Me acuesto con mi ex 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Fui al baño, me lave, me sentía extraña, no me sentía mal por haberle puesto los cachos a mi marido, sino con quien se los puse.
Mientras me vestía, Eduardo se guía desnudo, "cuando vas a volver?", me dijo, pasando su mano por encima de la braga que tenía puesta, acariciando mis nalgas, eso me hizo sentir incómoda, sabía que yo misma había echo que me pierda el respeto, "no lo se, no te prometo nada", le dije, retirándome un poco y me seguí vistiendo.
"Que te pasa Yudid, te da vergüenza que te toque?, cuando estábamos cogiendo, no tenías vergüenza ninguna", me dijo, y tenía razón, estaba entregada a él, pero ahora, era como si hubiera reaccionado.
Me fui de la casa de mi ex y cuando subo al coche me llama mi hermana, preguntando como me había ido, y le conté, le conté lo mal que me sentía, "pero hermana, eso es normal, lo importante es que hayas gozado, que hayas quedado bien cogida, ya que tu marido no te coge bien", me decía mi hermana, restando total importancia al echo, y me dice que vaya a su casa.
Yo fui a casa de mi hermana, le conté que me había dicho que dijera que soy una puta, que mi marido es un cachudo, y todo lo que hicimos en la cama, "hay hermana, eso es normal, yo cuando estoy con otro y sabe que soy casada, a Oscar también lo tratamos de cachuco, que el que mejor me coge es él, que es mi macho y yo su puta, pero es solo el momento, es solo por gozar de como te cogen hermana, no lo tienes que tomar a pecho, tu quieres a tu marido?, sigue con él pero si te sigue cogiendo mal, sigue con Eduardo, úsalo solo para la cama", me decía mi hermana, hasta que me llama mi esposo y me dice que vaya a casa.
Estaba en casa, le hice la comida, me sentía ignorada, apenas un beso cuando llegué, me cambié de ropa, me puse un pantalón corto, necesitaba que me meta una mano aunque sea, como el atrevido de mi ex, que si fuera por él, estaba todo el día con sus manos dentro de mi ropa.
Los días pasan y mi marido me ignora, cuando estamos en la cama, de tanto insistir, logro que suba encima mio y ese maldito y mal echado polvo, que me deja peor que si no me lo hubiera echado.
Yo pensaba en todo lo que me decía mi hermana, como me había tratado en la cama Eduardo, me estaba tomando un café y fumando un cigarrillo, cada vez me daban mas vueltas las cosas en la cabeza, "úsalo solo para la cama", me retumbaba en la cabeza lo que me había dicho mi hermana.
"Hola papito, acá esta tu puta para saber si mañana me quieres coger", le dije, llamando a su móvil y así quedamos, para el otro día, en el mismo lugar de nuestro primer encuentro.
Me sentía nerviosa mientras esperaba que Eduardo llegue del trabajo, mas que nada tenía miedo que me vieran, el echo de meterle los cuernos a mi esposo me daba igual, si por lo menos las pocas veces que me cogía me cogiera bien, bueno, pero me cogía poco y mal, así que a gozar de la pija de mi ex.
Se sube al coche, nos saludamos y nos fuimos, iba conduciendo yo, pero el muy hijo de puta no le importó y me empezó a meter mano, "por favor, no me hagas poner mas nerviosa", le dije, "mas nerviosa o mas caliente?", me dijo, pasando sus manos por mis tetas, lo miré y no me quedó mas que reírme.
Entramos en su casa, me abraza por mi espalda, agarrando mis tetas, yo tiré mi cabeza para atrás, nos besamos, "desnúdate toda", me dijo, dejando de abrazarme, yo lo miré y me empecé a quitar la ropa, me desnudaba mientras él me miraba, "que esta haciendo mi puta?", me dijo, pasando su mano por mi concha, "desnudándome para mi macho", le dije, suspirando mientras me acariciaba la concha, que arte tiene para hacerme calentar, "y que quieres que te haga tu macho?", me dijo, sentado en el sillón, bajándose el pantalón y sacando su pija, "que me cojas, pero primero tu puta te va a chupar la pija", le dije, poniéndome entre sus piernas de rodillas y abriendo mi boca, le empecé a chupar su pija, "si te viera el cornudo de tu marido lo puta que sos, como le chupas la pija a tu macho, alguna vez le chupaste la pija al cornudo?", me dijo acariciando mi cabeza mientras yo le chupaba la pija, "no le gusta", le dije, volviendo a meter la pija de mi ex en la boca y seguí chupando.
No me sentía sometida a mi ex, estaba disfrutando, le seguía el juego, hacía como me había dicho mi hermana, que solo piense en disfrutar.
"Vamos a la cama", me dijo, haciendo que saque su pija de mi boca y me ponga en pie, empezando a manosear todo mi cuerpo, eso es lo que me gusta, que me acaricien, que me manoseen, y mi marido no lo hacía, pero Eduardo me volvía loca con sus manos.
Estaba en la cama viendo como Eduardo se desnudaba, yo me acariciaba la concha, nos mirábamos, nos deseábamos.
Eduardo se acuesta a mi lado, nos abrazamos, sentía su boca chupar mis tetas, sus manos acariciar mis nalgas, mi concha, me hacía calentar tanto que gemía de placer, me hace dar la vuelta, quede boca abajo, "que abierto tenés el ojete", me dijo, metiendo su cara entre mis nalgas y chupando mi ano, "la culpa es tuya, me lo cogiste mucho y lo dejaste así de abierto", le dije, gimiendo y levantando mi culo, disfrutando de como Eduardo me chupaba el culo, me abre las piernas y me empezó a lamer la concha, me lamía el ano y la concha, yo quería gritar, pataleaba sobre la cama, disfrutando la lengua de mi ex lamiéndome toda, "que te voy a hacer ahora?", me decía mordiendo mis nalgas, "me vas a coger, me vas a hacer disfrutar con tu pija", le decía, gimiendo con las mordidas que me daba en las nalgas, "por donde te la meto primero?", me decía, metiendo su dedo en mi concha, haciendo que me retuerza de placer, "por donde quieras, pero cógeme, por favor, cógeme de una vez", le pedía, moviendo mis caderas con su dentro de mi concha, estaba tan caliente que necesitaba sentir como me cogía, necesitaba que me meta su pija, "vamos a meterla en tu culo a la salud de tu marido", me dijo, acomodando su pija contra mi ano, haciendo que grite cuando sentí como me empezó a entrar, como sentía mi ojete abrirse al paso de la pija de Eduardo, hasta sentir mis nalgas pegadas a la pelvis de mi ex.
"Que rico culo que tienes", me decía, moviendo su pija bien adentro de mi culo, para los costados, en círculos, sentía como me abría el ano, "si el cornudo se diera cuenta como te dejo el culo, como te abro bien el ojete, que diría?", me decía, sin sacar nada de su pija de dentro de mi culo, pero tampoco la dejaba de mover, "nada, ni me mira el culo", le dije, abriendo mis nalgas con mis manos, "aparte de cornudo es estúpido, como no te va a coger este hermoso culo, que esta echo para ser cogido", me decía, moviendo y sacando y metiendo su pija de mi culo.
Así como estaba, la saca de mi culo y la mete en mi concha, cogiéndome ahora por ahí, "me estas cogiendo por todos lados", le dije, disfrutando como me había dicho mi hermana que haga, "para eso sos mi puta, para dejar que te meta la pija por donde se me antoje", me dijo, sacando la pija de mi concha y me la vuelve a meter en mi culo, mis tetas se movían para adelante y para atrás, como Eduardo metía y sacaba su pija de mi culo, "seguro que el cornudo nunca te cogió así como te estoy cogiendo yo", me dijo, volviendo a meter su pija en mi concha, "no, jamás me cogió así", le dije, entre suspiros y gemidos de placer, "quién nunca te cogió así?, me dijo, metiendo su pija bien adentro de mi concha, yo grite de placer, "el cornudo, el cornudo de mi esposo nunca me cogió así, por eso él es cornudo y vos mi macho", le dije, moviendo mi cintura con toda la pija de mi ex dentro de mi concha, "ponte boca arriba, que te voy a seguir cogiendo el ojete, así cada vez que te lo toques, sepas quien es tu macho, quien te destroza el ojete", me dijo, sacando su pija de mi concha y dejando que me de la vuelta, "de toda la vida me haz destrozado el ojete, y siempre me gustó que me lo destroces", le dije, levantando bien mis piernas y dejando mi ano a su disposición, para que meta y saque su pija de mi culo.
Sin mediar palabra, la acomodó y de una sola, la metió, fuerte, como a mi me gusta sentir que me la meta cuando tengo así de abierto mi ojete, el grito de placer que dí, fue increíble, al sentir toda su pija bien adentro de mi culo, "la próxima vez que vengas te voy a azotar el culo quiero que te vayas con el culo marcado", me dijo, haciéndome ahora un chupetón en una de mis tetas, "no, no me marques, no quiero que se de cuenta que le meto los cachos", le dije.
viendo el chupetaso que me hizo en una de mis tetas, "igual no se va a dar cuenta el cornudo", me dijo mi ex, moviendo su pija siempre bien adentro de mi culo, "me destrozas el ojete", le decía yo, ya jugada por jugada, que me importa si me ve marcada o no, solo veía como disfrutaba cogiendo con mi ex.
Yo temblaba de caliente, ya iba a correrme por segunda vez, estaba con las piernas bien en alto, abiertas, estaba expuesta para que Eduardo meta su pija por mi concha o por mi culo sin problemas ninguno, por donde me la quiera meter.
Eduardo me conoce muy bien y sabe que cuando empiezo a temblar, es que me estoy por acabar, y estaba temblando como loca, hasta que cuando grito y empiezo a explotar con un fuerte orgasmo, me saca la pija del ojete y se acuesta sobre mi cara, metiendo su pija en mi boca y siento como se empieza a acabar él también, pero dentro de mi boca, como tenía su pija casi hasta la garganta, como yo explotaba en un tremendo orgasmo, tragaba la leche de mi ex, cerré mi boca y mientras me acababa, gimiendo, le chupaba la pija a mi ex, tragando toda su leche, le lamía la pija dentro de mi boca, mientras no paraba de temblar de placer a medida que me iba acabando, "cuanto hace que no me tragabas la leche?", me dijo, levantando y bajando su cintura con la pija metida en mi boca, yo no podía hablar, tenía la pija de mi ex en la boca, sacando hasta la última gota de leche.
Eduardo se acostó a mi lado, yo lo abracé, "sigue igual de rica tu leche, me encanta", le dije, atendiendo el móvil, era mi esposo, me estaba llamando, le dije que estaba en casa de mi hermana y que ya iba a casa.
Cuando me quise levantar, Eduardo me puso boca abajo de nuevo, me abre las nalgas y siento como mete dos de sus dedos en mi culo, "oye, que haces", le dije riendo, "no quiero que se te cierre el ojete", me dijo, moviendo sus dos dedos bien adentro de mi culo, "no le daremos tiempo, voy a venir mas seguido a que me cojas", le dije, haciendo que Eduardo saque sus dedos de mi culo, y vistiéndome rápido, ya que mi marido me esperaba.
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