Maxi, mi mujer lleva 84 machos y sigue…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JulioCesar79.
Soy cornudo consentidor y sumiso de Argentina desde hace ocho años.
Mi mujer con 40 años es una verdadera hembra, cada día más suelta y sabiendo hacerme lucir una maravillosa cornamenta.
Le encanta mostrarse y seducir, por ejemplo, mostrando sus hermosos pies con uñas pintadas de rojo o negro, con sandalias de taco o plataforma, anillos y tobillera.
Dicen los buenos machos que se dan cuenta por los pies si una mujer es abierta y va pidiendo cariño.
Un corneador me dijo una vez "ni bien le vi los pies no dudé, son como un cartel que dice, disponible, busco pija".
Como todo cornudo tengo pija chica y mi mujer se desquita con terribles sementales que la hacen gozar y mojarse como yo nunca pude conseguirlo.
Me gusta mucho cuando le están rompiendo el culo y me dice "aprende, aprende a coger cornudo" y mirando a su macho añade "enseñale mi amor"; aclaro que a mi no me deja por la cola porque dice que es solo para machos de verdad.
Tengo muchas historias y experiencias que estoy dispuesto a contarles si quieren; llevo la cuenta de los machos que la cogieron 84 en total, tres amantes fijos (de 52, 40 y 25 años) y un novio (41) del cual lleva un anillo encima del de casamiento; cada vez que sale sola con el me da la alianza y solo le queda el de su macho.
Se cuida, pero dada la confianza y los años, con sus tres amantes y su novio coge a pelo; y es donde más disfruto pues soy mamporrero y obediente, limpio y termino tomando la leche de la concha o el culo de mi mujer; que es la mayor satisfacción de un cornudo, los que lo hacen seguramente saben que es así.
Llevo muchas experiencia morbosas: gang bang, mientras conduzco el auto la cogen en el asiento de atrás, atender al macho, etc.
Destaco la de servirles el desayuno en la cama, es mi preferido, ver como están abrazados haciéndose mimos, ahí los dejo desayunar tránquilos y después viene otro polvo, que culmina con un llamado de mi mujer diciéndome "vení cornudo" y mostrándome su concha llena de leche y con vos sobradora acota "toma tu desayuno" y mientras la lamo toda, los dos dicen "te gusta, viste que rico lo que te damos” y es el momento donde debo agradecerles, ya me tiene domesticado en eso, con un masaje en los pies a ella y besos en la pija de él.
Luego me voy, cierro la puerta y los dejo hasta que se cansen; yo afuera obviamente matándome a pajas.
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