Lujuria en las vacaciones
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola llevo algunos relatos en esta pagina, y hoy quiero contar lo que pasó en estas vacaciones con mi esposa, mi nombre es Jorge tengo 34 años alto delgado, un tipo normal creo, bisexual y muy caliente como pocos, mi señora, Vanesa, tiene 29, trigueña petisa a penas 1,65 mts, pechos redondos muy apetecibles, muy lindas piernas coronados por una cola de ensueño, ojos marrones y cabello oscuro ondulado.
Mi señora es de origen paraguaya y este verano decidimos ir a visitar a su familia, no sin antes hacer un recorrido por los pueblos y ciudades que queden de paso y tengan algún atractivo turistico, yo soy dueño de una ferretería que trabaja bien al punto que no carecemos de inconvenientes financieros, por lo que salimos con mucho tiempo.
Estamos juntos desde hace casi 14 años y desde el principio de nuestra relación le enseñé a mi mujer a qué disfruté del sexo, ya que fui su primer hombre, incluso si para eso ameritaba que esté con otras personas, somos muy liberales y bastante morbosos.
Estábamos en la ruta 119, era de noche y la ruta desolada, en un momento de distracción, me quedé sin combustible en mi camioneta, primero nos reímos mucho, pero después tuve que salir a buscar combustible, había una entrada de camiones un par de kilómetros antes y hacia allá enfile mi camino, aproximadamente 45 minutos después llegué a lo que parecía un bar para los camioneros con hospedaje incluídos, ni bien entre en el bar mi señora me llamo me dijo que dos camioneros que pasaban por ahí le ofrecieron ayuda y que se iba a ir con ellos a cargar nafta, luego pasaba a buscarme a mi.
Me senté tranquilo a tomar un café para dejar que el tiempo pase, miraba la tele de tanto en tanto y también alguna que otra chica trans que en lugar se encontraba.
El tiempo pasó y al cabo de 3 horas allí, paso mi señora a buscarme, saludé a los dos tipos que hicieron el favor de ayudarnos.
Uno era paraguayo de contextura pequeña delgado, el otro brasilero alto grandote y de pocas palabras.
Me subí a la camioneta y mi señora se quedó dormida, al llegar al pueblo buscamos asilo en un Hostel y allí pernoctamos lo que quedaba de la noche, al otro día recorrimos el pueblo y a la noche mi señora quería ir a una excursión en bote, que solo se hace si hay luna llena, yo le dije que valla sola ya que no se nadar y quería descansar para retomar el camino al otro día, pero ella se fue igual, a pesar de que estaba bastante nublado.
Al día siguiente a las 6 de la mañana desperté me extrañó que mi esposa no había regresado, me vestí y cruuce a la confitería de enfrente para ver si tenía noticias de ella y no la encontré, solo se encontraban los dos camioneros tomando un café, los saludé, compré unas facturas y volví a casa allí estaba mi señora a punto de dormirse, entre algo enojado era obvio que la excursión era una farsa, le reproche que no me habia avisado y me pidió que la perdone, yo bese sus labios que sabían a ramera, y le dije que me cuente cada detalle de lo ocurrido, Vane se colocó entre mis piernas y comenzó a masturbarme suavemente y con voz de nena, que sabe que me encanta, comenzó a relatar que.
Resulta que estos tipos la encontraron parada al lado de la camioneta en principio la llevaron a cargar combustible pero a la vuelta el paraguayo comenzó a acariciar sus piernas y la invitó a la cama que se encontraba atrás de la cabina de conducción, allí atrás sintió todo ese aroma a macho, sudor y se éxito al máximo tanto que invitó al brasilero a sumarse, todo iba bien, se la chupaba al paraguayo y luego se puso a 4 patas para que la penetre, pero en cuanto el brasilero pudo estacionar el camión y se metió en la cabina trasera ella quedó asombrada del tamaño de la pija que este portaba, era la más grande que había probado, incluso más grande que la de su tío el que la había criado, no sabía decirme cuánto le media de larga, no más de 24 cm seguro pero lo sorprendente fue el grosor, con dificultad logro meterse la cabeza en la boca y ni que hablar cuando se la metió por concha, la hizo ver las estrellas, gemía como desesperada al tiempo que se esforzaba para que le entre un poco más de carne, el paraguayo quedó relegado a un costado y ella lo estuvo montando por más de una hora y media y aún así no lograba meterse toda la pija adentro, perdió la cuenta de cuántos orgasmos la hizo alcanzar, el olor a sexo de esa habitación era terrible y en el colchonsito le dejó un gran manchón de flujo de recuerdo y todo eso había pasado a unos metros de donde yo tomaba el café.
Ella como buena viciosa le pidió el número y esa noche se encontraron en el hotel que estaba a la vuelta del nuestro y pasaron la noche entera, primero estuvo con el paraguayo, principalmente para poder descargarlo y estar lo que queda con el brasilero, obviamente el paraguayo hizo uso de todos sus orificios, se deleitó comiéndose los pechos de mi esposa al tiempo que ella sin mediar palabra acomodo el pene en el orificio anal buscando la máxima estación del paraguayo y hacerlo acabar lo antes posible, ella lo cabalgó con toda furia y cuando sintió que estaba por acabar le pidió que lo haga en la vagina, así es que con la concha chorreando semen, comenzó la dura tarea de meterse aquel trozo de carne que aunque no era largo, su diámetro se asemejaba al matafuego del auto, el brasilero sobaba sus pechos y mordía con rudeza los inflamados pezones de mi mujer, ella buscaba una posición que le permita albergar toda esa carne en su interior , el brasileño ahora le daba palmadas en las nalgas, las cuales dejo rojas y algo marcadas (mi señora me las exibió orgullosa) y con palabras que poco se entendían la desafiaba a mi señora para que se lo meta hasta el fondo, finalmente ella colocando las plantas de sus pies en el colchón logro chocar su coxis con el de su amante, aguanto unos instantes con todo aquello adentro, para que las paredes de su vagina se acostumbren y comenzó a subir y bajar lentamente disfrutando de cada sentimental de pija que la recorría y la llenaba por completo, tubo sexo dos veces mas, incluso esa vestía se le subió y en esa posición finalmente le lleno el útero de semen, me dijo que se demoró en llegar porque se fue a comprar la pastilla del día después, ya que esos tipos después de usarla y satisfacerce de ella la dejaron en el hotel, acción que a mí señora le encantó, al sentirse usada y tirada, como la más barata de las putas, incluso peor porque lo hacía solo por placer, y con la descarga que le hizo ese tipo seguro la preñaba
Yo solo estaba enojado, por qué no confío en mi de avisarme lo que estaba planeando, a lo que ella se excuso diciendo que si es a escondidas mía la exita más, a eso le agrego que en Paraguay me iba a entregar a su sobrina de 12 y si es posible a la de 8 tambien, bajo esas condiciones le llene la boca de semen y la deje dormir un rato antes de salir rumbo a Paraguay.
Si quieren que continúe narrando nuestro viaje espero sus comentarios buenos y malos también…
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