Los vecinos gringos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En este país a los Estado unidenses se les dice gringos.
Iniciando la historia, yo me casé a los 30 años y mi esposa esperaba bebé, y en esos días se pasaron a vivir al lado de nosotros, de nuestra casa, una familia de inmigrantes norteamericanos, los cuales se fueron a presentar, estaba John (ficticio el nombre) el papá, Shirley (nombre real) la mamá, Lily (nombre real) la hija, de unos 16 años y Joseph, un pequeñin de cinco años.
Al principio como cualquier vecino de ahora, apenas los ves.
Mi esposa y yo somos profesionales universitarios, y enemos trabajos separados y horarios parecidos, nos vemos después de las seis de la tarde casi siempre.
Asi que uno de esos días entré a la casa y alli estaba mi esposa en la sala con una visita, era Lily, la hija de los gringos, ella es una adolescente completamente rubia (cabello como blanco), su cuerpo aún en desarrollo, sus ojos son celestes y es muy blanca su piel, sus piernas delgadas y un traserito compacto, nada fuera de común, tipico en una adolescente.
Hablaba muy bien el español y había entablado cierta amistad con mi esposa.
Antes de la cena se marchó.
Con la familia de gringos, fuera de la amistad de mi esposa con Lily, solo de saludarlos una dos veces al día en la calle.
Sin embargo, un fin de semana, mi esposa iría a ver a su mamá que vive fuera de la ciudad y se quedaría la noche con ella y llegaría al otro día.
Mis amigos me invitaron una mañana, era sabado y no había trabajo, a ir a un club a nadar un rato, había una piscina.
Asi que no estando mi esposa, acepté a ir.
Ya en la piscina, tomando una cerveza, charlabamos con mis amigos, había bastante gente, por lo cual no había reparado que alli estaba Lily, su hermanito y Shirley, su mamá.
Pero en eso Lily me tocó la espalda por atras y al darme la vuelta me di cuenta que era ella, muy sonriente y atenta, lo cual no lo era estando mi esposa, me saludo hasta de besito en la mejilla, traía puesto un bikini bien sexy, a pesar que su cuerpecito aún era de una adolescente, se miraba bien con ese traje de baño, le pregunté por su familia y me dijo que alli estaban su hermano y su mamá, me los señaló y ellos a la distancia me saludaron.
Yo hice lo mismo.
Ella (Lily) se quedó charlando conmigo y no se retiraba de alli, me dijo -vamos a nadar por allá- yo vi a mis amigos y le dije que estaba bien, nos fuimos y luego llegamos con su mamá que había salido de la piscina por una toalla, cuando se acercó me pude dar cuenta que el traje de baño de Shirley, era el doble de atrevido que el de su hija, la señora de una cuarenta y tantos años estaba mejor que muchas veinteañeras de alli, la mamá tenía un busto que parecía reventar el top de su traje de baño y que decir de su cuerpo, el cual estaba bronceado, seguramente por muchas horas al sol, se acercó a mi y pude ver sus bellos ojos verdes y maquillada de los ojos, pude ver luego que no era maquillaje sino tenía tatuados los ojos como sombras, se metió a la piscina y me saludó, en ese momento se me olvidaron mis amigos, pues la mamá y la hija creo que era el mejor atractivo de la piscina, además ellas se portaban con muchas atenciones.
Pedimos cervezas, para todos, incluso, la mamá dejo que la hija tomara cerveza a pesar de ser menor, pero con la estatura que ya tenía Lily no parecía menor de edad.
Pregunté por John, entonces me dijo Shirley que se había ido de viaje de negocios, al preguntarle cuando regresaba me dijo que aveces dura un mes, en ocasiones más.
Mis amigos me hacían señales para que regresara, pero ellas no me dejaban, su ambiente era agradable también.
Pero debía regresar con mi amigos, antes de irme, Shirley me dijo que si podía ayudarla en la mañana, pues no había podido desempecar todo y eran cosas pesadas, vi el tono voz con que me lo pidió y voló mi cabeza.
"La nena se va al colegio y no tengo quien me ayudé", me dijo, yo contesté que estaba bien, -a que hora?- dije yo, ella dijo "a las 8 está bien", y pensé que mi esposa no estaría de regreso hasta la tarde.
Y asi empezó esto.
Al otro día, me puse un pants de ejercicio, y una camiseta, toqué la puerta y nadie abrió, lo repetí y lo mismo, hasta que Shirley por una ventana me dijo que pasara adelante, que la puerta no tenía pasador.
Entré y nos saludamos, ella también tenía puesto un pantaloncito corto, se veía muy bien, sus caderas amplias y un culo en forma de corazón.
Me mostró la cajas y la verdad es que si eran pesadas, lo tuvimos que cargar juntos y luego sacar lo que había adentro.
Estuvimos haciendolo como dos horas continuas, me caían unas gotas de sudor en la frente ya ella también.
Pero luego de ese tiempo terminamos.
"gracias!, no hubiera podido hacerlo sola" dijo ella.
nos sentamos en la sala, ella sacó dos cervezas de la refrigeradora y me invitó a tomar.
Charlamos, y no pude evitar decirle que para tener dos hijos, lucia muy bien, tenía un bonito cuerpo.
En el fondo yo quería medir hasta donde podía llegar y ella solo se río y me agradeció el comentario.
Luego agregó que yo esta bastante bien también, eso llevó a más comentarios de cada quien.
La atmosfera estaba cargada de deseo, se sentía que ella era atrevida.
"Oye por qué no te das una ducha aqui" me dijo ella.
Yo le dije, -lo hago si tu me acompañas, con ese traje de baño de la ves pasada-, ella se río y me dijo "es un trato".
Me dijo que esperara, se metió a su habitación y en cinco minutos salió, no era el traje de la ves pasada en la piscina, era más atrevido, apenas tapaba sus senos y era tipo tanga con un hilo entre sus nalgas.
La verga se me puso dura.
Al verla le dije -yo no tengo traje-, ella se río y me dijo "ese nos mi problema", me llevó de la mano y entramos al baño, enorme, me desvestí y me quedé en calzoncillos, mientras ella no perdía mirada a mi cuerpo.
Me puse de pie y ella se puso de pie, nadie daba ese paso, por fin me anime, la abracé y la besé, ella correspondió inmediatamente y nos dimos un beso exquisito de labios y lengua, yo la abracé y tocaba su espalda sus caderas y por fin puse mis manos en sus nalgas, ella no puso resisitencia, le desaté por atras su top y este se aflojó y cayó, dejé sus labios y comencé a mamar sus buenas tetas, busqué sus pezones para tomarlos con los labios y chuparlos, ella comenzó a gemir, diciendo palabras en ingles, nos metimos asi a la ducha y seguí besándola y mamando sus tetas exquisitas.
Ella me quitó los calzoncillos y tomando mi verga la pajeaba y comenzó a erguirse al máximo.
Me daba una especie de paja deliciosa.
La puse contra la pared e hincándome frente a ella, le levanté una pierna y la puse sobre mi hombro y busqué su raja, la cual tenía pocos pelitos de color castaño claro, le lamí el coño y ella daba de pequeños gritos de placer, yo le busqué luego su clitoris y le inserté un dedo en su raja y ella se excito mucho, a los pocos minutos se le aflojaban las piernas y casi se doblaba alli parada.
"vamos a la cama" me pidió ella.
Dejé de chuparsela y nos fuimos de la mano a la cama.
Ella tomó la iniciativa, me tumbo y tomando mi verga se la metió en la boca chupándola y mamándola, lo hacía como si tuviera mucho tiempo de no tener relaciones.
-Despacio, que tenemos tiempo-, le dije, ella dijo "perdón", y comenzó a lamerla toda, desde mi glande hasta los huevos, y regresaba, era delicioso como lo hacía.
Shirley siguió tomando la iniciativa y subiendose sobre mi invertidamente, quedamos en un 69, me puso su raja en mi rostro y solo tuve que tomarla de los muslos y acercarla para seguir chupándole su clitoris y su coño, mientras ella seguía comiendose toda mi verga.
Llego un momento en que su mamada me tenía loco y yo respondía metiendole dos dedos en la raja y lamiendole el clitoris, asi pasamos varios minutos dándonos placer el uno al otro a través de nuestra boca y lengua a nuestros genitales, sentí como Shirley se corrió en mi boca, sus juguitos íntimos amargos los tragué completos.
Antes que ella hiciera lo mismo conmigo, le dije que quería cogérmela.
La puse debajo y yo encima puse sus piernas a mis costados y colocando mi verga en la entrada de su vagina, se la fue introduciendo lentamente, a la vez que ella gemía bastante, cuando se llevaba a más de la mitad comencé a bombear mi verga adentro, su raja estaba muy húmeda y caliente, en otras palabras estaba deliciosa.
Le di duro por varios minutos, la gringa se corrió de nuevo, de verdad era caliente y multiorgásmica.
La cambié a la posición perruna, le besé primero las nalgas y su ojete de culo, el cual era posible que ya no fuera virgen por que se abría al tocarlo con la punta de mi lengua.
Luego la penetré la raja y comencé a darle duro bombeandole mi verga mientras la sujetaba de los hombros, se la tenía hasta los huevos y ella gemía con todo, hablando cosas en inglés, como pidiendo más.
En esa posición se corrió también y puso su rostro sobre la cama con el culo hacia arriba, yo seguí cogiéndola hasta que comencé a eyacular una enorme cantidad de semen, todo adentro de su vagina, hasta que mi verga dejó de expulsar semen y de dar latidos, se la saqué.
Me vestí y me tomé otra cerveza que ella me ofreció y nos fuimos a la sala a tomarla, nos besamos otro poco.
Durante eso, ella, Shirley, me comentó que su esposo se desaparecía por temporadas de la casa y que ella había aprendido a no tenerlo cerca.
Los días pasaron y Shirley y yo seguimos viéndonos, yo la citaba en algun lugar de la ciudad y la pasaba recogiendo en el auto, me la llevaba a un buen motel y le daba otra buena cogida, con mamada incluida.
Ella me quitaba la calentura, pues mi esposa estaba embarazada y por especificaciones médicas apenas podíamos tener sexo.
Pero mi relato no termina alli.
Semanas después, mi esposa tuvo una recaída, su parto era considerado dificil, entonces apenas podía hacer algun ejercicio o esfuerzo, asi que se trasladó con mi suegra, para pasar los últimos días alli con ella.
El problema era que yo trabajaba y no podía cuidarla todo el día.
Asi me quedé solo en casa de lunes a viernes y el fin de semana iba a quedarme con mi esposa donde mi suegra.
Una noche yo veía tv en la sala y tocaron la puerta, eran ya como las diez de la noche, era Lily, le dije que no estaba mi esposa que dormía con mi suegra esa noche, aún asi la pasé adelante, -puedo ver tv contigo?- dijo ella, "claro que si le dije, sientate", asi que viendo tv comenzamos charlar, yo la vi nerviosa, la pequeña quería algo, entonces cambié el tema y le dije que la vez pasada que la vi en traje de baño, me pareció hermosisima, entonces ella se río y al parecer eso rompió el hielo, pues luego ella se pegó contra mi y entre ambos la charla fue mejor y más deshinbida.
En un momento ella me dijo "mi mamá no sabe que estoy aqui, ella cree que estoy dormida en mi habitación".
Eso era una confesión con un objetivo, la tomé de las manos y la besé en los labios, ella cerró sus ojitos celestes y se dejó llevar, la acosté entre mis brazos y seguimos besandonos, cada vez más caliente, chupadas de labios y lengua, lo hacía muy bien Lily.
Ella llevaba vestido, eso facilitó que yo metiera mis manos y tocara sus piernas, luego muslos y finalmente acaricie su rajita sobre sus pantys, se sentía caliente sobre su rajita.
Entonces metí mis dedos entre su panty y pude tocar piel a piel su rajita, sus labios vaginales eran finos y estaba mojaditos entre ellos, ella gemía con los ojos cerrados, dejé su boquita y le fui desabotonando el frente de su vestido, con una mano corri su sostén y quedaron frente a mi sus pezoncitos rosados semierectos, me abalancé y comencé a mamarlos suavemente, chupaba sus pezones, les pasaba la punta de mi lengua, haciendo pequeños circulos alrededor, ella gimió fuerte y mojo mi dedo que lo tenía ya dentro de su rajita.
Ya estaba lista.
La cargué y la llevé a mi recamara, la deposité sobre la cama y me fui desvistiendo hasta quedarme con solo los calzoncillos, ella estaba acostada e hice lo mismo con ella, la dejé en cueros, completamente desnuda en mi cama, le levanté una pierna y chupé sus pies, desde sus deditos hasta su tobillo, ella seguía gimiendo, luego fui besando sus muslos y llegué a su rajita, era pequeña, rosada y tierna, abrí sus labios vaginales con mis dedos y le pasé la lengua a su clitoris, ella se quejó y se revolvía en las sabanas.
Subi para besar su vientre,, luego mamé de nueva cuenta sus tetitas y luego su boquita, me fui acomodando entre sus piernas y colocando mi verga en su rajita la fui penetrando lentamente.
Se la fui metiendo y sacando.
Ella se abrazaba a mi cuerpo y luego comencé a bombear lento pero decidido, fui aumentando la velocidad hasta que entramos en un delicioso ritmo de mete-saca, ella araño mi espalda y eso me hizo delirar de gusto.
La fui llevando irremediablemente a un nuevo orgasmo, la chica gritó y se sacudió, pensé que tenía un ataque o algo, pero no, era el climax que la abrazaba.
Luego la puse en cuatro, y la penetré, no sin antes darle la misma medicina que a su mamá, le chupé las nalguitas y su ojete del culo, luego la penetré y le di duro, la hice volver a sacudirse de placer con otro orgasmo.
Yo sabía que no podía terminar adentro de su rajita, asi que puse mi verga entre sus nalgas y me masturbé hasta que salieron chorros de semen que cayeron en su espalda y su cabello.
Que polvazo!!
.
Mi esposa pasó un poco más de un mes con mi suegra, hasta que nació mi hijo.
En ese tiempo se turnaron la madre y la hija para coger conmigo, ambas durmieron en mi cama y en más de una ocasión amanecieron conmigo y cogimos tempranito.
El nacimiento de mi primogenito, estuvo en los días que el gringo papá apareció y hasta nos visitaron con regalo y todo, para ver al bebé.
Alli estaban Shirley y Lily, mis dos queridas amantes.
Ahora solo espero el momento en que se vuelva a ir el gringo.
Y creo que ellas también lo esperan.
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