LO QUE ME DIO MI AUTO ESCARABAJO
Le pregunte si él me podía atender y me dijo que pasara la semana siguiente y hablábamos y me dio una tarjeta de su empresa..
Nuestro matrimonio era un matrimonio normal, de las de quince años en los que a veces la monotonía hacia su aparición, mi esposo era poco innovador y se acomodaba fácilmente a la rutina y alguna vez le dije que adoraba tener un VW escarabajo y el sin mucho interés me dijo que lo buscara así lo hice pero como yo no conozco de autos lo escogí por bonito pero frecuentemente debía llevarlo al taller por siempre había algo que le fallaba y a pesar que me gustaba mucho ya me estaba cansando, pero una vez en una reunió social conocí a un hombre un poco menor que yo de nombre Raúl, el es cubano y conversando tocamos el tema de mi auto, el me dijo que era un admirador de ese vehículo, que en algún tiempo les había dado mantenimiento en su taller, pero ahora atendía otras clases de autos. Le comente los inconvenientes que tenia con el mio y me dijo… Hay talleres de mantenimiento que solo les prestan servicio a los clientes de lo que ellos digan, cuando lo correcto es prestar un servicio integral que da seguridad y evita que constantemente tengas que llevar el auto al taller.
Le pregunte si él me podía atender y me dijo que pasara la semana siguiente y hablábamos y me dio una tarjeta de su empresa. Yo me alegre mucho de encontrar una empresa que me prestara el servicio que yo esperaba y a la semana siguiente pedí cita y él personalmente me atendió. El negocio no era muy grande pero si muy organizado, cada cosa en su lugar y contaba con tres colaboradores cada uno especializado en un tema.
Al terminar fuimos a su oficina y desde esos primeros momentos me di cuenta que Raúl como buen cubano era bastante coqueto, un hombre con un atractivo interesante mezcla europea y caribeña, broceado, con ojos verdes que hablaban por si solos y que escanearon mi cuerpo por más de una vez, aprovechando que había ido con falda, una blusa y una chaqueta pero esta la había dejado dentro del auto. Por eso cuando comenzó el coqueteo que me agrado, las puntas de mis senos se pusieron duras y cuando me di cuenta tuve que cruzar los brazos porque Raúl no dejaba de pasar su vista por ellos.
Acordamos que le dejaba mi auto y como ya era hora de cerrar, el se ofreció a llevarme en auto a mi casa y lo acepte y agradecí. Por el camino mi auto y el se comprometió que me lo dejaría impecable para que no estuviera constantemente teniendo que llevarlo a reparaciones, pero agrego… eso sí, si me quieres visitar, cuando quieras serás bienvenida todas la veces que desees, ya empezaba a lanzarme el anzuelo y pasados unos días fui para ver cómo iban los trabajos, al entrar vi el auto estaba desarmado por todas partes, pero él me tranquilizo, me dijo que era normal revisarlo muy bien para quedar tranquilos de la confiabilidad e incluso me propuso hacer un trabajo en la pintura para mejorar su presentación al igual que un mantenimiento de la tapicería. Le dije que me gustaba mucho pero que mi presupuesto era limitado. El me dijo… no te preocupes lo importante es que quedes satisfecha y ya verás.
El sábado siguiente estaba como niña con muñeca nueva, quería ver como estaba y él me propuso que pasara al medio día, cuando llegue los colaboradores ya se estaban despidiendo y al cerrar solo quedamos Raúl y yo. Subimos a su oficina y nos sentamos en un sofá de cuero amplio y para conversar los dos subimos las piernas de manera que nuestras rodillas quedaban enfrentadas, el me ofreció algo de tomar le dije que un vaso con agua y me dijo… No, ya es sábado acompáñame con algo mejor y enseguida trajo dos copas y sirvió sendos vodkas, al mio le puso algo mas para suavizarlo y como me gusto lo bebí realmente rápido. Hablamos de muchas copas y después de la segunda copa mi boca se fue soltando y terminamos hablando de temas íntimos, que fácil que él me llevo a ese terreno y termine contándole de la monotonía intima con mi esposo y él se deshizo en alabanzas sobre mi y sobre mi cuerpo y me conto que su vida era muy feliz, con su esposa desde hace años habían acordado tener un matrimonio abierto, Yo no sabía de que se trataba eso y él me explico que con su pareja convinieron a raíz de encontrarse en una monotonía terrible que iba a terminar en separación, mejor ser buenos amigos y permitir que cada uno tuviera su vida intima manteniendo el matrimonio en beneficio de los hijos.
Yo le comente que teníamos dos hijas de 12 y 14 años y él me dijo que sus hijos eran un poco menores, pero que todo marchaba muy bien y conversando, conversando sus manos comenzaron a rozar mi cuerpo y yo estaba tan contenta que no se lo impedía, estaba muy contenta con la compañía de Raúl y sabía que mi esposo se había ido a jugar futbol en la mañana y después se reunió con sus amigos hasta entrada la noche, programa de todos los sábados y mis hijas en casa con la nana que las cuidaba. Por eso me embebí en el encuentro con Raúl y sin ninguna prevención deje que cuando me habalaba constantemente ponía su mano sobre mi pierna descubierta gracias a o que se había recogido mi falda y cada caricia me iba excitando mas y mas hasta que llego lo inevitable el acerco su cabeza a la mía y yo como abeja al panal me pegue a su boca y empezó un beso que se prolongo por varios minutos, al detenernos me dijo… que labios más tiernos, hacía tiempo no disfrutaba tanto de un beso, además tu sabes cómo hacerlo, creo que me sonroje pero mi vanidad se creció y volvimos a besarnos y en esta vez Raúl deslizo su mano por debajo de mi falda y pronto llego a mi concha y debió percibir la humedad de mi panty. No dijo nada, pero me sonrió con picardía.
Me ofreció otra copa y le dije… mejor no, porque no se que pueda pasar.
El me dijo… este lugar es tuyo siéntete como en casa.
Yo ya estaba segura que si bebía otro trago mas perdería los estribos, pero estaba tan excitada que me arriesgue y efectivamente lo que vino fue lo imaginable. Raúl fue soltando los botones de la blusa y mis senos aparecieron una vez que el aflojo el sujetador y se dedicó a besar y chupar mis senos y mi excitación comenzó a subir. Esto se realizaba acompañado de caricias en mi concha donde percibía que al menos uno de sus dedos me estaba follando.
Lo que siguió fue que yo busque su miembro bajando el cierre de su pantalón y esculcando lo encontré y saque para darle pequeños masajes que lo hicieron crecer enormemente, algo de sus ancestros caribeños estaban reflejados allí. Todo fue avanzando con rapidez y pronto Raúl se arrodillo frente a mí, metió sus manos por debajo de mi falda y me despojo del panty, y luego pase a recibir sexo oral, algo que mi esposo nunca hizo. Los movimientos de sus labios y su lengua en mi clítoris me llevaron a disfrutar de una maravilloso orgasmo, quede rendida y el para reanimarme comenzó acariciarme con mucha ternura.
Luego él se quito el pantalón y vi aparecer su miembro en todo su esplendor y sin pérdida de tiempo lo puso a la entrada de mi concha que estaba súper lubricada y suavemente me fue penetrando, esta era la primera vez que un hombre en tan corto tiempo de conocerlo estaba dentro de mí. Raúl como todo un experto me fue motivando llenándome de besos y caricias hasta llegar al fondo de intimidad. Sus movimientos me fueron llevando camino a un segundo orgasmo. Yo no me pude contener y comencé a gemir y empezaron a salir de mi boca palabras expresando mi excitación y pidiéndole más y mas que me follara, esperando que lo hiciera con fuerza como ha sido siempre mí deseo y mi esposo nunca me había dado ese gusto. Pero Raúl si lo entendió y empezó a estrellar su pelvis contra la mía y pronto los dos volábamos de pasión cuando alcance mi orgasmo el se corrió dentro de mí, no se lo impedí porque era su premio después de haber despertado todos esos deseos en lo más profundo de mi ser. Quedamos pegados por unos minutos y al enfrentar nuestros rostros los dos sonreímos como jovencitos después de hacer alguna pilatuna.
El se levanto y de mi concha empezó a fluir el semen que Raúl me había dejado dentro y el pronto el me alcanzo unos pañuelos desechables para atender la emergencia. Fue maravilloso, por primera vez en mucho tiempo me sentía muy satisfecha. Le pedí un vaso de agua y le dije que me marchaba, pero el muy atento se ofreció a llevarme a mi casa. Cuando llegue a casa, todo estaba en orden, entonces me fui al baño y me tome una ducha para limpiar todas las huellas de mi infidelidad.
Esa noche después que llego mi esposo nos fuimos a dormir y como él hacía tiempo que prefería el futbol y sus amigos, antes que a mí, nos dormimos y en especial yo tuve una noche inolvidable, Raúl me había sacado todas las tensiones.
A la semana siguiente, no me aguante las ganas y lo llame para ver cómo iban los trabajos, me dijo que muy bien y que si quería ver los resultados me esperaba el sábado al medio día. Entendí el mensaje y acepte pasar el sábado.
Cuando el sábado tome camino al taller, mas me importaba la cita con Raúl que ver los adelantos de mi auto. Al llegar los colaboradores ya se habían marchado y el propio Raúl me recibió y apenas cerró la puerta nos dimos un beso apasionado pegando nuestros sexos y de inmediato sentí su verga rozando mi clítoris. A continuación me tomo de la mano y me llevo a ver los adelantos del trabajo en mi auto. Apenas lo observe le dije con unas ganas que salieron de lo más profundo de mi… ¡Raúl, está quedando precioso¡ y por eso te mereces un beso y volvimos a pegar nuestros labios por varios minutos, pero al separarnos me pregunto con mucha picardía… Pero solo un beso? Le dije, no. Todo lo que quieras. Entonces me paso el brazo por encima de los hombros y fuimos a su oficina. Allí ya nos esperaban sendas copas servidas y una botella de licor. Me ofreció una, brindamos y luego bebí al menos la mitad. Yo estaba súper motivada y deseosa de entregarme a Raúl.
Esta vez ya nos teníamos más confianza y pronto los dos estábamos totalmente desnudos, ese día me puse medias de liguero y cuando él me vio así, me pidió que me las dejara por qué me hacían ver muy sensual y a él le fascinaba esa imagen mía. Y como la vez anterior después de una sesión de besos y caricias, vino aquello que sabia el hacer muy bien que era el sexo oral, logrando que yo disfrutara de un delicioso orgasmo. Esta vez el me pidió que yo le correspondiera y haciéndome arrodillar me ofreció su miembro y después de besarlo y tratarme de familiarizar lo fui dejando entrar en mi boca y por momentos alcanzaba a llegarme hasta la garganta y levantando los ojos podía ver su cara con los ojos cerrados concentrado en la acción. Llegue a pensar que se pudiera correr pero antes que eso sucediera me detuvo y me levanto y al pegar nuestros cuerpos sentí su verga en medio de mis piernas rozando mi concha haciéndome sentir corrientazos que subían por mi espalda.
A continuación me pidió que me inclinara poniendo mis manos sobre su escritorio y el acomodándose a mi espalda, después de lubricar su verga con mis flujos la puso a la entrada de mi concha y después de tocar fondo empezó con una de sus manos a acariciar mi clítoris y con la otra apretaba el pezón de mi sexo y estas tres acciones al tiempo me fueron llevando a experimentar mi segundo orgasmo. Esta vez la penetración fue más profunda, sentía que a cada entrada tocaba mi útero y lo que al comienzo me producía alguna molestia después fue solo excitación y placer. El gusto fue creciendo y pronto los dos nos corríamos al unísono. Esta vez y en esa posición lo disfrute mas porque me sentí dominada por un verdadero macho. La satisfacción fue total y al terminar Raúl me dijo… huy ver tu precioso culito rosado me ha motivado que espero alguna vez sea mio. Y yo le dije sonriendo… Eso depende de cómo quede el escarabajo, ja, ja, ja. Y el agrego… Daré todo de mí para lograrlo. Esta vez como él tenía que terminar algunas labores de Gerencia, por eso me pidió un taxi y se quedo trabajando. Por el camino me fui recapacitando sobre lo que me estaba sucediendo, que cada vez estaba deseando más ser la mujer de Raúl, para recibir y darle placer.
Una semana después Raúl me dio la sorpresa que habían terminado los trabajos en mi escarabajo, quedando como nuevo y ya imaginaran como le exprese mi agradecimiento, me entregue totalmente, dándole lo que él deseaba, follar mi culito. Después de deleitarme revisando mi escarabajo subimos a su oficina y di inicio al cumplimiento de mi promesa, para empezar me había vestido como sabia que le gustaba a Raúl y en medio de besos y caricias nos fuimos desnudando acompañados de un delicioso vino que el había alistado para la ocasión de manera que fuimos entrando en calor y empecé por darle sexo oral hasta llevarlo al límite y luego cambiamos y el si me llevo a un maravilloso orgasmo, a continuación me pidió que me acostara en el amplio sofá y después de acomodarse sobre mí, me fue separando las piernas hasta enfrentarse nuestros sexos. El dirigió su verga a mi concha y lubricada con mis flujos la dejo a la entrada de mi concha y empecé a sentir como se fue abriendo paso hasta tocar fondo para luego empezar un delicioso mete y saca acompañado con besos apasionados. Raúl así como era un profesional en su trabajo, en el arte erótico era todo un maestro y yo disfrutaba de su arte. Cuando volví a estar caliente, Raúl me reclamo el cumplimiento de mi promesa y separándonos me acomode en posición de perrito y después de volver a follar mi concha, se preparo para desflorar mi culito virgen, yo tenía un poco de temor porque era mi primera vez, pero afortunadamente él me llevo con mucha delicadeza y cuando me di cuenta toda su verga estaba dentro de mí y para motivarme comenzó con una mano a frotar mi clítoris y con la otra apretaba uno de mis pezones y esto elevo mi excitación para que unos minutos después yo alcanzara mi segundo orgasmo y él se corriera dentro de mí. Ese día el vértice de mis piernas quedo en candela, pero la ilusión de ver mi auto en perfecto estado me hizo olvidar todo y mucho más cuando a la hora de pagar la cuenta, Raúl me dijo… Es una atención de la empresa, no tienes que pagar nada. Enseguida me arroje sobre él y le di un tremendo beso, espero que sus colaboradores no me hayan visto.
Al despedirnos Raúl me abrazo y me dijo al oído… No olvides el camino, cuando quieras estoy dispuesto a atender a tu auto y a ti. Esto último sucedió una semana más tarde y ya tengo deseos de volver a ver a Raúl, pero mejor no le muestro tantos deseos para no aburrirlo, además debo cuidar que mi esposo no se entere de mi infidelidad. Pero finalmente quiero contarles que ser infiel me produce un placer enorme. Hasta pronto.
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