Me cogí a la esposa de mi tío a los 17 años
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
No se la edad de la esposa de mi tío en ese momento, a ella le llamaré Luisa, pero habrá tenido unos 27 o 28 años, en ese momento no tenía hijos ahora tiene uno.
Ella es morena, delgada, piernas delgadas y largas, sus senos llenan su torso y tiene caderas estrechas y su culito es pequeño pero compacto muy bonito.
Resulta que a mi tío lo promovieron en su empresa y tenía que ir por dos meses de capacitación a una sucursal, de lunes a viernes, llegaba el fin de semana.
Ellos viven como a una calle de donde vivía con mis padres.
Asi que en ocasiones mi mamá le enviaba a Luisa algo como un postre, un pedazo de pastel o cómida, Luisa trabaja y llega como a las 5:00 de la tarde todos los días entre semana.
A mi siempre me ha gustado su tipo de mujer, delgadita, piernas largas y bonito busto.
A veces pasaba tiempo con ella después de cenar, ella suele usar faldas cortas y en varias ocasiones le vi su braguita diminuta apenas tapando su cuquita o sus nalguitas.
Yo me pajeaba en mi cama recordandola.
En mi caso tenía diecisiete cumplidos, pero soy de buen tamaño, hago mucho ejercicio, asi que mi cuerpo es más atletico, soy muy promiscuo y me gusta el sexo, veo videos, tengo revistas y había tenido relaciones sexuales con mis últimas dos novias, pero deseaba una experiencia, como todos a esa edad, con una mujer más adulta.
Y Luisa era muy sensual, para todo, para caminar, para hablar, etc.
En una de tantas ocasiones que mi madre me mandó a entregarle algo, yo llegué y podía entrar sin llaves a la casa de Luisa, asi que ingresé y en eso oí voces, entonces caminé con cuidado, me asomé y en el patio interno, estaba un hombre con traje y la esposa de mi tío, Luisa, el hombre la tenía contra la pared y pude ver que una de sus manos estaba entre las bragas de mi tía, tocándole su chuchita, ella trataba en vano de alejarlo, la corpulencia del hombre era mayor, y ella le pedía que no, no cabe duda que los dedos o el dedo del hombre penetraba a Luisa, porque se notaba en el movimiento que hacia con la mano, adentro y afuera, ella le pedía que se detuviera y lo empujaba, pero no lograba mover al hombre; hasta ella lo llamó por su nombre, -No! no don Roberto, no por favor!!-, o sea que lo conocía.
Entonces yo un poco vivo, abrí la puerta del frente y la azoté como si hubiera entrado alguien en ese momento eso sirvió para el hombre sacara su mano del sexo de ella.
-Hola, buenas noches!!- grité un poco nervioso, me asomé y alli estaba Luisa quien se había separado del hombre y él estaba componiendose su traje, él se despidió de ella y dándome las buenas noches salió por la puerta.
Noté a Luisa muy nerviosa, pero me dijo que gracias por haber llegado.
Le pregunté quien era esa persona y me dijo que había sido un antiguo amigo suyo.
Después de recibir lo que mi madre le había enviado, Luisa me pidió que no me fuera, que me quedara, incluso llamó a mi madre para que me permitiera quedarme.
Noté que a pesar de todo, ella había quedado nerviosa como excitada.
Ella no suele hablar de cosas sexuales conmigo, pero esa noche, ella sacó a relucir el tema sexual en la conversación, me preguntó si ya había hecho el amor o el sexo, que en donde?, y que le explicara explicitamente detalles de mis encuentros con chicas, ella mordía su labio y en ocasiones se acarició las piernas.
Cuando yo hice la pregunta -Ahora cuentame tu como te gusta que te lo hagan?- quería negarse, pero le recordé que yo había sido honesto y explicito con ella.
Entonces ella comenzó a contarme desde que era adolescente y como un primo que ella adoraba, la desvirgó durante unas vacaciones, por supuesto que ella me lo relató con muchos detalles, no tardé en ponerme duro y tener una erección que ella rápido notó.
-Te excitaste?- me preguntó
No podía negarlo con el gran paquete en mis pantalones.
-Uyy si mucho-
-Enseñame tu miembro?- me pidió ella
-Ahora?, aqui?- dije
-Si, no tiene nada de malo, además estamos hablando de sexo- dijo Luisa
-No sé- dije yo
-Si quieres me enseñas tu pene y luego yo te enseño mi cuquita!, sale-
-ok-
Me saqué el miembro (verga), estaba muy erecto, nunca había pensado en serio en el tamaño, pero ella lo primero que me dijo fue que era grande y grueso, luego dijo que lo tenía muy lindo.
Luego le pedí que ella me mostrara su cuquita, ella se quitó las bragas alli sentada, luego levantó su falda y abrió las piernas, sus labios vaginales eran morenos como ella y un poco de pelambre arriba de su sexo, se notaba que ella se recortaba su rajita.
Mi verga no pudo crecer más, yo estaba muy excitado.
Luego ella me dice, -fijate Julio, que el hombre que viste cuando viniste, es mi jefe, me propuso que tuviera sexo con él, y yo me negué, pero me tocó toda, y ahora estoy muy caliente, mira!- me dijo y abriendo sus piernas, con sus dedos abrió delicadamente sus labios vaginales y por dentro su coñito estaba brilloso, como húmedo, me dijo que estaba mojada por culpa de su jefe.
Diciendo eso con sus manos tomó mi verga, me dijo que me pusiera de pie, lo hice y estando ella sentada y yo parado, se puso a acariciarme la verga con sus dos manos, a la vez que decía que tenía una verga muy linda y rica.
Diciendo eso y comenzó a darme besitos en el glande, luego bajó por el tronco y le pasó la lengua humeda y tibia, eso me hizo vibrar de emoción, luego engulló mi verga dentro de su boquita y comenzó a mamar, -dios que exquisito- exclamaba yo, se notaba la amplia experiencia de Luisa para mamar.
Usaba su boquita como una vagina, succionaba y apretaba mi verga cuando entraba y salía de su boca.
En solo diez minutos estaba al borde de una eyaculación, ella soltando mi verga me dijo que le avisara cuando estuviera a punto de acabar.
Lo cual hice dos minutos después, entonces ella hizo algo que aún recuerdo y pongo en práctica de vez en cuando.
Entre mis huevos y mi ano, ella apretó con dos dedos un lugar que no impidió mi orgasmo, es decir, sentí que la sangre subía a la cabeza y un gran placer, pero no eyaculé para nada.
Después de eso, ella esperó como un minuto y luego volvío a mamar otros cinco minutos mi verga, no tuve ganas de venirme en ese tiempo y degusté otro tanto.
Luego, ella se hizo para atras en el sofá y abriendo las piernas, me dijo que ahora era mi turno de darle placer.
Yo me hice el timido, pero en verdad quería comerselo entero, me arrodillé frente a ella y luego me arrojé sobre su cuquita, lamiendo sus labios vaginales, luego fue ella quien abrió con sus delgados dedos sus labios vaginales, para que yo tuviera contacto con su vagina directamente, quiero comentar que la esposa de mi tío daba grandes gemidos, que me calentaron y comencé casi a devorarsela toda, ella me decía entre gemidos -uuy que rico me la comes Julio!!- -ayy papi te la estas acabando toda!!-, yo le estaba haciendo una gran mamada a Luisa, hasta que ella tiró su cabeza atras y tomando mi cabeza me la hundió en su raja, sentí sus jugos salir de su vagina y mi lengua se encargó de limpiar todo lo que salía por alli.
Ella daba de qritos y era notorio su orgasmo.
Fueron unos quince minutos de comerle su coño, todo mi rostro terminó lleno de sus jugos, en cuenta cejas, nariz, barbilla, mejillas, todo lleno de su eyaculación.
Fue increiblemente rico.
Luego nos compusimos la ropa, ella me dijo que sería nuestro secreto y que se lo cumplía habría más de esto.
Yo me fui a casa y soñé y repetí todo lo sucedido toda la noche.
Pasó una semana, y aunque llevé otras cosas de mi madre a la casa de Luisa, ella no me propuso nada, yo aún era inexperto y no me lanzaba con mucha facilidad, sin embargo de nuevo llegó el día esperado, ella me dijo que me quedara, luego me llevó a su habitación, me dijo que me quitara todo excepto los calzoncillos, lo hice, luego ella se subió a la cama y comenzó como a danzar, se fue quitando la ropa enfrente de mi, yo acostado y ella de pie sobre la cama, se quitó todo excepto las bragas, en realidad era muy bella la esposa de mi tío.
Luego ella me sacó los calzones y comenzó de nuevo a mamar mi verga de un modo maravilloso como la vez anterior, chupaba mi glande, luego lamía mi tronco hasta los huevos y después me dio mi primera mamada de cojones, algo exquisito para un hombre, algunos saben lo que digo.
De nuevo le avisé que iba a acabar, entonces ella nuevamente metió sus dedos debajo de mis huevos y tuve otro orgasmo sin eyaculación.
Luego ella se montó sobre mi y tomando mi verga con su mano la guío hasta su cuquita y se sentó sobre mi verga.
Mi miembro fue desapareciendo dentro de su vagina, todo adentro estaba mojado y caliente, fue algo delicioso; luego ella comenzo a moverse con mucha experiencia sobre mi verga, sin alocarse, con mucha paciencia, metiéndosela toda y moviéndose para todos lados, ella gemía y gozaba, controlaba toda la situación, su vagina parecía la cosa más suave y húmeda que yo recuerde.
De vez en cuando aceleraba y me daba un placer inmenso que me hacía gemir incluso más que ella.
La verdad es que ella me cogía a mi.
Al rato ella ya estaba muy excitada, gimiendo y gritando encima de mi verga, me tomó de las manos y se las puso en sus nalgas y me dijo que ahora era mi turno de moverme, me enseño como tomarla de las nalgas y moverla encima de mi verga, claro con su ayuda también, Fue un polvazo, de lo mejor que me ha pasado en la vida, entramos en un ritmo de locura, ella tomó sus tetas y se agachó para que yo se las mamara, también me pidió que se las mordiera, lo hice pero delicadamente, sin dañarla, en eso estaba cuando ella gritó -me corro, me corroooo!!!-, sentí como su vagina me bañaba la verga de sus jugos íntimos.
No tengo palabras para exponer el placer que me dio esa noche.
Yo también me corrí dentro de su vagina, fueron corros intensos, parecía que yo estaba orinando semen.
Por fin terminamos, se fue al baño a lavarse y me pidió que me pusiera la ropa, me fui a la casa como si estuviera caminando en las nubes, era un sueño.
La situación se puso mejor.
Solo tres días después, fue Luisa, la que me llamó a mi móvil, eran más de las 11:00 de la noche, yo estaba viendo una paginas porno en mi compu personal y me dijo que estaba en la cama y que estaba muy caliente, me preguntaba si podía llegar con ella sin que se enteraran mis padres, le dije que encontraría la forma, me salí por la ventana, caminé por el techo (lo he hecho otras veces) y salí al patio.
Luego corrí a la casa de Luisa, la puerta estaba abierta y subí a su recamara, alli ella estaba embrocada sobre la cama (boca abajo), desnuda y metiéndose un dedo en su cuquita, -julio, quitate la ropa y ven aqui, rápido-,, lo hice en segundos, ella abrió sus piernas, siempre boca abajo y me dijo -te gusta mi trasero?-, le dije que si rápidamente, -comételo todo, si, harías eso por mi?-, no deje que terminara y mi boca se incrustó en sus nalgas, lamí como si fuera un dulce enorme, chupé y pasé la lengua por todas sus nalgas y luego ella con sus dos manos abrió sus nalgas y divisé su ojo del culo, le estampé varias lamidas y chupadas en ese orificio tan sensual, ella comenzó a dar de gemidos y me decía que le siguiera comiendo el culo.
-Julio!.
meterme tus dedos en la cua!-, sin dejar de lamer su ojete del culo, metí primero un dedo, luego otro dentro de su vagina, y se los bombeaba con fuerza y rapidez, entonces ella comenzó como a convulsionar, no era eso sino estaba teniendo un tremendo orgasmo, -dame más duro, más, asi.
asi.
!!- me decía Luisa.
Mis dedos se llenaron de su eyaculación.
A pesar de su orgasmo, no dejé de lamer su culo y besar sus nalgas ni un solo instante.
No habían pasado ni tres minutos después de su corrida, cuando me dijo -Julio, métemela en mi cuquita!-, dejé de lamer y me fui subiendo sobre ella mi verga ya estilaba gotitas de pre-eyaculación en el glande, tomé mi verga y busqué su vagina, estaba muy mojada, eso facilitó que mi verga se fuera entera dentro de su cuquita, luego comencé a moverme con un mete-saca, ella estaba inmóvil, sintiendo como yo entraba y salía de su raja.
Empece a los pocos segundos, a oir nuevamente sus gemidos, luego volteo la cabeza solo para decirme que le metiera mis dedos en su culo, entonces me fui levantando para poder meter mi mano entre sus nalgas, con mi dedo, casi sin ver, palpé su ojete del culo, se lo metí hasta la mitad y ella gritó.
La posición no era la mejor, posiblemente le cause dolor.
Asi que ella se fue levantando hasta ponerse detenida por las rodillas y los codos, yo me puse atras y seguí cogiendola, su culo me quedaba mejor, asi que volví a insistir metiéndole mi dedo en el culo y ella comenzó a culear moviendo su trasero, nuevamente volvieron los gemidos de ella y los mios.
Me pidió que le metiera otro dedo en el culo y lo hice, dos dedos mios estaba dentro de su ano, además mi verga entraba y salía de su rajita.
Yo ya no pude más y comencé a eyacular, ella movió su culo con más intensidad y ella se llevó a otro orgasmo después del mio.
Fue otra jornada de sexo intenso con Luisa.
No contabilice las veces que tuve sexo con la esposa de mi tío, pero fueron más de diez ocasiones finalmente.
Hasta que llegó mi tío ya estuve presente entre semana.
Solo nuestras miradas entre Luisa y yo nos delatan.
Solo espero el momento justo para volver a estar con ella y creo que ella piensa lo mismo.
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