.
Le pagué aunque siempre se negaba y después noté la llamada perdida de mi marido.
Con mi amante arreglamos algo que me encantó; encontrarme en su casa.
la primera vez en su rancho humilde pero aseado la mujer me recibió sonriente y me presentó ante los chiquillos como la "tía".
Se fue con sus críos a la plaza mientras su marido me cogía en su lecho aprobado por su consorte.
Fué algo tan loco como divino en la cara hacía lo que mi marido hacía de espaldas.
Cuando regresó mi esposo le dije de separarnos y le detallé con lujos de detalles los hechos; contrariamente a lo esperado se excitó y me terminó cogiendo haciéndose tomar la leche.
Cuando le reafirmé los hechos me dijo que me creía y que eso hizo que quisiera más y que lo siguiera viendo y le contara lo que hacíamos.
Hola de donde eres. Me interesaría conocerte Aunque más no sea por
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Saludos