Mary
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
quiero platicarles mi historia.
mi nombre es mary y tengo 35 años.
soy casada y tengo dos hijas.
una de 5 y otra de 4.
soy crsitiana evangelica.
todo empezo cuando una vez fui a la tienda y al pasar cerca de un taller que estaba a 4 puertas de donde vivía un señor que ahí trabajaba me dice –a dónde va tan guapa?-
me sorprendió su comentario y sin saber que decir solo dije – a la tienda-.
no sé que me pasó me gustó mucho su comentario, no le demostré nada pero creo que se dio cuenta por que a partir de ahí como que me esperaba y cada vez que yo pasaba me decía algún piropo.
llevaba a mis hijas enfrente de mi casa a una guarderia.
y tenía que pasar por ahí forzosamente.
cada vez que pasaba me insinuaba cosas y trataba de platicar conmigo.
no me quedaba a platicar solo al pasar lo que me decía, pero no sé por que ni como le empezé a contestar y a saludar y sin querer buscaba pretextos para salir y que me dijera algún piropo bonito.
yo tenía un pequeño negocio cerca de la casa pero al otro extremo de la calle en una ocasión , fue a buscarme y como estba sola entró y se puso a platicar conmigo.
yo me sentía rara por que nunca habia engañado a mi esposo.
no lo estaba engañando pero sabia que estaba mal.
pero me gustaba mucho platicar con el.
recuerdo que en esa ocasión me invitó a salir diciendome que me subiera a su taxi que nadie nos vería que saldríamos de la ciudad.
le dije que no por que a mi esposo lo conocían muchas personas.
pues entonces ven ami taller me decía aquí podemos platicar y nadie nos va a ver.
les confieso que me atraía la situación me sentía halagada, deseada, que a alguien le gustará.
pero la verdad tenía miedo de que me descubrieran.
llegó el día en que mi esposo tuvo que salir fuera de la ciudad por una semana pues tocaba en el ministerio de alabanza yo era corista del grupo y le dije que me sentía mal que no podía viajar.
así que me quedé sola en la casa con las niñas.
sin pensar en qué podía pasar al siguiente día que lo ví lo saludé más sonriente no sé por qué, quizás por que quería que me dijera algo.
pasaron 3 días y se repetían los comentarios normales hasta que el cuarto dia me preguntó.
“¿no he visto a su esposo?” era la oportunidad que estaba esperando, le dije que no estaba que había salido fuera y que regresaba hasta en dos días después.
me sonrío y me dijo – pues como vé la invito a salir.
yo le dije lo mismo de siempre pero le comenté que si quería que pasara a la casa que tocara a la puerta y que yo le abriría y que se metiera rápido para que nadie lo viera.
sinceramente no sabía lo que estaba haciendo solo me dejé llevar por la situación.
me sentía atraída por ese hombre no sé que tenía, algo me llamaba la atención.
quería descubrir que era, aunque en verdad les juro que solo tenía ganas de platicar con él ya saben lo clásico del romanticismo.
sé que no me creerán pero en verdad así era.
llegaron las diez de la noche y tocó yo estaba super nerviosa pero le abrí.
mis niñas ya estaban dormidas y estaba sola.
entró a la casa y le dije que se sentara, me emepezó a platicar y a decirme que le gustaba mucho que me quería y me deseaba desde que me conoció.
yo no sabía que decirle estaba nerviosa.
se paró del sillón donde estaba y me levantó y me besó en la boca tan apasaionadamente que se me olvidó todo en ese momento.
olvidé que estaba en la casa,que era cristiana, que cantaba en el corto, que era pecado que otro hombre me besara, que las niñas estaban en el cuarto, que estaba casada, y solo me dejé llevar por un deseo que ya no podía detener, sentí en ese momento , como su pene se paraba porque estaba apretando mi cuerpo y yo sin querer con mi pierna lo rozaba y al sentirlo tan duro y firme me puse nerviosa, pero a la vez deseosa de sentirlo.
quiso empujarme al cuarto y le dije que no.
me acostó suavemente en el sillón y empezó a quitarme la ropa con cada prenda que me quitaba yo le decía que no que no estaba bien, y él volvia a besarme y me desarmaba entonces se lo permitía.
hasta que me tuvo totalmente desnuda frente a él, yo me sentía como una gata en celo, ya tenía mucho tiempo que no me sentía así, deseaba explotar en mi cuerpo, deseaba que me hiciera suya aunque sabía que eso estaba muy mal.
que era pecado lo que estaba pasando, pero ya no había marcha atrás.
así que decidí olvidarme de todo y le pedí que me hiciera el amor, fue cuando de manera rápida se quitó su ropa y me abrió de piernas y aún cuando estaba listo para penetrarme tenía mis dudas y le decía que no que no me sentía bien que estaba mal lo que estabamos haciendo.
pero dentro de mí ardía el deseo que me hiciera suya, había momentos en los que sentí que el no quería hacerlo, pero no quería que se arrepintiera.
así que de una vez por todas, solo cerré los ojos y dejé que su boca chupara de manera agradable mis pechos, al hacerlo tocaba mi vagina y la movía de una manera espectacualr que no podía controlar mis gemidos hubo un momento que no aguante más y me acomodé de manera que viera que estaba lista, entonces sentí como entraba esa cosa caliente por mi cuerpo, yo me resistía y me sentía totalmente sucia sabía que estaba mal y que lo que hacía iba en contra de mi religión pero no sé por que lo deseaba, así que me empezé a mover y el tambien empezó a moverse de una manera maravillosa que en muy poco rato me hizo explotar de placer y vi que el se sentía satisfecho alegre por lo que habíamos hecho.
al terminar no quise verlo a la cara, solo le pedí que se fuera, se cambió y sin decir palabra se salió de la casa.
yo me sentía una pecadora totalmente sucia, me metí a bañar y a llorar por lo que había hecho.
me arrepentí ya no me volvió a buscar, le pedí a mi esposo que nos cambiaramos de casa.
el nunca supo lo que sucedió en esa semana que estuvo de viaje.
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